El
Ciudadano Joaquín F. Chaffardet, en un artículo titulado ¿La Asamblea Nacional promotora de la Impunidad? Escrito el 13 de
noviembre a raíz del comunicado que publicó dicha institución bajo el nombre de
“ACUERDO CON EL OBJETO DE IMPULSAR UNA SOLUCIÓN POLÍTICA A LA CRISIS NACIONAL,
FORTALECIENDO LAS FUERZAS DEMOCRÁTICAS DEL PUEBLO DE VENEZUELA CON EL RESPALDO DE
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL”, expone de manera concisa y clara aspectos claves
que no voy a repetir, y a las cuales me adhiero en su totalidad, las resumo
diciendo que dicho comunicado viniendo de un cuerpo tan importante y en momento
tan delicado, deja mucho que desear sobre forma y fondo del asunto que trata,
desconcierta más que explica, y nos hace parecer a todos los venezolanos como
unos onagros ante la opinión pública mundial.
Busquen
el artículo y el texto del acuerdo, no dejen de leerlos.
La
falta de sindéresis y la pobreza del lenguaje reflejan una falta de cultura y
comprensión de los avatares que afligen al país y expresan muy bien la
naturaleza y limitada visión de quienes hoy dirigen ese Poder Legislativo, que
si hubieran estado conscientes de sus limitaciones hubieran contratado a
alguien con buena pluma, para redactar tal comunicado, que no retrata sino a un
corpúsculo muy pequeño de la oposición que cree tener las llaves del reino en
los bolsillos.
Y
cuando hablo de buena pluma me refiero a alguien que sepa de la técnica de
redacción legislativa, que esté enterado y haya verificado las cifras y las
conclusiones a las que llega ese comunicado, es decir, que se haya cuidado de
verificar la investigación documental efectuada, que sepa estructurar las ideas
de manera coherente sin que se les vean las costuras, o sea, las ganas locas
que reflejan este cuerpo parlamentario de entrar en una negociación política
con el régimen con tal de conseguir algunas ventajas de figuración.
Creo
que muy bien han podido pedirle al sociólogo y doctor en filosofía de su
especialidad, el ciudadano Carlos Raúl Hernández, quien ha hecho lo imposible
en demostrar que los políticos y la política es una actividad amoral y sus
participantes no deben tener ni imponer principios, pero quien escribe con
pasión y soltura; que les eche una mano en este tipo de documento que pretende
marcar pautas de comportamientos en la colectividad, estoy seguro que
hubiera hecho un mejor trabajo.
Pero
el problema fundamental que veo en tal iniciativa, es que sin preguntar, sin la
participación de la mayoría de la oposición organizada, incluyendo a esa
molesta y viperina secta radical, pretendan imponer un plan que no tiene otro
propósito que alimentar sus propios intereses y expectativas, y hacerlo pasar
como un pensamiento grupal que engloba a toda la oposición.
Es
terrible que los menos aptos se sigan arrogando este tipo de acciones desde las
pocas instituciones que nos quedan con cierta legitimidad.
El
ciudadano Barbosa sin tener la cualidad ni la capacidad intelectual, pretende
dictar cátedra sobre la manera de proceder en esta delicada encrucijada y lo
siento por él, no tiene como, se la pasa cometiendo dislates y torpezas de
amateur, pero pretender darle luces a la comunidad internacional sobre la
manera de solucionar el conflicto en Venezuela, creo que se fue de bruces.
Todo
venezolano que tenga dos dedos de frente leerá el documento y se dará cuenta
que se trata de una de esas posiciones clásicas de la democracia boba, perdona
vidas, que no hará justicia, que quiere pasar la página lo más rápido posible
para que no se vea la inmensa torta que pusieron quienes hoy siguen prolongando
la agonía de un pueblo que sufre las consecuencias de su inexperiencia política,
y tratan, estos factores del poder oportunista, de pasar agachados en las
responsabilidades que tienen que asumir ante el país por hacernos perder el
tiempo, arruinar nuestras vidas, y darle oxígeno al régimen que parasita del
país para complacer sus dilatados egos.
Este
documento de la Asamblea Nacional es la clara expresión del grupo de
negociantes que todavía no han abandonado la idea de sentarse de nuevo con el
régimen criminal de Maduro, y llegar a acuerdos de participación y cooperación
para la fundación de un nuevo estado con esas lacras, las prédicas del diputado
Miguel Pizarro vocero del grupo, que reúne a los partidos del establishment
conocido como Frente Amplio y que todavía guardan un calendario oficial de
fechas claves como el 5 o el 10 de Enero, donde supuestamente sería un punto de
inflexión para nuestra historia y para nuestra sociedad, dada la supuesta
asunción de Maduro como mandatario para un nuevo período, me indican que
todavía andan algunos políticos nariceados por el chavismo en su estrategia de
dominio, esas fechas no significan nada, el calendario democrático y
constitucional de la nación hace ya mucho tiempo dejó de tener sentido excepto
para los usurpadores.
Los
políticos que todavía quieren olerle los
cuescos al chavismo hacen bien en seguir sus estrategias, pero la secta
opositora radical, que a todas luces son quienes tienen la razón considera que
nuestros tiempos son otros, nuestras fechas fundamentales las hacemos nosotros,
no nos la impone el Cuba, por lo que esos lapsos urgentes y esa presión por
alcanzar horizontes y escenarios propuestos por el enemigo, fechas de registros
de organizaciones políticas y de encuentros electorales, son favores que se les
hace a los opresores en calidad de colaboracionistas.
Pero
el principal error de la estrategia del Frente Amplio radica en hacer girar
todo sus eventos y posiciones en torno a unas expectativas de elecciones que no
tienen ningún sentido, no por ahora, aún cuando el profesor Magdaleno insista
en sus estadísticas de solución de conflictos, que en otros casos
internacionalmente han funcionado, el caso de Venezuela rompe definitivamente con
ese molde, no estamos sobre esos rieles.
En
algún momento toda esa gente tiene que entender que nuestro caso sólo será
resuelto internacionalmente y por una intervención masiva y organizada de
países y organizaciones multilaterales, hay demasiado factores enquistados en el
poder en Venezuela, cada uno cuidando sus intereses, ninguno es de por estos
lares, ni siquiera Maduro; a estas alturas, pretender que somos nosotros, los
venezolanos quienes vamos a solucionar este conflicto entre potencias, con
participaciones de intermediarios y negociantes que obedecen a intereses
transnacionales, con fuerzas armadas extranjeras posicionadas en diversas
regiones, es una fantasía, una muy mala.
Lo
primero que debemos caer en cuenta es que somos las víctimas, que estamos
secuestrados por organizaciones criminales apoyadas por grandes factótums
empresariales, políticos, militares y hasta terroristas, que el narcotráfico
juega un papel importante, nos están utilizando para meter miedo, para subir el
precio de las acciones de quienes controlan la situación y llegar finalmente a
una negociación donde ninguno de nosotros tiene un papel fundamental, están
creando pánico en la región con el desplazamiento de la migración forzada,
están desestabilizando la región para crear un clima que detenga a las fuerzas
de la derecha emergente, nos están utilizando para hacerle daño a los intereses
de los EEUU.
El
pobrecito de Pizarro se la pasa diciendo que Capriles, Ramos Allup, Falcón y
otros políticos de medio pelo son necesarios para lo que viene, que todos
tenemos una tarea que cumplir en el rescate y la reconstrucción del país, cosa
que es verdad, pero no en éste momento, ese grupo se quedó en el plano
electoral y no ha salido de allí, y en ese plano no hay vida, lo que hacen es
crear falsas expectativas, fortalecer a ciertos sectores intervencionistas, y
creer ellos, que pueden hacer algo efectivo.
Tal
y como yo lo veo, nuestra apuesta la debemos jugar para que el gobierno de
Trump, el gobierno de los republicanos, hagan algo que nos ayude, en
coordinación con Europa y nuestros aliados regionales, y se pueda recuperar al
país de manos de las fuerzas del mal que hoy nos ocupan, no debemos confiar en
los políticos del partido demócrata, fueron ellos quienes nos pusieron en este
brete, y si vuelven al poder en los EEUU, simplemente nos van a entregar al
mejor postor.
Una
salida militar a estas alturas sería costosa, aunque necesaria, se perdió un
tiempo muy valioso, y parte de la culpa la tenemos nosotros mismos, pues no
tuvimos la capacidad de entender nuestra situación y ponernos de acuerdo sobre
asuntos tan elementales, como a quien se le va entregar el país una vez
rescatado, las opciones que estamos brindando son, una peor que la otra, y en
casi todas estamos contando con el chavismo en alguna de sus versiones o con la
supuesta creatividad y autonomía del genio y la iniciativa criolla, que está
demostrado es un mito.
Tenemos
una Asamblea Nacional en manos de unos incapaces, que ya les pasó su tiempo de
figuración pero no quieren abandonar sus posiciones de poder, ilusorio, y están
impidiendo que otras personas con mayor comprensión y ganas de actuar se
encarguen de la situación, Barbosa tiene que salir de la presidencia de la AN
su presencia es un estorbo, fue puesto en esa posición por un juego político
que nada tiene que ver con nuestra sobrevivencia y sólo se debe a unos
intereses mezquinos.
Mis
recomendaciones son: que de inmediato se haga una renovación de la Asamblea
Nacional, sustituyendo a su directiva por personas que entiendan y tengan
experiencia en asuntos de política exterior, que los hay y muy buenos, que se
cree una unidad de inteligencia propia, para que capte, analice y produzca productos de
información confiables, que puedan ser usados para adelantar objetivos para un
gobierno de transición, que curse información fidedigna y al día sobre nuestra
situación y las posibles opciones que tenemos de ayudar a quienes quieren
ayudarnos, esto, debido a la enorme cantidad de fakenews y desinformación que produce el régimen de Maduro y Cuba.
Hay
que trazar una estrategia internacional, una agenda, que va a implicar una
logística mundial y coherente de tareas, visitas, presentaciones, que nos ayude
a sumar amigos y aliados a nuestra causa, que nos vean como un país consciente
de sus limitaciones y posibilidades, capaz de hacer la diferencia en el
subcontinente, debemos promocionar a un grupo de personas con capacidad de
hacerse cargo del nuevo gobierno e impulsar una agenda de cambio, este grupo de
personas debe ser confiable, profesionales, y que crean en el nuevo proyecto de
país que se va a construir, ya no se trata de volver a pegar los pedazos de lo
que éramos, estamos ante un nuevo paradigma, la Venezuela que fue, nunca más
será.
Olvídense
de lo que los chavistas van o no hacer, por los momentos tienen el poder y en
todas sus acciones se reflejan las grandes contradicciones de su dirigencia,
tienen demasiados amos que complacer, Maduro y su patético gobierno lo que hace
es correr riesgos en cada jugada que planifican, ellos lo saben, si radicalizan
su posición lo que hacen es echarle más leña al fuego y ya están rostizados.
En
este momento, sólo pueden jugar a lo que menos daño les haga, si quieren
imponer a Maduro como dictador de por vida, lo van hacer y punto, con todas sus
consecuencias, y sin importar si la oposición está o no de acuerdo, los
chavistas están recibiendo castigos gracias a las sanciones internacionales,
están destruyendo nuestro hábitat y martirizando a la población con el solo fin
de que esas sanciones se levanten, por primera vez en la historia de la
humanidad el crimen organizado está en poder de un país y tratando de jugar
como ficha dentro de la comunidad internacional.
El
régimen chavista llegó a los límites materiales de su desempeño, sus
posibilidades de obtener recursos es sumamente limitado, ya es inviable
sostener la gobernabilidad a pesar del ejército de ocupación que actualmente
hay en el país, son fuerzas multinacionales que han desfigurado por completo la
posibilidad de autonomía de un gobierno nacional.
Nuestro
juego, como oposición, es afuera de Venezuela, en este momento atender al
pueblo debe hacerse por razones estrictamente humanitarias, pero la política,
entendida como la promosión partidista, sobra.
Los
lideres que puedan, deben viajar a los diferentes centros de poder, escaparse
por cualquier frontera, y hacer un intenso e inteligente lobby a favor de una
Venezuela libre y democrática, hay que negociar afuera, y con los poderes facticos
que pueden solucionar este problema, ofreciéndole negocios, oportunidades,
pagos, reconociéndoles sus gastos a nuestro favor y con pingues ganancias, hay
que ser pragmáticos, debemos vendernos como socios confiables y si eso implica
base militares, cesiones de territorio para actividades exclusivas, condiciones
inmejorables para las inversiones, lo que sea necesario, ya tendremos tiempo de
nivelar las cargas, lo importante es salir de este hueco. - saulgodoy@gmail.com
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