Anticristo: De acuerdo a las creencias cristianas en la temprana Edad Media, el Anticristo es el enemigo universal de los seres humanos quien en los últimos tiempos marcará al mundo con su maldad. Sólo es mencionado como un personaje en la Biblia en dos breves pasajes en la Primera y Segunda Epístolas de Juan, sin embargo cuando se menciona al “hombre sin ley” y a la “bestia” se cree, representa al Anticristo. El Abate Bergier describe al Anticristo como un tirano, impío y excesivamente cruel, el archi enemigo de Cristo… La persecución que impondrá sobre los creyentes será la prueba más cruel y severa que tendrán que soportar”.
Encyclopedia
del Ocultismo y Parapsicología
Editada
por Gordon Melton, 5ta. Edición, 2001
Estoy
absolutamente seguro que Nicolás Maduro Moros, será juzgado en algún momento,
por delitos de lesa humanidad, su gusto por la maldad, por hacerle daño al
prójimo, por haber alcanzado el poder político para desatar su furia animal en
contra de sus semejantes, es simplemente un ejemplo atroz de cómo un ser humano
puede torcerse, hasta degenerar en un asesino, no en serie, sino de masas.
Porque
una persona que llega a ocupar la más alta magistratura de un país
(legítimamente o por fraude) con el sólo fin de poder infringir el mayor daño
posible a la población, principalmente a los más vulnerables, personas pobres,
de avanzada edad, niños, enfermos, mujeres en gravidez, indígenas… no puede
llamarse un ser humano.
Está
más que claro que Maduro es un verdugo del régimen cubano, sostenido por un
grupo de narcotraficantes y militares corruptos, que está en ese puesto con el
sólo propósito de arruinar a todo un país.
La
figura es patética, su discurso un engaño, su imagen un insulto a todo lo que
significa ser venezolano, empezando porque no es venezolano, como no lo son
ninguno de los que están a su lado, de los que se dicen chavistas.
A
Venezuela le tocó sufrir su propio anticristo, un ser enviado por las fuerzas
del mal haciéndose pasar por un cristiano, cuando en realidad era un esclavo de
los paleros y la magia negra, un hombre que se postraba frente a gurús de
religiones incomprensibles, un ateo militante del comunismo materialista,
enemigo de la fe de Cristo que de hecho, persiguió e hizo mucho daño a la iglesia católica
venezolana sirviéndole a su padre Hugo Chávez, y hasta el último momento estuvo
manipulando hasta al mismísimo Papa Francisco, utilizándolo como pieza en su
ajedrez político.
El
Vaticano en algún momento tendrá que admitir, que se plegó al juego infernal de
este embaucador para hacerlos cómplices en el sacrificio humano que estaba
oficiando con el pueblo venezolano a sus demonios sedientos de sangre, que en
el juego del presidente Obama con los Castro en Cuba, perdieron, a cambio de
unas pocas iglesias en la isla mientras el pueblo seguía siendo explotado.
La
fama del Vaticano como artífice del arte de la diplomacia, tiene un capítulo
oscuro con este bochornoso episodio de arreglos y acomodos con dos de los
regímenes más tenebrosos de nuestra historia contemporánea.
Incontables
son las venezolanos muertos que se llevará Maduro a su tumba, no sólo aquellos
que él personalmente se encargó de llevar a sus calabozos de torturas y muerte,
de los que mandó a ejecutar en las calles en las protestas ciudadanas, de los
que dejó en manos de sus hordas de delincuentes para que fueran ejecutados y
desmembrados, lo abultado de la lista de sus víctimas consisten en personas que
confiaron en su palabra y fueron traicionadas por sus políticas y ejecutorias
en el gobierno, principalmente por la desidia, la ineptitud, el engaño y el
fraude que les hizo, cuando más necesitaban de su gobierno.
La
figura de muerte con su guadaña al hombro, tiene ahora una nueva imagen con
Maduro bailando desenfrenadamente mientras los venezolanos morían como moscas
en los hospitales desahuciados por falta de atención médica, por carencia de
medicinas y alimentos, allí está el grueso de las cuentas que tendrá que rendir
cuando llegue el día de su juicio.
Maduro
pasará a la historia como uno de los hombres más sanguinarios de Latinoamérica,
tiene ya en su haber una serie de masacres, de ejecuciones masivas de seres
humanos desarmados y echados como perros en huecos en la tierra para
desparecerlos, su nombre estará al lado de un Pinochet, de un Papa Doc Duvalier,
de un Fidel, de un Somoza, tiene ya suficiente credenciales para figurar con
Amín o Sadam.
La
historia de este chofer de autobús convertido en verdugo de venezolanos, no
puede pasar debajo de la mesa sin hacer notar su gusto por las torturas.
En
nombre del socialismo construyó y equipó reductos del mas abyecto de los
oficios humanos como los es la tortura, allí están los expedientes y las
declaraciones de las víctimas que lograron sobrevivir a su gusto por el dolor y
el sufrimiento humano, porque solo con verlo bailar mientras en las mazmorras
del SEBIN, ese organismo encargado de desgarrarle el alma a Venezuela, le
arrancaban el pelo a las mujeres con un taladro o le daban de comer comida
descompuesta y con gusanos a unos presos políticos, es sin duda una clara señal
de que el individuo está desquiciado.
Trajo
de Cuba todo una serie de adelantos en la tortura que no dejaba huellas
físicas, con el uso de la electricidad y de asfixia, en técnicas para la
inducción al suicidio, en ambientes artificiales para producir la locura, en
uso de drogas y protocolos de interrogación para que las personas se auto incriminaran
en delitos que nunca habían cometido, o señalaran a otros inocentes de
cómplices, probó nuevos métodos de privación de sueño y luz solar, trabajó
arduamente desarrollando sus propios recursos en el uso del terror, las
amenazas y la desinformación en personas totalmente aisladas, operó con el
hambre y la humillación de vivir entre excrementos y ser empapado de
porquerías, deshechos biológicos para reducir la autoestima, privó a los
prisioneros de atención médica hasta el último momento para atormentarlos con
su sufrimiento.
No
estoy inventando, todo esto se encuentra registrado y en manos de tribunales
internacionales, Maduro está siendo investigado en varias instancias por su
papel en la destrucción de hogares, empezando por el suyo propio, al que
involucró en el tráfico de drogas internacional, pero ha sido el ensañamiento
en contra de la familia del líder político preso, Leopoldo López, el que surge
mundialmente con el más significativo y doloroso hecho contra los derechos
humanos.
Una
persona normal no puede estar festejando el sufrimiento de su prójimo, no puede
negar una situación de necesidad humanitaria extrema si la tiene enfrente, es
más, si la sabe producto de sus acciones, una persona medianamente cuerda no
puede negar una realidad tan apabullante y contundente como el señalamiento
internacional que se le ha hecho por propiciar la tortura y la detención
arbitraria, la denegación de justicia y el vejamen al que ha sometido a la
familia de Leopoldo, en especial a su esposa y a sus hijos, afortunadamente,
esta mujer, templada en la lucha por la libertad y en la causa democrática ha
demostrado ser escudo para el honor de todos los venezolanos, en su contra se
ha desatado la más inmisericorde campaña de terror, que ya hubiera doblegado a
cualquiera que no tuviera su fe y amor por Venezuela.
Maduro,
que a cada momento tiene que reafirmar su valentía y su temeridad, no es más
que un cobarde, una pobre figura de la historia del fango, un segundón de la
verdadera maldad que habita en La Habana y cuyo nombre es Raúl Castro, el
auténtico demonio que el Vaticano no quiere reconocer.
Lo
que sí tengo que llamar la atención, es sobre la cohorte de colaboracionistas y
socios que se han prestado para esta aquelarre de demonios, ningún chavista es
inocente, no sirven para nada excepto para cultivar la miseria, la corrupción y
la muerte, aún los que callan avergonzados, todos tienen la mancha del pecado
inmoral de coaptar con esta dictadura satánica, a todos ellos, les llegará su
día de rendir cuentas y no valdrán lágrimas ni arrepentimiento. -
saulgodoy@gmail.com
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