“Feng-shui es una práctica y un
arte chino de la geomancia. Tomando en consideración los cinco elementos y las
dos fuerzas del yin y el yang. El operador utiliza un plato de madera circular
en cuyo borde están inscritos signos de la cosmografía neo Confuciana. Con ello
determinan la mejor ubicación de edificios, tumbas, templos, etc.”
El Diccionario Oxford de las
Religiones del Mundo.
Mucha
gente piensa que el Feng Shui se origina en un libro milenario del mismo
nombre, pero lamentable, o afortunadamente, no es así, hay un autor chino que
numera no menos de cinco obras clásicas de literatura china de donde parte este
conocimiento antiguo, entre ellos, el clásico, hoy desaparecido, Sobre los Entierros, luego viene El Libro de Las Tumbas, de Guo Po,
escrito durante la Dinastía Jin, El
libro de Historia, de donde parte la división de los cinco elementos (wu
xing) que son, metal, tierra, fuego, agua y madera, y otros tratados, que
tienen que ver con astronomía y geografía, algunos autores incluyen el libro
del I-Chin, pero el grueso de la
información que conforma el conocimiento del Feng Shui viene de la tradición
oral.
Pero
resulta que este conocimiento no era exclusivo de China, países como Corea,
Vietnam, Taiwán, Japón, Tailandia y hasta la India, tienen sus propios
desarrollos sobre esta práctica e igualmente tienen sus tratados y su tradición
oral, si sumamos todos estos textos, escuelas, maestros y tradiciones, nos
encontramos con un inmenso delta de información desperdigados por toda Asia.
Debemos
observar que en el continente Americano, tantos las tribus indias ubicadas en
el suroeste norteamericano, como los Aztecas y los Incas tenían sus propios
métodos y creencias para la ubicación de templos, cementerios, ciudades y
habitaciones, tan complejas como las chinas.
Según
la historia del Feng Shui desde tiempos inmemorables era importante para los
chinos la correcta disposición de los cadáveres de sus muertos ya que creían,
que continuaban viviendo en otro mundo y que no pocas veces podían regresar al
nuestro; las tumbas eran no sólo lugares sagrados, sino sitios de poder donde
deberían confluir energías positivas que marcaran un reposo en paz y el camino
de vuelta, razón por la cual muchas tumbas antiguas tenían forma de caparazón
de tortuga, animal venerado y que prestaba un gran equilibrio, de allí que
cuando alguien quería hacerle verdadero daño a la memoria de su enemigo, le
destruía su tumba.
Para
hacer este trabajo de escogencia de una localidad, recurrían a una cantidad de
cálculos matemáticos y uso de figuras geométricas las cuales aplicaban a las
posiciones de las estrellas, condiciones del terreno, dirección de los vientos,
pero fue cuando descubrieron el uso de la aguja magnética cuando se dio el más
importante avance, pues podía precisar con exactitud su posicionamiento
geográfico con referencia al mapa de los cielos, con una precisión de grados,
aunado esto a una serie de ritos y prácticas religiosas, no tomó mucho tiempo
en que el Feng Shui lo utilizaran para escoger el sitio donde construir
asentamientos humanos y hasta donde erigir el palacio del Emperador y las sedes
de gobierno.
Hay
un elemento fundamental en el Feng Shui al igual que en las artes marciales que
es el Qi (se pronuncia Chí) que es la
energía fundamental de todo lo que existe, que puede ser positivo o negativo, y
que en el caso de un asentamiento requiere del estudio completo del entorno,
incluyendo calidad de la tierra y del agua, dirección de los vientos,
correntías y drenaje de aguas, vegetación, humedad, temperaturas, intensidad
lumínica, movimiento del cielo, etc.
Fue
en este momento que se incorporan astrolabios, compases magnéticos, ruedas
cósmicas, tablas de astrología, reglas de cálculo, los famosos loupan y los pa kua, posteriormente y ya
en la modernidad, se empezaron a añadir para los espacios internos objetos que
deflactan la energía negativa, como espejos, tenedores, acuarios, determinadas
plantas, instrumentos musicales, etc.
No es
difícil imaginarse cómo se sumaron las tradiciones de la astrología, del
I-Chin, de la magia y del folklore de las localidades, de allí su origen
geomántico, aquellas culturas creían en una red invisible de energía en la
tierra que podía potenciarse cuando estaban en concordancia con el entramado
celeste.
En este sentido, elaboran los profesores Yong-feng
Zhang y Wei Dai de la Universidad de Tsinghua, de Beijing, China, en su
artículo ¿Es Feng Shui ciencia o
superstición? (2013), Lo siguiente:
El problema de una comunidad de
creyentes de este tipo de sistema de conocimiento como el Feng Shui es, si
puede expandirse a otros sistemas de conocimiento digamos, como el de la física,
aunque sea parcialmente… Esto se puede verificar por el hecho de que algunas
conclusiones del Feng Shui pueden explicarse exitosamente con la aplicación del
conocimiento científico, hasta cierto punto. Por ejemplo, un edificio es
considerado particularmente en buena posición si da la cara al sur y tiene una
montaña a la parte trasera, igual si tiene un río al frente. Expertos en
diferentes disciplinas incluyendo psicología, geofísica y arquitectura han
demostrado que esto es así. Los psicólogos señalan que una montaña a la espalda
y un río al frente, hace que la gente se sienta protegida a la espalda y con
actividad y vida al frente. Al contrario, si un edificio enfrenta una montaña y
en la parte trasera tiene un río, la gente sentirá congestión al frente y
peligro en la parte de atrás. Igualmente, un geofísico considerará razonable
para los edificios en el hemisferio norte que encaren el sur ya que se
aprovechan de recoger la luz del sol y se protegerán mejor de las lluvias en
invierno. Como resultado, las comunidades creyentes en el Feng Shui gozarán de
las ventajas de ambos sistemas de conocimiento.
El otro asunto es el origen del nombre, en China se
le conoce mejor como Kanyu, que como
Feng Shui (que significa literalmente viento y agua), pero hay infinidad de
otras denominaciones como Dili, Xingfa,
Qingwu, Qinglang, Puzhai, Xiangzhai, Tuzhai, Yin-yang, y otras.
En la China contemporánea la práctica del Feng Shui
está mal vista, de hecho sus seguidores fueron duramente perseguidos durante la
revolución cultural de Mao, aunque ahora se nota cierta tolerancia, pero aún
así, no es un conocimiento popular, el gobierno lo tiene como prácticas
arcaicas y hasta mágicas, y muchas comunidades del interior lo han olvidado, ha
sido en occidente donde ha prendido de nuevo y con mucha fuerza, principalmente
entre ecologistas, geógrafos, arquitectos y diseñadores de interiores, créanlo
o no, el presidente Donald Trump, en su faceta como constructor, utilizaba sus
principios regularmente en sus edificios, y en su opinión, con buenos
resultados.
En occidente los consultores de Feng Shui son hoy
algo común cuando se enfrentan proyectos de hábitat y vivienda, la disposición
de la construcción toman en cuenta el microambiente dentro del macroambiente,
haciendo lo posible por relacionarlos de manera armónica lo cual es una buena
práctica, en lo personal, varias de las damas con las que me ha tocado
compartir mi vida, han sido seguidores del Feng Shui, y puedo decir que en
todos esos ambientes me he sentido muy bien, en tranquilidad y equilibrio con
el entorno, y sobre todo en espacios muy limpios, sencillos y poco
congestionados, de modo que, efectivamente, hay un flujo energético positivo.
El Dr, Yuan Ding, de la Escuela de Arquitectura y
Planeamiento Urbano de la Universidad de Zhongshan en China, en su artículo, Kanyu, un caso en la reinterpretación del
espíritu de el espacio (1992) quien ha estudiado a profundidad el
asentamiento de Wudang, famoso por su arquitectura, y construido durante el
reinado de Zhenguan, de la Dinastía Tang (627-649), y en la que Tang Taizong encargó levantar el
ancestral templo de Wulong, destaca como el Feng Shui fue utilizado en toda su
potencialidad. Solamente para escoger el sitio apropiado, los técnicos
requirieron de un año completo de estudio del lugar apropiado, y de la
dirección de la planta del edificio que fue calculada al milímetro.
Dice Ding resumiendo la experiencia: “(Wudang) fue construido se acuerdo a las
teorías del Feng Shui, aplicando las tres premisas fundamentales: 1- Ciertos
lugares son más favorables que otros para las personas. 2- Estos lugares pueden ser localizados utilizando el
Kanyu. 3. Estos lugares por lo tanto, deben lograr para sus
constructores y descendientes las mejores ventajas posibles”.
Decida usted que creer, pero de que vuelan,
vuelan. - saulgodoy@gmail.com
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