miércoles, 7 de noviembre de 2018

Doble juego, o el fin de la inocencia



Pienso y creo que Nicolás Maduro en unos de sus recientes viajes secretos a Cuba, recibió instrucciones del gobierno cubano de otorgarle todo el financiamiento y el apoyo necesario al grupo guerrillero de origen colombiano, el ELN y a los grupos no desmovilizados de las FARC, para que administre una buena parte del territorio Amazonas y Bolívar, con el propósito de garantizar la extracción del oro, instalación de laboratorios de drogas, uso de pistas aéreas clandestinas y el cobro de vacunas, extorción y abigeato en todo ese territorio, esto con dos propósitos: por un lado, garantizarle al gobierno de Maduro una parte del oro para sostener sus gastos de gobierno, y el más importante, mantener bases de operaciones y una fuerza armada móvil, operativa y con miras a convertirse en el centro principal de operaciones del movimiento subversivo colombiano, al norte del subcontinente.
Eso es lo que debió haber sucedido para explicar el tremendo embrollo en que el país se encuentra.
La guerrilla Colombiana viene ejerciendo soberanía sobre territorio venezolano en todos los estados fronterizos, los incidentes que incluyen muertes, asaltos, robo de material militar, secuestros, son todos eventos reseñados por la prensa y sobre los cuales el régimen no ha hecho nada por evitarlos y menos por contenerlos, a pesar de los innumerables planes, reforzamientos de puestos fronterizos, los operativos de las estructuras de seguridad como las REDI, los ZODI, el CEOFANB, resultan en un altísimo porcentaje ineficientes y sin resultados.
No tengo manera de comprobar mi hipótesis otra que las conexiones lógicas que obligatoriamente surgen de diversos hechos, como son la efectiva presencia de columnas de guerrilleros ejerciendo control territorial al sur de nuestro país, la poca o ninguna actividad contrainsurgente desplegada por nuestras fuerzas armadas, y toda una cantidad de sucesos criminales destacados por la prensa de masacres, emboscadas, arrestos y pugnas entre el ELN y otros factores del crimen organizado que compiten por el control de las minas, sobre todo en Tumeremo, Guasipati y El Callao, en el estado Bolívar donde se han registrado el mayor número de asesinatos.
Como todos sabemos, la agenda de Maduro con Cuba es un secreto de estado, todo se realiza a espaldas del pueblo de Venezuela, pero basta ver la caótica situación desatada en esas selvas, la inoperancia de las autoridades, principalmente de militares que tienen bajo su comando la seguridad de las operaciones en el llamado Arco Minero, y el clarísimo juego de desinformación que lleva a cabo la mismísima Comandancia de las FFAA, para involucrar y manipular hechos, personas, e intereses en un vano intento de ocultar una gravísima situación de seguridad propiciada desde el poder ejecutivo.
Para todos es conocido que nuestros cuerpos de inteligencia, tanto políticos como militares están controlados por los cubanos, entre ellos el temido SEBIN, causante de tantas desgracias y violaciones de DDHH en nuestro país, son ellos los que accionan los planes de represión y anulación de todos las fuerzas de oposición y los encargados de acallar y perseguir la protesta, tienen en sus manos los tribunales militares, el TSJ y toda la red de tribunales al servicio de esta desgraciada revolución.
¿Qué significa todo esto? Que todos los planes que se hacen por las FFAA para combatir el crimen y la subversión, a las pocas horas se encuentran en un escritorio de La Habana, para ser retransmitidos al ELN y las FARC.  Pero esta situación es mucho más grave, tanto Maduro como Padrino, están identificados en la opinión pública como agentes del régimen castrocomunista, ellos actúan como si recibieran órdenes directamente de Raúl Castro y de un grupo selecto de operadores que actúan como si fueran sus agentes de control, todo lo que pasa por sus manos pareciera, va directa o indirectamente a manos de la guerrilla, ellos saben todos los movimientos de nuestras fuerzas armadas, de allí se desprendería la facilidad con que sus ataques cobran esa cantidad de víctimas entre nuestros soldados.
¿Se ha hecho algo por parte del régimen por evitar esta peligrosa percepción? No.
Las denuncias valientemente llevada a los medios de comunicación por el diputado Américo De Gracia y por el gobernador electo y legítimo del Estado Bolívar Andrés Velásquez, a quienes han amenazado, hostigado y han tratado de involucrarlos en conspiraciones con grupos paramilitares operando en la región, los reportajes de la periodista Sebastiana Barraez, del experto en noticias criminales Javier Ignacio Mayorca, las opiniones informadas de la analista de defensa Rocío San Miguel, apuntan a que bajo estas circunstancia, jamás podremos derrotar al enemigo, todos los hechos conducen a la hipótesis de que tenemos fugas de información importantes, a muy altos niveles, que van a parar a manos del enemigo.
El más obvio alegato de la participación de las más altas autoridades militares y políticas del país, las dio el Ministro de la Defensa, General Vladimir Padrino López, cuando declaró públicamente sobre el turbio asunto de la aprensión de Luis Ortega Bernal aparente líder del ELN en el sur de Venezuela, a quien le decomisaron cédulas venezolana y Carnet de la Patria, recientemente emitidos, a pesar de tener una orden de captura por la Interpol, este sujeto, aparentemente es uno de los responsables de la muerte de tres (3) Guardias Nacionales muertos y la decena de heridos, en un ataque sorpresa por la guerrilla en Amazonas, en el sitio de el Picatonal, en contra de efectivos de las FFAA nacionales ocurridos el pasado 4 de noviembre.
Sorpresivamente el Ministro no dio ninguna instrucción, ni develó un operativo de de búsqueda y aprehensión de estos insurgentes, pero lo que sí hizo de manera patética, fue rogarle a los guerrilleros que se retiraran y ponerles música para aturdirlos, simplemente se limitó a decir que estos grupos (no los identificó como parte del Ejercito de Liberación Nacional) pertenecían a uno de los bandos de la guerra interna que se desarrolla en Colombia, y que el gobierno colombiano era el responsable de la situación.
Este apoyo fáctico en la realidad y encubierto en las declaraciones del régimen chavista hacia la guerrilla colombiana, tiene sus antecedentes con Hugo Chávez, quien le prestaba asistencia médica a sus combatientes heridos o enfermos, no fueron pocas las veces que aun conociendo la ubicación exacta de los campamentos guerrilleros en nuestro territorio, Chávez se hiciera “el chino” ante las evidencias y no hiciera nada por erradicarlos.
El régimen de Maduro fue parte importante en las supuestas conversaciones de paz en la Habana, donde el gobierno colombiano negociaba con los grupos guerrilleros y el gobierno venezolano era el garante del ELN, el gobierno colombiano y su ejército saben que cualquier información que cursen con sus pares venezolanos, es igual que dárselos a la guerrilla.
Obviando todo el contenido sobre los intereses del régimen y sus cómplices por las riquezas de oro, diamantes y coltán, que son la causa de estos peligrosos incidentes y por los cuales se han disparado alertas internacionales sobre el tráfico ilícito de estos minerales, que alimentan los cofres de guerra de la nueva ola de insurrección comunista en Latinoamérica, mi nada estimado General Padrino López, es el único responsable de la muerte de sus propios hombres, conjuntamente con el Comandante Supremo de las FFAA Nicolás Maduro Moros, ambos perdido en el laberinto de sus propias inequidades, ambos jugando un doble juego de mortales consecuencias.
La familia más cercana del dictador, el sujeto llamado “Nicolasito”, pareciera estar  involucrado, conjuntamente con la llamada Primera Combatiente, en una extensa red de extracción y contrabando de materiales estratégicos hacia Turquía, Irán, Rusia y China, es imposible no imaginarse las implicaciones de esta familia, en el tráfico de minerales estratégicos, algunos de sus miembros ya tiene prontuario como una banda internacional de lavadores de dinero de la corrupción, amparados por los fueros diplomáticos que ellos mismos irrespetan.
Cuando el Alto Mando militar se convierte en el principal sospechoso en una coladera de información hacia el enemigo, como aparentemente está sucediendo, no hay posibilidad de victoria, serían todos reos del peor delito posible: traición a la patria, pero debo advertir, esto no se trata solamente del saqueo de las riquezas minerales del país, ni de proporcionarle al ELN una base de operaciones para acciones futuras de carácter continental, no hace falta mucha imaginación para conectar todos los puntos y ver, que el escenario inmediato, no es otro que la toma militar de Venezuela por parte de la guerrilla Colombiana.
Terrible situación para nuestras ya desprestigiadas FFAA dado al calamitoso estado de su apresto. logística y quiebre de su cadena de mando, están jugando con ellas un peligroso y mortal juego de traiciones y trapisondas con un Alto Mando que aparenta a gritos estar vendido al enemigo, y haciendo que los soldados venezolanos sean las víctimas propiciatorias de un balance imposible de mantener sin bajas, generales y comandantes trabajando para los cubanos y la guerrilla colombiana, haciendo un pobre papel de autoridades soberanas, cuando la verdad no son sino socios o empleados de los enemigos de la patria, y poniendo a sus subalternos en situación de peligro, como blancos fáciles para que sus asociados practiquen el tiro al blanco con ellos.
¿Por qué no se han iniciado investigaciones para determinar responsabilidades en este turbio affair?
¿Por qué los cubanos siguen manejando importantes sectores de nuestra seguridad?
La pregunta que queda en el aire es, ya desgarrados los velos del régimen, ahora que todos los venezolanos estamos viendo al chavismo actuando en su impúdica desnudez ¿Queda algo o alguien sano dentro de las FFAA venezolanas con la capacidad de restaurar el orden violado? ¿Queda amor por Venezuela suficiente para detener esta invasión promovida supuestamente desde Miraflores?
Una situación tan corrupta y degenerada, que prácticamente implica la desaparición de toda autoridad nacional y soberana en el país, lo que significa es que todos los ciudadanos de Venezuela estamos por nuestra cuenta, sin ningún tipo de defensa sino a la que podamos recurrir cuando seamos atacados, con el riesgo de quedar involucrados en una investigación judicial “precocinada” para que aparezcamos como el enemigo.
Lo más probable que ocurra luego de esta gigantesca avalancha de mala publicidad para el régimen de Cuba, de Maduro y del Estado Mayor de las FFAA, es que se escojan grupos de chivos expiatorios que van a ser entregados para bajar la presión, quizás incluso la derrota militar de una o dos columnas del ELN en la región, pero si no se aparta a Nicolás Maduro y a sus compinches del poder, la situación continuará igual, o mucho peor, la poca buena fe que quedaba por parte de los ciudadanos hacia las FFAA se está diluyendo ante esta delicada situación.
En la Asamblea Nacional legítima y constitucional tenemos hoy en día 43 diputados que parecen no haberse enterado de los momentos tan precarios que vive la nación, son 43 personas con nombre y apellido que dicen estar representándonos en esa institución legislativa, y quienes están actuando de espaldas a nuestros intereses, apoyando con sus acciones y omisiones al régimen que hoy nos oprime, y que son los que verdaderamente están torpedeando la unidad nacional, ellos son parte de este diabólico entramado.
Una trampa 22 perfecta como las que ideó el novelista Alex Halley, en su novela homónima, una situación de la cual no hay escapatoria, se trata del ideal chavista originario, de poner a todos los ciudadanos de Venezuela bajo estado permanente de sospecha, es hoy una terrorífica realidad, por el sólo hecho de ser venezolanos estamos de manos contra la pared y apuntados con armas en la nuca por invasores comunistas cubanos y colombianos.
El círculo se cierra, y 30 millones de venezolanos seguimos marchando hacia nuestra ruina y extinción, como un rebaño de ovejas, mientras los cubanos reciben otro embarque, un tanquero lleno de esa gasolina que tanto nos hace falta.   -   saulgodoy@gmail.com



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