Los ingleses
piensan que son libres, están equivocados, ellos son libres sólo durante las
elecciones de los miembros del Parlamento; Tan pronto el Parlamento es electo,
vuelven a ser esclavos, son nada.
JEAN-JACQUES ROUSSEAU
Du contrat social, 1762.
Hay gente sacando unas cuentas y levantando un inventario
ficticio con la intención de favorecer la figura y la gestión de Juan Guaidó,
pero las cuentas no dan, el resumen es, por decirlo de la manera más elegante,
triste, pero allí está el aparato de comunicaciones de la oposición
colaboracionista, sus líderes y voceros, pregonando la ficción de unos logros
que se lo deben a otros, ocultando unos manejos oscuros, sin reconocer la falta
de logros que se propuso la llamada unidad democrática, y que como se ha visto
evidenciado, no son más que un conglomerado de los partidos de la izquierda,
los mismos que nos han metido en este embrollo sin fin.
Toda la ristra de partidos que van a apoyar la reelección
de Juan Guaidó como Presidente encargado, su núcleo fuerte e influyente está
conformado por los mismos partidos de siempre, Primero Justicia, Acción
Democrática, Voluntad Popular que son los que se han beneficiado de los lazos establecidos
con el chavismo, seguidos por una serie de organizaciones de menor cuantía que
ni siquiera sabía que existían, pero bueno, tienen todo su derecho, el problema
es que se trata de la misma gente que de alguna u otra manera, han comulgado
con la cohabitación con el crimen organizado y Cuba.
Porque no quiero que se les olvide amables lectores, que
el régimen de Maduro es no sólo hechura cubana, de los hermanos Castro, sino
soportados por una red de mafias criminales internacionales que aún hoy,
mientras usted está leyendo estas líneas, está robando, destruyendo y
corrompiendo a los venezolanos.
A estas alturas del juego, luego de un año en el cargo
como Presidente encargado sin haber logrado nada de lo que se propuso, Juan
Guaidó pretende repetir en el cargo ¿Todavía nos vamos a dejar manipular por
los publicistas de la izquierda unida? Porque están más agavillados que nunca y
dándole el espaldarazo Guaidó en medio de unos escándalos y señalamientos
terribles sobre corrupción y abuso de poder, que no han tenido otra respuesta
sino el silencio ominoso del diputado de Voluntad Popular, que lo que ha hecho
es negarse a declarar, afianzarse en su cargo, y sostener que se trata de
ataques del chavismo en contra de la única esperanza que tiene el país: él.
Les voy a pintar el panorama que veo a partir de Enero,
si esa izquierda unida, tal como nos ha amenazado, retoma el poder por un año
más, no porque sea un vidente, sino porque lo que hay que hacer es sumar 2+2=4.
Nicolás Maduro ya tiene en su haber una oposición a hecha
a su medida con esa serie de micropartidos que aglutinó en torno a la idea de
un acuerdo entre el chavismo y una coalición política que no representa a
nadie, esta gente, liderada por Claudio Fermín, Henry Falcón, Eduardo Semtei y
otros afiles de los estrategas cubanos, han montado una plataforma sobre la
cual el régimen va a mostrar sus gestos de buena voluntad, soltar algunos
presos políticos, permitir la candidatura al CNE de algunos personeros de la
llamada oposición democrática, flexibilizar algunas áreas de control político y
económico, permitir una mayor apertura a la ayuda humanitaria, levantar medidas
restrictivas de la libertad de algunos medios y personeros exilados, pero lo
más importante, pretende que por medio de este grupo se canalicen las
negociaciones y acuerdos con el régimen.
Por otro lado, el PSUV y sus aliados están penetrando la
Asamblea Nacional en clara cooperación con la oposición de izquierda y Juan
Guaidó, que han permitido la reincorporación de los diputados del PSUV a sus
curules, luego de años tratando de destruir el poder legislativo y creando una
Asamblea Constituyente paralela que no les ha funcionado, ahora, van a
inutilizarla desde adentro, y esto lo van a lograr con la compra de conciencias
y votos (los maletines llenos de “verdes”) de algunos diputados de oposición,
algunos de los cuales ya han vendido su alma al diablo pero lo tienen bien
calladito.
Ya hemos visto que la izquierda unida liderada por Juan
Guaidó tiene acaparado toda las contribuciones financieras de los venezolanos
que apuestan a un supuesto cambio, este dinero proviene de empresarios y
financistas que apuestan a que ese grupo de partidos, y que ven en ellos la
posibilidad de que mejore la situación del país, ya que no existe de parte de
la derecha venezolana una organización tan bien tramada y funcional como la que
Borges, Allup y López han logrado, al punto que se han asegurado de tener a su
gente en los puestos claves de las pocas empresas del estado todavía
productivas (Monómeros, CITGO), también reciben contribuciones de gobiernos
amigos de Venezuela para la realización de algunas gestiones, en muy poco
tiempo se han colocado como el único frente funcional de la oposición
democrática venezolana y para ellos van los recursos.
Estos izquierdistas democráticos, como todos los
izquierdistas democráticos de ahora, tienen como prioridad garantizarse ellos
un modus vivendi, bueno, de calidad, como corresponde a sus altas
responsabilidades, sobre todo si tienen que vivir en el extranjero y viajar
continuamente, el problema es, que estos líderes de la izquierda unida, ya
encontraron cierta estabilidad económica, y se han desacoplado de las urgentes
necesidades de la mayoría, no sienten la crisis ni la urgencia de una salida
rápida, a casi dos décadas de destrucción chavista todavía esperan que la gente
aguante hasta que las condiciones del país mejoren.
Lo que quiero decir es que la izquierda unida, aparte de
tener claro unas futuras elecciones donde ellos tengan la oportunidad de
hacerse con el poder de manera institucional y legítima, no tiene otro plan
para enfrentar al régimen que unas negociaciones y acuerdos para garantizar su
sobrevivencia política.
Lo que no saben, o si lo saben se están haciendo los
chinos, es que van a tener que bailar pegados con el diablo, y si negocian con
el régimen, no importa en qué términos, no nos vamos a quitar a Cuba más nunca
de encima chupándonos la sangre.
¿En qué va a resultar este enredo de contar con dos
gobiernos, una oposición a la medida de Maduro, otra de la izquierda unida,
otra de la derecha radical, una Asamblea Nacional penetrada por el chavismo? Lo
más probable es que Claudio Fermín y sus muchachos convenzan a la izquierda
unida en aceptar los términos electorales de Maduro, que Maduro salga de la
presidencia, pero entregándole la banda presidencial a uno de los suyos, de
modo de asegurar que la transición se haga con ellos, todo esto bajo la tutela
militar.
Las organizaciones políticas en nuestro país han
elaborado y aprobado un sistema legal electoral que es la jaula perfecta para
que nuestra voluntad política quede atrapada en supuestas representaciones
unitarias, es lo que ha permitido la aparición de diputados que no se saben de
dónde vienen ni en nombre de quienes actúan, el partido los nombra y postula, y
una vez que ganan sus curules los controla, no vayan a creerse el cuento de que
estos diputados corruptos actuaban por cuenta propia.
El sistema de representación y de partidos políticos en
Venezuela necesita una urgente revisión, no es posible que estos clubes de
negociantes lleguen al poder, y pretendan perpetuarse en sus cargos directivos
dentro de las organizaciones, actuando como mandamases de la política nacional
pasando sobre la constitución y sobre la voluntad popular, lo que está
sucediendo en este momento en el socialismo supuestamente democrático, de
tratar de imponer a como dé lugar a Juan Guaidó como candidato único y
perpetuo, no es más que el rasgo autoritario de quienes nos legaron al chavismo
de los uniformes verde olivo y de la “Patria, Socialismo o Muerte”.
El abogado Gerardo Blyde, representante de esa nueva
izquierda, y que trata de pasar como hombre comedido y prudente, en una
reciente entrevista, menciona que la derecha radical, de la cual soy parte a
mucha honra, por el sólo hecho de criticar la reiterada ineptitud en el manejo
de la oposición política, nos acusa de intentar destruir a esa unidad,
conformada por la izquierda populista y su candidato, con ánimos de acaparar y
aprovecharse de los restos y el vacío que pudiera dejar esa coalición política si
es desplazada por otro tipo de alternativa.
Los socialistas ya tiene veinte años componiéndose y
recomponiéndose en formatos unitarios, y siempre terminan en colaboracionismos
con la tiranía, convirtiendo triunfos electorales en derrotas, movilizaciones
masivas de ciudadanos en protestas, en pantomimas irrelevantes, en fórmulas de
cohabitación que parece ser la única ruta política que entienden con el
chavismo.
No Sr. Blyde, no es oportunismo político, es el sagrado
derecho que nos asiste en proteger nuestra existencia como país en manos de
unos ineptos, es el reclamo justo y democrático que tenemos ante la
indiferencia de un grupo de mal llamados políticos que lo que han hecho es
coadyuvar en nuestra opresión y explotación.
La esperanza para Venezuela pareciera encontrarse fuera
de sus fronteras, ésta Asamblea Nacional no tiene la menor intención en llamar
a un plebiscito al pueblo para que manifieste su voluntad sobre lo que debemos
hacer, su actual administración ha conculcado todas las iniciativas en
decisiones que lo que hacen es favorecer al régimen para que se perpetúe en el
poder, si hubieran tenido el interés real en terminar la usurpación del
chavismo, hubiera llevado a cabo las gestiones necesarias y de fuerza para que
grupos de países con vocación democrática, y aliados de Venezuela, obligaran al
gobierno de Maduro a aceptar unas recomposición del CNE de manera ecuánime (o
en su defecto, que las elecciones tengan control internacional) y la
realización de unas elecciones generales, o una intervención militar
humanitaria para acabar de raíz con la crisis.
Ya la trampa está armada para que el 05 de Enero, una
coalición de partidos de izquierda reinstaure a Guiadó de nuevo como Presidente
encargado, la mentada realineación y rectificación de las estrategias me temo
signifique alargar la agonía y la inestabilidad en el continente, llevar a
límites inimaginables el sufrimiento del pueblo de Venezuela, todo por cumplir
con unos objetivos personales y egoístas de unos políticos sin alma.
Si aceptamos esta ruta vamos a terminar negociando con
Maduro y unos militares traidores quienes son empleados del régimen de Cuba y
las mafias internacionales, porque eso “es lo que tenemos”, aparecerá en el
firmamento de naciones del mundo una nueva especie de gobierno, un híbrido
inestable y horrible, que favorece la corrupción institucionalizada, un virus
destructor de la democracia, un nuevo modelo de estado que se hará popular
entre los gobiernos fallidos del mundo y que será a todas luces, pacífico,
constitucional y democrático, como les gusta aparentar a los socialistas.
Bienvenidos al verdadero post modernismo. -
saulgodoy@gmail.com
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