lunes, 16 de enero de 2017

La Guerra Popular Prolongada


Dentro de mis múltiples áreas de interés, la guerra ha ocupado un lugar especial, tengo alma de guerrero más que de intelectual, y respeto esta manifestación humana del conflicto, entre otras cosas, porque de todas las actividades de la voluntad, ésta es la que más rápido puede cambiar la realidad de los pueblos y el curso de la historia.
Y de las cosas que he aprendido es que hay muchas maneras de librar una guerra siendo una de las más complejas y difíciles, la llamada Guerra Popular Prolongada, últimamente puesta de moda por las declaraciones del General Padrino, el flamante Ministro de la Defensa de los chavistas.
El General Padrino cree, entre otras cosas porque es un comunista, que la Guerra Popular Prolongada es exclusiva de los revolucionarios, que les viene casi que por osmosis por ser simpatizantes (mas no practicantes) del marxismo, no tanto leninista, como sí maoísta.
Porque aunque las llamadas guerras populares tienen una historia anterior al líder Chino Mao Zedong, fue éste quien les dio las bases teóricas y las convirtió en una forma organizada de lucha antiimperialista.
Ya el estratega chino Sun Tzu recogía en su Arte de la Guerra su preocupación por las guerras prolongadas, decía: “En toda la historia, no hay un episodio donde un país se haya beneficiado de una guerra prolongada.  Sólo aquellos que saben de los desastrosos efectos que una larga guerra saben de la suprema importancia de llevarlas rápidamente a su final.”
Y es que entre las muchas razones por las que una guerra prolongada no es buena para nadie, aparte del desastre social y económico que significan, es porque la experiencia ha demostrado, que si una guerra se alarga mucho, el enfrentamiento deja de tener un propósito y sus resultados se hacen nulos para todos los bandos enfrentados, y hay ejemplos recientes como el de la guerra en el Chad que tuvo 20 años de duración, o la guerra en Liberia en 1990 entre la facción de Charles Taylor en contra del presidente Samuel Doe, que terminó arrastrando a diversos grupos y países en un conflicto que parecía no tener fin.
Todo estratega militar, apuesta por una guerra rápida, con acciones contundentes sobre el enemigo que lo obliguen a rendirse o a pactar, de hecho son contadas las ocasiones donde se planifique una guerra prolongada como fue el caso de China contra Japón o la de Vietnam en contra de los EEUU en el pasado siglo.
Y planificar una guerra prolongada es sumamente complejo, pues sabes como empieza pero nunca cuando y como termina, una guerra prolongada es una guerra de insurgencia, donde se combina el enfrentamiento convencional con el no convencional, la guerra irregular, el uso de fuerzas guerrilleras, de avanzadas y retiradas, de largas marchas y guerra de resistencia, y cuando se habla de Guerra Prolongada Popular se habla de una participación activa de la población civil, lo que complica aún más el escenario.
De la tesis de la Guerra Prolongada Popular elaboradas por Mao se desprendió, sobre todo en Latinoamérica, una serie de variantes en la que cabe destacar las elaboradas por el Che Guevara en su guerra de guerrillas y que dieron lugar al foquismo, movimientos de liberación nacional, tercerismo, tendencia proletaria, guerra de movimientos, de posiciones, para desembocar en territorios liberados, todas variantes de la guerra irregular.
Las Guerras Prolongadas, de acuerdos a diversos estudios militares, son propias de los países del Tercer Mundo, formas de lucha derivadas de los movimientos de liberación colonialista, que se dan cuando estos países luchan entre sí, o cuando una nación industrializada y desarrollada entra en guerra con alguno de ellos, lo cual constituye uno de los peores escenarios posibles para una fuerza convencional, por lo que tratan de evitar éste tipo de conflicto.
La guerra de Vietnam marcó de manera importante la manera como los EEUU percibía la insurreción, Rusia lo experimentó en Afganistán, aquellas derrotas significaron un importante aprendizaje para no dejarse arrastrar en una situación bélica de desgaste que se extienda en el tiempo y signifique importantes pérdidas de hombres y recursos.
A partir de estas experiencias bélicas las academias, investigadores y teóricos de estas potencias se han embarcado en entender los aspectos más importantes de este tipo de guerra y cómo hacer para ganarlas, o al menos neutralizarlas.

La Guerra Prolongada Popular no es una opción en contra de los EEUU.
Este aprendizaje en enfrentar la Guerra Prolongada, ha rendido sus frutos para los EEUU tanto en la Guerra del Golfo como en Afganistán, se han desarrollado novísimos métodos de contrainsurgencia, de inteligencia pero sobre todo de la llamada guerra a distancia, por medio de robots, armas automatizadas, plataformas de armas remotas, principalmente en armamento aéreo que han comprobado un alto grado de eficiencia en situaciones reales.
Las personas que consideran el uso de estas formas de guerra, tienden a obviar la velocidad del desarrollo de nuevas armas, más potentes e inteligentes, que son incorporadas a plataformas remotas automáticas, donde ya no es necesario poner en riesgo a sus operadores y técnicos, estos desarrollos están prácticamente cambiando la manera en que se combate, con la ayuda de sensores remotos, nuevas tecnología de localización de blancos y miniaturización de explosivos con nanotecnología, con un más efectivo sistema de entrega y mayor poder destructivo, han hecho obsoletos la mayor parte de las tácticas de movilización y combate desarrolladas en el siglo XX.
Sadam Husseim estimó que la guerra contra Irak duraría seis años, pensando justamente en los principios de la Guerra Prolongada de la experiencia vietnamita, los estrategas norteamericanos la llevaron a 100 horas efectivas de guerra que les bastó para alcanzar los objetivos y derrotar a las fuerzas irakíes, basándose principalmente en ataques aéreos y una incursión limitada de fuerzas de infantería a blancos estratégicos, Afganistán y Pakistán han sido un verdadero laboratorio de la guerra de contrainsurgencia e inteligencia sobre el terreno, han desarrollado sofisticadas estrategias para combatir el factor ideológico, pieza fundamental en el aparato que sostiene una guerra prolongada.
En los libros de textos anglosajones hay una diferencia entre los términos Protracted y Prolongued, el primero es usado en situaciones de conflictos que no necesariamente desembocan en una guerra como es el caso de Colombia y la guerrilla subversiva, el otro, sí se usa cuando un país débil enfrenta a uno superior, que utilizando equipamiento convencional lo enfrentan por medio de una guerra de insurgencia.
Vietnam ha creado demasiadas expectativas y hasta espejismos en muchos estrategas revolucionarios que creen que se trata de una experiencia fácil de repetir o imitar, sin tomar en cuenta los grandes avances tecnológicos y operativos que se han logrado hasta el momento, esto sin contar con las condiciones ya largamente superadas de países agrarios que existían en China y Vietnam cuando tuvieron sus éxitos militares, y de las condiciones ideológicas que imperaban en los líderes del momento.
Vietnam se preparó durante sucesivos conflictos anticolonialistas para montar una red política y en contacto con el pueblo que culminó con la organización de los Soviets de Nghe Tinh con el que consolidaban el poder obrero y campesino en sus principales provincias, esto fue anterior al año de 1936 que se abren hostilidades en contra de los franceses, para 1945 tenían la experiencia y la estructura para luchar en contra del Japón Imperial y vencerlos, luego de nuevo en contra de los franceses, para llegar a 1960, cuando ya estaban preparados para resistir la presencia norteamericana pues contaban con tropas y oficiales fogueados en la guerra y a una población civil dispuesta y lista para la movilización.  
Como todo lo que hace el chavismo, su pretensión de preparar al país para una Guerra Prolongada Popular, en cuestión de días, no pasa de ser un peligroso deseo, peligroso porque no están dadas las circunstancias para un enfrentamientos de esta naturaleza, no existen ni las condiciones sociales ni ideológicas para intentarlo, no hay liderazgo, no hay músculo, compromiso, ni unión y menos aún estrategas a la altura de una situación como la que plantean, lo que sí es notorio es el daño que una guerra de este tipo, mal conducida y peor ejecutada, pudiera ocasionarle al país.

El chavismo debería negociar, no provocar.
El chavismo no tiene líderes a la altura de Mao, de un Lin Piao, de un Ho Chi Min o un Vo Nguyen Giap, ninguno de nuestros 2000 generales tiene experiencia en combate, los cubanos no han combatido contra los norteamericanos desde su derrota en Grenada y muy poco podrían hacer comandando las tropas chavistas que solo han reprimido manifestantes desarmados.
La calamitosa situación económica del país hacen imposible el abastecimiento de un contingente grande de tropas ni por mucho tiempo, de hecho, muchos de esos efectivos están pasando hambre, están mal equipados y carecen de aprestos, logísticas y bastimentos para sostenerse a la intemperie y bajo fuego enemigo, el transporte y las comunicaciones se encuentran en un estado lamentable y no pueden contar con la población civil ya que en su mayoría son víctimas de las medidas del gobierno chavista que los mantienen en niveles de sobrevivencia.
Este deseo fantasioso ha movido los resortes para que la Fuerza Armada chavista, desplegara  el “Ejercicio de Defensa Integral Antiimperialista Zamora 200”, más como propaganda, que como un intento serio por encausar una planificación militar para el escenario de una guerra, como un observador imparcial de estos ejercicios cívico-militares, puedo decir que lo que me provocó fue pena ajena, si se hubiera hecho una evaluación seria y profesional de los mismos, hubieran destituido al Ministro de la Defensa chavista General Padrino López por su ineptitud, ya que los mismos resultaron un desastre inocultable, fueron tan negativos para la imagen de los uniformados chavistas, que ahora son el hazme reír de región.
Convirtieron un ejercicio militar en una mala propaganda política, dejando al descubierto la completa inoperancia del componente civil, y la pésima preparación de las unidades militares para el combate convencional, lo que si dejaron en evidencia es la mala praxis que últimamente a distinguido algunas operaciones militares, de utilizar civiles, especialmente niños, mujeres y ancianos como escudos humanos para proteger ciertos componentes armados, lo cual, además de ser un acto de cobardía, está expresamente prohibido por las leyes internacionales que regulan los conflictos armados, y viola los más elementales derechos humanos de la población, de hecho, está considerado como un acto de terrorismo.
Quienes participaron y fueron testigos de esta puesta en escena, y de alguna manera comulgan con los intereses del chavismo, deben estar pensándolo dos veces antes de hacerse parte de estas operaciones suicidas, que lo que buscan en elevar el número de víctimas civiles en una situación bélica.
¿Se trata de una burla a los ciudadanos por parte de las FFAA chavistas? Ni siquiera se cumplieron con las normas legales para tal práctica de movilización, el público no fue ni convenientemente informado ni la ciudadanía participó excepto por los grupos afectos al gobierno, por ningún lado se vieron las prácticas y preparativos para la protección de la población civil más vulnerable en caso de un evento de tal naturaleza.
Cuando el chavismo entre en guerra en contra de los EEUU, recomiendo a los venezolanos buscar refugio seguro y dejar que pasen las primeras horas que serán definitivas para decidir el futuro de estos alucinados, que como bien dijo Maduro en la apertura de los ejercicios: “hoy en Venezuela el pueblo está unido a la fuerza armada para “defender la patria” como lo pidió el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) que impulsó la llamada revolución bolivariana.”
Venezuela es muy grande y diversa, no es socialista, han dejado de creer en sus FFAA, carece de un poder ejecutivo legítimo y Hugo Chávez está muerto.
Creo que lo que cabe es una profunda revisión de toda la doctrina militar chavista, no van a poder defenderse si se da el supuesto de un ataque de fuerzas superiores en número y tecnología, menos aún van a poder llevar la guerra a otros países en Latinoamérica tal y como promete Maduro, y en aras de su propia sobrevivencia, deberían desechar la tesis de la Guerra Prolongada Popular, simplemente es un disparate.   -  saulgodoy@gmail.com



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