sábado, 4 de enero de 2020

Las verdades que mueven a Guaidó,



Lo que está sucediendo con nuestra AN no es fácil de comprender si no se analizan sus partes componentes y cómo interactúan, incluyendo las fuerzas exteriores a las que está sometida, y voy a empezar por este último componente, ya que en las actuales circunstancias es uno de los más importantes.
Desde que Venezuela se internó en este infierno del socialismo bolivariano y se prestó a ser una ficha de Cuba en su estrategia internacional, los EEUU necesitaban un punto de contacto, unos interlocutores que tuvieran el reconocimiento, la legitimación y la fuerza suficiente para que pudieran actuar en nombre de los intereses democráticos de occidente, visto que el poder ejecutivo y el judicial estaban secuestrados por el chavismo, solo quedaba en el tablero el parlamento, donde confluían las fuerzas políticas que todavía quedaban luego del avasallador triunfo de Chávez en su estrategia totalizante.
Para el chavismo la existencia del parlamento era necesario para justificar su actuación como un régimen legítimo y democrático, cosa que no era, pero en aras de las apariencias, para poder jugar su estrategia de expansión y conquista por la vía pacífica y legal, para no echarse encima como enemigos a la comunidad internacional, optó por permitir que la AN tuviera cierto “juego” mientras se establecía el socialismo como hegemonía y pensamiento único.
Contaba con varias ventajas, una nutrida representación de sus adeptos, aunque no la mayoría que deseaba, y que la oposición estaba conformada en su gran mayoría por partidos socialistas democráticos con los que podría negociar ciertos acuerdos de gobernabilidad.
Pero dos factores trancaron ese juego, el primero fue el orgullo del líder galáctico, no aceptaba otra conducta que la obediencia perruna de los demás ante su voluntad, y el segundo factor, la ambición desmedida de los líderes de los partidos de oposición acostumbrados a tener sustanciosas raciones del botín del estado, no sólo se conformaban con presupuestos de gobernaciones y alcaldías, con contratos millonarios con el estado, con designaciones de sus partidarios como directores en las empresas del estado, con asignaciones extraordinarias y otras prebendas como funcionarios, sino que pensaban que Chávez era un tarado mental y que en cualquier momento podrían trancarle el juego, y en unas elecciones, quitarle el poder.
Era una lucha entre una manada de lobos contra una de hienas, ambas con hambre, lo lobos no querían compartir territorio, pero las hienas están dispuestas a negociar una cohabitación, hay suficiente comida para ambos, alegaban sonreídas las hienitas, ¿De eso no se trata la democracia, de convivir lobos y hienas en un país de jugosas y obedientes ovejas?
Si estaban al tanto de estas circunstancias o no, es irrelevante, lo que sí se dio fue una agresiva campaña mundial del Departamento de Estado por buscarle apoyo a la AN venezolana y que fuera reconocida como el único órgano sano y con legitimidad para entablar ciertas relaciones como corresponden a los intereses occidentales, por supuesto, todos los logros de este esfuerzo se lo endosaron ciertos políticos locales y sus partidos como de su hechura, a los gringos poco les importó, pienso que ellos tenían la idea y creo que la conservan, de que la carga se fuera equilibrando mientras hacía el camino.
Pero Maduro era muy distinto de Chávez, este se replegaba y cedía terreno en aras de conservar energía y prepararse para un mejor momento y avanzar, Maduro no, este arremetía con todo, y si la cosa se ponía muy dura, entonces recurría “al bruto” y llevaba las situaciones al límite, actitud esta que era más del gusto de Raúl Castro, el dueño del circo y que estaba dispuesto a darle una lección a su archienemigo Donald Trump, utilizando la situación en Venezuela como ficha ofensiva en el tablero.
El asunto es que la AN se revaloró de manera súbita en este entramado político y adquirió un nuevo aliento cosa que aprovecharon los partidos de la oposición para maniobrar y hacerse dueños de la AN, pero dueños en el sentido corporativo, los que mayor número de acciones tenían, poco les importaba que ya habían dejado de ser los representantes de la mayoría de los venezolanos, en realidad nunca lo fueron, pero en esas situaciones de la política eminentemente electorera, sus partidos eran los que tenían mayor figuración en los listados del CNE por cociente de los resultados y otros trucos estadísticos.
Los partidos más grandes y sus líderes prácticamente se adueñaron de la situación, se repartieron los cargos, cambiaron las reglas de funcionamiento de la AN y se erigieron como voceros del país sin serlo, de esta manera llega el desconocido Juan Guaidó al estrellato sin ser ni la mitad de lo que la publicidad dice que es, el líder que todos esperábamos, la referencia necesaria en estos tiempos de oscuridad e incertidumbre.
Al cabo de un año como presidente de la AN, costó un mundo que se reconociera como presidente encargado y actuara como tal, nunca ha ido a Washington ni se ha encontrado con Trump, por lo menos para agradecerle su apoyo y establecer vínculos personales con la mayor potencia mundial, lo que hizo fue mandar a su esposa quien se apareció en la Casa Blanca con la biografía de Michelle Obama debajo del brazo, y nombrar a los expertos en la cultura anglosajona y conversadores en fluido inglés Julio Borges y  Carlos Vecchio como sus hombres en el norte, aunque según informes fidedignos sus vínculos y conexiones con la gente de Obama y Clinton son inocultables, al punto que empezaron a crear un muy mal ambiente con los Republicanos debido a sus continuas reuniones con los opositores de Trump.
Quizás haya quienes creían que en una personalidad tan neutra como la de Guiadó, iba a ser posible, confluyeran en él distintas visiones e intereses, y que esto fuera favorable para el país, el que no fuera un genio en derecho o un economista precoz o un político con una larga experiencia quizás fuera un aval para que pudiera representar el complejo cúmulo de intereses nacionales, lo malo era que Guaidó tenía dueño y señor, y ese era Leopoldo López, quizás el más ambiciosos de todo los políticos de aquella joven generación que nació de aquel difícil parto de Primero Justicia.
Leopoldo es de los que creen que su destino es ser un elemento clave en la historia contemporánea de nuestro país, y principalmente de su riqueza petrolera, hay algo en sus discurso y sus ideas que lo vinculan históricamente a nuestra principal industria de extracción y ese supuesto derecho que cree que tiene no se lo va a dejar por ningún chavista pata en el suelo, he allí el que creo sea su verdadero leit motive de su lucha política.
Ello explicaría muchas cosas que han sucedido en el año transcurrido de Guaidó en el poder compartido que tiene, y muchas otras de las que no han ocurrido, entre ellas, la promesa de acabar con la usurpación; para nadie es un secreto que si en algo se ha distinguido estos partidos de oposición es un su habilidad de negociar un modus vivendi para sus directivos y acólitos, y todos ellos están claros en que los líderes chavistas están todos “forrados de billetes”, esto, literalmente, pues cada vez más se les hace más difícil ocultar sus ingentes fortunas en el sistema financiero mundial.
Y aquí es donde se encuentran el hambre con las ganas de comer, prácticamente obligados a dormir sobre los fajos de dólares, euros y barras de oro debido a las sanciones impuestas, se ha dado este insólito episodio de la compra de consciencias, de los “maletines verdes”, 300.000 ahora y un millón y medio después, se le acusa al chavismo la compra de votos en la AN para impedir que el hombre de Leopoldo López continúe en la presidencia de la misma.
Esto es de lo más extraño, y sin lugar a dudas se trata de un escenario totalmente manipulado por intereses cubanos, chavistas, de la MUD y de los involucrados en esta charada, un show destinado a tapar algo, o es que ¿No fue el mismo Guaidó el que invitó a los chavistas a reincorporarse en la AN como gesto supremo de tolerancia democrática? ¿Por qué Guaidó se vuelve a lanzar como presidente de la AN luego de su desastroso desempeño? Todas estas movidas de los partidos que se creen dueños de la AN para llegar al 5 de Enero con el propósito de reelegir a Guaidó y ya visto que el Sr. Trump también puede jugar “duro” luego de los sucesos en Bagdad, ¿Qué es lo que verdaderamente está sucediendo en la AN? ¿Por qué recrudecen los ataques de Maduro en contra de los diputados opositores? ¿Por qué tantas desapariciones de asambleístas democráticos?
Igual que ustedes mis queridos lectores estoy sorprendido por el cariz de todos estos acontecimientos en pleno desarrollo, e igual que ustedes, estoy como un espectador más, pero lo que sí es cierto, y en esto no me queda la menor duda, el país nacional, los escasos veinte millones de venezolanos que quedamos en el país, estamos fuera de este maléfico juego de intereses y poder, allí no estamos representados ni hemos consentido para que la AN se preste a este tipo de espectáculo pasional.
Creíamos que las reglas eran que cada período íbamos a tener un representante por turno de los partidos que conforman la asamblea, estas reglas fueron cambiadas para asegurarle la reelección a Guaidó, lo cual no pinta bien, tengo la impresión que vamos a entrar en un peligroso momento para el poco prestigio que le queda a nuestro parlamento.
Dios quiera, y yo esté equivocado.  -   saulgodoy@gmail.com



No hay comentarios:

Publicar un comentario