viernes, 17 de noviembre de 2023

La limosna del tiempo

 


Uno de los problemas de los chavistas y en especial de Nicolás Maduro, es que sus asesores y expertos están todos encausados por el embudo del pensamiento único, por lo que les es sumamente difícil asesorarlos en su predicamento, que no es otro que la necesidad de más tiempo para tratar de resolver su precaria situación existencial.

Y es que no lo tienen fácil, sus errores han sido acumulativos, no han sabido aprovechar la experiencia de sus acciones del pasado, los sigue atormentando el gusanillo de la acumulación excesiva de bienes materiales y poder, al punto que siguen cometiendo los mismos errores una y otra vez, un signo de poca inteligencia y mínima capacidad de adaptación, por lo que es muy probable que, si no hacen un viraje desesperado que los saque del curso de coalición que llevan, terminen en muy poco tiempo con sus huesos en alguna cárcel del mundo, o quizás algo peor.

Voy a tratar de que eso suceda de la manera más suave y menos traumática, no porque les tenga afecto o esté de acuerdo con sus opiniones, que en mi entender son un pésimo ejemplo de lo que debe ser un ser humano y una vergüenza para la imagen de Venezuela, sino porque sus acciones en estos días finales, lamentablemente, van a tener repercusiones en la vida del país, cosa que a ellos no les importa, pero a mí sí.

La plana mayor del chavismo va a confrontar en pocos días un cúmulo de sentencias judiciales y sanciones que los van a convertir en unos parias mundiales, a la altura de los terroristas del grupo Hamas o de otros genocidas destacados por sus políticas y usos de la corrupción, el miedo, la tortura, y la muerte como instrumentos de trabajo, una situación nada envidiable para unos predadores que ahora van a sentir en carne propia lo que es sentirse perseguidos y cazados.

La obtusa y ciega estrategia que se han trazado es la de hacerse pasar como revolucionarios de convicción, como patriotas dignos de la admiración popular, como liberadores del yugo del capitalismo mundial y líderes de un pueblo que los ama y los admira; es de locos y de suicidas seguir pretendiendo que cuentan con un país que los apoya, ellos mismos saben que, si no utilizan el engaño, la compra de voluntades y la violencia, la gente los escupiría en la calle.

El asunto que quiero puntualizar es que la estrategia que han escogido es fallida, van a perder esa batalla y no van a quedar bien parados, eso es claro hasta para el más miope, lo único que pueden ganar en estos precarios momentos que el Tribunal Penal Internacional los tiene montados en la olla, es tiempo.

Un tiempo que el gobierno del presidente Baiden está dispuesto a otorgarles, aliviando las sanciones, permitiéndoles un respiro en sus desesperadas vidas, un tiempo que se traduciría en un año, hasta que se produzcan las elecciones del 2024, las cuales perderán, por supuesto, pero en condiciones que quizás no les sean tan desfavorables como las que van a tener si no reaccionan.

Luego de más de dos décadas en el poder, van a tirar a la basura todo un esfuerzo de construcción política de su partido;  se han dedicado todo este tiempo a adoctrinar, captar, comprar, manipular a comunidades enteras para que profesaran en su socialismo bolivariano, se tomaron todo ese tiempo para construir un modelo de estado y burocracia que los identificara, pero ahora están dispuestos a desbaratar con los pies lo que han logrado.

En un año, que no es mucho tiempo pero es todo lo que podrían conseguir, en mejores condiciones económicas que las actuales, compitiendo en el foro político contra María Corina Machado, si tuvieran un pequeño reservorio de sentido común, que no lo tienen, deberían estar dispuestos a arrebatarle a Washington la oferta de ir levantando progresivamente las sanciones y permitiendo una reactivación de la industria petrolera.

Es mucho lo que se puede hacer en un año para enderezar la marcha, ganar voluntades y darle algún futuro a su proyecto político, pero no, están empeñados en hacerse pasar por  mártires y profetas de una nueva era, un espectáculo que ya nadie cree, porque han perdido “momentum”, los sostiene apenas la bravuconería de los más malandros de la banda.  Con groserías y desplantes creen que lograrán el retroceso de la comunidad internacional, y no se han dado cuenta o, por lo menos, no quieren aceptar que en esos expedientes que les tiene la CIJ están retratados a cuerpo completo, y para nada los ayuda seguir siendo malcriados y vocingleros.

Esa sentencia y las posibles órdenes de aprehensión en su contra son la amenaza más cierta e inmediata que temen, y escogieron como bandera el tema del reclamo por el Esequibo para distraer a la gente y desviar la atención sobre lo que saben es inevitable; fueron sus actos e ignorancia los que provocaron un clima tan desfavorable para los intereses del país, ya todo el mundo sabe que fue Hugo Rafael Chávez quien nos tiró al pajón en el Esequibo, cuando jugó a las cartas con Guyana, siendo Maduro su Canciller, un testigo de palo que nunca dijo esta boca es mía… y la historia no se cambia con marchas, amenazas o referéndums.

Los argumentos, documentos y posiciones jurídicas e históricas sobre el Esequibo favorecen a Venezuela, bastaría con que un equipo de juristas y expertos de primera línea (que los tenemos) defendieran nuestra posición ante una corte de magistrados de manera sosegada y con respeto, para dejar en claro nuestro derecho.

Pero no, escogieron la peor vía, la del show, la de victimizarse, de insultar y rechazar una situación tan delicada, están tratando de unir a un país que ellos mismos se encargaron de dividir en una cruzada patriótica, cuando ni siquiera hay agua para bañarse y luz para alumbrar las casas.

Para una posición tan débil, como la que asume la plana mayor del chavismo, el ofrecimiento de un año de levantamiento progresivo de sanciones a cambio de que el gobierno cumpla los acuerdos a los que se comprometieron en Barbados, es un regalo, que solo despreciaría un loco que no quiere ni a su mamá.

El plan que tienen es burdo y destinado al fracaso, me sorprende que no sea el propio chavismo el que les reclame y los obligue a aceptar ese año  que los acuerdos de Barbados les otorga, reconocer a María Corina Machado como contrincante, liberar a los presos políticos y establecer condiciones aceptables para las elecciones es pedir lo razonable.

Pero bueno, cumplo con advertirles lo que toda Venezuela sabe que pasará, se van a estrellar, le van hacer más daño al país por complacer a unos tarados, y cuando estén con la soga al cuello entonces pensarán que hubiera sido mejor contar con ese añito que les ofrecieron.




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