miércoles, 6 de febrero de 2019

El socialismo del presidente Guaidó


Es algo de lo que hay que preocuparse, más no ocuparse, lo importante en este momento es terminar de sacar a Maduro y sus mafias del poder ya que siguen haciendo ruido y distorsionando la vida de la nación, ya llegará el momento en que la gente, los venezolanos todos le enmendemos la plana a nuestro presidente interino, el Sr. Guaidó para que abandone, junto a la pandilla de socialistas, insertos en la Asamblea Nacional, su intensión de perpetuar esa desagradable ideología.
Y para sacar a Maduro de su trinchera, para poder tener paz en el país e iniciar la reconstrucción, necesitamos medidas de fuerzas superiores a la que ellos ostentan y con las cuales nos están amenazando, el tiempo sólo favorece al chavismo y sus aliados internacionales, si queremos eliminar el problema debemos pedir ayuda, pero pedirla por escrito, públicamente, sin temores, necesitamos un componente militar de paz que desarme a estos dementes, con poder de fuego suficiente para disuadirlos de más violencia, es la única manera de solucionar este trance.
Nadie va a mover un dedo por nosotros si no lo pedimos, usted presidente Guaidó, es la única persona que en estos momentos está investido de la legitimidad necesaria para hacerlo, pero no lo hace, pareciera que no quisiera asumir su responsabilidad histórica, pida la intervención militar, basta de esperas inútiles que lo que hacen es aumentar las cifras de muertos y afectados por esta crisis de poder en el país, esto no se soluciona con marchas ni con cabildos masivos, menos pidiéndole a unos generales corruptos por el narcotráfico que se sumen a la amnistía o que entren en razón, la única manera de tener a fuerzas aliadas a Venezuela es que nuestro presidente interino los autorice a venir con sus armas a resolver este peligroso asunto que nos tiene a todos consternados.
Pero era otro tema el que me llevó a escribir el artículo de hoy.
El que haya sido usted, Sr. Guaidó el principal promotor del llamado Plan País, que tiene unos indubitables parecidos al Plan de la Patria, que fue el documento que presentó en la UCV ante una audiencia indudablemente socialista debido a la ausencia de crítica, de resistencia o de oposición, nos indica a los demócratas liberales (clásicos) como sería mi caso y de la mayoría de los venezolanos, no estábamos representados en ese evento de aires populistas, que reunió al chavismo de pleamar que depositaba el detritus de algas, cochas y pescados muertos en las playas de la opinión pública.
El llamado socialismo democrático que usted parece liderar deber de reconocer que existimos, que somos mayoría y que estamos hartos de que se utilicen los mecanismos que les otorga la democracia, para adelantar, una vez más sus execrables intentos de encausar la historia del país por las agotadas vías de la izquierda postmodernista, no es justo ni correcto que se utilice la lucha del pueblo de Venezuela por su libertad para meter de contrabando un supuesto Plan País elaborado con toda la intención de repetir todos los errores y circunstancias que dieron pie para que el chavismo surgiera como fuerza política, el bando de donde usted viene parece no entender que le está haciendo la cama al chavismo para su retorno.
Ese Plan País que promueven como un gran logro de diversos sectores de la sociedad venezolana no es más que el programa de los chavistas “light” que le hubieran impuesto al país si no hubiera metido la mano peluda el sector militarista.
Hay otra parte del Plan País que nace como una iniciativa de estudiantes venezolanos en la ciudad de Boston en los EEUU con la activa participación de la Universidad de Harvard, sumada a ella una serie de profesionales de alta capacitación que se encuentran en la diáspora, que lamentablemente también cayó en las tenazas del socialismo, ésta vez bajo las fórmulas del partido demócrata de USA con un contenido de reformas económicas en torno a la figura de un estado fuerte e interventor, con un sector obrerista y una serie de programas sociales imposibles de financiar en una situación de recuperación económica, es decir, más de lo mismo.
Me da pena ajena que se haya prestado en ser el vocero principal de ese proyecto que usted sabe esta vencido, caduco, que expiró hace décadas, de un proyecto de estado que nada tiene que ver con las ansias de libertad, prosperidad y transparencia que los venezolanos necesitamos para poder construir nuestro futuro, sigue usted tratándonos como si fuéramos unos idiotas, unos menores de edad, que necesitamos de la figura del buen padre que se ocupa de proveernos de todo lo que necesitamos para la vida a cambio de la sumisión, del control de nuestra vidas y de la sujeción a un estado gigante, benefactor e irresponsable, porque trabaja en función de lo que llama Justicia Social, igualitarismo y solidaridad que corresponden al núcleo ideológico de una iglesia católica comunista, decadente y sin ánimos de renovación.
Igualmente noto una disociación con la realidad que me asombra, el Plan País está diseñado como si los venezolanos hubiéramos sido los artífices de nuestra liberación, ayudamos sí, pero hay actores que fueron determinantes, entre ellos, los EEUU, el poder mundial por antonomasia, a quien le debemos hasta la forma de caminar, lo que quiero decir es que el Plan País se desarrolla a espaldas de nuestros compromisos históricos, de nuestra realidad geopolítica, ignorando los patrones y líneas de comportamiento que nos exige la comunidad internacional, ¿Dónde queda nuestra inserción en la globalización? ¿Dónde los patrones de desarrollo económico que afectan los mercados mundiales hoy? ¿No se han dado cuenta que el mercado laboral ha cambiado de manera radical gracias a la tecnología y el avance en procesos automatizados?
Un claro indicador de que las intenciones del Plan País es volver al modelo socialista consiste en la insistencia de rescatar, revivir, al cadáver de PDVSA en manos del estado venezolano, eso es un error, esa empresa debe ser liquidada, poner en orden sus cuentas, pagar sus acreencias y dejarla desaparecer, pertenece al pasado, a una manera de entender el negocio petrolero de manera errada, el estado debe abandonar los intentos de ser otra vez el dueño de los recursos energéticos, necesitamos una privatización profunda, darle la oportunidad a la empresa privada de que renazca y haga fuerte al país, no al estado.
Me temo Presidente, que usted le hizo mucho más caso a los jesuitas que intentan desesperadamente  tomar control de nuestros valores y forma de vida, que a la tradición libertaria, rebelde, Caribe y democrática, con la que nacemos cada uno de los venezolanos de este país irredento y original.
Quiero que me interprete bien, creo que usted, así como el líder de su partido Voluntad Popular el señor Leopoldo López, son hombres valientes, audaces, con una voluntad para el servicio público a prueba de fuego, pero con una pobreza mental inaudita, que los hace parecer unos ancianos encarnados en unos hombres jóvenes y vitales, lo que están presentando es un monstruo que el país no se merece en estos momentos históricos.
Las ideas que expresan, el discurso que promocionan son ideas del siglo XIX, es el marxismo revisado , más de lo mismo, la confiscación de la participación política de los ciudadanos, la sujeción de la voluntad popular a los cogollos de los partidos, por favor, hasta cuándo vamos a pretender que ustedes son los dueños de la verdad; se nota a leguas que en la presentación que hizo, está metida la mano del partido Acción Democrática,  de Ramos Allup, que es la pieza clave de toda la fundamentación del estado centralista y planificador, hecha a la medida de los partidos políticos, no del ciudadano, de los burócratas, no de la sociedad civil, de los gremios clientelares, no de las ONG’s que buscan especializar sus funciones en áreas específicas del desarrollo nacional, de las empresas privadas que son los verdaderos generadores de riqueza y fuentes de empleo..
Pero como soy un firme creyente de la evolución darwiniana, porque creo que el progreso es ir de lo que éramos a lo que pudiéramos ser, de lo primitivo a lo eficiente, de lo bueno a lo mejor, porque usted, Sr. Guaidó y quienes lo han llevado a ocupar su posición de liderazgo son personas que se la han jugado por sus creencias, así sean erróneas, no parecieran tener la capacidad de entendimiento para caer en cuenta que las ideas que propugnan sobre democracia no son las mejores, que ya hace mucho tiempo otras derivaciones de la vida en democracia se han ensayado y resultado exitosas.
Si tan sólo lograran comulgar con los sistemas ideológicos y de vida que sí funcionan, si pudieran romper con los paradigmas que nos han impuesto, que estoy convencido que pudieran superar y si dejaran de escuchar a los Chuo Torrealba, a los Eduardo Fernández, a los Claudio Fermín, a los Luis Ugalde SJ., que son todos fichas del socialismo, que defienden la equivocada tesis de la filosofía de la liberación, de los pobres al poder, de la necesidad de figuras mesiánicas, de un estado piramidal, único arbitro en la distribución de la riqueza nacional y de volver a un pasado mítico de un estado-nación que sólo existió en nuestras afiebradas mentes, entonces, sólo entonces, pudiéramos tener la oportunidad de cambiar de paradigma.  
El presidente interino, elSr. Guaidó es hoy una pieza fundamental para el cambio de poder en el país, pero al menos que rectifique, no llena los requisitos mínimos para la transición hacia una nueva Venezuela, le está sucediendo lo mismo que a Maduro, está atrapado por un grupo, secuestrado por los partidos que nos quieren devolver en el camino de la modernidad; para una buena parte del país representa a esa nueva juventud arriesgada y con ansias de futuro, pero lamentablemente hay un grupo de jóvenes que ya están contaminados por el cochino socialismo, piensan como Ramos Allup, Capriles y Oscaríz, tres de los peores ejemplos de nuestro zoológico de la izquierda activa, no tienen cabeza para pensar distinto, por lo que preveo que será parte de una generación que tendremos que dejar ir para no volver a repetir los terribles errores del pasado.   -   saulgodoy@gmail.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario