El
presidente de los EEUU, Franklin Delano Rooselvet dijo en una ocasión: “En la política nada sucede por accidente.
Si sucede, puedes apostar que estaba planeado de ese modo” y Rooselvet
debió saberlo muy bien porque era un socialista, que es lo más cerca que se
puede estar de ser un comunista.
Yo no
creo que lo que está sucediendo en mi país, en Venezuela, sea producto de los
avatares del destino, de la fuerza ciega de la historia, de un cúmulo de causas
ciegas que dieron como resultado que el chavismo se hiciera con el poder y
destruyera al país, no, yo creo que fue algo deliberado, planificado,
financiado y ejecutado por poderes que estaban conspirando en contra de nuestra
estabilidad desde hacía mucho tiempo, y una buena parte de estos factores, los
principales, no pertenecen a nuestro país, son extranjeros.
Chávez,
al igual que Maduro, son instrumentos de algo mucho mayor y más poderoso, que
está jugando con nuestro destino, experimentando con formas de control social y
gobierno que pretenden luego aplicar en otros lugares del planeta, somos un
experimento, somos el futuro que un grupo de hombres y mujeres sin escrúpulos
están testeando en el mundo real, para aplicarlo a escala global, somos apenas
conejillos de india, piezas en un gran tablero que otros poderes reales, que
muchas veces no tienen forma de países, ni rostros de persona alguna, pero que
se manifiestan en la forma de naciones y de sus mandatarios, en instituciones
multilaterales y sus directores, son fuerzas antagónicas que están en conflicto,
y desplazando las crisis y las amenazas de un lugar a otro del planeta, para
ver como el otro reacciona, quien pestañea primero.
El
comunismo internacional está jugando con una rudeza descarnada, como siempre lo
ha hecho, desplazando sus tentáculos, que los tiene metido en todas las
organizaciones de carácter internacional y bajo la más variados esquemas;
Latinoamérica, que siempre ha sido su “patio”, estuvo a punto de darle una
victoria importante en el juego del poder, al casi conquistar el hemisferio
occidental para las huestes rojas.
Pero
perdió Hilary Clinton en las elecciones presidenciales de los EEUU, quedando
como ganador un “outsider” de la política, el empresario y figura mediática,
Donald Trump, que para la suerte de las libertades y la democracia, se ha
convertido en su más desconcertante gladiador, y digo lo desconcertante, porque
justo en estos momentos, y desde el primer día en que prestó juramento como
Presidente, le han tratado de tumbar, de darle un golpe de estado, pero no han
podido, el hombre ha resultado ser un elusivo contendor a pesar de todas las
trampas y ataques que no han cejado de montarle.
Perdieron
las elecciones en Colombia, los procesos en contra de la corrupción arropó a ex
presidentes en Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Chile continuó su proceso
democrático sin problemas, el péndulo de la política empezó a moverse hacia la
derecha, y el aliento que había agarrado la izquierda, de pronto se vio
comprometido, principalmente por el caso venezolano, que nos convertimos en una
vitrina de exhibición de la tiendita de horrores que es el Socialismo del Siglo
XXI, por Nicaragua, donde Ortega apenas se descubre como vampiro por su sed de
sangre y poder, ganaron en México, pero todavía es un misterio el papel que
jugará López Obrador, Cuba se sostiene como el operador principal de la mesa,
mientras los dueños del casino están detrás, ocultos, en las sombras.
Trump
ha jugado un juego complicado, él más que nadie ha sentido la desagradable
experiencia de ver infiltrado su entorno de confianza, algunos de sus
principales allegados resultaron ser agentes del enemigo, y tuvo serios roces
con la oposición que quiere verlo crucificado, y le han dejado un subcontinente
en manos de sus peores enemigos: la guerrilla y el narcotráfico.
Pero
como buen empresario sabe de objetivos y estrategias, y a pesar de las
dificultades de un mundo en problemas, no ha perdido el tiempo, avanza y
aprieta, y estoy seguro empezarán muy pronto a caer los bastiones del crimen
asociado a los comunistas.
Lamentablemente
el presidente Putin parece determinado en prevalecer como jefe de manada en vez
de cooperar con Trump y ayudar a poner orden en el planeta, el líder chino está
demasiado ocupado en su nuevo rol como potencia mundial emergente y cree haber
madurado lo suficiente para asumir tal responsabilidad, aunque el caso
venezolano pareciera contradecir tal asunción.
Tengo
la impresión, de que aparte de los poderes fácticos nacionales de países como
Rusia y China, existiera un ente supranacional, que controla la izquierda
mundial con fines de obtener el poder político en el orbe por medio de un
gobierno mundial, lo digo porque organizaciones como la ONU, la OEA, el Mercado
Común Europeo, la Organización Mundial de la Salud, la FAO, el Banco Mundial,
la Corte Penal Internacional y otras, infiltrados sus mandos por los intereses
socialistas, parecieran estar funcionando para la prevalencia de estos
intereses.
No
puedo pensar que en el momento que estamos en el proceso de globalización, con
la enorme influencia de un espíritu cosmopolita y de integración de las
naciones, se trate de defender lo indefendible, de “entubar” decisiones y
procedimientos con toda la intención de proteger a los gobiernos socialistas, a
personajes tan despreciables como el tirano Maduro y su mafia gobernante, a un
asesino de siete suela como Ortega, a un ignorante y sátrapa de los Andes como
Evo Morales, a un agente provocados y terrorista como Raúl Castro y su alter
ego en la presidencia de Cuba.
El
Foro de Sao Paulo, una de las organizaciones más oscuras y de más poder en la
actualidad, que durante los gobiernos de Chávez y Maduro en Venezuela
acumularon un cofre de guerra de miles de millones de dólares, para sostener
sus operaciones políticas en el subcontinente, pareciera no tener ninguna
investigación abierta sobre su papel en los escándalos de corrupción que han
sacudido la región, y que esos dineros son el sostén de la subversión, de la
financiación de candidaturas de izquierda, de inversión en medios de
comunicación masiva, de apoyo para el adoctrinamiento y campañas de odio en
contra de los gobiernos democráticos.
Por
más de un lustro se ha consolidado una superestructura del pensamiento marxista
en nuestro continente, y una de sus principales funciones ha sido la defensa de
los lideres caídos en desgracia, la promoción de los gobiernos totalitarios, la
infiltración de las fuerzas armadas, de la iglesia y de las universidades
haciendo proselitismo, esta defensa de la ideología comunista, se ha
manifestado principalmente, posicionando a sus fichas en cargos de importancia
en los foros hemisféricos y entes multinacionales, allí han rendido beneficios, retardando medidas
punitivas, de control, haciendo que las veedurías no sean imparciales,
permitiendo que los órganos beligerantes obtengan beneficios políticos en
nombre de los DDHH que ellos se han ocupado de violar.
Prácticamente
se ha hecho un lavado de cerebro masivo, implantando en la mentes de muchos
latinoamericanos que la causa revolucionaria es justa, que es el pueblo el que
combate en contra del imperio malévolo que quiere seguir explotándonos, que el
capitalismo y la propiedad privada son las raíces de nuestros males, que se
trata de una lucha justa de los trabajadores por sus derechos.
Pero
la verdad es una muy distinta, vean a los pueblos de Cuba y Venezuela, no hay
prueba más contundente de las mentiras y el objetivo del comunismo, llevar al
poder a unos pocos para en nombre de la historia, gozar de la buena vida mientras
esclavizan al resto, someterlos a la pobreza más absoluta mientras los jefes se
dan la gran vida, asustar a la gente para que huya del país y quedarse los
revolucionarios como dueños de todo.
Violencia,
hambre, narcotráfico, cárcel, torturas y muerte, ese es el futuro que le depara
a los países que se dejan engañar por el socialismo que no es otra cosa que el
comunismo disfrazado de cordero.
En
Venezuela se ha demostrado una vez más, que la violencia es la llave de la
dominación, que son las armas en manos de la guerrilla o de ejércitos de
traidores vendidos al comunismo por la corrupción, las que deciden sobre la
vida y la muerte, sobre la justicia y la nacionalidad.
Y son
la pasividad y la molicie el veneno que nos inoculan desde el principio, creer
que si no hacemos nada, si esperamos que alguien venga a resolvernos los
problemas, si confiamos en que el pueblo despierte y se rebele, las cosas se
solucionarán por si solas… lamento decirles que eso no es verdad, los métodos
de control social, el poder de los medios de comunicación, la manipulación de
la economía y las leyes, el manejo de las instituciones por parte del comunismo
han desarrollado una manera altamente efectiva para acallar a la oposición,
para infiltrarla, para adormecerla y dejarla sin efecto, la tecnología de
masas, las técnicas de persuasión se han desarrollado de tal manera, que si se
permite que el comunismo llegue y se haga dueño del estado, el destino de los
pueblos está sellado.
Esto
es así porque el comunismo ha descubierto que si maneja la mente, si domina la
voluntad de las personas, es mucho más fácil el trabajo de encadenar al hombre,
de allí una serie de métodos de última generación de biopolíticas, jugar con
las necesidades primarias de los humanos, con el miedo, la esperanza, el
hambre, su salud, su seguridad, el negarle la libertad y que dependa totalmente
del gobierno, por medio de tarjetas de racionamiento, de carnets de la patria,
de cajas de comida, de becas y bonos, para que sienta que es el gobierno el que
se las da como premio a su perruna obediencia.
La
única manera que ha encontrado occidente, los gobiernos democráticos y libres
para enfrentar al comunismo, es hacerlo en bloque, reunidos en alianzas en
contra de la opresión y la esclavitud, igual que el comunismo, la democracia
tiene sus armas y sus métodos, sus instancias y leyes, estando obligado siempre
en respetar un marco de derechos aún para el enemigo que quiere destruirlo.
El
caso venezolano se salió del control de los comunistas, entre otras cosas
porque participa la mafia, el crimen organizado, y como estos son intereses que
no tienen medida ni límites en sus acciones y cuyo propósito es solamente
enriquecerse sin importarle el costo en vidas o en intereses, cometieron el
error de desbordar sus acciones afectando a los otros países, violando su
seguridad, promoviendo el caos y el contagio de la esclavitud.
Para
contener el cáncer hay que ponerse de acuerdo y hacer una intervención, ya el
pueblo de Venezuela pasó el momento en que podía por si sólo defenderse y
enfrentar al enemigo, cuando pudimos nada hicimos, nuestra oposición estaba
infiltrada por los socialistas y se hicieron socios del gobierno, le cuidaron
sus intereses y no los del pueblo, actuaron cobardemente, se entregaron a los
fines de la tiranía, que no era otra cosa que perpetuarse en el poder.
Pero
quedaban sembrados los socialistas “buenos”, los pacifistas a ultranza, los
nacionalistas que se sienten ofendidos por las intervenciones foráneas,
anteponiendo sus falsos principios a su propia supervivencia, no les importaban
las víctimas que hoy sufren el éxodo inhumano, el hambre y la muerte por
inanición, que obvian las torturas de sus congéneres, las ejecuciones
sumariales que realiza el gobierno en contra de la oposición al régimen, aunque
se rasgan las ropas por los incontables muertos que una guerra hipotética
pudiera traer, sin entender que hay múltiples maneras de proceder en contra de
una situación como la de Venezuela.
Estos
individuos, principalmente “intelectuales”, personas con algún prestigio,
editores de medios de opinión, políticos y hasta historiadores, que deberían
entender mejor que nadie la situación del país, se han convertido en el freno
de estas medida de amputación y cauterización, aprovechando su predominante
posición como figuras públicas, decidieron ponerse de lado del oprobio a
quedarse callados y permitir una solución práctica y necesaria, creen que
seguir en nuestra situación es mil veces mejor que verse involucrados en
matanzas indiscriminadas y bombardeos a granel, de acuerdo a su fantasías
paranoicas.
El
comunismo internacional tiene en estos individuos un recurso importante porque
son escuchados, pueden complicar unas iniciativas diferentes y más efectivas,
al surgir como “voz de la conciencia” lo que hacen es colaborar con el crimen y
la perpetración de la matanza que ya tiene veinte años sin detenerse, vergüenza
debería darles, surge entonces la pregunta si estos lamentos de las viudas del
comunismo ¿Serán capaces de detener unas acciones en contra de la seguridad y
la vida de la civilización occidental? Yo espero de corazón, que no. -
saulgodoy@gmail.com
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