martes, 8 de enero de 2019

El factor fuerza



Conociendo la naturaleza del régimen, habiendo sufrido en carne propia su desproporcionada capacidad de hacerle daño a las personas por medio de la violencia real, la que proviene de las armas de fuego, de las detenciones arbitrarias fuera del ordenamiento legal, de las agresiones para herir y mutilar a quienes se le oponen, con los cientos de expedientes que ya existen que prueban la inocultable vocación para la tortura y la muerte de ciudadanos venezolanos, conscientes como estamos de las armas que le robaron a la república para usarlas en nuestra contra, de negarle alimento y medicinas al pueblo para utilizar esos recursos para mantenerse en el poder.
Estamos todos enterados que fuerzas extranjeras, que ya están en el país, dominando territorios y poblaciones con la armas, apoyando de manera abierta y descarada la sed de poder de un grupo de criminales que dicen gobernarnos, ante esa realidad contundente ¿Qué opción tendría un nuevo gobierno en contra del desconocimiento y la usurpación del poder por vía de la violencia?
A las FFAA se le han hecho innumerables llamados para que asuman su papel constitucional y restablezcan el orden republicano pero sin ningún resultado, creo que ya es hora de que asumamos como nación, que esa institución  se perdió para los propósito del rescate de la institucionalidad democrática, prefirieron pasarse a las filas del enemigo.
Es desconcertante, por decir lo menos, que el argumento que prive dentro del estamento de la oposición política venezolano sea el del pacifismo a ultranza, hasta el momento se entendía que ese grupo de líderes de los partidos tradicionales, se manifestara a favor de tratar de evitar enfrentamientos inútiles, con el fin de encontrar alguna salida negociada que no conllevara enfrentamientos innecesarios entre los venezolanos, esa ventana de oportunidad se cerró, ya no existe, el gobierno no sólo se negó a las negociaciones, las saboteó, se burlo de sus participantes y se definió como poder de facto, en el país se hace lo que ellos dicen, sin resistencia y para siempre, quien no haya entendido tal posición, o es un idiota o un cobarde, dispuesto a perder la dignidad y la libertad por miedo.
El hecho mismo que el gobierno de Maduro desconozca a la Asamblea Nacional legítima y busque la manera de juramentarse en órganos artificiosamente creados. Fuera del cauce constitucional indica, que no quiere otra solución que la absoluta sumisión de los venezolanos a su voluntad, ante esta reiterada e indoblegable posición por parte del socialismo bolivariano del siglo XXI ¿Qué puede hacer el presidente de la Asamblea Nacional? ¿Qué puede hacer el poder legislativo como único órgano representante de la voluntad popular?
Hasta los momentos lo que hemos visto y escuchado son discursos leguleyos, retórica administrativa, planes de acción sin sustancia, propuestas que carecen de maneras efectivas de hacerle frente a este poder de omnímodo, que quiere seguir sembrando la ruina y la muerte, creo que llegó el momento de dejar a un lado la posición pacifista, entreguista, cobarde y acomodaticia, y ver directamente a los ojos de la bestia, y la lucha armada como única salida posible.
Creo que una guerra es inevitable, pero no una guerra civil; con combatientes cubanos, guerrilleros del ELN, fundamentalistas islámicos, comunistas de la región coordinados por el Foro de Sao Paulo, con asesores militares extranjeros venidos de España, Rusia y China difícilmente podría llamársele una guerra civil, lo que vamos a tener es una de esas guerras híbridas de nueva generación, donde una serie de intereses políticos, criminales, religiosos, económicos, se van enfrentar por el dominio de un territorio, ni siquiera país, porque si existiera un país éste se defendería hasta las últimas consecuencias y no andaría buscando la primera oportunidad para pactar entreguismos y convivencias con un régimen criminal.
Lo que parece que va a suceder, más pronto de lo que muchos suponen,  es que una coalición internacional de países democráticos, van a tratar de desalojar unas fuerzas de desestabilización enemigas de occidente y en especial de los EEUU, para tratar de restituir el orden violado en el continente americano, y esto sólo se logrará con la expulsión a la fuerza, del chavismo de Venezuela.
Eso es lo que va a suceder, y no es porque Venezuela importe en el concierto de naciones, sino porque permitir que se arraigue en la región una base de operaciones tan nefasta y peligrosa como la que tiene armada Nicolás Maduro en el país, es mala noticia para todo la comunidad de naciones del área que quieran paz y prosperidad, en especial para los EEUU, repito la frase que no me cansaré de advertir, los gobiernos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia son un cáncer en la región, son un peligro claro y presente, y hay que detenerlos ya.
Pero nada de esto parece estar considerado en los planes de la nueva directiva del parlamento, que a partir del próximo 10 de Enero, fecha escogida por ellos para declarar usurpador al usurpador del poder en el país, pero sin ninguna intención real de enfrentarlo con los medios para desalojarlo del poder.
El señor Guaidó, que para mi era un extraño hasta hace apenas unos días, de quien desconozco su pensamiento ni tengo información sobre sus posturas políticas, le voy a dar el beneficio de la duda, no estoy muy seguro de que tenga un buen plan si no ha considerado el factor de la fuerza en su propuesta, porque la fuerza es el único lenguaje que entiende Maduro y sus asociados, la fuerza es una herramienta que no se puede ni debe ignorar en estas circunstancias, porque la fuerza también es política, pero la debilidad del pacifismo parece estar muy arraigada en el sector político que ha recogido el testigo de nuestra dirección política, el grupo que rodea al Sr. Guaidó es irremediablemente simpatizante del socialismo, y creen, poder llegar a términos con esa expresión totalitaria, podrida y oscura de la ideología que profesan.
Entiendo plenamente a las personas que hicieron públicas sus dudas y desconfianza cuando vieron el día de la juramentación del Sr. Guaidó acompañado de su bella familia, no tengo nada en contra de que la familia acompañe a un hombre en los momentos claves de su vida, y ser elevado a al cargo de Presidente de la Asamblea Nacional, en otras circunstancias y momento, hubiera sido de lo más normal y aplaudido, pero hacerlo en este preciso instante transmitió un lamentable gesto de debilidad, le mostró al país y al enemigo donde es frágil, donde están sus compromisos personales, qué, y a quienes va a anteponer ante cualquier decisión, o no se percató de lo delicado del momento, al exponer lo que más valora, a los ojos del despiadado demonio que tiene al país en luto permanente.
Debo suponer, y ese fue el mensaje que leí en aquellas imágenes desde el Palacio Legislativo, que el Sr. Guaidó todavía tiene esperanzas de llegar a soluciones negociadas y pacíficas con el régimen que le niega su existencia, que todavía las cosas en el país no están tan graves como para prescindir de ese gesto familiar ante el mundo, al menos, que haya corrido luego del acto a sacar a su familia del país, o a que se los recibieran en una embajada extranjera para protegerlos, de otra manera, lo que hizo fue telegrafiar el mensaje equivocado a las fuerzas del mal, aquí estoy yo y mi familia, buenos venezolanos, inocentes de crímenes y componendas, pacifistas, socialistas como ustedes, que creemos que podemos llegar a términos con el narcotráfico, con el Yihad, con la corrupción, con el militarismo, con la tortura, con la mentira…
Su ya publicitado plan de ocho pasos, resumidos en tres, en ningún momento menciona el factor fuerza ¿Cómo va a imponer la voluntad del país democrático y republicano ante las apetencias de poder del chavismo? ¿Cuál es su fuerza disuasiva que le acompaña en su duelo contra el totalitarismo cubano?
Su plan debería pivotarse sobre el enorme apoyo internacional que el país ha conseguido en esta lucha injusta y desigual, lo que quiero decir es que, sin fuerzas armadas, sin manera de hacer efectiva su voluntad política, estamos observando otro lamentable fracaso de la oposición en pleno desarrollo, el país está ocupado por ejércitos extranjeros dispuestos a todo para mantener a Maduro ¿A quién tenemos nosotros? ¿Por qué nuestra población sigue desarmada, sin entrenamiento ni liderazgo militar, sin planes de ataque y defensa en contra del enemigo? ¿Dónde están los acuerdos de mutua defensa y protección alsistema democrático con nuestros aliados, socios y amigos en caso de que tengamos que responder con la fuerza? ¿Debemos seguir muriendo ejecutados en las calles por fuerzas enemigas hasta que a alguien se le ocurra que tenemos que hacer algo por defendernos? Guaidó ¿Tu plan es entregarnos al enemigo? ¿Pactar una convivencia deshonrosa y esclavista?
¿No deberíamos estar negociando con tantos gobiernos amigos la manera en que vamos a ser apoyados con sus armas, con sus fuerzas armadas, con sus recursos? ¿Van los países de la región a seguir con esta cruel puesta en escena de apoyos que no conducen sino a atornillar a unos terroristas en el área? ¿Es que no ven el peligro para sus propios gobiernos y formas de vida?
El régimen de Maduro ha estado en campaña promoviendo que todavía él conserva el monopolio de la fuerza, que sólo él tiene el derecho de conducir operaciones militares en el país, que únicamente su persona puede convocar a ejércitos extranjeros para que defiendan su revolución, todo esto porque él es un gobernante electo democráticamente, que representa la voluntad popular, que es el garante de la constitucionalidad, que es, justamente, todo aquello que ustedes tratan de desvirtuar el10de Enero ¿Por qué están dejando el factor de la fuerza fuera del paquete de medidas que hay que tomar? ¿Dónde están los llamados y las negociaciones para las intervenciones que obligatoriamente tienen y van a venir?
Demasiadas preguntas sin respuestas, abundantes cabos sueltos y el 10 ya lo tenemos encima ¿Puede Venezuela seguir aguantando esta cruel tortura?
Repito, le doy al hombre el beneficio de la duda, pero espero posiciones realistas, negociaciones con quienes importan, con nuestros aliados y no con el régimen de Maduro, espero haberme expresado con la suficiente claridad.    -     saulgodoy@gmail.com






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