Estoy
escribiendo en caliente, por lo que pido disculpas de ante mano por cualquier
error en este escrito, lo hago desde algún lugar de las Mercedes en Caracas, son las 11:
37 del mediodía en este día del señor, primero de septiembre de 2016, he estado
caminando cinco horas desde temprano en la mañana al lado de una multitud de
caraqueños y gente del interior que ha esperado ansiosa a este día, para
manifestar su repudio al gobierno de Nicolás Maduro y exigir que se haga el
referendo revocatorio.
Solamente
por ver el espectáculo del aluvión de gente que venía de todos lados y se compactaban
sobre la autopista Francisco de Miranda había valido la pena el sudar y dejar
en el asfalto tantas pisadas, nunca la ciudad de Caracas había estado tan llena
de ciudadanos con un solo propósito en mente, salir de una vez por todas de
este lastre de gobierno, poder retomar la vía democrática y ponernos a trabajar
para recuperara al país.
A
pesar de todas las trampas, alcabalas, trancas y tapones que pusieron en las
vías de acceso a Caracas, sin importar la campaña de terror que estos
narcotraficantes desplegaron en contra de reconocidas figuras de la oposición democrática, secuestrando ciudadanos y sembrandolos con evidencias falsas, asaltando sedes de los patidos, haciendole seguimiento para aterrorizarlos, a pesar de todas esas manadas de colectivos motorizados recorriendo las
calles y mostrando sus armas, de las estaciones del Metro cerradas por miedo,
de la ausencia del transporte colectivo, de los nidos de ametralladoras,
tanquetas y pelotones de verdugos con sus equipos antimotines trancando ciertas
partes de la ciudad, a pesar de black out informativo, de las amenazas de los
histéricos dirigentes chavistas, en especial del energúmeno de Diosdado
Cabello, de la cara de trasnochado y bolsas colgando del rostro del derrotado
Maduro, a pesar de todos esos intentos por desanimar a la gente y hacerlos
sentir el miedo, los venezolanos vencimos cada uno de los obstáculos y salimos
en la marcha mas gigantesca y hermosa que se haya realizado en nuestro país.
No es
algo que se ve todo los días, y para todos fue un reconocernos como la mayor
fuerza política que existe en esta patria de Simón Bolívar, que estoy seguro,
estuviera vivo, hubiera marchado con nosotros y no atrincherado como animales
perseguidos (que lo son) en sus bunkers y cuarteles, rodeados de armas para
defenderse del pueblo que supuestamente representan y gobiernan.
Porque
si algo nos quedó a todos claro el día de hoy es que el gobierno chavista no
tiene piso político, no tienen pueblo, no representan a nadie sino a ellos,
carece de moral, de legitimidad, de representación, de apoyo popular, a partir
de este día ya no pueden volver hablar por ninguno de nosotros los cientos de
miles de venezolanos, quizás millones, que hoy nos vimos la cara con alegría y
ánimo inquebrantable, el gobierno quedó desnudo mientras gritábamos “Referendo
ya!”
Todos
esos funcionarios públicos, elegidos o no, quedaron expuestos como unos
usurpadores de sus cargos, se están robando el dinero que les pagamos con sus
sueldos y gastos de vida porque no están haciendo el trabajo que les mandamos
hacer, todos esos vice-presidentes, ministros, directores, generales,
inspectores, jefes de oficinas, alcaldes y gobernadores trabajan para un
partido político no para el país, de modo que están cometiendo fraude y si
quieren estar en paz con sus conciencias deben renunciar de inmediato.
Aquí
no hay una división de dos países, uno libre y democrático, el otro chavista y
revolucionario, no se arroguen la investidura ni el número, el país entero, el
verdadero país, los tenemos bajo observación, sabemos quiénes son, lo bajo que
pueden llegar para obtener sus propósitos de dominio y lucro, son un grupúsculo
de enchufados, se cubren con la bandera nacional, nos leen la Constitución,
cantan nuestro himno nacional pero no se comportan como venezolanos, algunos ni
siquiera son venezolanos, de modo que esta charada se acabó.
Mañana
Nicolás Maduro ya no es presidente de Venezuela, ni Diosdado un diputado de la
República, ni Padrino uno de sus generales, repito, hoy quedaron desnudos, no
vuelvan a llenarse la boca con que gobiernan el país, el país que salió hoy a
las calles para que el mundo pudiera ver que sus voluntades, sus firmas, la
autoridad que supuestamente sustentan, es una gran mentira, no está soportada
sino de aire, viven del disfraz y la pose, del discurso y la violencia.
Hoy
perdieron el suelo bajo sus pies, el país los rechaza, nos obligaron a marchar
por Caracas, en contra de todos los pronósticos, hicieron lo imposible porque
no sucediera, pero pasó, allí está la verdad al desnudo, la Presidente del CNE
es una actriz, rodeada de un elenco que tontos útiles, algunos con armas,
algunos que se hacen pasar como miembros de las FFAA que todavía le harán los
honores, pero ya sin la auroritas, ya
no hay necesidad de fingir, si quiere, por vergüenza o pundonor, llame al
Referendo Revocatorio y termine con este lamentable espectáculo, oculten sus
renuncias bajo el llamado a las firmas del 20%, remataremos la faena sacando al
inepto de Maduro de Miraflores.
Ya
Maduro, no sé con qué cara se va a presentar mañana ante las cámaras, antes “sus”
medios de comunicación para explicarle al país que lo de hoy, no sucedió, jamás
pasó, ellos no lo vieron, nadie se enteró… pero ya de hecho dejó de ser el
presidente de Venezuela, y quienes lo obedezcan son meros cómplices, una
comparsa de delincuentes tratando de salvar sus pellejos de la justicia
internacional, detrás de la ilusión de representar la soberanía de un país que
no existe.
Ahora
preparémonos para retomar nuestro destino, lo que viene es enorme y hay mucho
trabajo por hacer, Venezuela, hoy te vi y sentí en las canciones, en las
consignas, en la esperanza y en las sonrisas de orgullo de quienes se saben son
un país, indoblegable, valiente y de gente honesta, hoy tuve más razones para
luchar y creer que sí hay futuro.
- saulgodoy@gmail.com
Nota:
la persona que tomaba las fotografías se perdió entre la multitud, tan pronto las
tenga las envío.
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