Todas esas ideas políticas extrañas de los gurús del Presidente fallecido Hugo Chávez Frías como eran Ramonet, Ceressole, Monedero, la Hannaker, Heinz, Giordani y Galeano, que conforma el más oscuro territorio de lo que se ha llamado
El nuevo socialismo fue una ideología que se
forjó en los años 60 del pasado siglo por lo más granado de la intelectualidad
europea, quizás Chávez lo ignoraba, pero estos pensadores “revolucionarios”
deben sus ideas, estériles por demás, a hombres como Antonio Gramsci y su idea
de “hegemonía”, Herbert Marcase y su mentalidad “unidimensional”, Theodore
Adorno y la ilustración como “dominación”, Jaques Derrida y la “prisión del
lenguaje”, Michael Foucault con su “conocimiento es poder”, P. Deluze y la
“ilusión de la lógica”, Pierre Bourdies y la “inevitabilidad de la jerarquía”,
entre otros.
Todos estos autores tenían algo en común, eran
los maestros de la suspicacia y la sospecha, pensadores que descubrieron toda
una red de estructuras, sistemas, fuerzas, mecanismos y otros vagos y etéreos
conceptos de la dominación, lo más importante, trataron de probar que las
culpas del hombre postmoderno radicaban fuera de él, sus errores, crímenes
omisiones y responsabilidades había que atribuírseles a un sistema oprobioso
manejado por un imperio manipulador e inhumano, pero responsabilidad personal
por posiciones asumidas, cero, ninguna.
Esa nueva izquierda, intoxicada de marxismo, de
autoritarismo y militarismo, se dedicó a desmontar al mundo en sus componentes
más básicos y como luego no pudieron volverlo a armar de acuerdo a sus
pretensiones, no les quedó sino lamentar su miedo y su fracaso, denunciar el
desorden y declarar al mundo como un lugar cruel e injusto.
Es muy fácil decir, revisemos la historia,
cuestionemos la familia, desnudemos a la religión, fragmentemos la ley, destruyamos
el mercado, la tradición y la cultura hasta verle el tuétano y luego
experimentemos, inventemos nuevas formas de relaciones, de trabajo, de
producción, de pensar… es simplemente despedazar a la vaca y volverla a pegar a
capricho y pretender que viva y de leche.
Se trata, en pocas palabras, de un llamado a
la anomia social, al suicidio colectivo por parte de una revolución
irresponsable (como todas) que se jactan de tener respuestas y luego, cuando no
saben que hacer, se sientan a temblar por las maldades del imperio.
¿De donde vino toda esta ideología chatarra?
Probablemente de la revisión que se hizo en la Europa del siglo XIX de la
moral y costumbres victorianas; el pensamiento racionalista occidental al ser
llevado al extremo, socavó sus propias bases al concluir que no había manera de
justificar normas universales de comportamiento.
Fue Federico Nietzche, el padre del
relativismo cultural, quien primero cuestionó los valores y tradiciones de una
época argumentando que estos provenían, más que de la razón, de la voluntad de
los hombres.
El hombre era un animal creador de valores y
debido a la infinita variedad de conceptos que había sobre el bien y el mal, no
había manera de “fijar” una moral como comportamiento aceptado por toda la
humanidad. – No hay hechos, sólo
interpretaciones- dijo Nietzsche.
Los revolucionarios del mundo quedaron
encantados, todo era cuestionable, nada era verdad, al mundo había que
deconstruirlo, pero… se olvidaron de los demonios que liberaban; mayor
criminalidad, desapegos de los grupos sociales fundamentales, se incrementaba
la desconfianza y la violencia, entronizaban el cinismo y se perdía el sentido
de lo humano, el resultado: más pobreza, menos libertad… una tragedia.
Ya Edmund Burke y otros críticos de la derecha
ilustrada lo advirtieron, que al querer suplantar la tradición y la religión
por la razón, inevitablemente resulta la anarquía.
Nicolás Maduro siguió con este movimiento
descontructivista, más por fanatismo ideológico que por comprensión, a Maduro
le lavaron el cerebro en Cuba en sus años mozos y lo que le implantaron, fue un
chip fundamentalista que lo hacía un
creyente de los preceptos revolucionarios del castrocomunismo, cuando hereda el
poder político de su “padre” Chávez, hereda igualmente la dependencia ideológica
del comunismo internacional y se pliega a los mercenarios españoles del partido
“Podemos” que fue una organización financiada por Chávez y que se infiltró en
el sistema democrático español con el fin de destruirlo.
Fueron entonces los radicales del comunismo
ibérico que habían estado invernando en las universidades, centros de
investigación, dependencias gubernamentales los que se activaron y trasladaron
a Venezuela, donde dieron instrucciones a Maduro en cómo anular a las fuerzas
de la oposición encarcelándola, torturándola, exterminándola utilizando el
aparato represivo del estado, arruinando la economía nacional en base a
repartos de capitales y bienes para fomentar la corrupción y el parasitismo,
crear grupos de choque armados para sembrar el terror entre los ciudadanos, sus
asesores recomendaron torcer las leyes, en el mejor espíritu fascista, para
mantenerse en el poder.
La misma receta que muy pronto aplicarán en España
si no les dan un parado, fuimos, para todos los efectos, un globo de ensayo de
lo más perverso de la política socialista internacional, esa, que manipula a
las masas con intereses colectivos y paraísos en la tierra, donde el precio por
la felicidad social es la muerte de la individualidad y la libertad, donde los
gobiernos doblegan y explotan al pueblo con las armas del totalitarismo.
Serrano Mancilla y Salas, los responsables de agravar la situación económica de Venezuela |
Tenemos un gabinete económico productivo,
integrado por puros marxistas dependientes, entre quienes destacan Luis Salas y
Tony Boza quienes tienen línea directa con el asesor económico de Maduro en
España Alfredo Serrano Mancilla, uno de los ideólogos del partido Podemos.
Son personas
que no están ni preparados, ni tienen la disposición de enfrentar una crisis
como la que afecta a Venezuela en la actuales momentos de manera profesional,
al contrario, son fichas manipuladas desde Podemos en España para terminar de
hundir el país en la miseria y tener un territorio de tolerancia para sus
grupos afectos, que incluye otros movimientos fundamentalistas
antioccidentales, grupos terroristas antisemitas, movimientos antiimperialistas
y anti norteamericanos, en fin, un club global que incluye toda la viruta y el
desecho de lo que quedó luego de la caída del muro de Berlín.
Maduro tiene instrucciones de perseverar hasta
el mero final, oponerse a las recetas que pudieran salvar al país, su misión es
profundizar la crisis para fomentar el caos social y salidas militaristas, para
ello tiene al poder judicial en un puño, conformado de manera ilegal por
afectos a su régimen, totalmente vendidos a la idea de sembrar el odio y la
violencia, lo que viene en mi país, es un desacato absoluto a la Constitución
Nacional por medio de sentencias preparadas en España y ejecutadas por unos
magistrados vendidos al dictador.
Por ello creo, que la actual Asamblea
Nacional, al abrir un compás de espera de seis meses, está cometiendo un error,
le está dando oportunidad al enemigo en reorganizarse y lanzar su último y
suicida ataque a la institucionalidad, y en las actuales condiciones es muy
peligroso.
Lo que deberían hacer es convocar al pueblo
para que ejerza su derecho constitucional a la protesta y de una vez por todas
sacar a estos depravados, irresponsables y lunáticos del poder por medio de
movilizaciones masivas del pueblo de Venezuela, el mismo que le dijo ya basta a
Maduro, y que llevó a la oposición a tener la mayoría absoluta en la Asamblea
Nacional.
La última palabra la tiene el soberano, el
mismo que ahora muere de desahucio y hambre en cada rincón de Venezuela, es el
pueblo cansado del sometimiento y la esclavitud que un régimen policial como el
del partido PSUV tiene instaurado en estas tierras, basta de jugar al oprobio,
rompamos las cadenas que nos quiso imponer el comunismo. -
saulgodoy@gmail.com
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