Es
propio de los regímenes de fuerza que no tienen el apoyo del pueblo negar toda
posibilidad de preguntarle al país por su opinión sobre los asuntos que
conciernen a la naturaleza y el funcionamiento del estado, es de Perogrullo si
sabes que vas a ser rechazado no indagar entre quienes pueden poner en
entredicho su legitimidad.
El
dictador está allí por las armas y la represión, impone, no consulta, hace lo
que le da la gana, no lo que le conviene a la comunidad, por ello su terror a
los procesos electorales limpios y transparentes, eso explica porque el
chavismo se tomó tanta molestia en crear un Poder Electoral hecho a su imagen y
semejanza, con directores que sólo atienden a su llamado y obedecen dóciles a
sus necesidades, por ello el CNE es el órgano que justifica, por medio de la
trampa y los votos virtuales, cualquier consulta que requiera el tirano.
Por
ello es que la Constituyente comunal que tiene preparada para dentro de pocos
días es un traje a la medida del cartel del crimen que maneja el país, no se
extrañen de los resultados fantasiosos
La
Consulta popular ha sido abolida por los militares filocubanos en Venezuela, su
sola mención es objeto de prohibiciones y amenazas, aún estando en la Constitución
y siendo parte del lenguaje democrático usual, la consulta popular se ha
convertido para el régimen en una mala palabra y la han desterrado de su
discurso de macho-man con el que
intentan seguir explotando al pueblo de Venezuela.
No es
mi intención recordar la herencia histórica, desde los primeros albores de la
humanidad de lo que significaba la consulta popular, ni el papel que jugó en el
establecimiento de las democracias en el mundo, hay eruditos de la historia
política que desarrollarían una mejor exposición, lo que sí quiero significar
es lo que la consulta popular ha significado para el hombre libre y una
sociedad dueña de su propio destino.
Una
sociedad no se gobierna a golpes ni con miedo, llegará un momento en que
sobrevenga la rebelión y la lucha frontal en contra de la represión, eso es un dictum de la naturaleza humana y más
rápido sucede, cuando quienes los oprimidos son la gran mayoría; preguntarle a
la gente lo que siente y lo que quiere no es solamente un gesto de cortesía, es
la esencia de la convivencia humana, nadie puede estar obligado a vivir una
vida que no quiere ni servirle a un amo, las personas no son cosas ni ganado.
La
imposición del comunismo cubano en una sociedad como la venezolana es un hecho
que ha sido intentado una y otra vez, y que ha fracasado estrepitosamente, aún
contando con una botija de dinero como la que manejó el chavismo, aún con una
parte importante de la población siguiendo al líder como ratas al flautista de
Hammelin, aún con las misiones sociales repartiendo limosna entre los
necesitados, aún con los militares asesinando venezolanos opositores y la
creciente intervención de los dirigentes cubanos… la respuesta está en las
calles, el pueblo está en rebelión y creciendo con las horas y los días.
A
pesar de la complaciente MUD, de sus líderes “negociantes”, de sus triquiñuelas
para no hacer el trabajo que les corresponde, el pueblo ha estado nariceando a
su propio liderazgo para que no sucumba en el sueño eterno del socialismo
habanero… y lo siento mucho por Leopoldo López quien al final reventó, a pesar
de todo, nadie, ningún venezolano con dos dedos de frente y algo de pasión de
vida en sus venas se va a dejar meter una constituyente comunal entre pecho y
espalda sin por lo menos llevarse a unos cuantos castro comunistas por delante.
El
gran problema de cerrar a cal y canto la consulta popular es que la presión se
va por debajo, subterráneamente sin que nadie la detecte, sin que se sienta,
hasta que ya es demasiado tarde, ha pasado en distintos lugares, tiempos y
oportunidades, si los chavistas hubieran leído algo de historia universal,
aunque fuera algo de historia de Venezuela hubieran tomado otra ruta, la
consulta popular es la único seguro de que los gobernantes conserven sus
cabezas sobre sus hombros, el resto es tiranía y ya sabemos cómo terminan,
cortas o largas, terminan siendo derribadas las estatuas, los muros, los
palacios, quemadas sus insignias y colgados sus invencibles líderes del poste
más alto.
El
hombre nació para ser libre, no es un derecho innato, ha sido una lucha de
siglos, primero hubo que liberarse de la naturaleza ciega, de los embates del
medio ambiente, luego de la esclavitud del hombre por el hombre, y allí
aprendió el valor de la consulta popular, de lo que quiere la mayoría y como,
no ha sido fácil pero esa lucha es ya parte de nuestro ADN, lo que pasa es que
gente como Nicolás Maduro y los chavistas de su corte podrida, pretenden tentar
a la suerte, van a tratar de conservar el poder que le han confiscado al
pueblo, a un pueblo que cayó en la desgracia de ser una sociedad opulenta,
libre y democrática y que la han llevado a la ruina material y moral.
Pero
esa hambre por la libertad y por la consulta popular está intacta, crece con
los días, se hace ya vital contarse, expresarse y lo vamos hacer, quizás no
contando votos, sino cabezas, pero nos vamos a contar.
A
todo evento vamos hacia una consulta popular, es una estupidez prohibir que se
le mencione, más todavía ha sido negarle el cauce electoral, pero este mes
tendremos esa consulta, y estoy seguro que Maduro pegará la carrera, sólo
espero que seamos más rápidos y podamos hacerle sentir la furia de burlarse de
nuestra libertad y pasión venezolana.
- saulgodoy@gmail.com
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