En
varios artículos anteriores me he referido a que el gobierno colonialista de
Cuba tiene secuestrada a Venezuela por medio del gobierno del dictador y
usurpador Nicolás Maduro Moros, quien actúa como un procónsul imperial sobre
una provincia sometida militarmente.
Pero
Cuba en realidad es sólo un engranaje en una red internacional de gobiernos
comunistas, que han mutado, luego de la Segunda Guerra Mundial, en gobiernos
donde impera el capitalismo de estado, el totalitarismo, el militarismo, el
estado social benefactor, y que, bajo la denominación de “socialismo”, están
tratando de llevar a cabo un plan por un Nuevo Orden mundial, cuyos ejes los
comparten China y Rusia, que han penetrado a profundidad los organismos
multilaterales y de gobierno global.
Lo
vemos en la Rusia de Putin, en la China de Jinping, en la Cuba de Castro, en la
Venezuela de Maduro, las empresas más grandes y exitosas pertenecen a una
plutocracia que baila pegado al régimen, una diferencia sustancial al comunismo
leninista o estalinista, mucho menos al marxista, que veían en la empresa
privada a los verdaderos explotadores del pueblo y enemigos a los que había que
desaparecer.
Una
de las claves del capitalismo salvaje que han adoptado estos países socialistas,
es la creación de una nueva clase empresarial y financiera conformada por ex
funcionarios, utilizando capitales de dudoso origen pero bendecidos por la
cabeza del gobierno; se trata de grupos afiliados y muy cercanos al liderazgo
político desde los que se financian iniciativas y campañas a favor del
socialismo; son familias, mafias, corporaciones, beneficiadas por jugosos
contratos y oportunidades económicas, en detrimento de los intereses del país
ya que se alimentan de fondos públicos, su método de operar es poco ortodoxo
(si no me vendes, te secuestro, te arruino o te mato) y contrario al libre
emprendimiento y competencia.
La
intención de este Nuevo Orden mundial es la imposición de gobiernos fuertes y
autoritarios, que dominen a las poblaciones de sus estados por la fuerza y los
mantengan domesticados a programas de ayudas sociales, que los hagan
dependientes de sus gobiernos en sus necesidades más básicas, con la intención
de explotarlos y mantenerlos controlados, con manipulaciones y discursos
ideológicos, haciéndoles creer que son felices e imponiendo la opinión de que
son ellos los que se autogobiernan, esto era lo que Chávez llamaba un nuevo
mundo multipolar.
Este
Nuevo Orden mundial pretende traer la estabilidad a un mundo superpoblado, con
cada vez menos recursos para satisfacer las necesidades de todos y en medio de
graves problemas ambientales, evitando de esta manera los conflictos y haciendo
de sus países colmenas ordenadas y obedientes de humanos serviles al poder; este
plan no tiene ningún escrúpulo en sacrificar al individuo en aras del colectivo,
y a la libertad ante el altar de la igualdad y el progreso, se trata de la
deshumanización más agresiva y en mayor número que las intentadas en el pasado
reciente.
Y
digo deshumanización porque el hombre, su naturaleza, es su vocación a la
libertad, el desarrollo de la individualidad, el poder llevar sus
potencialidades al máximo con independencia, buscando sus propios intereses y
haciendo sus contribuciones en trabajo e innovación a la sociedad, que si es
una sociedad capitalista, democrática y de libre mercado, premiará sus éxitos y
talentos con riqueza y reconocimientos, muy contrario a lo que sucede en las
naciones socialistas donde la persona está al servicio del estado y donde todo
esfuerzo es por el bien común.
Esta
tesis del Nuevo Orden mundial tiene una historia muy interesante, el plan fue
desarrollado por los socialistas británicos por medio de la Sociedad Faviana,
un club de socialistas intelectuales y millonarios que pensaron que había otra
manera de poner en práctica las ideas de Marx que no fuera desde una barricada
o poniendo bombas en los mercados, esto fue a finales del siglo XIX y donde se
anotaron gente muy interesante como Bernad Shaw, H.G Wells, Bertrand Russell,
Arnold Toynbee, John Maynard Kaynes, algunos de ellos fueron fundadores y consultores
de la Sociedad de Naciones, la antecesora de la ONU, y de ellos viene el plan
del socialismo a fuego lento, para traer a la vida al comunismo en el mundo que
ellos creen es la única forma posible de gobernar un mundo en problemas, es una
historia realmente apasionante y que recomiendo la investiguen, fue un plan
especialmente diseñado para atrapar a los EEUU en el laberinto socialista y lo
hicieron muy bien.
Uno
de los incentivos de este Nuevo Orden Mundial es la aparición de una nueva
clase dominante, de individuos privilegiados, que podrán disfrutar de los
placeres, bienes y servicios negados a la gran mayoría; estos núcleos de poder o
élites, son los gobiernos socialistas que se hacen con el poder por medio de
revoluciones, elecciones o golpes de estado, que se mantendrán en el poder
gracias a organizaciones partidistas únicas y poderosas, por manipulación y fraudes
electorales, y con el apoyo de las fuerzas armadas, se dicen socialistas
democráticos porque creen en el poder de la masa, de las grandes clases
sociales, de determinismo histórico de la prevalencia del pueblo sobre el
individuo.
Técnicas
de biopolíticas cada vez más poderosas, nuevas formas de manipulación
ideológica en masa, tecnologías de identificación y reconocimiento, control
absolutos del contenido informativo de los medios de comunicación y redes
sociales, conectado todo esto con un eficiente aparato policial hacen posible
la ubicación de cualquier persona y su historial en tiempo real y si a esto le
aunamos un discurso, una narrativa que haga vivible y soportable la opresión inherente
a este tipo de gobiernos, tendremos como resultado una población domesticada en
un orden absoluto, rígido y propio de termitas o abejas en un panal, todos
tienen su lugar y su función, si hacen su trabajo bien el estado se ocupará de
mantenerlos desde la cuna hasta la tumba.
Venezuela
no es más que un ensayo de laboratorio que salió mal en este diseño, debido
entre otras cosas por una inmensa corrupción y un desorden generalizado dentro
del propio gobierno, pero ha dejado importantes enseñanzas en la manera de de
dominar la rebelión y la resistencia por medio del terror y la violencia, la
red internacional de gobiernos comunistas está tratando de reparar el daño
causado en nuestro país y en instancias internacionales, aplicando presiones
diplomáticas, influencias y simple chantaje para no perder su control sobre el país,
de su posición geoestratégica, de su riqueza energética, con la que han venido
financiando una buena parte de este plan mundial de promoción del socialismo… eso
explica la quiebra y la ruina del país.
En
Venezuela el socialismo existe en sus dos vertientes principales, la
revolucionaria, que es mucho más autoritaria y violenta que el socialismo
democrático, el socialismo revolucionario, que es propio de sectas secretas, de
logias, es popular entre los militares, creen en una cadena de mando, en un líder
absoluto e imponen su visión de país por medio de las armas, el teniente
coronel de los paracaidistas Hugo Rafael Chávez Frías, fue uno de estos
hombres, un conspirador nato y golpista quien fracasó llevando su revolución
por métodos violentos, pero dio un giro hacia la política y aprovechando un
momento electoral de mucho descontento con la política tradicional, ganó la
presidencia de la república.
Chávez
acogió diversas tesis del socialismo que hablaban de una unión cívico militar,
de un pueblo en armas y ensayó nuevas fórmulas de relación con la sociedad
civil, empezando porque fundó el partido único socialista (el PSUV) en el que
pretendía darle cabida a todas las organizaciones socialistas que existían en
el país, los únicos que no aceptaron unirse al club fueron los socialistas
llamados demócratas, que ya tenían tradición en el país y estaban afiliados a
sus propias organizaciones internacionales, eran los socialdemócratas y los
democratacristianos, conformados como Acción Democrática y Copey, que comulgaban
con muchas de las ideas del Nuevo Orden mundial y de los que luego surgirían
una serie de nuevos partidos.
Como
era de esperar para una personalidad autoritaria como la de Chávez, estos
partidos democráticos socialista se convirtieron en el enemigo, en la nueva
oposición y como tal fueron tratados, pero indudablemente existía un vínculo
ideológico y algunos piensan que se trata de una estrategia muy bien calculada
para que el socialismo abarcara todo el espectro político nacional, como de
hecho ocurrió y sigue ocurriendo.
De
modo que todos los principales partidos políticos del país devienen de una
misma raíz socialista, del marxismo leninismo y que han mutado hacia el Nuevo
Orden mundial, los revolucionarios quieren llegar por la vía rápida, los socialista
demócratas por la ruta panorámica pero el objetivo es común, es la prevalencia
del estado sobre el individuo, la anulación del individuo en aras del
colectivo, la creación de riqueza desde el estado y sus empresas afiliadas, el
control absoluto de la población por medio de la dependencia económica y la
creación de un estado policial para la supervigilancia social.
En
los EEUU era el mismo plan que tenía Kennedy, Carter, Clinton y últimamente,
Obama, en Venezuela era la misma ruta desde Rómulo Betancourt, Caldera, Carlos
Andrés, Chávez, Maduro y ahora Guaidó, en el que están anotados nuestros ya no
tan jóvenes políticos de Primero Justicia, Voluntad Popular y el 90% de
nuestras organizaciones políticas, todas irremediablemente socialistas.
Los
socialistas en la tradición Faviana prefieren las actuaciones suaves pero
firmes, lentas pero constante, prefieren pasar como inofensivos y provocar los
cambios por medio de reformas graduales no por revoluciones y confrontaciones,
el típico faviano pasa por ser un intelectual de bajo perfil, un hombre afable
y no agresivo, su discurso no es confrontacional ni violento, pretende dar la
imagen de un hombre común y familiar, elude ser identificado ideológicamente
por lo que sus posiciones con cambiantes y acomodaticias.
El
presidente interino de Venezuela, el Sr. Juan Guaidó es un socialista
demócrata, educado y propulsor del Nuevo Orden mundial (probablemente no esté
muy consciente de ello, pero si es socialista esa es su meta), lo cual explica
porque no han podido solucionar el problema de Maduro y su mafia, porque en el
fondo hay afectos, coincidencias ideológicas, una historia común, lo que sucede
es que el castrocomunismo es una cepa muy agresiva del socialismo y no reconoce
a los otros socialistas como familia, pero si se sientan a negociar, si le
hablan muy suave en las orejas, si le acarician suavemente las garras e ignoran
la sangre que le gotea por sus belfos, estoy seguro encontrarán una salida
conveniente para ambos, algo así como un co-gobierno, ¿No les atrae la idea?. -
saulgodoy@gmail.com
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