1-Para
ser Presidente de Venezuela se necesita que la persona sea venezolano, Maduro
no lo es, no tiene la documentación requerida por ley que lo demuestre, lo que
lo hace una persona indocumentada, aunque todo apunta a que se trata de un
ciudadano de origen colombiano, hecho que ha negado incansablemente.
Sí ha
exhibido una serie de documentos de identidad
falsos, que han sido emitidos por funcionarios cómplices y corruptos;
las autoridades competentes no quieren investigar este grave hecho, y en la
opinión pública existe una resignación a que los venezolanos tengamos que
aceptar este evento como consumado y convalidemos, como de hecho quiere lograr
este gobierno comunista, que cualquier persona, no importa su origen, nos
gobierne, lo que implicaría negar nuestra nacionalidad y convertirnos en un
vertedero de cualquier tipo de personas en cargos políticos, sin apego a
nuestra cultura, sin lazos con nuestras tradiciones, sin raíces en nuestra
historia.
Pero
lo más grave es que Nicolás Maduro ha jurado en vano ser venezolano, sabiendo
que no lo es, para tomar posesión de cargos públicos en importantes posiciones
dentro del gobierno chavista, como diputado, como presidente del Congreso, como
Canciller de la República, como candidato a la Presidencia de la República, lo
cual lo convierte en un delincuente por el delito de perjurio, haciéndose pasar
por lo que no es, lo que conlleva, según nuestras leyes, a la nulidad absoluta
de todos los actos en que haya figurado como representante de los venezolanos
en esas funciones públicas.
Nicolás
Maduro no es el Presidente de Venezuela porque, además de ser indocumentado,
todos los actos que lo llevaron a ocupar esa alta magistratura están
viciados de origen, por mentiras,
documentos falsos, falsa atestación, por ser parte de una conspiración que
involucra al gobierno de Cuba, para el cual trabajaba y trabaja como agente,
por su falta de independencia y autonomía al momento de tomar decisiones de
interés nacional.
2-Detrás
de la figura de Maduro hay una organización política, identificada como el
PSUV, que nace de un movimiento revolucionario comunista en el seno de la
Fuerza Armada y con estrechos vínculos ideológicos, de amistad, estratégicos y
organizativos con el gobierno de los hermanos Castro en Cuba.
El
PSUV nace como consecuencia de un movimiento sedicioso que culminó en un golpe
de estado fracasado, pero que dio pie, gracias a una serie de errores
políticos, a que el PSUV se convirtiera en una organización política con plenos
derechos en la participación electoral, con su candidato Hugo Rafael Chávez Frías,
el último eslabón de una larga cadena de intentos por tomar el poder por las
armas en nuestro país, y pudiera hacerse con el cargo de Presidente de la
República en el año de 1999 y con una buena parte de los curules en el Congreso
de la República.
Con el
poder en las manos de Chávez, el país empieza su deriva hacia un régimen
totalitario y comunista, haciendo todo lo posible por erradicar la democracia,
las libertades ciudadanas, el capitalismo, el sentido de nación independiente,
para configurarla como parte de una Patria Grande, que incluía todo el
subcontinente Latinoamericano y del Caribe, dando inicio a un agresivo plan
dirigido desde Cuba, con el financiamiento del petróleo venezolano, para
instaurar gobiernos socialistas, afectos a la revolución bolivariana, en la
región.
Todo
esto lo explico para que se entienda cómo fue que Maduro hizo lo que hizo y lo
tengamos usurpando la presidencia del país.
Detrás
de Chávez siempre estuvo la figura de Maduro, como uno de sus más cercanos
colaboradores, fue gracias a Chávez que Maduro ascendió en la política y ocupó
los cargos que obtuvo, siendo parte del gobierno y con una red internacional de
gobiernos y organizaciones trabajando por obtener la hegemonía continental; no
fue difícil que toda la documentación falsa, apoyos, testimonios,
reconocimientos se hicieran posible para que el indocumentado fuera adquiriendo
una nueva identidad. Maduro no representa los intereses del país, sino los de
su manejador cubano.
3-Pero
Chávez se estaba convirtiendo en un problema para los planes de los hermanos
Castro en Cuba, que a su vez respondían a líneas estratégicas trazadas desde
Moscú para desestabilizar la región, debilitando así la influencia de los EEUU;
Chávez había logrado, en poco tiempo y gastando una enorme cantidad de dinero
perteneciente a los venezolanos, convertirse en un líder mundial, haciéndole
sombra a Fidel Castro; el presidente venezolano había asumido, poco a poco, un
rol más independiente, respondiendo a una agenda personal, que no coincidía con
los planes de Cuba, de modo que decidieron sacarlo del juego, contando que
tenían implantado en el seno del gobierno venezolano a uno de sus agentes más
incondicionales, Nicolás Maduro, quien por muchos años había recibido la
indoctrinación y el entrenamiento necesario, demostrando hasta el momento una
fidelidad a toda prueba al régimen castrista, y contando a su favor con que no
tenía el carisma ni la inteligencia natural de su jefe venezolano.
El
siguiente paso fue enfermar a Chávez, inoculándolo con sustancias biológicas
desarrolladas por Rusia, y mantenerlo bajo el control cubano hasta su muerte,
un magnicidio perfecto logrado en La Habana, con la participación de toda su
familia, pero con una muy deficiente coartada para encumbrar a Maduro en el poder.
Con
la complicidad extrema, obvia y sin rubor de un CNE dispuesto a la trampa,
Maduro se alza con una muy cuestionada victoria electoral, ante un contendor
cobarde y sumiso, que asumió su derrota con el rabo entre las piernas; a partir
de este momento la oposición le pertenecería al PSUV que la tenía infiltrada
hasta los tuétanos. Maduro no es presidente porque su elección fue el resultado
de una trampa.
4-El
hecho singular de la muerte de Chávez en La Habana, el 30 de diciembre del 2012,
mientras recibía tratamiento en el Centro
de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) de La Habana (Cuba), y
su posterior encubrimiento para hacer parecer que en realidad ocurrió el 5 de
marzo de 2013, en el Hospital Militar Dr.
Carlos Arvelo de la ciudad de Caracas, proporcionándole amplio margen
de tiempo al gobierno de Cuba para que pudiera maniobrar y prepararle la ruta a
Maduro, pasará a la historia como uno de los más elaborados y grandiosos
ardides del organismo de inteligencia cubano, que como toda mentira complicada,
tiene más huecos que un queso Gruyere.
Desde
la toma de posesión de Maduro como presidente interino, debido a la ausencia de
Chávez, pasando por los funerales de estado, toda una puesta en escena digna de
los grupos de teatro revolucionarios, que nos brindan en los desfiles militares
las parodias de nuestra lucha independentista, es de destacar la mención
expresa, que hizo Maduro en cadena nacional, de que: “los enemigos históricos de nuestra patria» estaban detrás de la enfermedad
de Chávez y su muerte”- para así atribuirle el asesinato
de Chávez a los EEUU y tratar de borrar la participación de Cuba en el
homicidio.
Durante
este período de interregno, se produjo una enorme cantidad de decretos leyes
para cementar aún más la participación del PSUV en la política nacional y
fortalecer el recién adquirido poder de Maduro, que sería luego convalidado por
unas elecciones a su medida; todos esos instrumentos legales carecen de validez
absoluta por estar viciada su fuente de legitimidad, y que fue producto de una
conspiración continuada, con la participación activa de un gobierno extranjero,
y para ocultar una serie de delitos graves que los dejan sin efecto. Maduro no
es presidente porque todo el aparataje legal que lo sustenta es írrito.
5-Hay
todo un perfil psicológico que detalla, con bastante exactitud, el carácter y
los valores que integran individuos que se prestan para hacer carreras en el
espionaje, operaciones encubiertas, y todas esas actividades en áreas de
seguridad y defensa, que ameritan de unas especiales dotes mimetismo y
adaptabilidad.
Se
trata de personas que deben mantener una doble vida - y a veces más vidas en
paralelo -, es común que esas personas vengan de un desarraigo familiar y de
identidad con su comunidad de origen; justamente, esa falta de valores
fundamentales los convierte en vehículos ideales para implantarles no sólo
nuevas ideas, planes y valores, sino hasta una nueva identidad que, de acuerdo
a la calidad e intensidad del entrenamiento, hace de estos agentes personas más
o menos confiables, más o menos estables en la consecución de sus tareas, pero,
sin duda, siempre deben estar bajo el comando de un manejador, a quien reportan
y de quien reciben instrucciones.
Maduro
suma una cantidad grande de vacíos fundamentales en su vida que lo hacen un
sujeto perfecto para la indoctrinación; los cubanos lo han estado entrenando y
manejando desde hace décadas, Maduro tiene un historial de idas y venidas a
Cuba que demuestran el fuerte vínculo afectivo y de sumisión a la autoridad de
sus manejadores.
Como
una consecuencia de estas carencias afectivas, de educación, de amistades,
familiares, sociales, en general, es que lo vimos sumiso a su jefe y líder, el
Teniente Coronel Chávez, quien lo trataba como a un subalterno, sin
consideraciones de ningún tipo, porque Chávez sabía quién era Maduro y su
relación con los hermanos Castro, y aceptaba su presencia como parte de su
equipo político, pero en más de una ocasión lo vimos reclamarle sus errores
públicamente y reducirlo a lo que era, una tuerca más en el aparato chavista.
Pero
Maduro tuvo el tino de casarse con Cilia Flores, una mujer ambiciosa y sedienta
de poder y riqueza, que lo fue llevando dentro del laberinto de ese aparato
político, cuidándole los negocios que se hacían a su vera; sólo el amor por el
dinero superaba, en ocasiones, su prudencia y su amor filial, y se dieron
varios escándalos. A pesar de los daños colaterales sufridos, Cilia mantiene
cierto equilibrio en la desordenada vida de Maduro, el cual, de no estar
sometido a la dirección férrea que recibe desde Cuba, respondería a sus
instintos animales que son, por decir lo menos, bestiales.
Maduro,
desde el punto de vista de su estabilidad mental, con su violencia innata, su
declarada falta de lealtad por Venezuela, su gusto por las actividades
criminales y su muy lamentable falta de respeto por la condición humana, es la
persona menos indicada para ocupar un cargo de tan alta responsabilidad, como
la Presidencia de la República, una fatal consecuencia de lo que los
venezolanos pensamos sobre nosotros mismos, al dejar abierta la posibilidad de
que personas como Chávez y Maduro hayan alcanzado tal privilegio. Maduro no es
presidente porque no tiene la capacidad cognitiva, ni emocional, ni es una persona
equilibrada mentalmente para conducir los destinos del país.
6-Maduro
ha tenido una evolución interesante: se dejó cultivar por el comunismo, se
preparó en funciones de gobierno tutorado por sus manejadores cubanos, permitió
que Chávez hiciera lo que le daba la gana con él y, cuando finalmente llegó al
poder, podemos ver con absoluta transparencia cómo su alma simple, propia de un
ser manipulado y manipulable, se convierte ahora en depredador y manipulador,
con todo un país a su disposición para aterrorizarlo y hacerle pagar sus
sufrimientos y frustraciones personales.
Maduro
desprecia al venezolano, pero creo que tiene un mayor encono en contra de los
colombianos; no puedo decir de ame a los cubanos, ya que tengo la impresión que
es igualmente maltratado por los revolucionarios de La Habana. Pero, en sus
actuales circunstancias, Maduro se encuentra en una circunstancia donde le
conviene servirle al amo sin chistar, porque sabe que la vida se le va en ello.
Maduro
no gobierna, nunca ha gobernado, el aparato del estado lo maneja el PSUV que,
mientras se permita a sus cabecillas mantener sus negociados multimillonarios,
explotando sin misericordia al pueblo de Venezuela, hará su papel de soporte en
esta tragicomedia.
Maduro
es, apenas, el rostro visible de una maquinaria viciada, que trabaja en nombre
del gobierno de nuestro país; él, escasamente, firma los decretos, ordena las
acciones y anuncia las medidas, pero todo se cocina tras esta ilusoria escena,
en La Habana y en los cuarteles del PSUV, un partido cívico-militar fascista y
con intereses en las mafias regionales del narcotráfico, el contrabando, el
blanqueo de capitales, la corrupción, la subversión, el terrorismo, el
etnocidio y los crímenes ambientales con fines de minería ilegal… no hay transgresión
alguna en el planeta que no tenga algún tentáculo tocando en nuestras costas y
produciéndole a alguien alguna ingreso.
Maduro
no es presidente de Venezuela por lo que representa, que no es el país.
7-El
sólo hecho de que Maduro haya sido el responsable directo de las masacres
ocurridas contra etnias indígenas, mineros, prisioneros en cárceles, que se
haya atrevido a ordenar la muerte de estudiantes que manifestaban en las calles
por su derecho a una mejor vida, ejecutados cobardemente por fuerzas superiores
y con poder letal de fuego, estando ellos desarmados, el haberle negado a los
pacientes terminales las medicinas, la atención médica y los seguros que el
estado debe proveer por ley, el que miles de niños y neonatos hayan fallecido
por infecciones, falta de atención médica y medicinas, por negarles una
alimentación adecuada… ya coloca a Maduro en una condición de monstruo violador
de derechos humanos, inelegible para la conducción del país; pero, además, es
el responsable directo de miles de muertes de personas de la tercera edad, ancianos
incapaces de velar por sus necesidades en su años de senectud, por abandono
inhumano.
Que torture
de manera inmisericorde a los ancianos, que tienen su único sustento en pensiones
indignas que el gobierno les da de su propio dinero, de los supuestos ahorros que
los trabajadores hicieron para cuando llegaran a la edad del descanso y la
tranquilidad, obligándoles a hacer inmensas colas durante horas interminables,
a veces por días, para poder contar con algo de dinero para sus necesidades,
sólo indica que Maduro no tiene capacidad de sentir afecto, empatía, respeto ni
solidaridad con su prójimo más necesitado y vulnerable.
Maduro
es el causante del mayor éxodo de venezolanos en nuestra historia, en un país
que fue reconocido como remanso para los que en momentos difíciles tuvieron que
dejar sus patrias, por las condiciones infrahumanas de vida que el chavismo
impone a los habitantes de éste país, porque sólo le importan sus negocios,
porque le da la gana, porque sólo quiere seres dependientes de sus bolsas de
alimentos, de sus cupos de gasolina por intermedio del indigno Carnet de la
Patria, porque puede presumir de estar cerrando industrias, comercios,
emprendimientos de la gente, del sector privado que lucha en contra de un
sistema que quiere der dueño de todo, porque sólo quiere funcionarios públicos
a su servicio…
Maduro,
con esas manos manchadas de sangre y sufrimiento de tanta gente, no es el
presidente, es el verdugo de Venezuela.
8-
Tampoco es el presidente debido a su mitomanía, a su incontrolable hábito de
mentir, a la utopía impuesta en su mente por sus controladores cubanos sobre
Venezuela como país potencia, luego de haberla destruido, por esa ceguera
ideológica por la que les es imposible ver el resultado de sus actos, como lo
que son, crímenes de lesa humanidad; por ese vacío emocional que tiene hacia
todo lo que sea bueno para Venezuela, por esa insensibilidad humana hacia los
sufrimientos que le ha impuesto a todo el país, exceptuando a sus cómplices,
asociados y jefes, Maduro es incapaz de ejercer mando alguno.
A
Maduro no le gusta escuchar otras opiniones, de hecho, no le gusta ninguna
opinión, las críticas le producen urticaria, razón por la cual mandar a callar,
prefiere el silencio, censura, cierra medios de comunicación, persigue
periodistas, saca del aire y de las parrillas de televisión los canales que no
dicen lo que él quiere que digan, como él quiere que se diga, castiga a todo el
país con un internet lento, desfasado tecnológicamente, manipulado a su gusto
por la CANTV… si por él fuera, simplemente, desconectaría a Venezuela del mundo,
para que nadie se entere de lo que sucede; por todo ello, Maduro no es el
presidente de Venezuela, es un criminal a quien hay que poner en cadenas y
encerrarlo lo antes posible.
9-Porque
es un enemigo de la humanidad, porque le encanta un preso político, mandar a
torturar a sus contrarios, perseguir a nuestras valientes mujeres, violentar la
inmunidad parlamentaria de nuestros diputados; porque atenta a cada momento contra
el orden mundial, porque desprecia el principio de autoridad y se burla de la soberanía
e independencia de los demás estados; porque no cree en la vigencia de un estado
de derecho en el mundo, ni en el funcionamiento justo e imparcial de los órganos
de justicia internacionales; porque se cree dueño de la verdad absoluta y cree que
los demás están equivocados; porque es un racista, odia a todos los que no se parecen
a él, piensen como él y actúen como él; porque es un pésimo ejemplo para el
mundo, por inmoral, anticristiano, antioccidental, anticultura; por inmoral y
pendenciero, porque nunca en su vida ha trabajado con dignidad y sin trampas…
Maduro no es presidente de nadie, así esté escrito en mil pergaminos, y lo
digan placas de bronce, que seguramente él mismo mandó a hacer, pegadas a la
pared.
10-Maduro
es una patética figura, lo que da es lástima, ningún venezolano con sentido
común y un poco de amor por Venezuela lo quiere; por eso no es el presidente de
Venezuela.
- saulgodoy@gmail.com
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