Leyendo
el formidable libro de John Grey, Perros
de Paja (2002), donde el autor ratifica la firme creencia que tiene su
amigo, el ambientalista James Lovelock, que el ser humano es una plaga que está
acabando con el medio ambiente del planeta Tierra, Lovelok denomina a los
humanos como Primatemaia disseminata,
una grave enfermedad planetaria.
La
especie humana ha acabado con buena parte de la vida en la tierra y Lovelock
apunta que para el año 2050 estaremos en camino de consolidar los 8 millardos
de habitantes y la única forma de sustentar esa cantidad de gente, es desolando
el planeta, por lo que ha elaborado un complejo escenario donde predice, que
antes de que nuestra especie destruya el planeta, el planeta terminará con
nosotros.
Probablemente- explica Lovelok- el Cambio Climático
sea una de las maneras de Gaia
defenderse, por supuesto, vendrá acompañado de enfermedades, hambrunas y
guerras, nos dice Lovelok: “… si la plaga
humana es realmente tan normal como parece, la curva descendente debería ser un
reflejo inverso de la curva de crecimiento poblacional. Esto significa que el
grueso del colapso tendrá lugar a lo largo de poco más de cien años y que para
el año 2150 la biosfera debería haber recuperado los niveles seguros de población
de Homo sapiens previos a la plaga, de entre 500 y 1.000 millones de personas.”
Pero como sucede en todas las especies, incluyendo
las plagas, hay una más virulentas que otras y el chavismo sin duda ha
demostrado una agresividad excepcional, la devastación ambiental propinada a la
biosfera de nuestro país ha sido catastrófica, y difícilmente nos vamos a
recuperar sino tomamos muy en serio, primero, el saneamiento ambiental y luego,
la reconstrucción de los hábitat que todavía estén a tiempo de ser intervenidos.
Lo lamento mucho por todos esos jóvenes fanatizados
hasta la locura que he visto desgañitándose, repitiendo loas a Chávez y a
Maduro, dándoles gracias por los favores recibidos, los pobrecitos no saben el
legado de desastre y muerte que les han dejado, Venezuela ha sido arrasada y
envenenada sin ninguna contemplación.
Yo no creo que los actuales líderes de la oposición
política venezolana tampoco hayan entendido la gravedad de la situación
ambiental de nuestro país, a ninguno le he escuchado expresar alguna
preocupación al respecto, menos aún algún tipo de plan o programa para el
futuro inmediato.
En una ocasión, había estimado que con el 10% del
producto territorial bruto que recibimos por regalías petroleras, impuestos y
otras entradas, canalizados hacia un Ministerio del Ambiente que se abocara a
restituir el equilibrio violentado en nuestra casa (hábitat), que es Venezuela,
pudiera bastar para corregir la situación.
Pero ya mis cálculos van por el 30% del presupuesto
nacional destinado a rescatar nuestro medio ambiente, y todavía me quedo corto,
y estoy hablando de contar con un organismo altamente tecnificado y de
dedicación absoluta a los distintos problemas que el chavismo nos deja en
nuestras líneas costeras, en nuestros mares y plataformas oceánicas, en
nuestros cuencas hidrográficas, ríos, lagos, marismas y acuíferos subterráneos,
en nuestros Parques Nacionales y otras áreas protegidas, en morichales, llanos,
selvas y montañas.
Se deben hacer cuantiosas inversiones para rescatar
la calidad atmosférica en nuestras ciudades, en solventar el problema de los
desechos sólidos, del agua potable (reservorios, sistemas de bombeos, plantas
de tratamiento), las aguas servidas, en la limpieza de fosas de desechos petroleras,
derrames, zonas contaminadas por mercurio, en el manejo de materiales
peligrosos (radioactivos, desechos biológicos, químicos industriales) en las
deforestaciones, en el combate a los incendios forestales, en tratar de
salvaguardar los ecosistemas que quedan, en detener la extinción acelerada de
especies en peligro… en fin, el país se nos está muriendo y si muere la tierra,
no habrá futuro y eso está frente a nuestra narices.
Nunca la industria petrolera, que ya de por sí es
una de las actividades más contaminantes del mundo, había sido peor manejada en
nuestra historia, de hecho, Maduro elimina de un plumazo nuestro Ministerio del
Ambiente, para inventar uno de esos mamarrachos socialistas para que se
ocuparan de la ecología, con la clara intención de rebajar costos operativos y
de inversión en el área petrolera y poder garantizar más productividad, se
eliminaron prácticamente los estudios de impacto ambiental, lo que sí aumentó
fue el número de derrames, de accidentes industriales, de pérdida de ecosistemas
producto del mal manejo de la actividad, de mayor contaminación y un daño
incuantificable a las poblaciones aledañas a las refinerías y campos
petroleros.
Miles de venezolanos se encuentran padeciendo graves
enfermedades productos de la contaminación petrolera, de los cientos de focos
de desechos industriales que yacen a cielo abierto esparciendo enfermedades y
muerte en poblaciones vecinas, los estados Anzoátegui, Monagas y Falcón son
territorios en peligro de extinción, gases y líquidos venenosos corren por las
aguas y el aire de estas entidades, sin que nadie haga algo por prevenir a sus
habitantes.
En el sur, en nuestra Guyana, la situación es
dantesca, la minería ilegal y la irresponsabilidad de algunas empresas compiten
por quien le propina un mayor daño al ambiente, nuestro ríos están mortalmente
envenenados de mercurio, de metales pesados, de líquidos corrosivos, las selvas
caen ante la furia de los garimpeiros, de las máquinas de las corporaciones
mineras, de grandes incendios forestales sin control que destruyen miles de
hectáreas de vegetación, dejando la tierra desolada.
Lo que ha hecho el gobierno de Maduro en nuestro
país es un crimen de lesa humanidad, no solo ha afectado el futuro de los
venezolanos destruyendo nuestro entorno, le ha propinado a la ecología mundial
un golpe mortal destruyendo sin contemplación los bosques amazónicos y con
ello, cambiando el clima, envenenando las pocas fuentes de agua potable que
quedan en el continente, destruyendo sus cuencas hidrográficas, asestándole un
golpe a las posibilidades de sobrevivencia de toda la humanidad.
Y lo hace por ignorante y por avaricioso, su sed de
dólares, de oro y diamantes, de riqueza, es inconmovible, sacrifica hasta a su
propia familia con el fin de hacer dinero como sea, dice que para convertirlo
en programas sociales, pero ya todos sabemos que esos fondos van a parar a las
cuentas secretas que el chavismo tienen en el extranjero, apoyado por un grupo
de mafiosos y empresarios inescrupulosos como él, asesinan, practican el
genocidio, deforestan, engañan, falsifican, encubren toda una serie de crímenes
contra la humanidad y la naturaleza que el planeta no va a poder resistir, es
imperativo que este depredador ambiental salga cuanto antes del poder y pague
por sus pecados.
El avance de la destrucción de Venezuela está
llegando a situaciones irreversibles para la vida en nuestro país, y lo digo
con conocimiento de causa, un país con tierras envenenadas, sin agua, sin
electricidad, sometido a períodos intensos de sequías e inviernos
descontrolados, con grandes depósitos de substancias tóxicas, no es un país
manejable para nadie.
Es tal el descaro de Maduro que se atreve a aparecer
en cadena nacional, hablando en su neolengua socialista sobre una “minería
sustentable”, cosa que no existe, ninguna minería es sustentable ni siquiera
para ella misma, ya que la extracción mineral de la tierra está limitada a la
cantidad del existente en las vetas, no son recursos renovables.
Ninguna tecnología minera es “amigable con la tierra”
y su gobierno ha demostrado un irrespeto absoluto en contra de las etnias
indígenas y sus territorios, todas esas “Brigadas Mineras” a las que se refiere,
son gairmpeiros trabajando para el
gobierno bajo la forma de una nueva esclavitud, ninguna ingeniería desarrollada
por la industria minera (molinos de arena) subsana el daño que se le hace a los
suelos
Reclamo para el ambiente el 30% de la factura
petrolera, es la única manera de poder hacer algo útil por el país y a gran
escala, esta inversión ambiental le traería a Venezuela una oportunidad de
recuperación ecológica, empezando porque ese presupuesto crearía oportunidades
de educación a los venezolanos en materias ambientales que vamos a necesitar en
un corto plazo, necesitamos gente que conozca de oceanografía, de agua en todas
sus variables, de recuperación de grandes bosques, de descontaminación de la
tierra, expertos en el manejo de desperdicios, en reciclaje, en ecología y
manejo de hábitats, en zoólogos, botánicos, expertos en Silvicultura, en
geología, edafología, en aguas subterráneas, solo por mencionar algunas
especialidades.
Necesitamos tecnología de punta en producción de
agua potable, en riego, en uso de la nanotecnología y la bacteriología para
limpiezas de grandes áreas, sobre todo para el manejo de lodos y lechos de ríos
y lagos contaminados, en control de plagas y epidemiólogos, en manejo de sustancias
peligrosas, en construcción de grandes aliviaderos de desechos y disposición
final de elementos peligrosos, necesitamos planificadores ambientales,
ingenieros forestales, en muchos
estudios y diagnósticos, necesitamos laboratorios equipados a lo largo del
territorio, estudios de gran visión y de detalle, poner a esos satélites chinos
a trabajar de verdad por el país.
30% del presupuesto petrolero nos permitirá hacernos
autosuficientes en materia ambiental lo que es igual a aumentar nuestros
índices de vida con calidad, a restituir naturaleza y diversidad, podremos
tener turismo, se podrá hacer deportes y vivir en asentamientos humanos con una
alta calidad de vida, no como ahora, sumidos en miseria, basura y contaminación.
Pienso, que si equipamos al país tanto en tecnología
como en recursos humanos en materia ambiental, sería cómo proteger y cuidar
nuestra casa, nuestro hábitat, sólo así
pudiéramos contar con un futuro y muy bueno, pero hay que hacerlo cuanto antes,
Venezuela no resiste a un depredador como Maduro por más tiempo, estamos en
alerta roja y el momento de actuar es ya!
- saulgodoy@gmail.com
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