sábado, 24 de julio de 2021

Traición a la Patria

 



 

El lenguaje del patriotismo ha sido utilizado a través de los siglos para fortalecer o invocar el amor hacia las instituciones políticas y la forma de vida que defiende la libertad común de la gente, es decir, el amor a la república; el lenguaje del nacionalismo se fraguó a finales del siglo XVIII en Europa para defender o reforzar la unidad y homogeneidad cultural, lingüística y étnica de un pueblo. Mientras que los enemigos del patriotismo republicano son la tiranía, el despotismo y la corrupción, los enemigos del nacionalismo son la contaminación cultural, la heterogeneidad, la impureza racial y la desunión social, política e intelectual.

 

Maurizio Viroli, Por amor a la Patria (2005)

 

¿Qué concepto de patria o patriotismo tiene en mente un juez del socialismo bolivariano cuando condena a un ciudadano venezolano a prisión, enredando la sentencia con menciones al terrorismo y la promoción del odio, y más cuando esos venezolanos son políticos en ejercicio, representantes electos y de la oposición al gobierno, justamente en vísperas a unas elecciones?

Lo más probable es que confunda nacionalismo con patriotismo, y si permitimos que se explique, estoy seguro que el concepto de nacionalismo que esgrimiría sería muy cercano al del fascismo, algo muy lejano al concepto histórico del patriotismo.

Esta desviación del lenguaje es crítica en las leyes penales venezolanas pues se conforman como parte de un ordenamiento jurídico que pudieran, como de hecho lo hacen, privar a los ciudadanos de sus libertades fundamentales e imponer sentencias de reclusión en abominables instituciones carcelarias, violando todo derecho humano, empezando por el derecho a la defensa, porque la intención es criminalizar la opinión, hacer reo de la justicia a quien piense distinto de quienes ejercen el poder, en una clara violación de los principios republicanos de justicia y equidad, porque por allí se empieza, ¿cómo defenderse de una acusación falsa, basada en criterios ideológicos, construidos los alegatos de la fiscalía sobre quimeras construidas para perseguir, que implican una posición de dominio, de fuerza bruta y sin ninguna oportunidad para una defensa oportuna, lógica y razonable?

En 1649 el monarca de Inglaterra Carlos I fue condenado a morir decapitado públicamente después de que un tribunal probara contra él la existencia de delitos de alta traición y otros crímenes. El rey mantuvo hasta el final que ningún tribunal tenía jurisdicción sobre su persona, porque su autoridad venía directamente de Dios y se transfirió cuando fue coronado y ungido. En cambio, los revolucionarios ingleses que lo destituyeron mantenían que no existía hombre alguno sobre la ley.

Los filósofos del derecho no terminan de ponerse de acuerdo sobre la verdadera naturaleza de este tipo de delito, indudablemente se trata de tipos de comportamientos políticos, son delitos políticos, pero que inevitablemente tienen consecuencias que turban la paz pública y lesiona las condiciones de existencia de una determinada organización institucional, por supuesto, la justicia siempre viene dada por quien tiene el poder, por el vencedor en estos conflictos, en este sentido recomendamos la lectura del trabajo del Dr. Jorge Sosa Chacín (UCV), Delitos de Traición a la Patria, donde explica brillantemente este difícil tema.

Debemos recordar que una buena parte de nuestros padres fundadores como nación fueron acusados en su momento de traición a la patria, incluyendo a Miranda, que fue juzgado y condenado, a Bolívar, a Páez, a Guzmán Blanco, a Betancourt y a muchos otros que no escaparon de ser señalados como traidores por una causa u otra, pareciera que se trata de una maldición, y que el chavismo pretende ahora convertirlo en deporte nacional.

Lo que vemos es una práctica del poder ciego para crear ejemplos de castigos y venganza sobre aquellos que se atrevan a contradecir la autoridad del régimen, es como una cinta de Moebius que empieza en un “porque me da la gana” y termina en un “porque me da la gana”,  eso, ni es derecho ni es justicia, es pura y simplemente tiranía, que por cosas del uso correcto de la expresión, es justamente,  lo que los verdaderos patriotas deben combatir.

En la actualidad los delitos de traición en la mayoría de los países del mundo son principalmente en contra de la seguridad del estado y en situaciones muy específicas, no se trata de cualquier tipo de delitos que puede ser endosado alegremente, en el Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales del Jurista español Manuel Ossorio y Florit  (1981) dice en el aparte Traición:

 

Delito contra la seguridad de la nación… fundamentalmente consiste en tomar las armas contra la nación o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro. Se consideran circunstancias agravantes: que la traición vaya dirigida a someter total o parcialmente la nación a dominio extranjero o a menoscabar su independencia o integridad; que el autor hubiere inducido o decidido a una potencia extranjera a hacer la guerra contra la nación. El delito se configura también cuando los hechos precitados fueron cometidos contra una potencia aliada de la nación, en guerra contra un enemigo común. Sujetos activos del delito pueden serlo los nacionales y los extranjeros residentes en el mismo; salvo, en cuanto a estos últimos, lo establecido por tratados o por el Derecho de Gentes acerca de los funcionarios diplomáticos y de los nacionales de los países en conflicto…

 

Debemos enfatizar que el concepto de patria que se une al inconfesable delito de traición, es un concepto que deviene más del sentimiento que dé la razón, y tiene que ver con los vínculos afectivos que unen a las personas con su tierra, lugar de nacimiento, región o país, de donde se origina la familia y las memorias familiares, es un concepto que ha tenido una interesante y larga evolución, desde los antiguos, con sus ideas míticas de dioses y de las tumbas de sus antepasados hasta llevarlo a refinamientos más políticos y modernos que tienen que ver con los ideales republicanos y la idea del estado y nación.

La patria para algunas culturas es de género femenino, es la madre como en el caso de Rusia, o bien puede ser el “Fatherland” de los alemanes, el hogar patriarcal, sus connotaciones románticas y emocionales lo hacen una metáfora favorita para la manipulación del sentido de pertenencia, tanto en el buen sentido como en el malo, los discursos patrióticos pueden ser inspiradores, como bien ha sucedido en algunos arengas antes de las batallas, pero también es una herramienta para el terror y el control de las masas.

Decía el preclaro Samuel Johnson, en su ensayo llamado justamente El Patriota lo siguiente: “Del patriotismo son distintivos la cautela y la vigilancia, la prevención de asechanzas encubiertas, la previsión de peligros en ciernes. El verdadero amigo de la patria se apresta a manifestar sus temores y dar voz de alerta en cuanto detecta la inminencia de una amenaza, pero lo que nunca hace es tocar rebato en ausencia de enemigos, o infundir terror entre sus compatriotas sin motivos.”

Y aquí es cuando entramos en problemas pues en situaciones de conflictos, muchos de ellos encubiertos y soterrados, los enemigos de la patria se hacen pasar por los patriotas y los patriotas son acusados como traidores, es el disfraz perfecto para los conspiradores y desde el cual pueden hacer más daño a los intereses de la nación, y esto ha sucedido una y otra vez.

Sebastian Haffner en su memorable libro Anotaciones sobre Hitler, nos explica, que en su paranoia, alimentada por su decrepitud mental y la fuerza de los acontecimientos en 1944, creía que uno de cada tres alemanes era un traidor por creer que la guerra la tenían perdida, tal y como había sucedido en 1918 cuando Hitler era apenas un corporal, él lo veía a su alrededor, el ánimo nacional se dio por vencido ante el enemigo y fue una de las causas de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, dice Haffner: “… ahora mandaba ahorcar o a decapitar sin contemplaciones a todo alemán que manifestara la obvia y acertada idea de que la guerra estaba perdida o dejara entrever su deseo de sobrevivir a ella.” (Para quienes no lo sepan durante el Tercer Reich más de 16.000 personas fueron ejecutadas en la guillotina).

En una de las jugadas militares más desastrosas de la guerra, Hitler ordenó la ofensiva de las Ardenas, en el momento de mayor debilidad de su ejército, consumiendo las últimas tropas que le quedaban para la defensa de los frentes orientales y occidentales, fue un desastre anunciado, el jefe de su Estado Mayor, Guderian, se lo había advertido una y otra vez y Hitler, no escuchó.

Para regímenes de fuerza, para gobiernos totalitarios el uso del patriotismo es una moneda de uso común para conseguir metas políticas; el comunismo, una ideología que supuestamente es contraria a estos usos propios del nacionalismo, pues son contrarios el internacionalismo que ellos pregonan, se ha beneficiado enormemente de esta herramienta para sus fines revolucionarios y de la toma del poder.

El delito de traición en todos los países del mundo es de carácter técnico y muy estricto en sus procedimientos, esto, por las implicaciones del mismo, se trata del delito por excelencia de lesa majestad y tal como lo expresa el investigador argentino Ernesto Paz Aguilar: “Es considerado como la expresión más despreciable e infame de traición y símbolo de oprobio. En el lenguaje corriente significa extrema deslealtad, infidelidad, quebrantamiento de la palabra dada, violación de la buena fe. En el sentido jurídico, implica el quebrantamiento de la lealtad debida por los ciudadanos a la nación a que pertenecen. El núcleo indestructible de la forma república de gobierno es la lealtad a la Constitución y el principio de legalidad”.

Por este contenido tan extremo es que resulta ideal para los políticos enrostrarle a sus oponentes esta cualificación, los anula y los asesina moralmente, el simple hecho de estar involucrado en este tipo de acusación aun cuando fuere luego declarado inocente, empaña para siempre una carrera política.

Algunos cuerpos legales son exhaustivos en su tratamiento, otros lo resumen de manera brillante en pocas frases como es el caso de los EEUU que en el Articulo III, sección 3 de su Constitución expresa: “La traición contra los Estados Unidos solo consistirá en hacer la guerra en su contra o en unirse a sus enemigos, impartiéndoles ayuda y protección…”

Pero cuando lo estrictamente legal se politiza y se lleva a terrenos ideológicos la razón normativa pierde fuerza y sentido, convertir el delito de traición a la patria en un arma política en contra de la oposición no solo es vil sino inevitablemente debilita el aparato de seguridad del país ante las verdaderas amenazas y peligros.

El castrocomunismo ha sido una de esas ideologías que ha hecho del delito de traición a la patria una punta de lanza en contra de sus adversarios, y ha desarrollado no solo procesos e instancias especiales sino que ha consolidado su instrumentalización como herramienta política, esa influencia caribeña ha afectado profundamente nuestro sistema legal, de hecho con la llegada del chavismo al gobierno, se ha convertido en uno de los delitos de mayor proyección en el país y que el régimen socialista está tratando de encajarlo dentro de los esquemas de control social por parte de las comunas, lo cual sería sumamente peligroso.

En Venezuela estos delitos son tratados por el Código Penal y el Código de Justicia Militar pero hay todo un movimiento reformista para elaborar un nuevo código penal y modificar la Constitución para introducir tipificaciones y sanciones sobre todo en los delitos de traición a la patria, a la soberanía y al ámbito informativo, lo que haría de este delito una de las formas más brutales de control social sobre todo en la opinión pública, restringiendo aún más las libertades, sobre todo para minimizar la capacidad crítica de la sociedad.

En lo personal pienso que estos delitos deberían concentrase en aquellas acciones que atenten en contra con la seguridad del Estado (un estado Republicano, Democrático y Constitucional, no el estado socialista, comunal y autoritario que pretende el chavismo), entre ellas el espionaje, en combatir la injerencia de estados extranjeros en funciones vitales de la nación, y en la entrega de territorio y recursos de la nación a otros países.  

Varios de los líderes del chavismo ya están incursos en estos delitos, sobre todo con la relación de “piernas abiertas” que tienen con Cuba, hay líderes del chavismo que son extranjeros de origen y que han mentido sobre sus orígenes para poder acceder a las posiciones de poder que hoy ocupan y a la entrega de extensos territorios de la nación a grupos irregulares de la narcoguerrilla, es mi opinión, que el chavismo se haría un gran favor si dejara de utilizar estos delitos de traición a la patria como arma política, lo que hace es aumentar la tensión y la animadversión por el socialismo bolivariano, causante de tantos males, y va a llegar el momento en que el equilibrio de fuerzas va a cambiar y estarán ellos como el pobre rey Carlos I de Inglaterra, metiendo a Dios en el enredo cuando ya es muy tarde.

Si fuera verdad que les preocupa tanto lo que se dice de ustedes, si no quisieran escuchar críticas a su forma de gobernar o ser considerados víctimas del odio de la gente, se preocuparían por los más vulnerables de la población, por los viejos y los niños tan abandonados en medio de esta espantosa crisis que ustedes han provocado, por las etnias aborígenes que están siendo exterminadas y explotadas, por los millones de hombres y mujeres que se sienten abandonados en esta mortífera pandemia… pero no, prefieren hacer otras cosas, negocios, trampas, derroche y aplicarnos la receta del estado policial, amenazarnos, secuestrarnos, empobrecernos, por la simple razón de que no queremos ser como ustedes, unos revolucionarios despiadados e inhumanos.

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010. En su discurso de aceptación de esta distinción dijo que «no hay que confundir el nacionalismo de orejeras y su rechazo del “otro”, siempre semilla de violencia, con el patriotismo, sentimiento sano y generoso, de amor a la tierra donde uno vio la luz, donde vivieron sus ancestros y se forjaron los primeros sueños, paisaje familiar de geografías, seres queridos y ocurrencias que se convierten en hitos de la memoria y escudos contra la soledad».   -    saulgodoy@gmail.com

 

 

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