sábado, 16 de abril de 2016

Porqué Chuo Torrealba está equivocado


Y cuando digo él, me refiero a todo un sector de la sociedad política venezolana que insisten en guardar las apariencias democráticas, sus formas y principios ante un enemigo tan despiadado y rastrero como es el chavismo-madurismo, para mí está muy claro desde hace mucho tiempo, Nicolás Maduro es un agente cubano extranjero con instrucciones expresas de Raúl Castro en Cuba, de llevar al país a la ruina más absoluta, para así poder gobernar bajo un régimen totalitario y policial bajo condición de colonia cubana, eso incluye, utilizar a las FFAA, el TSJ, el CNE, la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo para los propósitos de mantenerse en el poder a costa de lo que sea.
Tenemos toda una generación de venezolanos, que lamentablemente es la que está ocupando las posiciones de liderazgo en nuestro país, que está muy malformada en una visión democrática totalmente irreal y con una lógica suicida, la democracia la tienen como un valor absoluto e inviolable bajo cualquier circunstancia, aún si es adversa para la misma democracia.
Estos políticos que representa la figura de Chúo Torrealba, prefieren sacrificar al pueblo, a la nación, a la misma política, en la creencia errada que adorando a la democracia como un ídolo, prestándole la más absoluta obediencia a sus preceptos de tolerancia, negociación, acomodo y ciega obediencia a la constitución y a las leyes, vamos a salir del hueco como si fuera un conjuro mágico.
De hecho han hecho del meme “Dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada” que fue creado por la mente perversa de Hugo Chávez para inmovilizar a la oposición, como su código de actuación, sabiendo que les imponía unos barrotes mentales dentro de los cuales estaban a su merced.
No quieren darse cuenta que estamos tratando con bárbaros, con extranjeros comunistas que les sabe a mamón la pose de demócratas convencidos que ha adoptado una parte de la oposición, es más, están usando a su favor tal debilidad de carácter para hacernos más daño, utilizando justamente las instituciones democráticas que tienen por sagradas.
Lo que haría cualquier otro grupo humano ante el estado de opresión en que nos encontramos, sería incursionar por la vía de la violencia, en la resistencia armada y si el enemigo es más poderoso, entonces buscarnos aliados y combatir hasta desalojarlos del poder, se trata de librar una lucha por la independencia, ni más ni menos, sólo entonces tendremos una oportunidad para que vuelva la democracia como forma de organización política.
Pero hemos sido tan estúpidos, que cuando tuvimos la oportunidad de contar con un aliado para imponer presión en el gobierno chavista, nuestra propia oposición envió emisarios para que no se tomaran las medidas en contra de unos funcionarios corruptos del régimen, con ese orgullo vano de que nuestros problemas, los resolvemos nosotros.
Ser demócrata no es un estado del ser, es una condición política no existencial, nadie nació demócrata, uno se hace demócrata educado en sus valores, prácticas e instituciones, y cuando estas no se tienen no hay democracia, tener democracia implica un trabajo colectivo e individual que requiere tesón e inteligencia, la democracia no puede decretarse, se requiere del tiempo, de dedicación, sacrificios y desvelos, la democracia puede perderse si un pueblo la descuida, y nosotros la descuidamos.
Quienes supimos lo que era algo parecido a la democracia en nuestro país, tenemos una vaga idea de que se trata, y nos encontramos en una difícil situación, en la cual, a pesar de que contamos con una Constitución, con leyes, con instituciones, con discursos y símbolos que representaron alguna vez esa idea de democracia, ahora son usados para hacernos daño y dominarnos.
No hay que ser muy brillante para entenderlo, sin democracia no puedes ser demócrata, en una dictadura no puedes ser demócrata, puedes soñar con ella, puedes recordarla, pero para poder construirla tienes que salir del dictador.
Ya lo dijo el premio Nobel Aleksander Solzhenitsyn en su escrito Reflexiones en la Víspera del Siglo XXI al referirse a la inmovilidad de los pueblos ante la avidez de los regímenes inmorales: “La medida fundamental de todo evento, acción o intensión es puramente legalista. Esto se diseñó como un obstáculo para el comportamiento inmoral, y con frecuencia tiene éxito, pero en ocasiones, en la forma de realismo legal, incita precisamente a dicho comportamiento. No podemos más que dar gracias por el hecho de que la naturaleza humana se resista a esta hipnosis legalista, de que no se deje arrullar en un letargo espiritual y una apatía hacia las desgracias de los demás.”
Puede que consideres que la democracia es la mejor manera que tienen un pueblo en organizarse (yo lo creo) y llegar a acuerdos, pero eso no te hace un demócrata, no es hablando de quimeras y  de un pasado reciente, no es comprándote con verdaderas democracias la manera como llenas el vacío, una vez que un pueblo se deja robar la democracia, la única manera de recuperarla es con la fuerza, es luchando y haciendo el máximo sacrificio como debemos encarar a unos traidores y esclavistas, no es con la actuación galante y civilizada de esta generación de políticos, que sabe lo que tenemos que hacer, pero no tiene el coraje para hacerlo.
Si no tenemos democracia, dejemos de actuar como demócratas y vayamos al meollo del problema, ¿Cómo nos quitamos al régimen opresor y explotador que tenemos?, ya estamos claros que no son con enmiendas, decretos leyes, con actuaciones parlamentarias, el lenguaje que entienden los cubanos y los colaboracionistas que viven de sus favores, es el del enfrentamiento frontal, el de la lucha armada con la cual se la pasan amenazando si perdieren el poder.
Estos revolucionarios de pacotilla predican a los cuatro vientos su vocación de liberadores de pueblos, de sus luchas que rompen con las cadenas de la opresión y lo hacen afiliándose con grupos armados, con guerrilla, con frentes bélicos y acciones subversivas; sangre y fuego ha sido durante más de un lustro el lenguaje de Cuba para Latinoamérica, mil Vietnam es lo que ofrecen, ¿Pero quién nos libera de ellos cuando son ellos los que se convierten en los opresores? ¿No es hora de darles a probar algo de su propia medicina?
Si somos mayoría, si los venezolanos, 30 millones de nosotros, no estamos de acuerdo con el presente que nos obligan a tragarnos ¿Cómo es que vamos a dejar que 20.000 individuos nos impongan las cadenas y nos hagan trabajar para mantenerlos? ¿Qué tienen las armas? Pues se las quitamos, las armas están aquí, no en el planeta Marte, el país es nuestro, no de ellos.
Voy a decirles lo que Chuo Torrealba y la gente de los partidos políticos de la MUD no quieren decirles, la única manera de liberarnos de esta plaga es acabando con ella, si no queremos que nuestros hijos mueran en las salas de emergencia, en los retenes de recién nacidos de los hospitales, si estamos cansados de hacer colas inhumanas para conseguir comida, si no nos gusta que nos racionen la luz, que nos den agua podrida y que los hampones nos quiten lo poco que tenemos para vivir, ya sabemos quiénes son los causantes de nuestras calamidades, quienes tienen en cuentas en bancos extranjeros nuestro dinero, quienes promueven el saqueo diario de nuestras riquezas.
Ya hemos agotado todos los recursos civilizados y pacíficos para revertir la situación, se les ha planteado el diálogo y la negociación y no quieren, se les ha demostrado suficientemente que el país no los quiere, el daño que han hecho y no quieren entrar en razón; se les explica una y otra vez que su modelo es un fracaso y se hacen los sordos, nos hablan de guerras económicas y conspiraciones mientras siguen despilfarrando dinero, no reconocen la voluntad popular, se burlan del parlamento, niegan la validez de la Constitución, no quieren contarse, ni probar la verdadera nacionalidad del extranjero que usurpa la presidencia de la República.
Mucho más gente sufre y está muriendo con esta espera a que los mecanismos de la democracia funcionen (por cansancio), que si nuestros líderes se pusieran al frente de un movimiento agresivo de rescate nacional y enfrentáramos nuestro destino de una vez por todas.

La democracia puede esperar, hay un tiempo para todo, pero lo primero es lo primero, dejemos de atormentar al pueblo con pañitos calientes, hagamos un llamado nacional a la movilización  y a retomar lo que nos pertenece, somos libres, no porque alguien nos da libertad, somos libres porque sabemos cuando tenemos que morir y porqué, y nuestras familias, nuestra patria, bien valen el sacrificio.  -  saulgodoy@gmail.com

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