Para comprender mejor el objeto de mi escrito de hoy,
vamos a examinar tres momentos de nuestra cotidianidad con respecto a esa forma
de pensar y manera de ser de algunos venezolanos conocida como el chavismo.
El chavismo es un comportamiento primitivo, deshonesto,
violento e irracional que siempre ha existido en nuestro pueblo, pero al que
nunca pudimos realmente apuntar o señalar, y era difícil denominarlo, hasta que
vino el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías y un grupo de militares golpistas, y
lo hicieron destacar pues lo eligieron como forma natural y usual de expresión
política, ellos lo llamaron Revolucionario Bolivariano, pero el mote que le ha
distinguido es el de chavismo, en honor a su fundador.
Los tres momentos que quiero destacar son: primero, la
reiterada costumbre de ciertos grupos de personas de saquear a camiones de
carga, que tienen la mala fortuna de accidentarse, muchas veces de manera
aparatosa, como en volcamientos, y que la acción de estos grupos, que hacen
vida en comunidades aledañas a estas carreteras, consiste básicamente en el
pillaje de la mercancía.
Segundo, el exhibicionismo contumaz de la riqueza mal
habida, con la asistencia de sus principales promotores, beneficiarios, familia
y amistades a locales de consumo suntuosos (restaurantes, clubes, bares,
bodegones, etc.) en vehículos de alta gama y en extremo lujosos, aparcados de
modo de señalar su presencia en el lugar.
Tercero, las malas prácticas económicas, principalmente en
esquemas financieros y monetarios que el Poder Ejecutivo pone en práctica para
jugar con la esperanza y el deseo de la gente de ver solucionados algunos de
sus problemas de subsistencia, con ciertos bonos, premios o asignaciones de
dinero que son muy difíciles de hacer efectivo o utilizar adecuadamente,
dejando a las personas con un sentimiento de que fueron estafadas, como es el
caso del otorgamiento de medio Petro (una especie de criptomoneda) como regalo
de aguinaldo para jubilados y funcionarios públicos.
Creo que estos ejemplos resumen de manera ilustrativa la
verdadera naturaleza del chavismo, o lo rasgos principales de ese Nuevo Hombre
que ésta revolución bolivariana está tratando de construir.
En el caso del pillaje en las carreteras, esta práctica
se está convirtiendo en un verdadero problema para el abastecimiento de bienes
en la república, sobre todo de alimentos y bebidas, no solo es el factor de
inseguridad que enfrenta el transportista en sus entregas, las pérdidas
millonarias para las industrias y comercios, el agravamiento de la situación de
desabastecimiento en el país, lo más grave es que esta es una acción, que el
gobierno no reprime ni castiga, lo que promueve es el robo en las carreteras.
Las FFAA se han declarado incapaces de contener el
pillaje en las principales vías del país, esto, a pesar de las innumerables
alcabalas y sitios de control que asumen, se han reportado casos, y son cada
vez más frecuentes, que en los sitios de estos accidentes el chofer y los
asistentes no reciben ayuda de los saqueadores, todo lo contrario, se han
reportado que muertos y heridos son robados de sus pertenencias.
Esta situación que atenta en contra del libre tránsito de
los venezolanos por su país ha conllevado a medidas extraordinarias por parte
de no solo de transportistas de carga, sino también de pasajeros y hasta de
ciudadanos que necesitan viajar, ya no lo hacen de noche y de día, prefieren
viajar en convoyes para protegerse.
Las personas que incurren en estos actos vandálicos lo
hacen creyendo que es su derecho robar y saquear, ya hay grupos de delincuentes
organizados especializados en este tipo de acción que implica detener a los
vehículos violentamente, agredir a sus ocupantes y despojarlos de sus
pertenencias, este comportamiento delictual es justificado por una mal
digerida y peor entendida propaganda
comunista que desprecia la propiedad privada y alienta la propiedad comunal.
El segundo caso tiene sus secuelas en una nueva clase
social que ha hecho grandes fortunas con negocios ilícitos y la corrupción a la
vera del gobierno socialista, pero que debido a que ahora tiene restricciones y
prohibiciones de viajar al exterior, ya no pueden exhibir sus nuevas fortunas
en las capitales occidentales, chocar sus carros recién adquiridos, llegar a
los lugares de lujo con verdadero “estilo”, ahora tienen que hacerlo en el país
que han arruinado, y a pesar de la miseria y la pobreza que los rodea, hacen
gala de una insensibilidad absoluta de sus ánimos derrochadores.
Estas personas, que son de la misma calidad humana de los
que hacen pillaje en las carreteras, pero con dinero, no les importa las
penurias ni el trabajo que pasa el ciudadano común para poder comer sus tres
comidas diarias, ahora se la pasan tentando su suerte en su propio país, con un
ejército de guardaespaldas que los protege de esa mayoría de venezolanos
menesterosos que los ven con arrechera y los saben causantes de sus
infortunios.
El Nuevo Hombre del chavismo es absolutamente impermeable
al sufrimiento humano, pues saben que son circunstancias históricas las que se
imponen en esta ruta hacia la utopía de la igualdad, que está todavía muy pero
muy lejana, mientras tanto, el socialismo, que se ha ocupado de demoler el
antiguo orden, está creando nuevas clases sociales y un venezolano cosmopolita
obligado a vivir encerrado entre estas ruinas.
En cuanto a las manipulaciones económicas de un
presidente desesperado por traer alivio en medio de una crisis creada por la
revolución, que nunca se dude de su buena voluntad, el presidente Nicolás
Maduro Moros es un ser magnánimo que sólo quiere la prosperidad de su pueblo, y
dada la incomprensión del mundo hacia lo que los chavistas están intentando
hacer en Venezuela, en vista de la imposición de tantas sanciones y penalidades
por parte de una comunidad internacional ciega de la envidia y preocupada por
el éxito de la revolución bolivariana en nuestro país, está intentando hacer de
tripas, corazón.
El “Petro” será estudiado como uno de los inventos
financieros más felices y eficaces de la historia monetaria de la humanidad,
una especie de criptomoneda respaldada por petróleo y oro enterrado en el
subsuelo, que financiará una minería ecológicamente responsable tal y como lo
han vendido consiguiendo en el ya famosos “Arco Minero”, con unas reservas
probadas ingentes y que el valor de este criptoactivo será determinado por la
sapiencia y el equilibrado criterio del señor Maduro, uno de los jefes de
estado más tolerantes con el narcotráfico en el mundo.
Oro y petróleo que ningún venezolano podrá ver nunca, pero
sí los chavistas y los cubanos que viven de ello, que se la pasan traficando en
vuelos clandestinos, en barcos petroleros con el transponder apagado para no ser ubicados en alta mar, en remesas
que son confiscadas en los aeropuertos internacionales como contrabando.
El Petro pasará a la historia como la estafa masiva más
grande la historia, un esquema financiero-monetario sin respaldo real alguno,
una ilusión de riqueza de quienes tienen sus hogares y propiedades llenos de
billetes en efectivo que no pueden gastar sino en bodegones que ellos mismos
abren para lavarlos, o en empresas de comunicaciones tales como periódicos,
radios, televisoras, sitios en internet para seguir esparciendo la mentira
socialista.
El chavismo ha acaparado para sí todo los vicios de la
civilización moderna y ninguna de sus virtudes, el Nuevo Hombre que está
construyendo es un esperpento horrible que ya tiene sus variantes más potables
en la oposición política venezolana, que son todos esos partidos socialistas
que tratan de vendernos fracasos como victorias, autoritarismo y trampa como
democracia, mentiras y traiciones como verdad y compromiso.
Los tres casos que hemos analizado someramente de nuestra
realidad, conllevan a una sola conclusión, Venezuela está gravemente enferma en
su moral y principios, el chavismo está destruyendo nuestra alma y se impone el
recate de la virtud, de la que hablaremos en próximas entregas. -
saulgodoy@gmail.com
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