No es un grupo de rock, ni tampoco un nuevo coctel de moda en los bares, para algunos es la bala de plata que el dará al mundo la posibilidad de contar con energía limpia en cantidades ilimitadas, barata, limpia y disponible para todos.
Para
otros, es una trampa, el fraude científico del siglo que muchos científicos
nucleares ni siquiera comprenden ni pueden explicar, la fusión fría es la
comidilla en los círculos de poder del mundo, una tecnología que si de verdad
pudiera desarrollarse, abriría las puertas a un nuevo futuro para la raza
humana.
El
principal problema que enfrento al
escribir este artículo es que no comprendo absolutamente nada de las
matemáticas, la física, la electroquímica, los procesos nucleares y térmicos,
la mecánica que involucran esta increíble tecnología, que está próxima a tener
un siglo desde la primera vez que alguien pensó que su existencia era posible.
Si la
fusión fría llegara a generar la energía que muchos científicos alegan que
puede producir, sería sin duda el sustituto ideal de los combustibles fósiles,
y lo más asombroso, es que las instalaciones que la podría producir cabrían
holgadamente en el sótano de una casa, trabajaría a temperatura ambiente y no
tendría los inconvenientes y peligros de la actual energía nuclear, porque la
fusión fría es un tipo de energía nuclear con poca o ninguna generación de
radiación, pero sí de mucho calor que sería el que finalmente generaría la
electricidad y su materia prima sería el agua salada del mar y otros materiales
fáciles de conseguir como paladio, níquel y deuterio.
Conocida
también con el nombre de Reacción Nuclear de Baja Energía (LENR, siglas en
ingles), esta tecnología ha tenido una pésima reputación desde sus inicios
experimentales con los intentos que realizaron Martin
Fleischmann y Stanley Pons en 1989, que declararon haber conseguido una
fusión nuclear a temperatura ambiente, el aparato que habían construido produjo
una cantidad anómala de energía en forma de calor, habían conseguido estos resultados
por medio de electrólisis de agua pesada sobre la superficie de un electrodo de
paladio.
Martin Fleischmann y Stanley Pons |
Atrajeron
gran atención en la comunidad científica principalmente porque Fleischmann
estaba considerado como el más brillante electroquímicos de su generación, pero
al momento de querer replicar los resultados del experimento no fue posible,
había algo en el proceso que fallaba y no consiguieron la reacción nuclear.
Para
colmo de males aún no se han desarrollado las bases teóricas que explican el
fenómeno de la fusión en frío, todos sabemos que la fusión nuclear se produce
en el seno de las estrellas, bajo enormes presiones y temperaturas, es allí
donde los materiales trasmutan por ejemplo el hidrógeno se convierte en helio,
se desprende gran cantidad de radiación y calor, pero la fusión fría implica
poder obtener energía abundante y limpia con un mínimo de equipo, por lo menos
algo menos aparatoso y espectacular que una planta nuclear como hoy las
conocemos, incluso debería ser algo compacto que permita generar energía para
propulsar naves estelares.
El polémico ingeniero Andrea Rossi |
Es
interesante notar cómo a pesar de las grandes pérdidas financieras que se han
producido en su investigación y desarrollo, de los nimios resultados logrados,
del desespero que ha producido en la comunidad científica el no concretar
avances significativos, de reputaciones que se han visto afectadas por este
callejón aparentemente sin salida, que los grandes laboratorios hayan publicado
informes negativos sobre su futuro, la fe y la esperanza se mantienen, sobre
todo en pequeñas empresas de investigación, universidades, laboratorios
privados.
Empresas
comerciales como la Toyota, Mitsubishi, instituciones como la NASA, el CERN,
diversas universidades como la Texas A&M University de Texas, la
Universidad de Minnesota, MIT, las universidades de Boloña y Siena en Italia, la
de Osaka en Japón, el Centro para Sistemas de Guerra Navales y del Espacio
(SPAWAR) de la marina norteamericana, el Centro de Investigación Bhabha de la
India para mencionar unos pocos de los laboratorios del mundo que se encuentran
en pleno desarrollo de las tecnologías asociadas a la fusión fría, esto sin
contar con las organizaciones que lo hacen en secreto.
La
tecnología LENR recibe cientos de millones de dólares todos los años de
inversionistas privados y de algunos gobierno, a la fundación de Bill Gates se le
ha señalado como uno de los principales financistas para estos esfuerzos y se
han conseguido algunos avances entre los que se encuentra el famoso E-Cat del
polémico ingeniero Andrea Rossi, un catalizador de última generación que Rossi
afirma puede producir entre 800 y 1000 vatios para generar calor, el problema
con Rossi es que tiene un pasado criminal, acusado de contaminar el agua y la
tierra en Milán con sus proyectos para producir energía térmica limpia acabaron
en desastres ambientales, ha sido acusado en los EEUU de fraude donde ha
recibido del gobierno dinero para el desarrollo de hasta 27 aparatos para
producir energía, todos fracasados.
Igualmente
hay esfuerzos en la utilización de láser duales como sistemas de excitación, uso
de corrientes de alto voltaje, de diferentes elementos pesados que sustituyan
al níquel y el paladio como el calcio, el titanio, el cromo, manganeso, etc.,
de agua liviana en vez de la pesada, el asunto es provocar una reacción nuclear
que de ese desesperado chispazo de energía que ha sido tan elusivo hasta el
momento, convertir hidrógeno en helio libera ingentes cantidades de energía, no
importa cómo se haga, pero debe haber algo que ha mantenido la investigación
andando, no puede tratarse solamente de una ciencia patológica, de una trampa
conceptual.
El
otro problema ha sido el de las patentes, todo grupo de investigación tiene su
propia manera de hacer las cosas y ensayan con nuevos elementos y materiales
pero al momento para aplicar por una patente deben probar que el invento
funciona, que es útil y aquí ha estado la piedra de tranca. Quienes han conseguido una patente en el
campo de la fusión fría han reportado interés por inversionistas, como es el
caso de Rossi, quien vendió sus derechos sobre el E-Cat a la empresa
norteamericana Industrial Heat, pero en abril de este año las cosas se pusieron
agrias entre Rossi y Industrial Heat y el ingeniero italiano los está
demandando por 89 millones de dólares.
Hay
demasiado que ganar y que perder si esta tecnología funciona, los grupos de
investigación y las industrias que hoy venden energía nuclear bajo las premisas
de la fusión en caliente son unos de los principales enemigos del éxito de la
fusión en frío y harán lo posible para sacarla del juego.
La
persona o empresa que consiga hacer funcionar la fusión fría tendrá en sus
manos el Santo Grial de la energía, se hará super multimillonario y tendrá en
la llave para solucionar el problema más importante de la humanidad en los
actuales momentos. - saulgodoy@gmail.com
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