Los robots son una realidad en nuestro mundo, se
encuentran operando en las fábricas, en los hospitales, trabajando para los
bomberos, son útiles para los militares, la policía, los grupos de rescates, los
investigadores en los volcanes, los encontramos trabajando en derrames tóxicos,
en el espacio exterior y bajo los
océanos, el que no sean una presencia común en Venezuela no significa que no
existan y que no estén contribuyendo a mejorar la vida de todos nosotros, lo
más probable que la computadora donde estoy escribiendo este artículo haya sido
hecha por robots en Japón, por ejemplo.
El
mercado emergente de la robótica es inmenso, estas plataformas operativas e
inteligentes, actuando por cuenta propia o a control remoto en ambientes
naturales o desestructurados, que pueden volar, sumergirse o escalar, que son
altamente precisas y con capacidades de visión que varían de la microscópica a
la astronómica, de la térmica a la de campos magnéticos, son hoy parte
fundamental del avance científico, industrial y agrícola del mundo moderno, son
instrumentos necesarios para corregir errores, prevenir desastres y conservar
nuestro ambiente.
También
es verdad que los robots han tenido una mala propaganda, principalmente como
son presentados en el cine y en la literatura, en un papel de malos, en
historias distópicas, donde actúan por su cuenta haciéndole daño a los humanos,
Terminator o la cinta I Robot, son un ejemplo típico, y
aunque me gustan esas historias de los robots en el papel de enemigos, mi
posición hacia ellos es de absoluta apertura, estoy convencido de su utilidad y
que su presencia entre nosotros será para beneficiarnos.
En
los países desarrollados donde los robots prestan sus invaluables servicios, la
relación de humanos y robots ya está regulada y en la medida que los mismos se
integran en otras áreas de la cotidianidad, se estudian y elaboran las reglas
fundamentales de convivencia con estas máquinas inteligentes, que cada vez son
más inteligentes y hábiles.
En
Europa hay una organización llamada Robot
Companions for Citizens (Robots de Compañía para los Ciudadanos) que viene
trabajando conjuntamente con varias universidades, institutos politécnicos y
centros de desarrollo tecnológico en varios países, uno de sus proyectos es
justamente proyectar la inminente introducción de robots como auxiliares de
personas de la Tercera Edad con alguna discapacidad, o simplemente como
compañía.
El
problema que se les presenta a sus planificadores y políticos es el siguiente,
Europa para el año 2060, el 30% de su población será mayor de 65 años,
comparado con sólo el 17% en el 2010, hay por allí unos números que preocupa, y
es que la rata entre los ciudadanos de la tercera edad y la población
trabajadora (20 a 64)- esa rata de dependencia por edad avanzada- se calcula
que va a cambiar de un 28% que tenían en el 2010, a un 58% en el 2060, esto
tomando en cuenta los dependientes menores de 19 años, esta es una cifra sin
precedentes, nunca antes en la historia hubo tantas personas de edad avanzada y
jóvenes dependientes en Europa.
Este
escenario significa que hay una gran porción de la población que va a necesitar
servicios de salud, pensiones, atención especial, seguros y que va a poner una
gran presión sobre la población joven y productiva, pero esto puede agravarse
teniendo en cuenta que a mayor edad, las enfermedades y condiciones
deshabilitantes se incrementan, no todas las personas mayores de 60 años dejan
de ser productivas, pero si sufren un accidente o enferman quedan dependientes
de sus familias, lo que hace más costoso
su mantenimiento, el estimado mundial es que el 15% de las personas de la
tercera edad padecen de alguna forma de incapacidad, que limita su
independencia.
El
lado positivo del asunto es que nunca antes las personas de tercera edad
tuvieron la posibilidad de seguir desarrollándose como personas, contribuyendo
a al desarrollo de sus sociedades; con buena salud y apoyo la vejes puede ser
una de las etapas más felices en la vida de las personas.
Y es
aquí donde entran los robots que pueden convertirse en los asistentes de oro de
los servicios a las personas de la tercera edad, desde combatir a ese ingrato
elemento de la vejes que es la soledad, hasta poder asistirá los ancianos con
sus tratamientos, ayudarlos a movilizarse, a asistirlos, a cuidarlos,
manteniéndolos monitorizados en sus
funciones vitales, entretenerlos, suministrarles sus medicinas, estando en
contacto con familiares y los servicios médicos.
En la
actualidad hay en Europa una carencia importante de personal asistencial
especializado en personas de la tercera edad, los pocos que existen o son muy
costosos o se tratan de personas sin experiencia, por lo general extranjeros
inmigrantes que son muy mal pagados, lo que a veces agrava el problema.
En la
actualidad, los pensionados reciben asistencia del estado o del sector privado
o de sus familias y estas ayudas están comprometidas pagando su sostén y
medicinas, de modo que queda muy poco para atenciones especiales, es por ello
que las tecnologías inteligentes para el sistema de asistencia social en Europa
es tan importante.
Lo
primero que tienen en mente las autoridades de salud europeas es tratar de
vencer la imagen negativa que tienen los robots en el mundo desarrollado, son
vistos como competencia desleal, como promotores del aislamiento social, como peligrosos
si se salen fuera de control, la gente no sabe distinguir hechos de fantasías
en este sentido, y los robots definitivamente tienen una mala reputación,
creada artificialmente por los medios masivos de comunicación.
Pero
ya se están adelantando importantes estudios e investigaciones concernientes a
la ética y la operatividad de estas tecnologías en la vida diaria de las
familias europeas, se evalúan riesgos, escenarios, condiciones de seguridad,
hasta las relaciones de los robots con los animales domésticos para poder hacer
una apreciación lo más completa de la introducción de estas tecnologías en la
cotidianidad de la sociedad.
Aquí
hay una convergencia importante de investigación científica, manufactura,
mercadeo, distribución, mantenimiento de una de las ramas de negocios más
importantes para las economías de los estados europeos, igual sucede con el
aspecto de las políticas públicas, presupuestos, sectores responsables y
desarrollo, por primera vez una tecnología de usos masivo está siendo estudiada
en todas sus dimensiones antes de ser introducidas en el mercado, algo que
marcará la diferencia entre algo bien hecho, con verdadero interés social o
esperar a ver como impacta en la sociedad sin capacidad de respuesta ni
control.
Creo
que se trata de una excelente iniciativa y un mejor ejemplo en cómo llevar
adelante importantes avances sociales con respeto y preocupación por lo humano,
en especial por la dignidad de las personas, y de nuevo me hace pensar en algo
que verdaderamente me preocupa y que en otros artículos he advertido, y es el
caso de Venezuela, donde tenemos unas autoridades sanitarias, del seguro social
y del desarrollo humano totalmente ausentes del área geriátrica, avanzamos
hacia un futuro incierto, plagado de problemas, sin información confiable y con
cero planificación, que es uno de las características que distinguen a un
estado fallido como el nuestro, de un estado responsable y participativo, conde
la democracia funciona y estos temas tienen foro, se discuten y obtienen respuestas
que se convierten en políticas públicas.
- saulgodoy@gmail.com
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