sábado, 22 de septiembre de 2018

El enemigo somos nosotros mismos



El presidente de los EEUU, Franklin Delano Rooselvet dijo en una ocasión: “En la política nada sucede por accidente. Si sucede, puedes apostar que estaba planeado de ese modo” y Rooselvet debió saberlo muy bien porque era un socialista, que es lo más cerca que se puede estar de ser un comunista.
Yo no creo que lo que está sucediendo en mi país, en Venezuela, sea producto de los avatares del destino, de la fuerza ciega de la historia, de un cúmulo de causas ciegas que dieron como resultado que el chavismo se hiciera con el poder y destruyera al país, no, yo creo que fue algo deliberado, planificado, financiado y ejecutado por poderes que estaban conspirando en contra de nuestra estabilidad desde hacía mucho tiempo, y una buena parte de estos factores, los principales, no pertenecen a nuestro país, son extranjeros.
Chávez, al igual que Maduro, son instrumentos de algo mucho mayor y más poderoso, que está jugando con nuestro destino, experimentando con formas de control social y gobierno que pretenden luego aplicar en otros lugares del planeta, somos un experimento, somos el futuro que un grupo de hombres y mujeres sin escrúpulos están testeando en el mundo real, para aplicarlo a escala global, somos apenas conejillos de india, piezas en un gran tablero que otros poderes reales, que muchas veces no tienen forma de países, ni rostros de persona alguna, pero que se manifiestan en la forma de naciones y de sus mandatarios, en instituciones multilaterales y sus directores, son fuerzas antagónicas que están en conflicto, y desplazando las crisis y las amenazas de un lugar a otro del planeta, para ver como el otro reacciona, quien pestañea primero.
El comunismo internacional está jugando con una rudeza descarnada, como siempre lo ha hecho, desplazando sus tentáculos, que los tiene metido en todas las organizaciones de carácter internacional y bajo la más variados esquemas; Latinoamérica, que siempre ha sido su “patio”, estuvo a punto de darle una victoria importante en el juego del poder, al casi conquistar el hemisferio occidental para las huestes rojas.
Pero perdió Hilary Clinton en las elecciones presidenciales de los EEUU, quedando como ganador un “outsider” de la política, el empresario y figura mediática, Donald Trump, que para la suerte de las libertades y la democracia, se ha convertido en su más desconcertante gladiador, y digo lo desconcertante, porque justo en estos momentos, y desde el primer día en que prestó juramento como Presidente, le han tratado de tumbar, de darle un golpe de estado, pero no han podido, el hombre ha resultado ser un elusivo contendor a pesar de todas las trampas y ataques que no han cejado de montarle.
Perdieron las elecciones en Colombia, los procesos en contra de la corrupción arropó a ex presidentes en Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Chile continuó su proceso democrático sin problemas, el péndulo de la política empezó a moverse hacia la derecha, y el aliento que había agarrado la izquierda, de pronto se vio comprometido, principalmente por el caso venezolano, que nos convertimos en una vitrina de exhibición de la tiendita de horrores que es el Socialismo del Siglo XXI, por Nicaragua, donde Ortega apenas se descubre como vampiro por su sed de sangre y poder, ganaron en México, pero todavía es un misterio el papel que jugará López Obrador, Cuba se sostiene como el operador principal de la mesa, mientras los dueños del casino están detrás, ocultos, en las sombras.
Trump ha jugado un juego complicado, él más que nadie ha sentido la desagradable experiencia de ver infiltrado su entorno de confianza, algunos de sus principales allegados resultaron ser agentes del enemigo, y tuvo serios roces con la oposición que quiere verlo crucificado, y le han dejado un subcontinente en manos de sus peores enemigos: la guerrilla y el narcotráfico.
Pero como buen empresario sabe de objetivos y estrategias, y a pesar de las dificultades de un mundo en problemas, no ha perdido el tiempo, avanza y aprieta, y estoy seguro empezarán muy pronto a caer los bastiones del crimen asociado a los comunistas.
Lamentablemente el presidente Putin parece determinado en prevalecer como jefe de manada en vez de cooperar con Trump y ayudar a poner orden en el planeta, el líder chino está demasiado ocupado en su nuevo rol como potencia mundial emergente y cree haber madurado lo suficiente para asumir tal responsabilidad, aunque el caso venezolano pareciera contradecir tal asunción.
Tengo la impresión, de que aparte de los poderes fácticos nacionales de países como Rusia y China, existiera un ente supranacional, que controla la izquierda mundial con fines de obtener el poder político en el orbe por medio de un gobierno mundial, lo digo porque organizaciones como la ONU, la OEA, el Mercado Común Europeo, la Organización Mundial de la Salud, la FAO, el Banco Mundial, la Corte Penal Internacional y otras, infiltrados sus mandos por los intereses socialistas, parecieran estar funcionando para la prevalencia de estos intereses.
No puedo pensar que en el momento que estamos en el proceso de globalización, con la enorme influencia de un espíritu cosmopolita y de integración de las naciones, se trate de defender lo indefendible, de “entubar” decisiones y procedimientos con toda la intención de proteger a los gobiernos socialistas, a personajes tan despreciables como el tirano Maduro y su mafia gobernante, a un asesino de siete suela como Ortega, a un ignorante y sátrapa de los Andes como Evo Morales, a un agente provocados y terrorista como Raúl Castro y su alter ego en la presidencia de Cuba.
El Foro de Sao Paulo, una de las organizaciones más oscuras y de más poder en la actualidad, que durante los gobiernos de Chávez y Maduro en Venezuela acumularon un cofre de guerra de miles de millones de dólares, para sostener sus operaciones políticas en el subcontinente, pareciera no tener ninguna investigación abierta sobre su papel en los escándalos de corrupción que han sacudido la región, y que esos dineros son el sostén de la subversión, de la financiación de candidaturas de izquierda, de inversión en medios de comunicación masiva, de apoyo para el adoctrinamiento y campañas de odio en contra de los gobiernos democráticos.
Por más de un lustro se ha consolidado una superestructura del pensamiento marxista en nuestro continente, y una de sus principales funciones ha sido la defensa de los lideres caídos en desgracia, la promoción de los gobiernos totalitarios, la infiltración de las fuerzas armadas, de la iglesia y de las universidades haciendo proselitismo, esta defensa de la ideología comunista, se ha manifestado principalmente, posicionando a sus fichas en cargos de importancia en los foros hemisféricos y entes multinacionales, allí  han rendido beneficios, retardando medidas punitivas, de control, haciendo que las veedurías no sean imparciales, permitiendo que los órganos beligerantes obtengan beneficios políticos en nombre de los DDHH que ellos se han ocupado de violar.
Prácticamente se ha hecho un lavado de cerebro masivo, implantando en la mentes de muchos latinoamericanos que la causa revolucionaria es justa, que es el pueblo el que combate en contra del imperio malévolo que quiere seguir explotándonos, que el capitalismo y la propiedad privada son las raíces de nuestros males, que se trata de una lucha justa de los trabajadores por sus derechos.
Pero la verdad es una muy distinta, vean a los pueblos de Cuba y Venezuela, no hay prueba más contundente de las mentiras y el objetivo del comunismo, llevar al poder a unos pocos para en nombre de la historia, gozar de la buena vida mientras esclavizan al resto, someterlos a la pobreza más absoluta mientras los jefes se dan la gran vida, asustar a la gente para que huya del país y quedarse los revolucionarios como dueños de todo.
Violencia, hambre, narcotráfico, cárcel, torturas y muerte, ese es el futuro que le depara a los países que se dejan engañar por el socialismo que no es otra cosa que el comunismo disfrazado de cordero.
En Venezuela se ha demostrado una vez más, que la violencia es la llave de la dominación, que son las armas en manos de la guerrilla o de ejércitos de traidores vendidos al comunismo por la corrupción, las que deciden sobre la vida y la muerte, sobre la justicia y la nacionalidad.
Y son la pasividad y la molicie el veneno que nos inoculan desde el principio, creer que si no hacemos nada, si esperamos que alguien venga a resolvernos los problemas, si confiamos en que el pueblo despierte y se rebele, las cosas se solucionarán por si solas… lamento decirles que eso no es verdad, los métodos de control social, el poder de los medios de comunicación, la manipulación de la economía y las leyes, el manejo de las instituciones por parte del comunismo han desarrollado una manera altamente efectiva para acallar a la oposición, para infiltrarla, para adormecerla y dejarla sin efecto, la tecnología de masas, las técnicas de persuasión se han desarrollado de tal manera, que si se permite que el comunismo llegue y se haga dueño del estado, el destino de los pueblos está sellado.
Esto es así porque el comunismo ha descubierto que si maneja la mente, si domina la voluntad de las personas, es mucho más fácil el trabajo de encadenar al hombre, de allí una serie de métodos de última generación de biopolíticas, jugar con las necesidades primarias de los humanos, con el miedo, la esperanza, el hambre, su salud, su seguridad, el negarle la libertad y que dependa totalmente del gobierno, por medio de tarjetas de racionamiento, de carnets de la patria, de cajas de comida, de becas y bonos, para que sienta que es el gobierno el que se las da como premio a su perruna obediencia.
La única manera que ha encontrado occidente, los gobiernos democráticos y libres para enfrentar al comunismo, es hacerlo en bloque, reunidos en alianzas en contra de la opresión y la esclavitud, igual que el comunismo, la democracia tiene sus armas y sus métodos, sus instancias y leyes, estando obligado siempre en respetar un marco de derechos aún para el enemigo que quiere destruirlo.
El caso venezolano se salió del control de los comunistas, entre otras cosas porque participa la mafia, el crimen organizado, y como estos son intereses que no tienen medida ni límites en sus acciones y cuyo propósito es solamente enriquecerse sin importarle el costo en vidas o en intereses, cometieron el error de desbordar sus acciones afectando a los otros países, violando su seguridad, promoviendo el caos y el contagio de la esclavitud.
Para contener el cáncer hay que ponerse de acuerdo y hacer una intervención, ya el pueblo de Venezuela pasó el momento en que podía por si sólo defenderse y enfrentar al enemigo, cuando pudimos nada hicimos, nuestra oposición estaba infiltrada por los socialistas y se hicieron socios del gobierno, le cuidaron sus intereses y no los del pueblo, actuaron cobardemente, se entregaron a los fines de la tiranía, que no era otra cosa que perpetuarse en el poder.
Pero quedaban sembrados los socialistas “buenos”, los pacifistas a ultranza, los nacionalistas que se sienten ofendidos por las intervenciones foráneas, anteponiendo sus falsos principios a su propia supervivencia, no les importaban las víctimas que hoy sufren el éxodo inhumano, el hambre y la muerte por inanición, que obvian las torturas de sus congéneres, las ejecuciones sumariales que realiza el gobierno en contra de la oposición al régimen, aunque se rasgan las ropas por los incontables muertos que una guerra hipotética pudiera traer, sin entender que hay múltiples maneras de proceder en contra de una situación como la de Venezuela.
Estos individuos, principalmente “intelectuales”, personas con algún prestigio, editores de medios de opinión, políticos y hasta historiadores, que deberían entender mejor que nadie la situación del país, se han convertido en el freno de estas medida de amputación y cauterización, aprovechando su predominante posición como figuras públicas, decidieron ponerse de lado del oprobio a quedarse callados y permitir una solución práctica y necesaria, creen que seguir en nuestra situación es mil veces mejor que verse involucrados en matanzas indiscriminadas y bombardeos a granel, de acuerdo a su fantasías paranoicas.
El comunismo internacional tiene en estos individuos un recurso importante porque son escuchados, pueden complicar unas iniciativas diferentes y más efectivas, al surgir como “voz de la conciencia” lo que hacen es colaborar con el crimen y la perpetración de la matanza que ya tiene veinte años sin detenerse, vergüenza debería darles, surge entonces la pregunta si estos lamentos de las viudas del comunismo ¿Serán capaces de detener unas acciones en contra de la seguridad y la vida de la civilización occidental? Yo espero de corazón, que no.    -    saulgodoy@gmail.com









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