Nota: Es probable que una parte
importante de mis lectores estarán en descuerdo con mis impresiones, pero les
invito a que realicen su propia versión de la historia y la publiquen, entonces
podremos comparar notas.
El caso
de Venezuela no tiene parangón en la historia contemporánea Latinoamericana; la
entrega de un país por sus ciudadanos a una banda de traidores, por medio de
unas elecciones libres y constitucionales, a unos militares golpistas, afectos
al régimen de Fidel Castro, que actuando como una mafia, permitieron que un
agente extranjero llegara a la presidencia de la República y convirtiera a
Venezuela en una colonia Cubana, y que, una vez descubierto su juego por la
comunidad de democracias occidentales y recibiera las presiones y las sanciones
correspondientes para devolver al país a su cauce democrático, radicalizara su
posición, entregando buena parte del territorio a la guerrilla colombiana,
sacrificando a la institución militar, ya corrupta y convertida en un cartel
del crimen, habla por sí sola sobre los efectos perniciosos de una coalición
internacional de elementos de izquierda, integrada por gobiernos,
organizaciones multilaterales, iglesia y empresas, integradas en el objetivo de
cambiar el orden internacional, hacerle daño a los EEUU y prevalecer como
gobierno mundial.
Parece
una historia de intriga y conspiraciones digna de una novela, pero es la
realidad. Para el momento en que Ud., amigo lector esté leyendo estas líneas el
problema de Venezuela, que ya es una contrariedad para el mundo entero, no está
resuelto, el gobierno colonial en Venezuela está muy debilitado, el dictador y
su camarilla se sienten atrapados que es, justamente, cuando son más peligrosos.
La
población de Venezuela, a pesar de estar sufriendo una violencia sin
precedentes, hambre, enfermedades y un proceso de extermino, por medio de la
ruina económica y la destrucción inmisericorde de su hábitat, sigue en pie de
lucha y plena rebelión en contra del régimen; esto, a pesar de una emigración
masiva, huyendo de la destrucción, que pudiera desestabilizar la economía y la
seguridad regional, pero, además, con una facción política de colaboracionistas
infiltrados entre las fuerzas opositoras, cuyo interés es cohabitar con este régimen
criminal de narcotraficantes, terroristas, comunistas y violadores de derechos
humanos, que ha entorpecido las iniciativas de gobiernos que han querido
terminar con la agonía de los venezolanos.
Esta
es la foto de conjunto de la situación, el gran fresco, a partir del cual vamos
a analizar sus componentes, causas y efectos, protagonistas e intereses.
El
modelo venezolano se está aplicando en el mundo entero, lo más increíble en que
lo están llevando a cabo en los EEUU, con sus variantes, por supuesto, pero es
el mismo patrón, la izquierda internacional ya ha penetrado a las universidades
y son los jóvenes y profesionales, la gente más preparada, la que tiene mejores
condiciones de vida y son parte principal de la sociedad de consumo, la más susceptible
de ser influenciada para dar el cambio del gobierno hacia la izquierda y su
proyecto de transformaciones igualitarias y de justicia social.
Los
medios de comunicación masiva, en una gran parte, están en manos de los comunistas
que están llevando la tarea de demoler con sus críticas las instituciones
democráticas, poniendo en entre dicho las tradiciones y valores fundamentales
de la sociedad, y prometiendo un cambio revolucionario desde la acción
comunitaria.
La
izquierda norteamericana está vendiendo la necesidad de un gobierno
centralizado, paternalista, planificador, garante de las igualdades, que sea
parte de un gobierno mundial donde impere el llamado orden internacional, por
medio de instituciones multilaterales que ya están en manos del comunismo como
es la ONU, El Tribunal Penal Internacional, la Organización Mundial para el Comercio,
la FAO y muchas otras.
Pero
la continuidad de los planes del partido demócrata se vio interrumpida con el
sorpresivo triunfo del partido republicano en las elecciones presidenciales, y han
reaccionado con una violencia inusual, atacando despiadadamente a la Oficina
del Presidente y logrado restablecer su base de poder entre su público cautivo,
que obedece a sus llamadas militantes y obedece con fanatismo a sus llamadas
utilizando los medios para crear “atmósferas” por medio de las fake news, y escándalos preparados en laboratorios
de guerra sucia, tal como lo hicieron en Venezuela, pero mucho más sofisticado
y a gran escala.
El hecho
de que los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua sigan funcionando a pesar
de las dificultades creadas por sanciones, indican que el orden internacional
sigue fuerte y llevando su contraofensiva para retomar el poder en los EEUU, y
terminar con la claudicación de los principios de libertad, individualidad,
democracia y la prevalencia de la propiedad privada.
Los
EEUU están siendo sitiados desde el exterior y tiene a lo interno un enemigo
que está tratando de inmovilizarlo, la lucha es cruenta y esta versión de la
historia vale como preámbulo de lo que viene.
El mundo, comenzando el segundo
milenio.
Con el
segundo milenio, efectivamente, venía operando en el mundo una red organizativa
subterránea de intereses políticos, financieros y religiosos, de ideología
comunista, cuyo fin era controlar el poder mundial, aprovechando la estructura
globalizada de comunicaciones, transporte, comercial y financiera, que estaba
funcionando eficientemente.
Aprovecharon
también que los EEUU estaba ocupado con las secuelas de la guerra con Irán,
víctima de unos duros atentados terroristas en su territorio, lo que inició una
confrontación contra el terror en las montañas de Afganistán, valiéndose de que
Europa estaba asimilando la caída del muro de Berlín y de que la integración
del mercado común iba a velocidad de crucero, de que el socialismo empezaba a
ganar gobierno y a consolidar su frente regional… en Latinoamérica, en medio de
una sangrienta confrontación contra la insurgencia comunista en el Perú y
Colombia… desde un principio, el presidente Bush había sentido la animadversión
del nuevo gobierno en Venezuela, estaba claro que la ruta de Chávez era convertirse
en un dolor de cabeza para la seguridad del hemisferio.
Venezuela
llenaba muchos de los requisitos para convertirla en globo de ensayo de esta
nueva guerra híbrida, que estaba a punto de dar comienzo; primero, era un país
cercano al territorio de los EEUU, con una ubicación geoestratégica con grandes
ventajas, era un país petrolero, con suficientes riquezas energéticas para
garantizar un financiamiento autónomo a los planes de expansión de la
conspiración, era un país con una población pequeña, poco instruida en asuntos
políticos, propensa a ser confundida por el discurso socialista, con problemas
no resueltos en cuanto a su identidad, pero, principalmente, porque Cuba
contaba con unos agentes encubiertos en el seno de las FFAA, que estaban
desarrollando actividades golpistas contra la democracia.
Luego
de varios intentos fallidos por apoderarse del poder con las armas, lo
intentaron compitiendo en las elecciones y ganaron, gracias a un trabajo
perseverante de los múltiples factores socialistas que habían hecho su trabajo
en la cultura del país, y de un torpe desempeño por parte de los gobiernos
democráticos, que se distinguieron por una corrupción voraz y una
gobernabilidad deficiente… la realidad es que había un gran descontento social
y una pérdida de confianza en los partidos políticos, el ambiente propicio para
la aparición de una figura mesiánica y un programa populista.
El
país cayó en la trampa, no hubo oposición, ni crítica, ni advertencias… los
medios de comunicación, los artistas, intelectuales, formadores de opinión,
empresarios, se rindieron al embrujo de unos cambios y un hombre, que parecían
controlables y que estarían al punto para responder a las instituciones, en
caso de que hubiera que corregir rumbo, deshacer, o cancelar aquel proyecto.
Y
empezó el desmontaje del país, primero sin mayores consecuencias, montado en
una popularidad que aprovecharon para posicionarse electoralmente, en todas las
direcciones, del control político nacional; luego, cambiando leyes, haciendo
referéndums, jugando con los estados de emergencia y de excepción, concentrando
poder en la figura del Comandante Hugo Chávez.
Los
cubanos empezaron a llegar, encubiertos en convenios de cooperación y
asistencia; crearon un programa propio de salud, en competencia desleal con el
de la salud pública, y esto marcó el inicio de la destrucción de la red
hospitalaria del país; lo mismo hicieron en los deportes, en el comercio, la
educación fue intervenida, crearon las universidades bolivarianas, todos los
sindicatos del país fueron infiltrados por adeptos y, como la hiedra en una
pared, se fueron apoderando de las actividades más sensibles del estado:
petróleo, seguridad, registros públicos, identificación.
La
durísima represión contra los estudiantes, la escalada en los presos políticos
y el romance del chavismo con la guerrilla colombiana fueron apenas indicios de
lo que vendría… fue cuando empezó el ascenso de Chávez en su campaña mundial, que
lo convertiría en la representación de los pueblos desposeídos… y se dio inicio
a una insensata repartidera de recursos petroleros a diestra y siniestra.
En
Europa estaban frescos los recuerdos de la intervención en los Balcanes en
operaciones militares llevadas a cabo por la OTAN, y el recuerdo de la debilidad
militar de sus integrantes, muy pronto surgiría la conciencia de la emigración
islámica desbordada en las principales capitales del viejo continente, actos de
terrorismos se sucederían con alarmante frecuencia, los gobiernos de izquierda
eran cambiados por elementos más conservadores, excepto en Francia y Alemania
donde se apostaba por un multiculturalismo e integración de las diferentes
etnias que recibían de refugiados en cada vez mayor número.
En
los EEUU bajo la excusa de brindarle al pueblo, a los más necesitados, una oportunidad
de acceder de manera fácil al crédito, a la vivienda, a un estándar de vida más
elevado y bajo principios socialista, se preparaba en los bancos de inversión
las fórmulas y paquetes financieros que provocarían una serie de crisis financieras,
que terminarían con la pavorosa debacle mundial del 2008, una de las
iniciativas de destruir desde adentro el sistema capitalista.
El socialismo se fortalece en el
mundo.
Uno
de los caballos de Troya, que utilizó el socialismo internacional para
imponerse como fuerza política en el mundo, fue el tema ambiental, el
calentamiento global, atribuido al consumo de combustible fósiles y su descarga
de gases invernadero en la atmósfera.
Las fuerzas
socialistas, posicionadas en la ONU, y sumando el apoyo del nuevo gobierno del
presidente Obama en los EEUU, hicieron una feroz campaña para cambiar el patrón
de consumo energético mundial hacia tecnologías alternativas más limpias, de
modo de quebrar a las empresas petroleras y apoyar a las incubadoras de tecnologías
alternativas y llevarlas al protagonismo mundial, aún a sabiendas que no
estaban preparadas ni iban a solucionar el problema energético mundial.
Prepararon
un plan de subsidios para los países del tercer mundo, con el fin de que
adquirieran esa tecnología, aún a sabiendas que no eran sustitutos del
petróleo, tan necesario para el desarrollo de esos países, a quienes iban a
dejar endeudados y más dependientes que nunca de la tecnología de los países
industrializados… los números no cuadraban, el resultado obvio iba a ser la
paralización del crecimiento y desarrollo de muchas naciones pobres y un bajón
en la calidad de vida del planeta, excepto en aquellos países altamente
desarrollados.
Dentro
del menú de opciones que tenía este grupo socialista internacional estaba el de
apoyar a regímenes socialistas de fuerza, con líderes “duros”, que pudieran controlar
a esas poblaciones con hambrunas y una severa limitación en sus expectativas de
vida digna, y que, además, igualaran en la pobreza a todos, para que esos
países demandaran menos recursos.
El
mundo iba a toda máquina a cumplir con los 6 millardos de habitantes, la
sobrepoblación se presentaba como el principal problema de sustentabilidad, y
la pobreza generalizada ponía las perspectivas del nuevo milenio entre una gran
cantidad de conflictos armados y casi ninguna guerra declarada, el agua y las
tierras cultivables se perfilaban como una tragedia anunciada.
Venezuela
se iba a convertir en ese ejemplo de futuro para el mundo.
Fue
así como el gobierno del presidente Barak Husseim Obama, con toda la intención
del caso, o prestándose como tonto útil a esta estrategia, se hizo parte
fundamental de nuestra tragedia nacional, permitiendo que Cuba, uno de los
enemigos más peligrosos de los intereses occidentales, una de las fichas más
importantes de Rusia y China en Latinoamérica, y agente provocador, que
continuamente atentaba contra la seguridad de los EEUU, maniobrara con más
libertad, tanto en la región como en la política interna de Washington, donde
gobiernos contrarios a los intereses de esa democracia conspiraban sin
oposición.
El
nuevo Papa Francisco, un comunista por convicción y con larga experiencia en
estos asuntos de manejar pobreza y hacerla digna, se unió a este maléfico plan
mundial y, contando con una vaga promesa por parte de Cuba, de respetar y
aumentar la presencia de la iglesia cristiana en la isla, apoyó el sacrificio
de nuestro país para este ensayo infernal; detrás de él estaba la facción
jesuita de la ultra izquierda, liderada por el venezolano Arturo Sosa, quien
dio su visto bueno para el plan… no contaron con que el vicio de la pederastia
y la corrupción les fueran a estallar en la cara y descubrir para el mundo, que
esta política de permisividad criminal y ocultamiento a la que se prestaba el
Vaticano, iba a ser proclamada como algo “normal” dentro de la curia.
Cuba
se encargaría de influenciar los países del área; de hecho, con Lula, los
Kirchner, Rafael Correa, Evo Morales, Mujica, Noriega, en poder de los países
más importantes del subcontinente, el plan de dominación socialista era un
hecho; el financiamiento venezolano de las campañas, la asesoría política
cubana y la movilización de sus factores nacionales, hicieron la diferencia, a
pesar del inconveniente de una serie de subproductos asociados que contaminaban
la pureza de la iniciativa, tales como el terrorismo, el narcotráfico, la
violencia de las bandas criminales, la corrupción gubernamental, las migraciones
forzadas, la destrucción de los principios democráticos…
La
enfermedad de Chávez aceleró la necesidad de consolidar el socialismo en
Europa, ya en Venezuela se estaban entrenando un grupo de jóvenes radicales
encabezados por Pablo Iglesias, preparando la estructura y fundación del
partido PODEMOS, tan pronto estuvieron listos, los fondos empezaron a fluir
hacia España, y como no había tiempo que perder, Chávez es internado en un
hospital en Cuba y asesinado por los Castro, para entronizar a uno de sus agentes,
el colombiano Nicolás Maduro quien ya era el delfín del régimen como presidente
de la República.
Se
realizan unas elecciones fraudulentas, gana Maduro y se le da un acelerón al
proyecto, enfocando los esfuerzos en Centroamérica y el Caribe previendo la
necesidad de votos y apoyo en diversos foros internacionales, Cuba y Venezuela
tratan desesperadamente de revertir la derrota de la guerrilla en Colombia y
tratan de copiar el modelo venezolano jugando a la política electoral.
En
Venezuela se concentraron en corromper lo que quedaba de los partidos
políticos, compraron a muy bajo precio a los líderes políticos de las
principales organizaciones, los sentaron a negociar en un show para los medios
de comunicación, pero ya se despertaba la indignación de gobiernos que veían la
transformación del régimen de Maduro en una verdadera amenaza para la seguridad
hemisférica.
Cambios inesperados.
Lo
que China y Rusia jamás contaron fue con la ineficiencia y el grado de
corrupción del chavismo, y esto se fue notando en el descenso de la producción
petrolera, Venezuela se descapitalizaba de una manera acelerada y tuvieron que
financiarla, pero era como alimentar a un monstruo de Tasmania, eran
insaciables, poco confiables y mal agradecidos; empezaron a engañarlos, se
robaban los recursos, no se hacían los proyectos, los llenaban de papeles, de
contratos y promesas que no valían ni el papel que estaban escritos.
El rol
de Cuba se hizo fundamental para los intereses de Eurasia, ya que eran quienes
tenían a Maduro comiendo de la mano, a los único que obedecía, y Venezuela era
fundamental para poner a los EEUU en aprietos, las reservas petroleras del país
era la única fuente confiable y cercana de energía para el imperio en caso de
enfrentar un conflicto mundial en varios frentes, saben que la confianza en los
países árabes e islámicos, penden de un hilo, y que en cualquier momento se podía
romper por motivos religiosos y culturales, de allí la importancia de contar
con un gobierno que le niegue el acceso a este petróleo.
Pero
el plan venía con otros agregados, como eran los intereses hegemónicos
mundiales de Rusia y China, y para ellos, unos EEUU socialista debían
subordinarse a sus designios. Obama estaba dispuesto a renunciar a su rol de
líder mundial y dejar el paso libre a sus camaradas, pero Eurasia quería ver
sangre, necesitaban una revolución a lo interno de Norteamérica; Canadá ya
estaba ganada a la izquierda; en México era sólo cuestión de tiempo antes de
que cayera en sus redes; Centroamérica ya era como un conejo que estaba dando
vueltas en el fuego.
Los
movimientos feministas, ecologistas, los que defendían la diversidad sexual, la
academia (universidades), las minorías de emigrantes, los pobres, los
pacifistas y, por supuesto, el partido demócrata de los EEUU, eran las armas
que tenían a disposición para vencer al enemigo capitalista. Los socialistas
hicieron un estupendo trabajo en tener una cabeza de playa en Washington,
infiltraron a ciertos servicios de seguridad… trataron de hacer lo propio en
las Fuerzas Armadas, pero allí se estrellaron ante la profesionalización de la
institución, pero tuvieron un rotundo éxito en el Departamento de Estado, sobre
todo en sus representantes en los organismos multilaterales, donde lograron
adelantar buena parte de la estrategia izquierdista mundial.
Pero
no vieron venir a Donald Trump. - saulgodoy@gmail.com
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