La
transición es el pasaje de un estado de cosas a otro distinto, que
necesariamente debería darse entre lo que ha sido la tiranía chavista y la
recuperación de la democracia republicana por parte del pueblo de Venezuela.
Hay
quienes piensan que la transición no sería necesaria si triunfa la tesis de un
proceso de negociación, entre el régimen criminal de Maduro y la llamada
oposición unitaria, que reúne principalmente a todos los elementos socialistas
y comunistas que fueron dejados por fuera durante el banquete de pordioseros, y
desean su oportunidad de gobernar, no importar si tienen que hacerlo sentados a
la misma mesa que con los chavistas asesinos y ladrones, que tanto mal le han
causado a nuestra sociedad.
¿Es
necesaria la transición? Yo creo que sí,
las alternativas serían la negociación o la ruptura, o sea, o hacemos un
gobierno con el chavismo respirando sobre nuestro cuello, en convivencia, o
aceptamos la posibilidad de un nuevo golpe de estado, cuyo futuro es incierto.
Yo
parto que la transición va a ser producto de una intervención humanitaria
internacional, que hará necesario que un gobierno interino de emergencia se
ocupe de la crisis que ya es inocultable en el país, un gobierno de este tipo
tiene sus propias características, es una situación novedosa y extraordinaria
de la cual nunca hemos tenido experiencia, hay quienes opinan que se parece a
una especie de Junta Patriótica o algún otro tipo de gobierno de emergencia que
se haya dado en nuestra historia, de entrada les digo que las circunstancias
son totalmente diferentes, muchas más complejas.
Los
casos de intervención humanitaria que se han dado en el mundo por parte de
fuerzas multinacionales y coalición de países, tienen registradas distintas experiencias
sobre esta fase de transición, de hecho, ya existen manuales, estudios y
recomendaciones de cómo llevarlas a cabo con éxito y con un mínimo de trauma
para las sociedades que las viven, pero todas parten de un principio, los
gobiernos de transición deben ser estructurados y nombrados por el país
intervenido.
Nadie
sabe cuán violenta y disruptiva será una intervención militar humanitaria, y en
el caso de la intervención en contra de la banda criminal de Maduro, menos, se
les ve envalentonado pero no tienen con qué hacer valer sus bravuconadas, el
país está en ruinas y el gobierno está quebrado, pero existen importantes
apoyos internacionales, y lo peor, una cepa de socialistas con toda la
intención de continuar unas políticas y conformar un gobierno marcado por el
chavismo.
De
modo que si se da la transición va a ser en un clima nada grato y muy volátil.
El
gobierno de transición que obligatoriamente tiene que venir, no debería surgir
de los partidos políticos tradicionales, ellos ya tienen un papel importante
que jugar en instituciones que, afortunadamente y a pesar de todo, son
reconocidas nacional e internacionalmente como legítimas, y son: la Asamblea
Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, la Fiscalía General, que van a tener
la responsabilidad en designar y avalar a este grupo de ciudadanos, que van a
conformar el equipo de transición, una vez que el régimen chavista ya no esté
en el poder.
Este
grupo de ciudadanos que debería ser un gobierno colegiado de no más de cinco
(5) personas, se convertiría en el nuevo poder ejecutivo, un poder ejecutivo
bastante sui generis a mi entender, ya que tendrá la responsabilidad de, a
partir de su designación, conformar el gobierno de transición, designar ellos los
ministros y los gobernadores.
A
partir de este punto cada ministro y cada gobernador tiene que configurar su propio
equipo de trabajo designando a su vez a los funcionarios principales que trabajarán
con ellos, una vez designada esta plana ejecutiva, lo más sensato es que
trabajen con el personal que ya existe en las instituciones del estado y está
ocupando posiciones administrativas, esto, por cuestión de tiempo y de no crear
nueva burocracia, evitarnos la curva del aprendizaje de los nuevos funcionarios,
el carácter urgente de la transición exige que el gobierno no se paralice, que
siga prestando sus servicios a los ciudadanos y atendiendo los problemas del
día a día.
Hay
un carácter de urgencia en este delicado momento que amerita de un gobierno lo
más sencillo posible, ágil y eficiente, no es el momento de querer cambiar a
todo el aparato del estado y creo que en medio de las circunstancias, muchos
funcionarios públicos, yo pienso que la mayoría, están en sus puestos porque
necesitan el trabajo, y que una vez que los líderes políticos del chavismo estén
fuera de circulación, y el régimen se haya derrumbado, prevalecerá en ellos su
instinto de supervivencia, razón por la cual se puede confiar en los
funcionarios que existen, si alguno no llenare los requisitos mínimos del cargo
(nacionalidad, preparación, comportamiento, rendimiento) o no cumpliere con su
tarea, o conspirara contra el funcionamiento del nuevo gobierno, sería
inmediatamente removido de su cargo.
No
quiero gastar tiempo ni ideas en como funcionaría el gobierno, solo quiero
recordarles que dentro del seno de este poder ejecutivo interino tienen la
obligación de cumplir con la Constitución y las leyes vigentes, tienen que
responder a los organismos internacionales que encabezan la intervención,
tienen a un pueblo por el cual velar, lo que quiero expresar es que las
condiciones bajo las cuales este grupo trabajaría, serían bastante exigentes y
sacrificadas.
Los
gobiernos de transición son necesariamente breves por varias razones, siendo
las principales que por tratarse de un gobierno no electo, su legitimidad se
pierde con rapidez, debido a las múltiples tareas que debe afrontar, algunas de
ellas muy duras y con efectos no muy populares, se desgasta aceleradamente,
algunas de sus decisiones tiene que ser heroicas, en el sentido que van a
afectar la vida de mucha gente, van a ser blanco fácil de las críticas y
probablemente objetos de odio, cuando menos reclamos, serán los chivos
expiatorios perfectos.
Es
una tarea peligrosa donde los miembros de ese gobierno se juegan no solo sus
reputaciones sino la vida, se convierten en blancos fáciles de atentados y
manifestaciones de violencia pública, prácticamente se convierten en pararrayos
del descontento popular, lo que los inhabilita de hecho políticamente para
tener una vida en la carrera política.
A los
que integran este tipo de gobierno por lo general, se les exige que no se
podrán presentar a cargos de elección durante los próximos dos (2) períodos
electorales, esto, para garantizar la independencia de su gestión, segundo,
todo lo que hagan, absolutamente todo, estaría vigente sólo durante el período
de su gestión, luego, sería cuestión del nuevo gobierno reiterar sus acciones y
disposiciones, o cambiarlas todas, de acuerdo a su interés y necesidad, nada de
lo que hagan o decidan será permanente, sólo funcionará durante el período de
la transición la cual va a estar signada por una palabra, emergencia.
Para
poner una metáfora, el país es un paciente de gravedad, está muriendo, el gobierno
de transición son los paramédicos que llegan como primera respuesta a la
emergencia, y su trabajo es estabilizar al paciente hasta que el doctor en el
hospital lo intervenga, una vez que entregan al paciente al galeno, ya no es su
responsabilidad, y a otra cosa.
Su
actuación debe ser rápida y puntual, por lo que ese breve tiempo que dura, van
ser momentos muy pero muy intensos, con una enorme responsabilidad y trabajando
bajo grandes presiones, no creo que nadie en el país esté acostumbrado o
preparado para algo así.
Personas
de mucha edad o con padecimientos crónicos no son recomendables, servirán como
consejeros, pero nunca para estar entre la candela del día a día, la cuestión
de la seguridad personal y de las familias de estos ciudadanos es fundamental,
vista la naturaleza del régimen saliente y la inestabilidad que generará su
salida, deben esperarse el peor escenario posible y estar preparado para ello,
hay factores internacionales, aliados al chavismo que no dudarán un instante en
atentar en contra de la transición para que fracase, por lo que hay que tener
gente en los bancos, dispuestos al relevo de cualquiera en el gobierno de
transición.
En mi
opinión, lo he escrito en varios artículos y lo he expresado en entrevistas,
las metas de un gobierno de transición en Venezuela son esencialmente seis (6):
1- atender la crisis humanitaria y coordinar todo el esfuerzo internacional de
ayuda humanitaria, alimentos, medicinas y servicios públicos son prioridad, 2-
contener y tratar de resolver el problema grave de violencia e inseguridad que
se vive en el país, reasignar funciones a las FFAA y las policías, 3- controlar
el gasto público y clarificar las cuentas del país, un diagnóstico claro de la
situación encontrada y hacerlo público, mantener coherencia y estabilidad en
las políticas monetarias con el fin de ir controlando la inflación, 4- proceder
de inmediato a la recomposición del poder electoral y judicial, preparar unas
elecciones generales en el menor tiempo posible, tener informados a los
partidos políticos en estos avances, 5- reparar nuestras relaciones
internacionales, atender a grupos de países amigos y donantes haciéndoles ver
necesidades y programas de atención, comunicar con eficiencia las medidas que
se están tomando y sus resultados, atender los compromisos urgentes de la deuda
externa y revisar todas las demandas, procesos judiciales en contra de la
nación, 6- iniciar la labor de reconstrucción del país, en especial de su
aparato productivo, poniendo prioridades en el sector alimentario y energético,
dar comienzo a los procesos de privatización más necesarios e ir levantando
todos los controles y normas que entorpezcan el libre mercado.
Estas
tareas son todas urgentes y deben iniciarse de manera simultáneas, y deben
tener el respaldo de todas las instituciones para que funcione.
Como
se podrá observar no son problemas políticos, son tareas administrativas, ejecutorias
que se deben dar para contener una crisis y preparar el camino para la
democracia, dentro de unas condiciones inflexibles; se trata de nadar en agua
profundas y con tiburones, se van a tener que tomar decisiones muy duras y que
probablemente tengan consecuencias a posteriori para quienes tuvieron que
asumirlas, es por ello, que el éxito o fracaso de la transición penderá en el
cuello de sus protagonistas, por el resto de sus vidas y en la historia.
La
única tarea de carácter político sería la de mantener un clima de paz, evitar
las situaciones de conflicto, e iniciar los procesos de reconciliación y
justicia a los que hubiere lugar, afortunadamente si se trabaja en equipo, como
debe ser, los demás poderes públicos pueden mitigar estos daños colaterales,
los partidos pudieran hacer el trabajo político, mientras el poder ejecutivo
hace el trabajo sucio que nadie más quiere hacer y trata dew poner orden en la
casa.
Creo
que no va a ser un trabajo muy solicitado, pero es algo necesario, que va a
requerir de un gran amor por el país, y sólo apto para las mejores mentes. -
saulgodoy@gmail.com
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