miércoles, 31 de mayo de 2017

Ponerle punto final


De nuevo nos encontramos en una falsa disyuntiva, producto del formalismo y la legalidad a ultranza, la Asamblea Nacional (AN) y los partidos políticos allí representados parecieran no tener clara la salida del laberinto que Maduro, en su locura inocultable, le ha creado al liderazgo del país, esto lo digo porque Maduro descubrió, ya desde hace algún tiempo, que una de las debilidades de la oposición política es su riguroso acatamiento a las formas y usos constitucionales.
La oposición no ve a la constitución como un instrumento legal para favorecer la vida institucional de un país, la ve más bien como si fueran los mandamientos de Dios estregados en tablas de piedra en el monte Sinaí, han hecho de la constitución no una herramienta que facilita la vida social y la concordia en las relaciones humanas en la república, por medio de unas reglas claras de convivencia y respeto mutuo, sino en oscuro objeto del fetichismo más enfermizo e irracional que un hombre de leyes pueda darle a las normas.
Y lo digo de una vez, uno de nuestros errores fundamentales ha sido, anteponer la constitución por encima de nuestro derecho a existir, eso, conjugado al pacifismo a ultranza y anteponiendo las agendas políticas de los partidos, a nuestro interés como nación, nos ha hecho aún más largo y penoso este espinado camino hacia la libertad.
Esta rigurosidad constitucional le han restado imaginación y audacia a nuestras posibilidades de lucha en contra de la tiranía, no hay margen para el pragmatismo ni para una visión holística de nuestra situación, cada norma regula las únicas posibilidades de enfrentar un problema, y el legislador, que nunca enfrentó la posibilidad de una rebelión popular en contra de la tiranía, no escribió la constitución como manual de lucha, resistencia y victoria sobre el opresor, que es justamente el gobierno que ésta constitución blinda y protege de toda intervención, aún la del soberano.
La situación de opresión en Venezuela debe terminar de una vez por todas, darle largas al asunto sólo contribuirá a debilitar la resistencia del pueblo y que la transición y la reconstrucción del país se hagan cuesta arriba, pero pareciera que nuestros políticos no se deciden sobre la forma y el momento de darle el puntillazo final al régimen.
Uno se da cuenta claramente en las opiniones de los líderes de la oposición, todas son posiciones principistas, generalidades sobre el deber ser, hay una marcada posición a respetar las reglas que los gobiernos chavistas nos impusieron, y esa vocación de hacer del pueblo unos mártires de la democracia, lo que denota una gran confusión y una falta de claridad tanto de objetivos como de medios para dar término a esta situación, que claramente es una calle ciega para el chavismo.
Este cretinismo de los líderes políticos de la oposición, se ve fielmente reflejado en el hecho de que no parecen darse cuenta del inmenso poder que tienen en sus manos, la AN tiene los recursos necesarios para hacerle frente a un poder ejecutivo desviado y a un poder judicial corrupto, pero por alguna extraña razón que todavía no me explico, sus directivas actúan con miedo, siempre dándole ventajas a los enemigos de la democracia y a veces, en complicidad con ellos.
La política, si nos atenemos a unos de esos memes populares, es el arte de lo posible, tanto en la negociación como en la guerra, bajo un régimen constitucional como en un estado de excepción, en la normalidad del quehacer cívico como en las crisis, la política es el flujo constante del poder encausado por ideologías, en nuestro caso por la democracia liberal, la constitución es una guía que no debe ser confundida con nuestro destino, y menos aún cuando nuestra forma de vida está bajo ataque por el totalitarismo militarista.
Nos explica la filósofa española Joan-Carles Mèlich en su obra Lógica de la Crueldad (2014) lo siguiente:
Los humanos no podemos prescindir de la moral ni de la ética, no podemos vivir sin reglas, leyes, imperativos y normas, pero tampoco podemos vivir humanamente solo con reglas, leyes, imperativos y normas. No existe, no puede existir, porque no es antropológicamente posible, un ser humano sin moral, porque somos finitos y nuestra vida es demasiado breve, porque no podemos innovar absolutamente y a voluntad, porque no es posible vivir sin una cultura, sin espacio y sin tiempo, sin historia, porque nacemos en un mundo y no comenzamos de cero, porque en el mundo que heredamos habita —de forma más o menos explícita— una gramática moral configurada sobre la base de una lógica que (demasiadas veces) acabamos dando por supuesta,  porque necesitamos puntos de referencia, aunque sean provisionales, que nos orienten en las noches de tormenta. Pero tampoco podemos existir sin la ética, porque siempre nos encontramos viviendo a salto de mata, siempre estamos sometidos a situaciones imprevisibles, a demandas extrañas, siempre nos movemos en encrucijadas que no sabemos ni podemos resolver acudiendo a manuales o a códigos deontológicos.
Mientras que la moral nos dice qué debemos hacer, pensar, decir o responder, la ética nos dice que tenemos que responder a una situación sin saber a ciencia cierta qué debemos responder.

Cada día, cada hora que pasa con Nicolás Maduro en el poder, es un riesgo inmenso para nuestra subsistencia, para la integridad de la república, a este gobierno chavista no hay que darle respiro ni por un segundo, pues aprovecha cualquier oportunidad para cobrar más víctimas y hacernos la vida, cada vez más miserable.
El proyecto de una constituyente totalitarista como la que plantea Maduro es sin lugar a dudas un peligro enorme para la vida de la república y para la existencia humana digna y en libertad, es claro que esta amenaza real, actual y que no va a dar marcha atrás, sólo se puede neutralizar, por un lado, eliminando la amenaza de raíz, y para ello ofrezco 11 vías para desactivar al motor de esta propuesta que viene de Cuba y su promotor es el indocumentado Nicolás Maduro, quien se ha convertido en el enemigo número uno de nuestra existencia como nación, la otra, es desarticular al CNE, que es el órgano operativo de esta iniciativa, ambos actores están desacreditados en el mundo de la racionalidad y los principios democráticos, no tienen la legitimidad necesaria y están violando todas las normas de convivencia posibles, es decir se han puesto y están operando fuera de la ley.
Lo que yo he escuchado en boca de nuestros líderes políticos, es mantener la resistencia y las manifestaciones de calle, seguir ganando voluntades políticas de gobiernos extranjeros, continuar con la presión en los organismos multilaterales internacionales, degastar al gobierno y a sus fuerzas represivas, ir desmontando las fuerzas chavistas que apoyan tal escenario, pero nadie nos dice hasta cuando, ni cómo vamos a darle termino a este difícil escenario.
Sin duda la inexperiencia de nuestros políticos en este tipo de ambiente y circunstancia cuenta, y a decir verdad, aparte de lo inédito del momento para nuestras generaciones, el comportamiento errático, perverso y disociador del régimen lo hace un adversario de cuidado, teniendo en cuenta en que todavía tiene veneno en la ponzoña y puede hacer mucho daño.
Pero soy de la opinión que mucho más harían nuestros parlamentarios redactando y aprobando leyes, haciendo pronunciamientos, buscando contactos en el exterior, llevando la palabra de Venezuela a otros parlamentos, negociando apoyos y ayuda, investigando los innumerables sucesos que como cascada caen diariamente sobre nuestras cabezas, que estar en las barricadas, liderando las marchas, organizando concentraciones en contra del gobierno.
Maduro y sus huestes no tiene ese respeto y cuidado por la norma jurídica, a la constitución la tiene como papel sanitario para limpiarse el rabo cuando se ensucia, sus interpretaciones, usos y creaciones legales demuestran el desprecio que sienten hacia el orden establecido y la racionalidad de la cultura occidental, su intención es clara: destruir el orden social para reinar sobre sus ruinas, y como buenos comunistas, se valen justamente de los valores culturales burgueses, de esa superestructura que constituye el ordenamiento legal.
Lo que está claro es que la oposición política democrática no tiene idea de cómo salir de este desastre, excepto, porque exige que la salida sea constitucional.
Bien, vamos a ver si podemos ayudarlos un poco a clarificar sus dudas e inseguridades y podemos mostrarles un menú de opciones para destrancar el momento y poder fluir hacia el futuro.
1-      La primera opción para darle un término al gobierno del impresentable Nicolás Maduro, sería declararlo no apto mentalmente para el ejercicio del cargo, suficiente han sido las muestras de su comportamiento enfermizo y contradictorio, innumerables sus incoherencias que ponen en tela de juicio su estabilidad psíquica. Sería cuestión de nombrarle una junta médica que lo examinara (no importa si no se obtiene su colaboración) y que la AN lo declare incapaz para el ejercicio del cargo.
2-      Como bien dice el analista político, conocido por su nombre de guerra, El Dr. Político, en su programa de radio en la emisora RCR, con quien tengo algunas diferencias de opinión sobre algunas de sus interpretaciones constitucionales, pero en este punto le doy la razón, hace ya mucho tiempo que la AN ha debido convocar un referéndum para que el pueblo decida si queremos un gobierno y un estado socialista, esa sola pregunta hecha a la población sin el concurso del CNE y del TSJ, bastarían para desmontarle el perverso tinglado sobre el cual baila Maduro y sus huestes.
3-      Seguirle un juicio por corrupción, iniciar un proceso que podría ir pegado a las graves acusaciones hechas en el Brasil por su participación personal en la entrega de dineros públicos de forma ilícita para financiar la campaña del presidente Chávez, u otros negociados como el de la empresa Oderbrecht en Venezuela, la asignación de dólares preferenciales a una empresas de maletín manejadas en su entorno íntimo,  hay que obligarlo a rendir declaración ante un juez sobre estas causas, que la AN lo suspenda del ejercicio de sus funciones hasta tanto no se aclare su participación por hechos de corrupción.
4-      Aumentar la presión y exigir recaudos sobre su verdadera nacionalidad, involucrar al gobierno de Colombia en proporcionar documentación y elementos de juicio sobre sus delitos de utilizar documentos de identidad falsos, perjurio, falsa atestación y fraude continuo, dejar de asumir que porque es presidente en funciones. no importa el cómo, y las circunstancias por las que llegó al poder, el hombre mintió, cometió fraude, lo sigue cometiendo y no lo podemos seguir aceptando.
5-      Comprobar su participación en delitos de narcotráfico, los sobrinos que están sirviendo condena en los EEUU, los vuelos de drogas que salen de la rampa presidencial, su cercanía a representantes de carteles de la droga internacionales en cargos en su gabinete (Diosdado, Tarek y Nestor son apenas tres joyitas que brillan con destellos propios), esta cercanía es más que preocupante y constituye un problema de seguridad de estado, indica claramente que ha permitido que el crimen organizado tiene participación en su gobierno.
6-      Iniciar juicios sobre su responsabilidad directa en los asesinatos y torturas de jóvenes venezolanos, que durante la protesta pacífica en contra de su gobierno, fueron víctimas directas de sus órdenes y aplicación de la represión de cuerpos de seguridad del estado por medio del Plan Zamora, Maduro no puede desde la presidencia estar violando derechos humanos fundamentales ni violando la constitución cuando le venga en gana.
7-      Continuar presionando con las gestiones que se adelantaron sobre el proceso por abandono de su cargo, avanzar en ese camino hasta lograr su evicción de su responsabilidad como funcionario público.
8-      Iniciar investigaciones sobre su participación en la decisión de ejecutar el asesinato del presidente Chávez en Cuba, durante su enfermedad, desconectándolo de los sistemas de soporte de vida y que condujeron a su muerte en la ciudad de La Habana, comprobar su participación en el proceso de encubrimiento del magnicidio con lo cual él se convirtió en el heredero de su legado y en el candidato presidencial, sucesor de Chávez.
9-      Maduro, por su accionar desde la presidencia de la república se ha convertido no solo en un peligro para la estabilidad democrática del país y sus instituciones republicanas, sino en una perturbación continental y hasta mundial, debido a sus injerencias en el sostenimiento y financiamiento de partidos políticos que comulgan con la línea radical revolucionaria, grupos subversivos y terroristas, protección de los intereses del narcotráfico, participación directa en algunas de sus operaciones con participación de militares y/o personal diplomático de su gobierno.
10-  Sus acendradas ideas comunistas y colectivistas, lo han llevado a impulsar una serie de iniciativas evidentemente anticonstitucionales, que cambiarían la estructura del estado establecido por la Carta Magna, su desprecio a la soberanía popular y su renuencia a cumplir con los compromisos electorales establecidos en la ley, lo llevaron a declararse dictador, y esa declaratoria debe ser formalizada y hecha pública por la AN para que no haya lugar a dudas sobre el carácter de su gobierno.
11-  Se le debe seguir un juicio a Maduro por traición a la patria, su cercanía y dependencia a Cuba y al gobierno de Raúl Castro constituye una verdadera desgracia política para el país, que obliga a pagar tributo colonial con una ayuda petrolera inmerecida e injustificable, la presencia de elementos cubanos en puestos claves para la seguridad del país, en especial en la industria petrolera, indican una injerencia inaceptable; la manipulación cubana de nuestras FFAA es evidente y continua, hay que iniciar todos los procedimientos de ley posibles, para detener al traidor en su entrega de nuestro país al extranjero insolente.

Todas estas acciones deberían activarse de manera simultánea, en una gran ofensiva en contra del agente cubano que está atrincherado en Miraflores, sería un ataque masivo para ir produciendo documentos oficiales, decretos, resoluciones y declaraciones de la AN en contra de Maduro, para ir engrosando su expediente hasta que de algún lado y en algún momento, se produzca una respuesta que sea de superior poder que el que sostiene a su debilitado régimen.
Se trata de construir un expediente que, intramuros y para su uso en organismo multilaterales, sean lo suficientemente consistente para convencer a las instituciones y gobiernos del mundo de la necesidad de terminar con este grave peligro.

Igualmente, estas medidas de la AN contribuirán a demostrarles a las FFAA que están del lado equivocado de la historia, les daríamos la excusa perfecta para que queden sanos y con alguna vergüenza, puedan retornar al conjunto de la nación, y dejemos al traidor solo, con sus bandas armadas y pranes, a la vista de todo el mundo, como patos en una laguna y en la mira de verdaderos cazadores.  -  saulgodoy@gmail.com

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