Soy de tus 30 millones de víctimas venezolanas, de esas que nunca conociste ni te interesó conocer, viniste a mi país como consultor a uno de los procesos de izquierdas más infames y retrógrados del mundo, a ensayar con tus ideas de “avanzada”, progresistas, de nuevas formulaciones de Estado, de políticas “imprudentemente prudentes”, contratado por un militar que se creía y actuaba como el dueño del patio que era Latinoamérica.
Nos costaste
a los venezolanos una enorme cantidad de dinero, te pagaron en dólares en medio
de un estricto control de cambio, es decir, cuando el pueblo no tenía acceso a
las divisas para alimentos, medicinas, viajes o libros, tú recibías del Banco
del Alba 3,2 millones de dólares por conceptos varios, entre ellos, por
consultorías.
Ahora
me pregunto, en un país donde los presos políticos se torturan y hasta
asesinan, en un estado donde el pueblo muere de mengua en sus hospitales públicos
porque no hay insumos ni médicos para atenderlos, en una nación donde el hampa
común patrulla armada la calle y asalta a sus ciudadanos a placer, en una ex
democracia donde las fechas de las elecciones tienen que ser mendigadas a un
organismo electoral que pertenece al gobierno socialista del siglo XXI, donde
los narcotraficantes son reyes (es decir, gobierno), donde los militares
apalean al pueblo y asaltan sus ciudades (remember
San Cristobal y Mérida), donde los cubanos mandan como un ejército de
ocupación, y donde los jueces solo obedecen dictámenes del Partido Socialista
Único de Venezuela, con quienes tuviste el ¿placer? de integrarte y darles
luces sobre lo último de las tesis del marxismo postmodernista ¿Qué hacía uno
de los académicos más notorios y mediáticos de España, sociólogo de alto vuelo,
politólogo profundo, investigador, autor de libros, conferencista,
enfant terrible de la política en tu
propio país, como consultor principal del gobierno del Teniente Coronel Hugo
Chávez Frías en un país, que a pesar de tu disgusto por la palabreja, conforma
un estado fallido?
La
pregunta te la hago porque los recibos y soportes de tus pagos so-n bastantes
oscuros, en casi todos los conceptos de tus servicios solo alegan cláusulas de
confidencialidad, y muchos de estos pagos salieron a nombre de una fundación
con el nombre de Centro de Estudios Políticos y Sociales, otra fundación
llamada Centro Internacional Miranda y una empresa tuya con el ingenioso nombre
de Caja de Resistencia Motiva2 Producciones SLU, tus consultorías debieron ser
muy arrechas ya que cobraste todos esos millones de dólares por encima de
fundaciones venezolanas como la de drogas antineoplásicas o la de trasplantes
de médula ósea, que tanto necesitaban el dinero, si fuera un mal pensado diría
que estabas financiando un partido en tu tierra, para el chavismo.
Pero
eres fiel a tus ideas, le diste el giro a la palabra transparencia y la
transformaste en opacidad, al igual que muchos socialistas de la Nueva Era les
gusta las sombras, las alcantarillas y los callejones oscuros por aquello que
la emancipación del capitalismo pasa por favorecer a esos fascismos disfrazados
de democracias.
Como
nadie me dice con certeza que fue lo que hiciste durante ese tiempo que
estuviste viviendo en el Hotel Alba Caracas y otros apartamentos rentados que
estab
an a tu disposición, me permito presumir que tú fuiste el que le metió en
la cabeza la idea a Chávez de que criminalizara a la oposición política
venezolana, que el gobierno buscara otras fuentes de ingresos que no fuera el
petróleo, sin importar que el Imperio las considerara ilícitas por aquello de
que somos soberanos, que aplicara la política de hegemonía comunicacional
quitándole fuentes de financiamiento a los periódicos para que obtuvieran
papel, que se aliaran con los delincuentes en las cárceles para aterrar a la
población, que pagara su deuda externa con los grandes bancos de Wall Street y
permitiera que el pueblo pasara hambre… alguien tuvo esas ideas y las vendió
muy bien al gobierno chavista, y tu sabes cómo son las relaciones entre gente
de izquierda, el spirit de corps que
reina entre camaradas, si el pueblo de Venezuela tenía que hacer un pequeño
sacrificio para que tu dispusieras de ese dinero para financiar un esquema
superior de cosas, un proyecto mundial de hegemonía, un nuevo imperio
socialista en Europa, pues que se jodan los venezolanos y que el dinero vaya a
Monedero.
En uno de tus libros dices: “De la misma manera, conceptos como corrupción se esgrimían para esconder responsabilidades. El
asumible discurso acerca de la corrupción oculta la cooptación de los equipos
económicos por parte de los países del norte o el establecimiento cínico de
redes de corrupción organizadas por el capital transnacional. Resulta una tarea
inútil intentar encontrar la
calificación de corruptas a operaciones tales como los rescates bancarios, la apertura de fronteras a productos
subvencionados, las privatizaciones de empresas públicas o la existencia de
paraísos fiscales.”
Se quedó corto tu alegato, dejaste por fuera las
expropiaciones y nacionalizaciones de los estados socialistas sobre la
propiedad privada, la creación de controles cambiarios para empobrecer a la
gente, la generación de dinero inorgánico para avivar la inflación y obtener
rendimientos sobre divisas que el gobierno controla, el control de las
exportaciones, distribución y control de precios sobre alimentos y medicinas
para favorecer el mercado negro, el alza insostenible de servicios públicos en
manos de estado y de una calidad pésima (dime Juan Carlos ¿Cuántas veces te
quedaste sin luz en Caracas? ¿Pagabas luz? Porque la usanza es que el gobierno
no paga por estos servicios.
Lo que quiero resaltar es que tu visión del mundo,
tan crítica en contra del occidente libre y democrático, con todos sus errores
e insuficiencias, son por rato largo, mucho más vivibles que los socialismo
barbáricos que te has encargado de promover y ayudar.
Se dice por estos lares que el costo real de
mantenerlos a ustedes, a las luminarias y líderes de Podemos en Venezuela, fue
de 10 millones de Euros, desde el 2002 al 2014, el mismísimo Pablo Iglesia ya
estaba en el 2006 dictando cursos a funcionarios del Ministerio del Interior y
Justicia y Conatel, dos de las instituciones responsables del caos judicial y
de las incomunicaciones que hoy sufrimos los venezolanos ¿Qué fue lo que les
dijeron? ¿Fue idea de ustedes privatizar la justicia para el PSUV, que es el
partido de gobierno de los chavistas? ¿Fueron ustedes los responsables de
promover la censura mediática y del cierre de los medios de comunicación
privados en nuestro país?
Formaron parte de grupos que vinieron como
observadores electorales invitados por el gobierno de Chávez, ganaron premios
de literatura (en dólares), se involucraron en la promoción de las empresas
socialistas (todas, actualmente quebradas), dirigieron programas de formación
ideológica, se involucraron en la elaboración y análisis de encuestas
políticas, hicieron periodismo de opinión y aparecían en radio y televisión,
siempre defendiendo y promocionando al régimen, estuvieron involucrados
preparando el “legado” de Hugo Chávez, evaluando procesos de integración de los
países del Alba y Unasur, fueron parte del equipo que diseñaba el esquema de la
moneda única para Latinoamérica.
En fin, si había alguien responsable por mucho de la
estructura ideológica y funcional de la revolución bolivariana fue este
muchacho de Gijón, sociólogo y retórico que nunca dudó un momento en practicar
sus artes negras en un país, que el dictador le ofrecía para que experimentara
sus ideas con él, el fracaso de esta revolución y las penurias por las que
pasamos los venezolanos llevan tu rubrica, y para colmo de males, te fuiste con
una buena tajada de nuestro dinero.
No me extraña, que teniendo de amigos como Haiman el
Troudi, Miguel Ángel Pérez Pirela, Luis Bonilla y Víctor Álvarez, creyera este
académico español, con títulos en la Universidad de Heilderberg, que todos los
venezolanos éramos unos imbéciles a los que podía timar a gusto, de hecho, eso
fue lo que hiciste, dejando a tu paso un país en ruinas.
Perdiste tu inocencia socialista en Venezuela, te
pasaste a la fuerza oscura sirviéndole a una dictadura militar, es una lástima,
ahora ¿Cómo queda tu imagen de politólogo? ¿Tus libros, se mantendrá tu
credibilidad? Tu renuncia a la dirección de Podemos que tu achacas a un mundo
falto de empatía, a mercenarios que no entienden tu sacrificio ¿Es una de las
tormentas que sembraste?
Porque después de lo que le hiciste a mi país como
consultor para el neocolonialismo socialista, y luego que un régimen fascista
como el de Chávez-Maduro nos robaron la libertad y nos convirtieron en
excresencias de la biopolítica, que de seguro tú les vendiste, no te vengas a
hacer pasar como cordero. – saulgodoy@gmail.com
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