jueves, 28 de noviembre de 2019

El nuevo escenario



Vamos a tratar de explicarle a los que todavía se aferran a la idea de una revolución posible, con la actual estructura política legada por Hugo Chávez y transformada por Nicolás Maduro, que tal objetivo es inalcanzable y que de continuar en este rumbo, sólo significaría la erradicación no sólo del movimiento revolucionario continental, sino la destrucción inútil y sin sentido del país que una vez fue Venezuela.
La situación actual es obvia y no requiere de mayor elaboración, el gobierno revolucionario se ha convertido en una quimera inoperante, es un estado fallido, es decir, no gobierna, impone su mandato por el uso de la violencia y el abuso, lo que hace es operar una serie de bandas violentas y armadas de carácter paramilitar, utiliza el terror para garantizar su predominio en las pocas parcelas de poder que le quedan, apenas puede suministrar servicios y productos básicos a una parte muy reducida de la población para mantener un núcleo de seguidores.
La cúpula del gobierno revolucionario en Venezuela lo que está haciendo es sobrevivir en medio de altísima presiones internacionales y nacionales, la economía del país está destruida, y sus verdaderos operadores, los Comandantes del Partido Único Comunista de Cuba, representados en la figura del anciano Raúl Castro, cometieron el error en hacer obvia su participación e intervención en la injerencia sobre los asuntos soberanos de Venezuela.
La participación cubana en el desastre venezolano es tan obvia que son señalados como los culpables de esta situación calamitosa, y los está perjudicando, Cuba se ha convertido en el centro de la atención internacional de una serie de acusaciones y medidas punitivas en su contra, la cual están tratando de contrarrestar, moviendo sus influencias políticas entre los aliados que le quedan, poniendo en evidencia aún más su papel protagónico, ya es un secreto a voces que mantiene hoy en día más de 20.000 cubanos en territorio venezolano como operadores políticos entre la población civil y militar.
Lo que ha debido ser una operación discreta que beneficiaría a la isla caribeña en recursos y negocios en un nuevo orden colonial para Latinoamérica, se ha convertido en una seria intervención político-militar en donde varios estados de la región, incluyendo a los EEUU, se están sintiendo agredidos y violados en sus intereses y seguridad, lo cual se ha convertido en una empresa de gran escala difícil de ocultar, al punto que la situación se le ha tornado inmanejable para el gobierno cubano, lo que ha ameritado la intervención directa de los gobiernos de Rusia y China, y de poner en juego (descubrir ante los organismos de inteligencia mundial) la red de apoyo con que cuentan.
A medida que la situación en Venezuela se fue complicando y que ameritaba una mayor y más visible participación de Cuba, sobre todo en el intenso intercambio diplomático y militar a que dio lugar, Cuba fue cayendo en su propia trampa y para no quedar como unos irresponsables ante un juego tan mal planteado, trataron de convertirlo ahora, en un plan de mayor aliento ya no solo para Venezuela sino para todo el continente y para España.
Este esfuerzo ha distraído importantes recursos y fuerzas a lo interno en la isla, lo que los ha dejado muy vulnerables, y explica la dureza con la que actúa el régimen en contra de la propia oposición cubana, son intransigentes, candelita que se prende, candelita que apagan a palos, y el descontento del pueblo cubano, tan oprimido por tantas décadas, crece.
La apertura del México de López Obrador a la influencia cubana, les ha obligado a enviar contingentes de médicos, entrenadores, maestros, expertos en inteligencia y personal militar a ese país, quedándose en este momento al máximo de su potencial intervencionista en otros países, de modo que la orden para el Foro de Sao Paulo es que utilicen al máximos los recursos nacionales de los países para provocar la violencia que hoy estamos viendo en el continente.
Los rusos y los chinos que venían trabajando calladamente en su plan de dominio mundial por medio de la globalización, tejiendo con habilidad una serie de situaciones, intervenciones, tratados, áreas de influencia, contactos multilaterales, se ven obligados a descubrir su juego gracias a la desmedida ambición de Raúl Castro.
El líder cubano, en vez de reconocer sus errores y los problemas creados, prefirió, en vez de concentrarse en bocados que podía digerir, por cuestiones de falso orgullo, está en el proceso de engullirse al continente completo, sin reconocer que no tiene como hacerlo, y afectado por las sanciones de los EEUU que tan desesperadamente denuncia y trata de desactivar.
Al destaparse la trama política en Venezuela y Colombia, para luego hacerlo en Ecuador, Chile, Argentina, Bolivia y probablemente lo haga en Brasil, con Lula Da Silva, su importante ficha, ahora en libertad; ha preferido descubrir el juego de sus asociados y jefes en el tablero mundial, en vez de contener con discreción la crisis en Venezuela.
La red tejida por Cuba que llega hasta el alto gobierno en España y penetra los círculos de decisión de la Unión Europea, han expuesto a toda la estructura operativa del comunismo internacional con la que intentaban hacer realidad ese viejo sueño de instaurar un Nuevo Orden Mundial, socialista, militarista, totalitario, con un gobierno planetario en manos de la ONU.
Esta última organización ha sido rudamente expuesta y todas las ganancia socialistas y comunistas en posicionar factores y aliados en puestos claves, ha sido expuestas; todo el esfuerzo que hicieron los gobiernos norteamericanos demócratas con los presidentes Carter, Clinton y Obama en darle a la ONU el importante peso mundial que había logrado, como la más importante instancia en la resolución de conflictos entre países, convirtiéndose en la referencia y el instrumento supranacional para ir fundando un gobierno global, se encuentra ahora en entredicho debido a estas torpes jugadas de Raúl Castro.
En una típica estrategia comunista, de convertir una derrota en victoria, han generado una narrativa absurda de que en Venezuela triunfó la justicia, la moral y la razón revolucionaria, Maduro trata de vender su gesta como una de liberación en un país desgarrado por la corrupción y el oprobio, por facciones y militares peleándose por minas de oro y centros de distribución de drogas, con una población entrando en peligrosa fases de desnutrición, etnocidios, con varias amenazas de epidemias y con una migración de desplazados y refugiados hacia países vecinos como nunca se habían visto en la región, es simplemente un exabrupto que lo que hace es resaltar la tragedia de la situación.
Cuba y Raúl Castro han puesto el plan de dominación socialista en entredicho, probablemente el daño sea irreversible a este esfuerzo histórico, y ya descubiertas las cartas es mucho más fácil controlar el daño por parte de las democracias occidentales y desmantelar la red de dominación; la conspiración descubrió su rostro y no es agraciado.
De esta manera la situación en el medio oriente, en África, en el Caribe, internamente en los EEUU y Canadá, pero sobre todo en Europa, cobra una nueva perspectiva a la que hay que atender con premura, pero es en Latinoamérica en donde el fuego está encendido, y donde pudiera desatarse una situación de anomia que afectaría la paz mundial y la seguridad hemisférica en el espacio vital de los EEUU.
Justamente es en este momento que Cuba es susceptible de la siembra de la contrarevolución, de una oposición mucho más agresiva y visible, es la ventana que por tanto tiempo se había esperado para sembrar las semillas de la libertad y la democracia, pero es también un momento peligroso para la región completa, Raul Castro está desesperado y capaz de cometer cualquier locura.
La geopolítica mundial adquiere una nueva comprensión cuando entendemos estas torpes jugadas que sin duda, tienen al mundo al borde de un ataque de nervios, se han generado desequilibrios y conflictos, pero todo adquiere un sentido cuando estamos viendo a una Eurasia, que estuvo muy cerca de obtener el control de buena parte del mundo, luchando por recuperar mercados, ventajas y presencia luego de que el Sr. Trump desatara en contra de China y Rusia una serie de medidas que los tienen a la defensiva.
En cuanto a Venezuela, fue un error del comunismo internacional tener como socios en un proyecto de dominación neocolonial, a personajes tan rapaces y poco cultivados como los chavistas, desordenados e incapaces de seguir un plan, sus apetencias personales privaron sobre cualquier alianza o compromiso ideológico, los revolucionarios se presentaron ante los venezolanos como salvadores, y se convirtieron en sus esclavistas, en algún momento quisieron liderar el movimiento mundial de dominación socialista, pero Fidel Castro intervino anulando de manera definitiva a su líder, Hugo Chávez.
Maduro nunca estuvo a la altura de su antecesor, y aunque resultaba un obediente agente o proconsul cubano, su manera de ser es mucho más primitiva que la del Comandante Eterno, lo que ya es mucho que decir de sus pulsiones bestiales, pero no ha sido posible derrotarlo o  doblegarlo, debido principalmente, a una oposición democrática cobarde, acomodaticia y con su agenda propia de intereses, que no son los del país nacional, desmontando su propio juego, haciendo letra muerta sus promesas.
El plan que se elaboró, la hoja de ruta que se sometió al pueblo opositor venezolano, que es mayoría, era muy claro y estaba sobre los rieles correctos, primero, salir de la usurpación chavista, segundo atender la crisis humanitaria con urgencia, ir hacia la transición realizando nuevas elecciones generales se dieron importantes pasos en consolidar a una figura de liderazgo en la persona de Juan Guaidó y complementado por una Asamblea Nacional combativa y comprometida con la liberación de su pueblo, pero todo era una cortina de humo para ocultar posiciones personalistas y despreciables.
Empezaron a introducir elementos extraños en el plan, principalmente los intentos de negociación y pactos secretos, algunos sectores de esta dirección política cría, y aun cree,  que pueden cohabitar con un régimen de ésta naturaleza sin contaminarse ni perder la brújula, el presidente encargado de la Asamblea Nacional, el Sr. Juan Guaidó se ha destacado por su poca habilidad de lograr cohesión entre los factores “realistas” de nuestra sociedad, su última y lamentable decisión de salir del doctor Calderón Berti como embajador de Colombia es una muestra de ello, no ha sido responsable al momento de tomar las medidas necesarias para que cesara la usurpación, el paso fundamental del plan de rescate del país.
No me queda la menor duda que la primera tarea que los venezolanos demócratas tenemos por delante, consiste en rescatar nuestra Asamblea Nacional de las manos de los colaboracionistas, se trata de nuestra punta de lanza en nuestra lucha por la libertad y fuente de legitimación de nuestras acciones, debemos ignorar a esta representación política vendida, debemos sanear la oposición y plantarnos ante el régimen con el sólo fin de derrotarlo con nuestros aliados, en el terreno que sea necesario.  -   saulgodoy@gmail.com


Vamos a tratar de explicarle a los que todavía se aferran a la idea de una revolución posible, con la actual estructura política legada por Hugo Chávez y transformada por Nicolás Maduro, que tal objetivo es inalcanzable y que de continuar en este rumbo, sólo significaría la erradicación no sólo del movimiento revolucionario continental, sino la destrucción inútil y sin sentido del país que una vez fue Venezuela.
La situación actual es obvia y no requiere de mayor elaboración, el gobierno revolucionario se ha convertido en una quimera inoperante, es un estado fallido, es decir, no gobierna, impone su mandato por el uso de la violencia y el abuso, lo que hace es operar una serie de bandas violentas y armadas de carácter paramilitar, utiliza el terror para garantizar su predominio en las pocas parcelas de poder que le quedan, apenas puede suministrar servicios y productos básicos a una parte muy reducida de la población para mantener un núcleo de seguidores.
La cúpula del gobierno revolucionario en Venezuela lo que está haciendo es sobrevivir en medio de altísima presiones internacionales y nacionales, la economía del país está destruida, y sus verdaderos operadores, los Comandantes del Partido Único Comunista de Cuba, representados en la figura del anciano Raúl Castro, cometieron el error en hacer obvia su participación e intervención en la injerencia sobre los asuntos soberanos de Venezuela.
La participación cubana en el desastre venezolano es tan obvia que son señalados como los culpables de esta situación calamitosa, y los está perjudicando, Cuba se ha convertido en el centro de la atención internacional de una serie de acusaciones y medidas punitivas en su contra, la cual están tratando de contrarrestar, moviendo sus influencias políticas entre los aliados que le quedan, poniendo en evidencia aún más su papel protagónico, ya es un secreto a voces que mantiene hoy en día más de 20.000 cubanos en territorio venezolano como operadores políticos entre la población civil y militar.
Lo que ha debido ser una operación discreta que beneficiaría a la isla caribeña en recursos y negocios en un nuevo orden colonial para Latinoamérica, se ha convertido en una seria intervención político-militar en donde varios estados de la región, incluyendo a los EEUU, se están sintiendo agredidos y violados en sus intereses y seguridad, lo cual se ha convertido en una empresa de gran escala difícil de ocultar, al punto que la situación se le ha tornado inmanejable para el gobierno cubano, lo que ha ameritado la intervención directa de los gobiernos de Rusia y China, y de poner en juego (descubrir ante los organismos de inteligencia mundial) la red de apoyo con que cuentan.
A medida que la situación en Venezuela se fue complicando y que ameritaba una mayor y más visible participación de Cuba, sobre todo en el intenso intercambio diplomático y militar a que dio lugar, Cuba fue cayendo en su propia trampa y para no quedar como unos irresponsables ante un juego tan mal planteado, trataron de convertirlo ahora, en un plan de mayor aliento ya no solo para Venezuela sino para todo el continente y para España.
Este esfuerzo ha distraído importantes recursos y fuerzas a lo interno en la isla, lo que los ha dejado muy vulnerables, y explica la dureza con la que actúa el régimen en contra de la propia oposición cubana, son intransigentes, candelita que se prende, candelita que apagan a palos, y el descontento del pueblo cubano, tan oprimido por tantas décadas, crece.
La apertura del México de López Obrador a la influencia cubana, les ha obligado a enviar contingentes de médicos, entrenadores, maestros, expertos en inteligencia y personal militar a ese país, quedándose en este momento al máximo de su potencial intervencionista en otros países, de modo que la orden para el Foro de Sao Paulo es que utilicen al máximos los recursos nacionales de los países para provocar la violencia que hoy estamos viendo en el continente.
Los rusos y los chinos que venían trabajando calladamente en su plan de dominio mundial por medio de la globalización, tejiendo con habilidad una serie de situaciones, intervenciones, tratados, áreas de influencia, contactos multilaterales, se ven obligados a descubrir su juego gracias a la desmedida ambición de Raúl Castro.
El líder cubano, en vez de reconocer sus errores y los problemas creados, prefirió, en vez de concentrarse en bocados que podía digerir, por cuestiones de falso orgullo, está en el proceso de engullirse al continente completo, sin reconocer que no tiene como hacerlo, y afectado por las sanciones de los EEUU que tan desesperadamente denuncia y trata de desactivar.
Al destaparse la trama política en Venezuela y Colombia, para luego hacerlo en Ecuador, Chile, Argentina, Bolivia y probablemente lo haga en Brasil, con Lula Da Silva, su importante ficha, ahora en libertad; ha preferido descubrir el juego de sus asociados y jefes en el tablero mundial, en vez de contener con discreción la crisis en Venezuela.
La red tejida por Cuba que llega hasta el alto gobierno en España y penetra los círculos de decisión de la Unión Europea, han expuesto a toda la estructura operativa del comunismo internacional con la que intentaban hacer realidad ese viejo sueño de instaurar un Nuevo Orden Mundial, socialista, militarista, totalitario, con un gobierno planetario en manos de la ONU.
Esta última organización ha sido rudamente expuesta y todas las ganancia socialistas y comunistas en posicionar factores y aliados en puestos claves, ha sido expuestas; todo el esfuerzo que hicieron los gobiernos norteamericanos demócratas con los presidentes Carter, Clinton y Obama en darle a la ONU el importante peso mundial que había logrado, como la más importante instancia en la resolución de conflictos entre países, convirtiéndose en la referencia y el instrumento supranacional para ir fundando un gobierno global, se encuentra ahora en entredicho debido a estas torpes jugadas de Raúl Castro.
En una típica estrategia comunista, de convertir una derrota en victoria, han generado una narrativa absurda de que en Venezuela triunfó la justicia, la moral y la razón revolucionaria, Maduro trata de vender su gesta como una de liberación en un país desgarrado por la corrupción y el oprobio, por facciones y militares peleándose por minas de oro y centros de distribución de drogas, con una población entrando en peligrosa fases de desnutrición, etnocidios, con varias amenazas de epidemias y con una migración de desplazados y refugiados hacia países vecinos como nunca se habían visto en la región, es simplemente un exabrupto que lo que hace es resaltar la tragedia de la situación.
Cuba y Raúl Castro han puesto el plan de dominación socialista en entredicho, probablemente el daño sea irreversible a este esfuerzo histórico, y ya descubiertas las cartas es mucho más fácil controlar el daño por parte de las democracias occidentales y desmantelar la red de dominación; la conspiración descubrió su rostro y no es agraciado.
De esta manera la situación en el medio oriente, en África, en el Caribe, internamente en los EEUU y Canadá, pero sobre todo en Europa, cobra una nueva perspectiva a la que hay que atender con premura, pero es en Latinoamérica en donde el fuego está encendido, y donde pudiera desatarse una situación de anomia que afectaría la paz mundial y la seguridad hemisférica en el espacio vital de los EEUU.
Justamente es en este momento que Cuba es susceptible de la siembra de la contrarevolución, de una oposición mucho más agresiva y visible, es la ventana que por tanto tiempo se había esperado para sembrar las semillas de la libertad y la democracia, pero es también un momento peligroso para la región completa, Raul Castro está desesperado y capaz de cometer cualquier locura.
La geopolítica mundial adquiere una nueva comprensión cuando entendemos estas torpes jugadas que sin duda, tienen al mundo al borde de un ataque de nervios, se han generado desequilibrios y conflictos, pero todo adquiere un sentido cuando estamos viendo a una Eurasia, que estuvo muy cerca de obtener el control de buena parte del mundo, luchando por recuperar mercados, ventajas y presencia luego de que el Sr. Trump desatara en contra de China y Rusia una serie de medidas que los tienen a la defensiva.
En cuanto a Venezuela, fue un error del comunismo internacional tener como socios en un proyecto de dominación neocolonial, a personajes tan rapaces y poco cultivados como los chavistas, desordenados e incapaces de seguir un plan, sus apetencias personales privaron sobre cualquier alianza o compromiso ideológico, los revolucionarios se presentaron ante los venezolanos como salvadores, y se convirtieron en sus esclavistas, en algún momento quisieron liderar el movimiento mundial de dominación socialista, pero Fidel Castro intervino anulando de manera definitiva a su líder, Hugo Chávez.
Maduro nunca estuvo a la altura de su antecesor, y aunque resultaba un obediente agente o proconsul cubano, su manera de ser es mucho más primitiva que la del Comandante Eterno, lo que ya es mucho que decir de sus pulsiones bestiales, pero no ha sido posible derrotarlo o  doblegarlo, debido principalmente, a una oposición democrática cobarde, acomodaticia y con su agenda propia de intereses, que no son los del país nacional, desmontando su propio juego, haciendo letra muerta sus promesas.
El plan que se elaboró, la hoja de ruta que se sometió al pueblo opositor venezolano, que es mayoría, era muy claro y estaba sobre los rieles correctos, primero, salir de la usurpación chavista, segundo atender la crisis humanitaria con urgencia, ir hacia la transición realizando nuevas elecciones generales se dieron importantes pasos en consolidar a una figura de liderazgo en la persona de Juan Guaidó y complementado por una Asamblea Nacional combativa y comprometida con la liberación de su pueblo, pero todo era una cortina de humo para ocultar posiciones personalistas y despreciables.
Empezaron a introducir elementos extraños en el plan, principalmente los intentos de negociación y pactos secretos, algunos sectores de esta dirección política cría, y aun cree,  que pueden cohabitar con un régimen de ésta naturaleza sin contaminarse ni perder la brújula, el presidente encargado de la Asamblea Nacional, el Sr. Juan Guaidó se ha destacado por su poca habilidad de lograr cohesión entre los factores “realistas” de nuestra sociedad, su última y lamentable decisión de salir del doctor Calderón Berti como embajador de Colombia es una muestra de ello, no ha sido responsable al momento de tomar las medidas necesarias para que cesara la usurpación, el paso fundamental del plan de rescate del país.
No me queda la menor duda que la primera tarea que los venezolanos demócratas tenemos por delante, consiste en rescatar nuestra Asamblea Nacional de las manos de los colaboracionistas, se trata de nuestra punta de lanza en nuestra lucha por la libertad y fuente de legitimación de nuestras acciones, debemos ignorar a esta representación política vendida, debemos sanear la oposición y plantarnos ante el régimen con el sólo fin de derrotarlo con nuestros aliados, en el terreno que sea necesario.  -   saulgodoy@gmail.com


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