miércoles, 1 de mayo de 2019

La Venezuela que veo y sufro



No es fácil aceptar la realidad de un país destruido por fuera y carcomido por el óxido del socialismo por dentro, ¿Hay solución, hay futuro? Yo creo que sí, no va a ser una solución sencilla y rápida (yo, por lo menos, no la veré), pero si empezamos a trabajar desde ya, no dudo que, en dos o tres generaciones a partir de este momento, podremos tener un verdadero país.
Y es que veinte años de chavismo duro, sesenta años de socialismo, y dos siglos de dictadores y caudillos no son, que digamos, la mejor manera de levantar una nación de ciudadanos libres y demócratas; eso sí, lo estamos intentando contra viento y marea, lo principal es que tenemos con qué lograrlo y, lo más importante, no nos ha vencido la barbarie, seguimos resistiendo, a pesar de todo.
El que hoy pueda expresarme, como lo estoy haciendo en este momento, y que mis palabras sean leídas por los lectores que tengo (no dudo que serán más con el tiempo), me parece un enorme logro, dentro de la situación mundial y, en particular, dado el estado en que se encuentra mi país; en este momento deberíamos estar aullándole a la luna y esperando la muerte por desahucio… y sucede todo lo contrario, la gente está en orden de batalla, atenta a cualquier cambio en el viento, pasando trabajo, sí, pero más viva y vital que nunca.
El país quizás no lo sabe, porque no lo entiende todavía, pero estamos mudando de piel, hay un cambio profundo en nuestro estado de consciencia, tanta violencia, engaños, trampas y traiciones nos han estado purificando muy dentro de nosotros, tanto sufrimiento, equivocaciones, sacrificios y pérdidas han afinado nuestros sentidos y créanlo o no, nos han despertado facultades que ni siquiera sabíamos que existían.
Por supuesto, todavía vemos a mucha gente obnubilada por el socialismo, amigos, vecinos, conocidos y extraños que todavía balbucean sobre los encantos de la justicia social, sobre lo bueno que somos como cristianos practicantes, gente proba e inteligente que se sienten los mejores demócratas del mundo por querer, a estas alturas de nuestro drama, tenderle displicentemente una mano amiga al chavista e invitarlo a que se siente en nuestra mesa y que duerma bajo nuestro techo sin temor a que nos viole la familia… Esa gente que aboga por unas elecciones con el chavismo, ¿Qué son? ¿Son unos idiotas o unos consumados actores? Han enloquecido irremediablemente… ¿O son unos criptochavistas?

Como se ve el socialismo ante un espejo

En este punto de mi escrito ya se han debido dar cuenta de que no tengo una muy buena opinión del chavismo, y es así, lo he expresado  innumerable veces, los chavistas están dementes, son unos enfermos cuyo sistema cognitivo, emocional, imaginativo, espiritual y racional ha sido modificado, de manera irreversible en una buena parte de los casos, para que vivan en una realidad paralela, que nada tiene que ver con el sentido humano y social cónsono con nuestra naturaleza.
El individuo que manejaba esa tanqueta de la GN en Caracas antes de ayer y que atropelló con saña a una veintena de compatriotas desarmados, ya había dejado de ser persona humana desde hace mucho, ese espécimen de chavista era un obseso, no importa si era venezolano o cubano o iraní quien realiza un acto así ya no pertenece al conglomerado humano.
Me explico, el chavismo es fundamentalmente un acondicionamiento mental, un tipo de  reingeniería de principios y valores fundamentales para la vida, un adoctrinamiento severo que ha logrado recomponer el cableado neural del cerebro para producir en verdad un nuevo hombre y una nueva mujer que nada tienen que ver con lo que en el occidente cristiano entendemos como alguien civilizado, esta modificación del comportamiento se ha producido a nivel de las emociones, de los sentimientos y la fantasía, son los estratos más elementales del comportamiento humano que tienen que ver con las bajas pasiones, la satisfacción erótica, y por contraste, con un culto a tánatos, a la muerte, por lo tanto no es apto para esta vida en sociedad, y es la razón de su violencia innata y de su constante deseo de destrucción, locura y nihilismo.
Esta forma de manipulación extrema de la conciencia nace de las prácticas y el desarrollo de la ideología comunista; dentro de las necesidades del comunismo, tal como lo expresa su doctrina, se encuentra la necesidad de transformar la naturaleza humana para construir un nuevo hombre, eliminar todo vestigio de egoísmo e individualidad, colectivizarlo, convertirlo en un revolucionario, hacerlo esclavo del determinismo histórico, de los avatares de la economía, de la producción, de sus medios y fines, por ello es que el objetivo fundamental del comunismo es el trabajador, el obrero, el militar, y la meta a alcanzar por ésta revolución no es otra que la dictadura del proletariado obrero.
Ya desde los tiempos del socialismo utópico del siglo XVIII, venían dándose las prácticas de las comunas y establecimientos fabriles, donde se empezó a practicar este acondicionamiento que buscaba, según sus promotores, construir una utopía en la Tierra, a fuerza de premios y castigos, de una labor de indoctrinación diaria y profunda en creencias y valores; esta tendencia se hizo un programa político con el marxismo y la revolución bolchevique en Rusia; Lenin y Stalin lo convirtieron en un experimento social a gran escala; China y Corea lo especializaron en una ciencia de tratamiento del comportamiento con aplicaciones clínicas, nutricionales, de manipulación mental en contra de los disidentes que luego fue especializado en técnicas de lavado de cerebro, propaganda, campañas de terror y estados policiales detrás de la Cortina de Hierro durante la Guerra Fría.
Todo lo que les estoy diciendo es historia, no son paranoias ni cuentos de caminos; el nacionalsocialismo alemán llevó a los extremos algunas de estas prácticas de modificación del comportamiento que, luego de la caída del muro de Berlín, fueron diseminadas por el mundo por Rusia y China, como técnicas de control social, y las enseñaron a sus aliados, entre ellos a los castristas en Cuba.

Convivir con el socialismo en el mundo es un error

El chavismo es un producto altamente sofisticado de inducción mental a estados de locura, provocados por una inmersión total y continua en un medio de intensa ideologización y acondicionamiento de la personalidad de los individuos, que resulta en una pérdida del contacto con la realidad y su substitución por una alterna, manipulada por controladores externos; uno de los elementos fundamentales de este mecanismo de control de masas es la hegemonía comunicacional, la repetición de los mensajes, la ausencia de ideas contrarias, el manejo de los sentimientos, la censura y la manipulación del lenguaje a niveles semánticos.
Los discursos de los líderes comunistas desde Fidel, Chávez, Putin, Maduro, todos reflejan una gran disonancia con la realidad no es que sean puntos de vistas diferentes sobre la realidad, es que son otras realidades, diferentes, que nada tienen que ver con la experiencia que nos transmiten nuestros sentidos del mundo.
Es por ello que difiero de la opinión del Sr. Abraham, cuando piensa que los chavistas pudieran tener un papel que jugar en Venezuela, cuando logremos recuperar nuestra democracia; los chavistas están perdidos, a menos que se sometan a un largo y riguroso proceso de reeducación.
Venezuela fue un experimento de los grandes estados totalitarios y las mafias criminales para desarrollar un modelo de dominación que pudiera funcionar a escala mundial; ningún país está a salvo de la influencia de esos depredadores, y si se permite las condiciones previas a su instauración (el socialismo), si se deja que estas ideas nefastas prosperen en los medios masivos de comunicación (la filosofía de la liberación, entre otras), pronto cambiarán el curso político de algunas democracias y virarán inevitablemente hacia ese tipo de populismo altamente contagioso y destructivo, de allí al totalitarismo lo que hay es un paso.
Este procedimiento ya está siendo aplicado en algunas regiones de Norteamérica, en México,
en España, Italia, Rusia, China, Inglaterra, Nicaragua, la misma Cuba, la lista es demasiado larga para los países que deberían estar en alerta roja.
Afortunadamente, en Venezuela debe haber al momento unos 50.000 casos de contagio de chavismo extremo, entre nacionales y extranjeros (incluyendo colectivos, narcotraficantes, militares, dirigentes comunales, guerrilla, dirigentes políticos, empresarios), es un universo todavía manejable para un nuevo gobierno democrático como el que esperamos tener luego de la transición, en términos de identificarlos, aislarlos y tratarlos; debemos estar muy atentos en especial con aquellos venezolanos que han viajado a Cuba a recibir cualquier tipo de instrucción, curso o fueron por trabajo o razones médicas (en especial los cargos diplomáticos).
Los que sí pudieran tener oportunidades de rescate e incorporación a la vida nacional, dentro de esquemas de “normalidad” (no me gusta la palabra, pero ilustra el punto) son los llamados socialistas democráticos, que incluye la mayoría del chavismo “light” y que contiene a todas esas personas imprudentes que, por creerse más allá del bien y del mal, cristianos ilusamente comprometidos, ciudadanos que presumen de ser ejemplares en sus actuaciones, con pretensiones de demócratas absolutos, con ínfulas de abogados del diablo, por lo tanto “moralmente superiores” al resto de los venezolanos, y que devienen en entusiastas y dependientes del gendarme necesario encarnado por un estado fuerte, centralista, planificador, intervencionista, benefactor y paternalista.

Es un sistema de dominación, no un caramelo.

Depurar al país del socialismo parasitario nos tomará dos generaciones, cuando menos.
Una gran cantidad de críticos han acusado a los grupos radicales y disidentes de la oposición socialista de fomentar el odio y el desprecio hacia las ideologías de izquierda; y no se les pasa por la cabeza que este grupo de venezolanos están ejerciendo su genuino derecho a la legítima defensa, señalando los peligros donde los ven y alertando sobre amenazas que se ciernen sobre el futuro del país.
Hemos transitado por 20 años de opresión que no pueden volver a repetirse, menos aún, justificarse o ignorarse; el socialismo es una ideología antropófoga, traicionera, que se oculta detrás de poses de buena voluntad, de ropajes de justicia social y máscaras de demócratas y humanistas, sólo para terminar devorándose a sus hijos.
Han sido 20 años de recibir palos, amenazas, insultos y despojos, en nombre de una supuesta voluntad popular; veinte años que nos han robado la tranquilidad, la cultura, la memoria y, con ella, la identidad… y, con todo eso, nuestros políticos socialistas pretenden que les demos las gracias. Los socialistas son, a todas luces, seres irresponsables, porque no aceptan su participación en hechos que otros cometen en su nombre, excusándose al decir que estos crímenes perpetrados contra el país no es “el verdadero socialismo”, que las cosas serían diferentes si son “ellos” los que gobiernan… y exigen más participación y más socialismo sobre las ruinas de la república.
No se puede permitir tal vagabundería, no podemos complacerlos en su intención de ser tratados como víctimas, cuando fueron ellos los que propiciaron el desastre y todavía quieren seguir patrocinando al estado interventor que saqueó al país; si no reconocen sus culpas, ni aceptan sus fracasos, nosotros, los sobrevivientes de este naufragio, no podemos permitirles que nos sigan haciendo daño… no es justo, no es normal y atenta contra nuestra seguridad.
Lo que vimos el 30 de Abril en Venezuela quiero explicarlo según mi visión, Leopoldo López en la necesidad urgente de salir del país para proteger su vida (que es perfectamente explicable), decide hacerle una jugada por adelantado a la tiranía, que se estaba preparando para los eventos de protestas del primero de mayo de las cuales temía, y con toda razón, otro tipo de eventos más serios para su sobrevivencia.
López mueve sus fichas leyendo ciertas señales y mensajes que recibe de diversos sectores, incluyendo el de algunos aliados extranjeros, si la jugada resultaba no habría problemas, se quedaría en el país en su papel de hombre indispensable, si fracasaba, el plan era el exilio. Guaidó, su alfil en el tablero, aceptó el plan pues estaba sintiendo que su credibilidad se desinflaba, necesitaba cuanto antes renovarse con eventos definitivos, el tiempo se lo estaba comiendo.
Esa madrugada salieron y se atrincheraron en las cercanías de la Base Aérea de La Carlota, y a pesar de estar disminuidos en los medios para hacer público su plan, con el transcurso de las horas lograron movilizar grandes cantidades de personas, de civiles principalmente, el llamado a los militares no fue efectivo para lograr la masa crítica de hombres en armas que necesitaban, la lucha en las calles volvió a lo de siempre, civiles desarmados en contra de enloquecidas hordas de chavistas armados hasta los dientes, pero esta vez con una diferencia notable, la debilidad de la tiranía era notable, la descoordinación era general, el miedo cundió, las FFAA estaban desarticuladas.
El tirano trató de huir pero lo devolvieron los rusos y cubanos de la escalerilla del avión, el juego no terminaba hasta que termina, López decide refugiarse en una embajada al notar que la jugada no sería de efectos inmediatos y deja a Guaidó encargado de terminar la faena, ambos obtuvieron en parte algo de lo que querían: protagonismo, una reacción del pueblo en la calle, demostrar la fragilidad del régimen, tiempo
Amanece el primero de Mayo y las expectativas que se trata del último duelo posible, el pueblo está en la calle dispuesto a todo, cansado de tanta desgracia, los militares todavía deshojando la margarita, los chavistas acuartelados, unos queriendo dejar el pelero (huir), otros dispuestos a morir llevándose a quien se le ponga por delante, y los aliados…
La llamada oposición democrática en Venezuela está llena y dirigida por organizaciones socialistas, cuyo papel fundamental es permitir que la cepa agresiva del chavismo sobreviva y prospere en nuestro medio; con tanto sufrimiento, después de tanta destrucción, hemos desarrollado anticuerpos que han sido efectivos en el combate de esta epidemia de locura colectiva y mucha gente está despertando del estado de sopor al que la ha estado sometiendo el Sr. Guaidó, que ya salió del closet, como se evidencia en sus infelices y tan criticadas declaraciones; errores garrafales en su estrategia de comunicación y contradicciones en su equipo de trabajo, minado de chavistas disfrazados de demócratas, lo han puesto en evidencia cuando se declaró un socialista.
No es momento de recriminaciones ni lamentaciones, lo importante es que los tenemos ubicados, que saben que han sido descubiertos en su doble juego, porque lo que quieren es llevarnos nariceados a unas elecciones para disimular su cohabitación con los infectados, para que volvamos a recaer en la desesperanza y la depresión.

Concluciones

Es el momento de aplicar más presión, de mayor resistencia contra el usurpador y sus colaboradores; esa es nuestra batalla, están débiles, allí debemos replantearnos la estrategia, con lo que tenemos a mano, y podemos intentarlo con la fracción 16 de Julio dentro de la Asamblea Nacional. Si no hay otro plan alterno inmediato, propongo apoyar a este grupo parlamentario y llevarlo, con un referéndum u otro mecanismo para que se sustituya al grupo de la MUD y el Sr. Guaidó, y sigamos manteniendo la legitimidad otorgada en la AN, porque el parlamento todo debería al servicio del soberano que es el pueblo, no al revés.
Pareciera que la línea de Guaidó y López es seguir el liderazgo de la UE, no la de EEUU, razón por la cual no han pedido la intervención, se resisten a que entren las tropas norteamericanas acompañados de la coalición latinoamericana, pareciera que prefieren que los venezolanos nos estrellemos una y otra vez contra las armas de los usurpadores del poder esperando algo de los europeos que prácticamente esperan por un milagro político, mientras tanto Rusia junto a los cubanos se burla del Tío Sam a sus anchas, si la idea es dejar en ridículo al Sr. Trump creo que lo están logrando, aunque sigo creyendo que el catire les va a dar donde más duele en cualquier momento y sin aviso, Washington sabe que cada día que pasa es aprovechado por los criminales de Maduro para debilitar la imagen de los EEUU en la región y el mundo.
Una vez que logremos la expulsión del chavismo de Venezuela para lograr los cambios en el país, debemos utilizar otras herramientas, como reestructurar todo el aparato educativo, darle otro contenido, que apunte a resaltar la libertad individual en términos de responsabilidad; que desenmascare y elimine los principios colectivos e igualitarios que han instituido mediocridad e ignorancia a granel; que motive la creatividad, la innovación y la inventiva; que premie el emprendimiento; que respete el éxito bien logrado por el trabajo y la constancia y, por sobre todo, que respete la propiedad privada, la familia y el conocimiento.
Una gran mayoría del país todavía se encuentra aturdido, en un estado muy parecido al de un trauma de guerra, el shock de las trincheras; muchos de nosotros hemos perdido seres queridos, posesiones y nuestros anteriores estilos de vida han desparecido durante esta ordalía del chavismo. Nos va a costar dominar el odio y la sed de venganza, pero tenemos que hacer el esfuerzo para reconstruir el país y volver a la paz con prosperidad, las generaciones del futuro se lo merecen, al igual que nuestros aliados, todos esos gobiernos que nos están ayudado a salir de ese hueco donde estábamos secuestrados, aún los europeos, tan equivocados en su aproximación a nuestro problema, creyendo que hay oportunidad de negociar con mafias, asesinos y narcotraficantes, o algunos hermanos latinoamericanos que atenazados por el miedo a que Cuba active a sus seguidores, infiltrados en sus tejidos sociales y les provoquen inestabilidad político y social.
Pero a pesar de todas las complicaciones me complace saber que, aunque resultamos golpeados, nos hemos fortalecido, venimos de la oscuridad y del miedo, no puedo sino admirar a mi gente que aunque ingenua y equivocada, sigue luchando por su libertad y por rescatar a nuestro país de mano del enemigo cruel más cruel, es por estas razones que no podemos permitir que nadie, y menos unos socialistas desubicados y sin corazón, nos vuelvan a meter en el laberinto de la esclavitud, nunca más.   -   saulgodoy@gmail.com

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