miércoles, 14 de noviembre de 2018

El arroz con mango de la AN y el Frente Amplio



El Ciudadano Joaquín F. Chaffardet, en un artículo titulado ¿La Asamblea Nacional promotora de la Impunidad? Escrito el 13 de noviembre a raíz del comunicado que publicó dicha institución bajo el nombre de “ACUERDO CON EL OBJETO DE IMPULSAR UNA SOLUCIÓN POLÍTICA A LA CRISIS NACIONAL, FORTALECIENDO LAS FUERZAS DEMOCRÁTICAS DEL PUEBLO DE VENEZUELA CON EL RESPALDO DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL”, expone de manera concisa y clara aspectos claves que no voy a repetir, y a las cuales me adhiero en su totalidad, las resumo diciendo que dicho comunicado viniendo de un cuerpo tan importante y en momento tan delicado, deja mucho que desear sobre forma y fondo del asunto que trata, desconcierta más que explica, y nos hace parecer a todos los venezolanos como unos onagros ante la opinión pública mundial.
Busquen el artículo y el texto del acuerdo, no dejen de leerlos.
La falta de sindéresis y la pobreza del lenguaje reflejan una falta de cultura y comprensión de los avatares que afligen al país y expresan muy bien la naturaleza y limitada visión de quienes hoy dirigen ese Poder Legislativo, que si hubieran estado conscientes de sus limitaciones hubieran contratado a alguien con buena pluma, para redactar tal comunicado, que no retrata sino a un corpúsculo muy pequeño de la oposición que cree tener las llaves del reino en los bolsillos.
Y cuando hablo de buena pluma me refiero a alguien que sepa de la técnica de redacción legislativa, que esté enterado y haya verificado las cifras y las conclusiones a las que llega ese comunicado, es decir, que se haya cuidado de verificar la investigación documental efectuada, que sepa estructurar las ideas de manera coherente sin que se les vean las costuras, o sea, las ganas locas que reflejan este cuerpo parlamentario de entrar en una negociación política con el régimen con tal de conseguir algunas ventajas de figuración.
Creo que muy bien han podido pedirle al sociólogo y doctor en filosofía de su especialidad, el ciudadano Carlos Raúl Hernández, quien ha hecho lo imposible en demostrar que los políticos y la política es una actividad amoral y sus participantes no deben tener ni imponer principios, pero quien escribe con pasión y soltura; que les eche una mano en este tipo de documento que pretende marcar pautas de comportamientos en la colectividad, estoy seguro que hubiera  hecho un mejor trabajo.
Pero el problema fundamental que veo en tal iniciativa, es que sin preguntar, sin la participación de la mayoría de la oposición organizada, incluyendo a esa molesta y viperina secta radical, pretendan imponer un plan que no tiene otro propósito que alimentar sus propios intereses y expectativas, y hacerlo pasar como un pensamiento grupal que engloba a toda la oposición.
Es terrible que los menos aptos se sigan arrogando este tipo de acciones desde las pocas instituciones que nos quedan con cierta legitimidad.
El ciudadano Barbosa sin tener la cualidad ni la capacidad intelectual, pretende dictar cátedra sobre la manera de proceder en esta delicada encrucijada y lo siento por él, no tiene como, se la pasa cometiendo dislates y torpezas de amateur, pero pretender darle luces a la comunidad internacional sobre la manera de solucionar el conflicto en Venezuela, creo que se fue de bruces.
Todo venezolano que tenga dos dedos de frente leerá el documento y se dará cuenta que se trata de una de esas posiciones clásicas de la democracia boba, perdona vidas, que no hará justicia, que quiere pasar la página lo más rápido posible para que no se vea la inmensa torta que pusieron quienes hoy siguen prolongando la agonía de un pueblo que sufre las consecuencias de su inexperiencia política, y tratan, estos factores del poder oportunista, de pasar agachados en las responsabilidades que tienen que asumir ante el país por hacernos perder el tiempo, arruinar nuestras vidas, y darle oxígeno al régimen que parasita del país para complacer sus dilatados egos.
Este documento de la Asamblea Nacional es la clara expresión del grupo de negociantes que todavía no han abandonado la idea de sentarse de nuevo con el régimen criminal de Maduro, y llegar a acuerdos de participación y cooperación para la fundación de un nuevo estado con esas lacras, las prédicas del diputado Miguel Pizarro vocero del grupo, que reúne a los partidos del establishment conocido como Frente Amplio y que todavía guardan un calendario oficial de fechas claves como el 5 o el 10 de Enero, donde supuestamente sería un punto de inflexión para nuestra historia y para nuestra sociedad, dada la supuesta asunción de Maduro como mandatario para un nuevo período, me indican que todavía andan algunos políticos nariceados por el chavismo en su estrategia de dominio, esas fechas no significan nada, el calendario democrático y constitucional de la nación hace ya mucho tiempo dejó de tener sentido excepto para los usurpadores.
Los políticos que todavía quieren olerle  los cuescos al chavismo hacen bien en seguir sus estrategias, pero la secta opositora radical, que a todas luces son quienes tienen la razón considera que nuestros tiempos son otros, nuestras fechas fundamentales las hacemos nosotros, no nos la impone el Cuba, por lo que esos lapsos urgentes y esa presión por alcanzar horizontes y escenarios propuestos por el enemigo, fechas de registros de organizaciones políticas y de encuentros electorales, son favores que se les hace a los opresores en calidad de colaboracionistas.
Pero el principal error de la estrategia del Frente Amplio radica en hacer girar todo sus eventos y posiciones en torno a unas expectativas de elecciones que no tienen ningún sentido, no por ahora, aún cuando el profesor Magdaleno insista en sus estadísticas de solución de conflictos, que en otros casos internacionalmente han funcionado, el caso de Venezuela rompe definitivamente con ese molde, no estamos sobre esos rieles.
En algún momento toda esa gente tiene que entender que nuestro caso sólo será resuelto internacionalmente y por una intervención masiva y organizada de países y organizaciones multilaterales, hay demasiado factores enquistados en el poder en Venezuela, cada uno cuidando sus intereses, ninguno es de por estos lares, ni siquiera Maduro; a estas alturas, pretender que somos nosotros, los venezolanos quienes vamos a solucionar este conflicto entre potencias, con participaciones de intermediarios y negociantes que obedecen a intereses transnacionales, con fuerzas armadas extranjeras posicionadas en diversas regiones, es una fantasía, una muy mala.
Lo primero que debemos caer en cuenta es que somos las víctimas, que estamos secuestrados por organizaciones criminales apoyadas por grandes factótums empresariales, políticos, militares y hasta terroristas, que el narcotráfico juega un papel importante, nos están utilizando para meter miedo, para subir el precio de las acciones de quienes controlan la situación y llegar finalmente a una negociación donde ninguno de nosotros tiene un papel fundamental, están creando pánico en la región con el desplazamiento de la migración forzada, están desestabilizando la región para crear un clima que detenga a las fuerzas de la derecha emergente, nos están utilizando para hacerle daño a los intereses de los EEUU.
El pobrecito de Pizarro se la pasa diciendo que Capriles, Ramos Allup, Falcón y otros políticos de medio pelo son necesarios para lo que viene, que todos tenemos una tarea que cumplir en el rescate y la reconstrucción del país, cosa que es verdad, pero no en éste momento, ese grupo se quedó en el plano electoral y no ha salido de allí, y en ese plano no hay vida, lo que hacen es crear falsas expectativas, fortalecer a ciertos sectores intervencionistas, y creer ellos, que pueden hacer algo efectivo.
Tal y como yo lo veo, nuestra apuesta la debemos jugar para que el gobierno de Trump, el gobierno de los republicanos, hagan algo que nos ayude, en coordinación con Europa y nuestros aliados regionales, y se pueda recuperar al país de manos de las fuerzas del mal que hoy nos ocupan, no debemos confiar en los políticos del partido demócrata, fueron ellos quienes nos pusieron en este brete, y si vuelven al poder en los EEUU, simplemente nos van a entregar al mejor postor.
Una salida militar a estas alturas sería costosa, aunque necesaria, se perdió un tiempo muy valioso, y parte de la culpa la tenemos nosotros mismos, pues no tuvimos la capacidad de entender nuestra situación y ponernos de acuerdo sobre asuntos tan elementales, como a quien se le va entregar el país una vez rescatado, las opciones que estamos brindando son, una peor que la otra, y en casi todas estamos contando con el chavismo en alguna de sus versiones o con la supuesta creatividad y autonomía del genio y la iniciativa criolla, que está demostrado es un mito.
Tenemos una Asamblea Nacional en manos de unos incapaces, que ya les pasó su tiempo de figuración pero no quieren abandonar sus posiciones de poder, ilusorio, y están impidiendo que otras personas con mayor comprensión y ganas de actuar se encarguen de la situación, Barbosa tiene que salir de la presidencia de la AN su presencia es un estorbo, fue puesto en esa posición por un juego político que nada tiene que ver con nuestra sobrevivencia y sólo se debe a unos intereses mezquinos.
Mis recomendaciones son: que de inmediato se haga una renovación de la Asamblea Nacional, sustituyendo a su directiva por personas que entiendan y tengan experiencia en asuntos de política exterior, que los hay y muy buenos, que se cree una unidad de inteligencia propia, para que  capte, analice y produzca productos de información confiables, que puedan ser usados para adelantar objetivos para un gobierno de transición, que curse información fidedigna y al día sobre nuestra situación y las posibles opciones que tenemos de ayudar a quienes quieren ayudarnos, esto, debido a la enorme cantidad de fakenews y desinformación que produce el régimen de Maduro y Cuba.
Hay que trazar una estrategia internacional, una agenda, que va a implicar una logística mundial y coherente de tareas, visitas, presentaciones, que nos ayude a sumar amigos y aliados a nuestra causa, que nos vean como un país consciente de sus limitaciones y posibilidades, capaz de hacer la diferencia en el subcontinente, debemos promocionar a un grupo de personas con capacidad de hacerse cargo del nuevo gobierno e impulsar una agenda de cambio, este grupo de personas debe ser confiable, profesionales, y que crean en el nuevo proyecto de país que se va a construir, ya no se trata de volver a pegar los pedazos de lo que éramos, estamos ante un nuevo paradigma, la Venezuela que fue, nunca más será.
Olvídense de lo que los chavistas van o no hacer, por los momentos tienen el poder y en todas sus acciones se reflejan las grandes contradicciones de su dirigencia, tienen demasiados amos que complacer, Maduro y su patético gobierno lo que hace es correr riesgos en cada jugada que planifican, ellos lo saben, si radicalizan su posición lo que hacen es echarle más leña al fuego y ya están rostizados.
En este momento, sólo pueden jugar a lo que menos daño les haga, si quieren imponer a Maduro como dictador de por vida, lo van hacer y punto, con todas sus consecuencias, y sin importar si la oposición está o no de acuerdo, los chavistas están recibiendo castigos gracias a las sanciones internacionales, están destruyendo nuestro hábitat y martirizando a la población con el solo fin de que esas sanciones se levanten, por primera vez en la historia de la humanidad el crimen organizado está en poder de un país y tratando de jugar como ficha dentro de la comunidad internacional.
El régimen chavista llegó a los límites materiales de su desempeño, sus posibilidades de obtener recursos es sumamente limitado, ya es inviable sostener la gobernabilidad a pesar del ejército de ocupación que actualmente hay en el país, son fuerzas multinacionales que han desfigurado por completo la posibilidad de autonomía de un gobierno nacional.
Nuestro juego, como oposición, es afuera de Venezuela, en este momento atender al pueblo debe hacerse por razones estrictamente humanitarias, pero la política, entendida como la promosión partidista, sobra.
Los lideres que puedan, deben viajar a los diferentes centros de poder, escaparse por cualquier frontera, y hacer un intenso e inteligente lobby a favor de una Venezuela libre y democrática, hay que negociar afuera, y con los poderes facticos que pueden solucionar este problema, ofreciéndole negocios, oportunidades, pagos, reconociéndoles sus gastos a nuestro favor y con pingues ganancias, hay que ser pragmáticos, debemos vendernos como socios confiables y si eso implica base militares, cesiones de territorio para actividades exclusivas, condiciones inmejorables para las inversiones, lo que sea necesario, ya tendremos tiempo de nivelar las cargas, lo importante es salir de este hueco.   -   saulgodoy@gmail.com






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