Toda
esta discusión que se ha suscitado a raíz de la iniciativa del Sr. Almagro, de
aplicarle la Carta Democrática de la OEA a Venezuela, es una perfecta ventana
para enterarnos de la enorme confusión y desacople de una buena parte de
nuestros políticos con la realidad nacional, y aquí debo hacer el primer
inciso, el que decide jugar a la política en nuestro país, debe asumir los
riesgos del juego, si se le tiene temor a la candela lo mejor es no acercarse a
ella, esto lo digo porque una buena parte de nuestros políticos de oposición
son políticos de poltrona, les encanta llenarse la boca de que son políticos
pero no asumen su papel de líderes sociales, de voz del pueblo y consciencia de
la nación.
La
política para este grupo de “enchufados” a las organizaciones políticas de la
oposición venezolana, son perfectos prospectos de burócratas chavistas, su
primordial interés es su agenda personal, que solo tiene un único punto, llegar
al poder haciendo el menor trabajo posible y asumiendo el menor riesgo, para
ellos, esto es signo de viveza y de instinto político.
La
política asumida como un eterno negociar con los otros factores políticos para
evitar los conflictos, las confrontaciones y tener que asumir una posición, porque
cuando un político se define o toma bando- según el diccionario que ellos
manejan- se convierte en víctima, en sacrificio en el altar de los principios
éticos, y de esos tenemos un montón, los chavistas los llaman políticos presos
y las cárceles militares están a rebozar con estos “ilusos”.
En la
política venezolana no se muestran las heridas del combate ni se hace de ellas
símbolos de los compromisos con la sociedad y la democracia, no, en nuestro
país, mientras más tersa la piel, mientras menos cicatrices existan es una
muestra de la habilidad del operador, del negociador, del que trabaja detrás de
las sombras, se trata en fin del verdadero político capaz de hablar y hablar
ante los medios, en sus tribunas, en reuniones, en mesas de negociación y salir
sin que nadie sepa que fue lo que dijo o de qué lado está.
Y
esta situación, que es común en muchos países, es una práctica regular y hasta
admirada en nuestro patio, precisamente porque la gente, el pueblo, la
ciudadanía, no tiene la suficiente cultura política para detectar quienes de
los políticos es una rémora y quien es autentico.
Estas
organizaciones políticas ya no funcionan como partidos políticos al servicio de
unos grupos de interés organizados y activos socialmente, sino como oficinas de
relaciones públicas y propaganda del poder gubernamental, manipulando para
beneficio de la oligarquía mandante toda una serie de asuntos, temas, posiciones
y votos, a cambio, se les proporciona financiamiento, se les otorga
privilegios, se les ayuda manipulando elecciones para que ganen algunos
circuitos y puestos locales, se les concede reconocimiento y status legal como
partidos de oposición, pero en realidad son agentes del gobierno.
Pero
veamos un caso práctico para develar esta oscura práctica, por un lado no deja
de ser hipócrita y enfermiza la posición de algunos políticos de poltrona que
hasta hace muy poco, predicaban sin ninguna desvergüenza que el problema
político de Venezuela, esta dictadura comunista que nos tiene sometidos al
hambre y la miseria, era un problema exclusivamente de los venezolanos, y
rechazaban cualquier “injerencia” que viniera del exterior con la pretensión de
querer ayudarnos, incluso, cuando claramente no había estado de derecho, se
habían suspendido todas las garantías, vivíamos en un estado de excepción y
para los efectos prácticos, no había democracia en nuestro país.
Quienes
así se comportaban lo hacían bajo la presunción de que los venezolanos teníamos
la fuerza, los medios y la convicción, de solucionar esta compleja situación de
la enorme deriva antidemocrática en la que se había embarcado el gobierno de
Maduro.
Según
estos “patriotas de cartón piedra” el país contaba no sólo con unas FFAA
institucionales, partidos políticos de oposición dispuestos a negociar salidas
democráticas, y un pueblo suficientemente consciente de que la única manera de
componer nuestro problema era electoralmente, que no hacía falta que desde el
exterior nos hicieran ningún “favor”.
Por
supuesto, esta actitud supuestamente nacionalista, claramente entreguista y
suicida se negaba a reconocer, y todavía tratan de ignorarlo, de la enorme
injerencia cubana en nuestros asuntos internos, incluso en asuntos
concernientes a la seguridad de la nación, a la red internacional de gobiernos,
organizaciones políticas y foros principalmente comunistas y que apoyan la
subversión en nuestro continente, fuerzas antioccidentales, enemigos de la
libertad y la democracia, grupos populistas y fundamentalistas, que apoyan el
terrorismo, el narcotráfico, la corrupción, que tienen su cuchara metida en
nuestros asuntos, a quienes el gobierno financia, protege y apoya, que les
permite utilizar a nuestra patria como aliviadero y casa segura, que les
permite utilizar nuestros documentos de identidad para viajar sin ser
detectados y poder desarrollar sus planes en contra del Imperio.
No
contentos con esto, le han entregado a empresas y entes financieros
extranjeros, al imperialismo comunista oriental, nuestras principales riquezas
naturales empezando por nuestra empresa petrolera, la cual prácticamente fue
vendida a estos países a cambio de financiamiento para mantener un sistema de
gobierno inviable y explotador de su pueblo, recibieron armas, expertos en
torturas, efectivos extranjeros que se vestían del uniforme de nuestras FFAA y
atacaban a la población desarmada, recibimos ayuda en propaganda y manipulación
mental, expertos en indoctrinación y lavado de cerebros, economistas que
experimentaban fórmulas de biopolítica para arruinarnos y oprimirnos con el
suministro controlado de alimentos y medicinas.
En
contra de toda evidencia que Venezuela ha sido tomada como base para la
insurgencia en contra de los intereses del mundo civilizado y capitalista,
estos políticos asumen una posición de no injerencia en nuestros asuntos cuando
en realidad ellos son agentes indirectos de las peores mafias criminales
internacionales, que efectivamente, han asaltado al país, y lo utilizan como
base de operaciones tras la fachada de un país democrático, que ellos, los
políticos de poltrona de la oposición, están en el deber de mantener la ilusión
de un país libre y los principios “soberanos” de un gobierno que se ha
convertido en un problema para la seguridad mundial.
De
hecho, parte importante de su trabajo como relacionistas del gobierno de
Maduro, fue visitar los centros de poder del mundo para desactivar ciertas
medidas de presión que se le querían aplicar al gobierno, creando confusión y
situaciones contradictorias que terminaron por desactivar algunas de ellas,
justamente en nombre de la oposición.
Pero
sucedió que esta actitud colaboracionista de los políticos supuestamente
nacionalistas que querían tener el control de la situación, se les escapó de
las manos gracias al esfuerzo sostenido y valiente de las esposas, madres,
abogados y demás dolientes de los presos políticos venezolanos en los
escenarios internacionales, visitando parlamentos, jefes de estado, organismos
multilaterales, haciendo vigilia a las afueras de las dependencias del Papa chavista
en el Vaticano, haciendo presencia en medios de comunicación, exponiéndose a la
burla y las agresiones de los tarifados por el gobierno, detenidas en algunos
aeropuertos, expulsadas de algunos países títeres del gobierno cubano, en fin,
donde hubiera una oportunidad de exponer su caso y desnudar la realidad del
país allí fueron, y llamaron la atención, y fueron apoyados.
Cuando
los políticos de la oposición sinvergüenzas se dieron cuenta de la bola de
nieve que venía sobre el gobierno chavista del cual ellos son parte, entonces
se acomodaron del lado de la verdadera oposición declarando que era gracias a
ellos, a su labor de hormiga en la comunidad internacional que se pudieron
concretar esfuerzos y un frente común para pedir el respeto a la constitución y
las leyes por parte del gobierno de Maduro.
La situación
se les agrió cuando el Sr. Almagro presenta su informe en la OEA pidiendo la
aplicación de la Carta Democrática, y llevaron la discusión del documento en el
seno de la Asamblea Nacional, fue en ese momento cuando se cayeron las caretas,
los traidores andan desnudos, tapando sus partes pudendas con la hoja de parra
de no al intervencionismo, sí a las elecciones, lo que quiere decir que aún en
su incómoda situación de colaboracionistas del régimen se ponen exquisitos y
pretenden pedir medidas a la carta, que sean lo menos dañina al régimen
castrocomunista.
Escuchen
el discurso de los supuestos líderes y detectarán la neolengua chavista en
acción, después de haber arruinado al país y quitarle el futuro por lo menos a
tres generaciones de venezolanos, todavía pretenden defender al chavismo,
hacerle la vida fácil, darles la oportunidad de una salida honorable a esos
vagabundos, es por ello que hablan de injerencia, de supuestas intervenciones
extranjeras; el nacionalismo se hace ciego y sordo, los chavistas traidores son
ahora venezolanos a carta cabal, nuestros torturadores son parte de nuestra
gran familia feliz, e insisten en darle ese carácter mágico y todopoderoso a
las elecciones, aún a sabiendas, pues de eso tenemos un rollo muy pesado, que
las elecciones sin respaldo militar son tan inútiles como un paraguas en medio
de un Tsunami, que mientras existan fuerzas paramilitares y militares
defendiendo al régimen, ninguna elección es posible pues no hay manera de
cobrarlas y menos de llevarlas a término.
Ya
hemos pasado por esa tortura, hemos ganado elecciones que no han servido para
nada, con candidatos que en el momento decisivo nos dejaron entendiendo y
abandonados, las elecciones son el resultado último de un país en orden y con
garantías de paz, y tan no estamos en paz ni tenemos orden, que por allí andan
los partidos políticos legitimándose ante el narcoestado, que al igual que hace
con la población más vulnerable, los tienen chantajeados con un carnet de la
patria, que no es otro que ese registro del CNE que es una prueba de lealtad al
chavismo.
En lo
personal considero que en este momento, cuando el chavismo se desmorona en
pedazos, ojo, ese fue el camino que eligieron los partidos políticos de la
oposición, el camino del menor esfuerzo y riesgo posible, que el chavismo se
aniquilara solo, en su ineptitud e inoperancia, a un costo enorme para la
población del país, pero era la manera más segura y fácil para los políticos de
poltrona, repito, en este momento del final del gobierno de Maduro lo más peligroso
para la democracia venezolana es permitir que siga con vida esta entelequia de
lo que es política.
Esas
organizaciones políticas que no son partidos políticos, esos políticos que son
simples vividores del truco y la trampa, son extensiones del chavismo que
pueden arruinar cualquier intento de reconstrucción del país y sus
instituciones, ellos se ocultan en el argumento de son blanco de la
antipolítica, ellos se creen víctimas de una campaña hartera en su contra por
parte de factores oportunistas y mayameros, ellos se creen la sal de la tierra
en la democracia, los verdaderos demiurgos de la nación política cuando en
verdad son unos vende patria y carroñeros.
Debemos
sanear nuestro estamento político que se encuentra podrido e infiltrado por el
chavismo, con ellos no vamos para ningún lado, son gente mala e ignorante que
pretenden seguir decidiendo por nosotros los asuntos que atañen a nuestro modo
de vida, seguridad y propiedades, quieren perpetuarse en el poder a como dé
lugar recurriendo a argumentos cono la unidad necesaria y la tolerancia
democrática, y nosotros somos los únicos que podemos combatirlos, de modo que,
si los tienes identificados, si sabes quienes son, no te conformes con el
argumento de que es lo único que tenemos, retírales tu apoyo, dales la espalda,
lo que están es haciéndote daño, son elementos tóxicos que deben desaparecer
para poder crecer como país; después de estos 17 años no podemos seguir
cometiendo los mismos errores. - saulgodoy@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario