Para
hacer lo que hizo el diputado Juan Guaidó, ahora Presidente de la República
encargado, se necesitó coraje y eso lo saludo; ya no importa si es un
socialista, porque es un demócrata y ahora jefe de Estado y representante de
todos los venezolanos, incluyéndome, por lo que tanto para usted como para
opositores como yo, las cosas cambian.
Presioné
insistentemente en el asunto de la juramentación porque me preocupaba la gente
que lo rodeaba; el haberle dado largas a este juramento, asumo, fue parte de
una estrategia para crear el “momentum”
adecuado ante las fuerzas que todavía apoyan al tirano Nicolás Maduro; si fue
así, resultó, la circunstancia de hacerlo ante esa enorme multitud que lo
acompañó fue una buena jugada, esperanzadora cuando menos, y sus consecuencias
no tardaron en sentirse, tanto en el país como en el resto del mundo, de modo
que no me cabe sino felicitarlo y felicitarme, porque sucedió lo que tenía que
suceder y todo a favor de la democracia.
Y las
cosas cambian porque, a partir de este momento, usted va a administrar uno de
los períodos más delicados de nuestra historia, estará a la cabeza de un país
golpeado, exhausto, necesitado, pero nunca derrotado… dispuesto al enorme
trabajo de reconstrucción de un país, como bien nos lo ha recordado, esto
apenas comienza; para usted es prioritaria la necesidad de unir al país
desgarrado por diferencias creadas artificialmente; a nosotros, los analistas y
comentaristas del quehacer político, nos toca apoyarlo, darle información,
criticarlo, protegerlo e indicarle cualquier amenaza en la ruta de su mandato,
que tiene que ser exitoso pues nuestra vida, la de toda Venezuela depende de
ello.
Me
pongo a sus órdenes y cuente usted con mi apoyo para que su desempeño sea
brillante y exitoso, aunque de entrada le digo, no estoy de acuerdo con su idea
de estar ofreciendo amnistía tan temprano en este proceso, soy reacio a la idea
de un cogobierno con factores chavista, recuerde que son criminales confesos,
muchos de ellos narcotraficantes y asesinos, no se olvide que el grueso de la
población que lo apoya ha sido víctima de estos facinerosos, sus ofrecimientos
de la hoja de olivo a los militares tiene que tener un límite, si no lo aceptan
en ese límite, usted como Comandante en Jefe de las FFAA tiene que actuar,
consulte conmigo esas maneras de proceder que no son pocas.
Por
último pero no menos importante, sabemos que usted no tuvo elección al escoger
a los vicepresidentes que lo acompañan como cabeza de la AN, son personas muy
mal vistas por el pueblo y lo que hacen es hacerle sombra, y de la mala, en lo que
pueda deslíguese de de ellos, no son buena junta.
Felicidades
a usted y su familia, a su partido Voluntad Popular y a su fundador Leopoldo
López; felicidades igualmente, a esa Asamblea Nacional que le acompañó en este
difícil pasaje, felicidades al pueblo de Venezuela que tuvo una fe en usted a
prueba de balas. Que Dios nos ayude en esta transición y que Maduro se disuelva
en la bruma para siempre. - saulgodoy@gmail.com

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