Dentro de mis múltiples áreas de interés, la guerra ha ocupado un lugar especial, tengo alma de guerrero más que de intelectual, y respeto esta manifestación humana del conflicto, entre otras cosas, porque de todas las actividades de la voluntad, ésta es la que más rápido puede cambiar la realidad de los pueblos y el curso de la historia.
Y de
las cosas que he aprendido es que hay muchas maneras de librar una guerra
siendo una de las más complejas y difíciles, la llamada Guerra Popular
Prolongada, últimamente puesta de moda por las declaraciones del General
Padrino, el flamante Ministro de la Defensa de los chavistas.
El
General Padrino cree, entre otras cosas porque es un comunista, que la Guerra
Popular Prolongada es exclusiva de los revolucionarios, que les viene casi que
por osmosis por ser simpatizantes (mas no practicantes) del marxismo, no tanto
leninista, como sí maoísta.
Porque
aunque las llamadas guerras populares tienen una historia anterior al líder
Chino Mao Zedong, fue éste quien les dio las bases teóricas y las convirtió en
una forma organizada de lucha antiimperialista.
Ya el estratega chino Sun Tzu recogía en su Arte de la Guerra su preocupación por
las guerras prolongadas, decía: “En toda
la historia, no hay un episodio donde un país se haya beneficiado de una guerra
prolongada. Sólo aquellos que saben de
los desastrosos efectos que una larga guerra saben de la suprema importancia de
llevarlas rápidamente a su final.”
Y es que entre las muchas razones por las que una
guerra prolongada no es buena para nadie, aparte del desastre social y
económico que significan, es porque la experiencia ha demostrado, que si una
guerra se alarga mucho, el enfrentamiento deja de tener un propósito y sus
resultados se hacen nulos para todos los bandos enfrentados, y hay ejemplos
recientes como el de la guerra en el Chad que tuvo 20 años de duración, o la
guerra en Liberia en 1990 entre la facción de Charles Taylor en contra del
presidente Samuel Doe, que terminó arrastrando a diversos grupos y países en un
conflicto que parecía no tener fin.
Todo estratega militar, apuesta por una guerra
rápida, con acciones contundentes sobre el enemigo que lo obliguen a rendirse o
a pactar, de hecho son contadas las ocasiones donde se planifique una guerra
prolongada como fue el caso de China contra Japón o la de Vietnam en contra de
los EEUU en el pasado siglo.
Y planificar una guerra prolongada es sumamente
complejo, pues sabes como empieza pero nunca cuando y como termina, una guerra
prolongada es una guerra de insurgencia, donde se combina el enfrentamiento
convencional con el no convencional, la guerra irregular, el uso de fuerzas
guerrilleras, de avanzadas y retiradas, de largas marchas y guerra de
resistencia, y cuando se habla de Guerra Prolongada Popular se habla de una
participación activa de la población civil, lo que complica aún más el
escenario.
De la tesis de la Guerra Prolongada Popular
elaboradas por Mao se desprendió, sobre todo en Latinoamérica, una serie de
variantes en la que cabe destacar las elaboradas por el Che Guevara en su
guerra de guerrillas y que dieron lugar al foquismo, movimientos de liberación
nacional, tercerismo, tendencia proletaria, guerra de movimientos, de
posiciones, para desembocar en territorios liberados, todas variantes de la
guerra irregular.
Las Guerras Prolongadas, de acuerdos a diversos
estudios militares, son propias de los países del Tercer Mundo, formas de lucha
derivadas de los movimientos de liberación colonialista, que se dan cuando
estos países luchan entre sí, o cuando una nación industrializada y
desarrollada entra en guerra con alguno de ellos, lo cual constituye uno de los
peores escenarios posibles para una fuerza convencional, por lo que tratan de
evitar éste tipo de conflicto.
La guerra de Vietnam marcó de manera importante la
manera como los EEUU percibía la insurreción, Rusia lo experimentó en Afganistán, aquellas derrotas
significaron un importante aprendizaje para no dejarse arrastrar en una
situación bélica de desgaste que se extienda en el tiempo y signifique
importantes pérdidas de hombres y recursos.
A partir de estas experiencias bélicas las
academias, investigadores y teóricos de estas potencias se han embarcado en
entender los aspectos más importantes de este tipo de guerra y cómo hacer para
ganarlas, o al menos neutralizarlas.
La Guerra
Prolongada Popular no es una opción en contra de los EEUU.
Este aprendizaje en enfrentar la Guerra Prolongada,
ha rendido sus frutos para los EEUU tanto en la Guerra del Golfo como en
Afganistán, se han desarrollado novísimos métodos de contrainsurgencia, de
inteligencia pero sobre todo de la llamada guerra a distancia, por medio de
robots, armas automatizadas, plataformas de armas remotas, principalmente en
armamento aéreo que han comprobado un alto grado de eficiencia en situaciones
reales.
Las personas que consideran el uso de estas formas
de guerra, tienden a obviar la velocidad del desarrollo de nuevas armas, más
potentes e inteligentes, que son incorporadas a plataformas remotas
automáticas, donde ya no es necesario poner en riesgo a sus operadores y
técnicos, estos desarrollos están prácticamente cambiando la manera en que se
combate, con la ayuda de sensores remotos, nuevas tecnología de localización de
blancos y miniaturización de explosivos con nanotecnología, con un más efectivo
sistema de entrega y mayor poder destructivo, han hecho obsoletos la mayor
parte de las tácticas de movilización y combate desarrolladas en el siglo XX.
Sadam Husseim estimó que la guerra contra Irak
duraría seis años, pensando justamente en los principios de la Guerra
Prolongada de la experiencia vietnamita, los estrategas norteamericanos la
llevaron a 100 horas efectivas de guerra que les bastó para alcanzar los
objetivos y derrotar a las fuerzas irakíes, basándose principalmente en ataques
aéreos y una incursión limitada de fuerzas de infantería a blancos
estratégicos, Afganistán y Pakistán han sido un verdadero laboratorio de la
guerra de contrainsurgencia e inteligencia sobre el terreno, han desarrollado
sofisticadas estrategias para combatir el factor ideológico, pieza fundamental
en el aparato que sostiene una guerra prolongada.
En los libros de textos anglosajones hay una
diferencia entre los términos Protracted
y Prolongued, el primero es usado en
situaciones de conflictos que no necesariamente desembocan en una guerra como
es el caso de Colombia y la guerrilla subversiva, el otro, sí se usa cuando un
país débil enfrenta a uno superior, que utilizando equipamiento convencional lo
enfrentan por medio de una guerra de insurgencia.
Vietnam ha creado demasiadas expectativas y hasta
espejismos en muchos estrategas revolucionarios que creen que se trata de una
experiencia fácil de repetir o imitar, sin tomar en cuenta los grandes avances
tecnológicos y operativos que se han logrado hasta el momento, esto sin contar
con las condiciones ya largamente superadas de países agrarios que existían en
China y Vietnam cuando tuvieron sus éxitos militares, y de las condiciones
ideológicas que imperaban en los líderes del momento.
Vietnam se preparó durante sucesivos conflictos
anticolonialistas para montar una red política y en contacto con el pueblo que
culminó con la organización de los Soviets
de Nghe Tinh con el que consolidaban el poder obrero y campesino en sus
principales provincias, esto fue anterior al año de 1936 que se abren
hostilidades en contra de los franceses, para 1945 tenían la experiencia y la
estructura para luchar en contra del Japón Imperial y vencerlos, luego de nuevo
en contra de los franceses, para llegar a 1960, cuando ya estaban preparados
para resistir la presencia norteamericana pues contaban con tropas y oficiales
fogueados en la guerra y a una población civil dispuesta y lista para la
movilización.
Como todo lo que hace el chavismo, su pretensión de
preparar al país para una Guerra Prolongada Popular, en cuestión de días, no
pasa de ser un peligroso deseo, peligroso porque no están dadas las
circunstancias para un enfrentamientos de esta naturaleza, no existen ni las
condiciones sociales ni ideológicas para intentarlo, no hay liderazgo, no hay
músculo, compromiso, ni unión y menos aún estrategas a la altura de una
situación como la que plantean, lo que sí es notorio es el daño que una guerra
de este tipo, mal conducida y peor ejecutada, pudiera ocasionarle al país.
El chavismo debería
negociar, no provocar.
El chavismo no tiene líderes a la altura de Mao, de
un Lin Piao, de un Ho Chi Min o un Vo Nguyen Giap, ninguno de nuestros 2000
generales tiene experiencia en combate, los cubanos no han combatido contra los
norteamericanos desde su derrota en Grenada y muy poco podrían hacer comandando
las tropas chavistas que solo han reprimido manifestantes desarmados.
La calamitosa situación económica del país hacen
imposible el abastecimiento de un contingente grande de tropas ni por mucho
tiempo, de hecho, muchos de esos efectivos están pasando hambre, están mal
equipados y carecen de aprestos, logísticas y bastimentos para sostenerse a la intemperie
y bajo fuego enemigo, el transporte y las comunicaciones se encuentran en un
estado lamentable y no pueden contar con la población civil ya que en su
mayoría son víctimas de las medidas del gobierno chavista que los mantienen en
niveles de sobrevivencia.
Este deseo fantasioso ha movido los resortes para
que la Fuerza Armada chavista, desplegara
el “Ejercicio de Defensa Integral
Antiimperialista Zamora 200”, más como propaganda, que como un intento serio por
encausar una planificación militar para el escenario de una guerra, como un
observador imparcial de estos ejercicios cívico-militares, puedo decir que lo que
me provocó fue pena ajena, si se hubiera hecho una evaluación seria y
profesional de los mismos, hubieran destituido al Ministro de la Defensa
chavista General Padrino López por su ineptitud, ya que los mismos resultaron
un desastre inocultable, fueron tan negativos para la imagen de los uniformados
chavistas, que ahora son el hazme reír de región.
Convirtieron un ejercicio
militar en una mala propaganda política, dejando al descubierto la completa
inoperancia del componente civil, y la pésima preparación de las unidades
militares para el combate convencional, lo que si dejaron en evidencia es la
mala praxis que últimamente a distinguido algunas operaciones militares, de
utilizar civiles, especialmente niños, mujeres y ancianos como escudos humanos
para proteger ciertos componentes armados, lo cual, además de ser un acto de
cobardía, está expresamente prohibido por las leyes internacionales que regulan
los conflictos armados, y viola los más elementales derechos humanos de la
población, de hecho, está considerado como un acto de terrorismo.
Quienes participaron y fueron
testigos de esta puesta en escena, y de alguna manera comulgan con los intereses
del chavismo, deben estar pensándolo dos veces antes de hacerse parte de estas
operaciones suicidas, que lo que buscan en elevar el número de víctimas civiles
en una situación bélica.
¿Se trata de una burla a los
ciudadanos por parte de las FFAA chavistas? Ni siquiera se cumplieron con las
normas legales para tal práctica de movilización, el público no fue ni
convenientemente informado ni la ciudadanía participó excepto por los grupos
afectos al gobierno, por ningún lado se vieron las prácticas y preparativos
para la protección de la población civil más vulnerable en caso de un evento de
tal naturaleza.
Cuando el chavismo entre en guerra en contra de los
EEUU, recomiendo a los venezolanos buscar refugio seguro y dejar que pasen las
primeras horas que serán definitivas para decidir el futuro de estos
alucinados, que como bien dijo Maduro en la apertura de los ejercicios: “hoy en Venezuela el pueblo está unido a la
fuerza armada para “defender la patria” como lo pidió el fallecido presidente
Hugo Chávez (1999-2013) que impulsó la llamada revolución bolivariana.”
Venezuela es muy grande y diversa, no es socialista,
han dejado de creer en sus FFAA, carece de un poder ejecutivo legítimo y Hugo
Chávez está muerto.
Creo que lo que cabe es una profunda revisión de
toda la doctrina militar chavista, no van a poder defenderse si se da el
supuesto de un ataque de fuerzas superiores en número y tecnología, menos aún
van a poder llevar la guerra a otros países en Latinoamérica tal y como promete
Maduro, y en aras de su propia sobrevivencia, deberían desechar la tesis de la
Guerra Prolongada Popular, simplemente es un disparate. -
saulgodoy@gmail.com
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