"Personas que no usan su
inteligencia no son mejores que los animales que no tienen inteligencia. Estas
personas son bestias de carga y filetes de carne en la mesa por decisión y
voluntad propia."
Del
libro Armas Silenciosas para una guerra
tranquila.
Cuando prácticamente nos estamos jugando el derecho a la vida, de poder alimentar a nuestras familias, cuando están en peligro nuestras libertades mas importantes, como la de poder pensar y decir lo que pensamos, cuando tenemos que defender a nuestros seres más queridos para que no sean víctimas de unos criminales y violadores, en ese momento, que es el más crítico para nuestra existencia, lo que hagamos o dejemos de hacer dice mucho de nosotros, como sociedad y como individuos, en quiénes confiamos nuestra primera línea de defensa, que en nuestro caso serían nuestros representantes políticos, habla de nuestra capacidad de sobrevivencia.
Esa
institución que se resume en el acrónimo de la MUD (Mesa de la Unidad), ya
indica el tipo de personas que pudieran integrarlas; si decimos que es una
mesa, es algo muy diferente a llamarla un frente, o una alianza, o una
coalición, o una fuerza, o tan siquiera una organización para…
¿Para
qué sirven las mesas? En su acepción más general, para comer, pero también para
trabajar e, indudablemente, para negociar, que creo, resume el espíritu de
quienes la crearon, una mesa negociadora de la unidad, que tuvo como
antecesoras a una serie de otras organizaciones que terminaron fracasando en
sus propósitos, claudicando ante el régimen chavista.
Detrás
de todos estos esfuerzos estaba el interés electoral, que es lo que ha
distinguido la agenda de nuestra oposición, es decir, de todo el espectro de
significaciones y el accionar político, sólo lo electoral ha sido relevante y
marcado con el sello de democrático, pacífico y constitucional, con lo que se
ha dejado por fuera la política confrontacional, la lucha de calle, la de
huelgas, paros, boicots, barricadas, tomas, trancas, enfrentamientos,
resistencia, quemas, destrucción de íconos y monumentos, enfrentamientos
armados y todo lo que pudiera significar violencia política, que incluiría
acciones extremistas como las terroristas, atentados, secuestros, asesinatos
selectivos, sabotajes, ataques a blanco militares, robo de armas y explosivos,
destrucción de naves e instalaciones estratégicas y un largo etcétera.
La
historia política del mundo ha estado signada por manifestaciones políticas que
han estado apartadas de las mesas, de la negociación, del diálogo, y se han
concentrado en ese catalizador de cambios que es la violencia política; porque
digan lo que digan los pacifistas, la violencia política ha sido la madre de
todos los cambios estructurales en las sociedades, y Carlitos Marx y sus
seguidores como el MBR2000, lo sabían, lo practicaron y cosecharon la mies. En
la historia reciente del país ha quedado demostrado que, sin los intentos de
los golpes de estado, Hugo Chávez y su movimiento revolucionario no hubieran
nunca llegado al poder.
De
hecho, el gobierno de Nicolás Maduro utiliza diariamente la violencia política
para poder mantenerse en el poder, todas estas formas de violencia que he
enumerado, más las que son características del propio estado, como el recurrir
a procesos judiciales, encarcelamiento, tortura, tratos crueles e inhumanos,
confiscaciones, espionaje, seguimientos, incautación de documentos personales y
de identidad, prohibición de libre expresión y de emitir opinión y, por sobre
todo, el uso del hambre como herramienta de control social, son prácticas
cotidianas contra elementos de la oposición.
De
modo que tenemos una confrontación bastante irregular y desequilibrada, que
resulta todavía más injusta porque el gobierno criminal de Maduro tiene el
control hegemónico de los medios de comunicación, con lo cual desinforma y
oculta buena parte de sus ataques y desmanes, manipulando a su favor los
desesperados intentos de la población por defenderse.
¿Cuánto
puede aguantar una población conducida por sus líderes para soportar tal
cantidad de castigo por parte de un gobierno corrupto y asesino? ¿Cuál es el
límite humanamente posible de tanto pacifismo? ¿Acaso la Constitución le ordena
al pueblo asimilar tan brutal tratamiento sin posibilidad de que responda de la
misma manera? ¿Es acaso una actitud democrática la de despachar a los sectores
más vulnerables de la sociedad a una muerte segura, para complacer una regla
moral que no está escrita en ninguna parte?
La
MUD ha llevado esta ordalía hasta el punto de mantener a la población en un
desesperado control para que no recurra a la violencia política, para que no se
desborde ante el obvio intento del gobierno por exterminar a los que se oponen
por medio de las armas, el hambre y la desesperación, mientras ellos, los
políticos de lo posible, ensayan su agenda de diálogo y conversaciones, bajo la
pretensión de que 30 millones de personas son incapaces de defenderse de
150.000 agresores armados.
Esta
aprensión enfermiza de los líderes de la MUD de negar la posibilidad de otra
forma de lucha política, con violencia ante la violencia, ha llevado a la
oposición a que sean percibidos como unos cobardes y aguantadores de lo que
sea, como si esta actitud fuera la más racional, aplaudida y encomiada en el
mundo; de hecho, ya lo que provocamos en risa y lástima, un pueblo que no
quiere defenderse, no porque no sabe, sino porque sus supuestos líderes quieren
competir por el premio Nobel de la Paz, un pueblo que no merece respeto alguno,
ni tiene derecho a tener un país y, menos, un gobierno democrático.
¿Qué
le pasa a esa gente? ¿De dónde salieron? ¿Quién los puso allí?
Veo
que el vocero de la Unidad, el Sr.Torrealba se ha distinguido como un
predicador de una torcida moral, que descarta de plano el principal deber de un
ser humano, que es mantenerse con vida y con dignidad; su retórica es
enfermiza, llena de incongruencias, de lugares comunes (“la violencia lo que
genera es más violencia”, por ejemplo) y un discurso cristiano decadente, de
argumentos circulares, de marchas y contramarchas, todas perfectamente
justificadas en su mundo de perfectos ciudadanos cumpliendo la ley.
Torrealba
es la punta visible de un oscuro iceberg socialista y principista, pero detrás de él están los verdaderos
operadores de esta carnicería humana, los Borges, los Capriles, los Ramos
Allup, los Timoteos Zambrano, que parecieran estar en contubernio con los
criminales y enfermos del régimen, para perpetuar la matanza mientras ellos les
mantienen a los chavistas el rebaño apacible.
Si
ésta es la labor de los partidos políticos (que no lo es), entonces deberíamos
prescindir de ellos hasta que tomemos el control del país y del gobierno; no
podemos permitir que esos energúmenos sigan saqueando a nuestra Venezuela con
absoluta impunidad.
Al
Vaticano ni al Departamento de Estado les interesa nuestro destino, ningún país
latinoamericano derramará una lágrima por nuestros muertos, nadie prestará uno
solo de sus soldados por nuestra causa, hasta que nosotros no hayamos
enfrentado nuestro destino, no como víctimas propiciatorias, sino como buenos
padres de familia, que harían todo lo posible por preservar la integridad de su
hogar, luchando contra el enemigo, no negociando con él sin haber disparado un
solo tiro, sin importar el costo; porque es preferible morir en el intento por
liberarnos del yugo comunista, que tener que mal vivir como esclavos,
sirviéndoles.
Lo
que hicieron los dirigentes de la MUD fue un acto de irresponsabilidad supina,
no sabiendo cómo actuar en estas circunstancias, se plegaron desesperadamente a
las faldas de una sotana que no tiene la menor idea de cómo solucionar nuestra
crisis, excepto apostarle a quien tiene el garrote para que no nos dé tan duro.
Se
lavaron las manos, le pasaron la responsabilidad al Vaticano rojo rojito y un
coro de vestales que nos piden aguantarnos a los criminales, la MUD renunció a
su liderazgo de la manera más oprobiosa y cobarde, luego de convocarnos y
constatar que todo el país está harto de la situación provocada por Maduro, en
vez de renunciar, de poner sus cargos a la orden, que hubiera sido lo más
honesto, para que un relevo de dirigentes tomara las nuevas iniciativas, prefirieron,
como buenos chavistas, aferrarse al poder y pasarle la papa caliente al Papa
comunista.
¿Y
que puede haber detrás de esta jugada para el cogollo que rige la MUD? Pues
estoy seguro deben estar negociando con el chavismo alcaldías y gobernaciones,
contratos y regiones, deben tener reuniones secretas para avanzar en su
estrategia electoral a costa de todos nosotros, la pregunta es ¿Se lo vamos a
seguir permitiendo?
Todavía
resuena en mi cabeza el terrible comentario del dictador Maduro: “la oposición tiene que acostumbrarse a
dejarse gobernar por la revolucion”.
Al
menos… al menos que todos nosotros seamos como la MUD, unos insignes habladores
de pendejadas, y en el fondo, unos sumisos masoquistas. -
saulgodoy@gmail.com
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