viernes, 7 de abril de 2017

Los cambios en la seguridad de la nación



El revoltillo indigesto que ha realizado el socialismo bolivariano, conjuntamente, a la ya decadente función de nuestros cuerpos armados, desembocó previsiblemente en la enorme crisis de seguridad por la que atraviesa el país, donde los enemigos de Venezuela, están dictando política de seguridad, no para favorecer nuestro resguardo y posibilidades de desarrollo, sino para arruinarnos y hacernos dependientes de sus mandatos colonialistas.
Hubo en el pasado inmediato una reticencia para adelantar los cambios fundamentales que necesitaban nuestras FFAA y servicios de seguridad nacional, justamente porque desde adentro de las instituciones, grupos de conspiradores aliados con factores extranjeros y algunas fuerzas políticas colaboracionistas, venían preparando la llamada revolución bolivariana, que nos explotó en el rostro y convirtió a nuestros cuerpos de seguridad y defensa en nuestros carceleros, torturadores y enemigos.
Pero como las crisis también son oportunidades, debemos aprovechar este punto de tilde para renovar y cambiar las instituciones que deben brindarnos ese servicio principalísimo del estado, que es el mantenimiento de la seguridad y la paz pública.
Yo tengo una visión que he estado cultivando desde hace ya algunos años y que he adelantado en varios de mis escritos, en una primera instancia hay que modificar de una vez por todas nuestra organización territorial, para un país de nuestro tamaño, 24 estados, un distrito Capital, dependencias y territorios federales nos complica de manera innecesaria la administración del país, Venezuela debería tener un máximo de 7 ecoterritorios, llamados así porque son las cuencas hidrográficas, el recurso agua, lo que debería determinar la delimitación geográfica de los mismos, porque son las unidades fundamentales para cualquier tipo de desarrollo que quiera darse con una unidad orográfica, geológica y de ecosistemas.
Se debe conservar la estructura municipal pero mejorada, simplificada y ligada a los intereses territoriales y poblacionales.
Cada ecoterritorio tendrá sus características propias naturales y de población y será la base fundamental de su sustentabilidad, como no vamos a inventar de nuevo la rueda, y como ya está en funcionamiento una economía global, le guste a la gente o no, lo inteligente para un nuevo gobierno democrático sería la necesidad de insertar el país en esa economía global, para aprovechar las ventajas del país y solventar de la mejor manera posible nuestras necesidades.
Ya existen diversos estudios que indican claramente cuáles son las ventajas competitivas de nuestro país en esa red mundial de productividad y servicios, una vez decidido nuestras prioridades económicas tendríamos claro el panorama para determinar nuestras necesidades de seguridad, lo que requiere borrar de nuestras mentes todos esos planes, proyectos y utopías de un cinturón de seguridad, que al revés de lo que la razón indica, determinarían nuestra productividad.
La economía va por delante y detrás le sigue la seguridad, no al revés.
Teniendo en claro cuáles son las ecoregiones y cuáles son nuestras prioridades económicas, entonces podemos ocuparnos de las instituciones que nos van a brindar la seguridad necesaria para que podamos trabajar y prosperar en paz, es a partir de este momento que podemos determinar prioridades.
Y en este punto tratemos el tema militar, el concepto de lo militar en nuestro país está cargado de connotaciones negativas y algunos significados francamente primitivos, la sola idea de que el militar pertenece al cuartel, de que se trata de un ser diferente y extraño al conjunto de la sociedad, es en realidad una rémora del pasado que se ha trancado en el concepto de una secta, con vida propia y diferente al resto de nosotros, eso debe cambiar.
De igual manera su participación en la política, lo único que se le debe permitir es que vote como todo ciudadano, pero debe ser apolítico, no deliberante, ni pertenecer a ninguna organización política mientras cumpla su servicio, y la institución militar,  permanecer lo más alejado posible de las decisiones políticas, por lo que pertenecer o tener un representante en el poder ejecutivo, formar parte del gabinete o involucrar a los militares en la elaboración, ejecución o planificación de políticas públicas debe ser un anatema.
Ningún militar podrá ocupar un cargo público dentro de los cinco años luego de finalizado su servicio en las fuerzas armadas
Todos los venezolanos tenemos el deber de integrarnos en las actividades de seguridad y defensa del país, los militares deben ser tratados como técnicos, expertos en el asunto, por lo que les corresponde, en momentos muy especiales, liderar estos esfuerzos.
Lo militar es una carrera, como cualquier otra, pero por la naturaleza de sus prácticas requiere de sitios especiales, de equipos de guerra que hay que saber usar, mientras estén en el ejercicio de la profesión necesitan de cierta disciplina y valores, no muy distintos de otras corporaciones, donde nunca se debe obviar el respeto por los derechos humanos.
La carrera militar debe ser corta, un general no debería pasar de los 35 años de edad y no permanecer más de tres años en un puesto de mando, esto garantiza a una persona en el tope de sus facultades ejerciendo uno de los trabajos más difíciles y de mayor responsabilidad, solamente los muy brillantes y que hayan demostrado especiales facultades se les permitiría continuar en la institución militar a manera de consultores y planificadores, en este sentido me inclino por favorecer el modelo israelita de las Fuerzas Armadas, es mucho más cónsono con nuestro tamaño e idiosincrasia.
La Guardia Nacional debe desaparecer por haberse envilecido como lo hizo, en su lugar debe aparecer una policía nacional que llamaremos Seguridad Territorial, de carácter civil con muchas de las atribuciones de GN, principalmente para la atención primaria de desastres naturales, situaciones conmoción y orden público, su estructura debe soportar la seguridad de las fronteras, de puertos y aeropuertos, y de la custodia de la infraestructura estratégica del país.
El ministerio de la defensa debe desaparecer y las FFAA debe reducir drásticamente su tamaño, de modo de poder profesionalizar y preparar a los componentes que queden, por medio de una oficina especializada en la guerra y la defensa, siempre bajo la conducción civil.
Para garantizar el apresto y el conocimiento de estas fuerzas, el país pondrá a sus militares al servicio de las misiones de paz de la ONU y la OEA, para que adquieran experiencia en combate, manejo de situaciones de orden público, de abastecimiento, manejo de desplazados y control en situaciones de desastres naturales.
Los servicios de inteligencia deben fundarse desde cero, lo que el país ha tenido hasta el momento no son organizaciones de inteligencia como tales, sino policías políticas, unas más eficientes que las otras, pero jamás se han ocupado de la verdadera inteligencia y menos aún al servicio del desarrollo del país.
Las policías de cada región así como las municipales, deben adquirir su formación partiendo primero, del interés ecológico de cada región y luego, de la planificación económica que le toque a cada región desempeñar en el conjunto de la nación, una de las principales funciones de la policía consiste en el resguardo del aparato productivo, y de las condiciones de paz y orden social, para que los ciudadanos puedan vivir y trabajar en tranquilidad.
El primer nivel de económico del país estará ubicado en lo que llamo el Sistema de Ciudades, que será, primario, en toda la línea norte-costera de Venezuela, el secundario, que serán los desarrollos urbanos-industriales y llevarán una distribución norte-sur, y terciarios o productores de materia prima y alimentos.
Se creará sobre el nivel primario una interconectividad de última generación tanto de transporte masivo como de servicios digitales que será justamente nuestra conexión con el resto del mundo y donde nos integraremos al comercio globalizado, este nivel primario será el objetivo de seguridad y defensa más importante del país y al que dedicaremos lo mejor de nuestro esfuerzo por ser entrada y salida de bienes, servicios y personas de Venezuela con el mundo y viceversa.
En otros artículos seguiré desarrollando mi idea sobre seguridad y defensa para la nueva Venezuela.   -   saulgodoy@gmail.com







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