No es
fácil aceptar la realidad de un país destruido por fuera y carcomido por el
óxido del socialismo por dentro, ¿Hay solución, hay futuro? Yo creo que sí, no
va a ser una solución sencilla y rápida (yo, por lo menos, no la veré), pero si
empezamos a trabajar desde ya, no dudo que, en dos o tres generaciones a partir
de este momento, podremos tener un verdadero país.
Y es
que veinte años de chavismo duro, sesenta años de socialismo, y dos siglos de
dictadores y caudillos no son, que digamos, la mejor manera de levantar una
nación de ciudadanos libres y demócratas; eso sí, lo estamos intentando contra
viento y marea, lo principal es que tenemos con qué lograrlo y, lo más
importante, no nos ha vencido la barbarie, seguimos resistiendo, a pesar de
todo.
El
que hoy pueda expresarme, como lo estoy haciendo en este momento, y que mis
palabras sean leídas por los lectores que tengo (no dudo que serán más con el
tiempo), me parece un enorme logro, dentro de la situación mundial y, en
particular, dado el estado en que se encuentra mi país; en este momento
deberíamos estar aullándole a la luna y esperando la muerte por desahucio… y
sucede todo lo contrario, la gente está en orden de batalla, atenta a cualquier
cambio en el viento, pasando trabajo, sí, pero más viva y vital que nunca.
El
país quizás no lo sabe, porque no lo entiende todavía, pero estamos mudando de
piel, hay un cambio profundo en nuestro estado de consciencia, tanta violencia,
engaños, trampas y traiciones nos han estado purificando muy dentro de
nosotros, tanto sufrimiento, equivocaciones, sacrificios y pérdidas han afinado
nuestros sentidos y créanlo o no, nos han despertado facultades que ni siquiera
sabíamos que existían.
Por
supuesto, todavía vemos a mucha gente obnubilada por el socialismo, amigos,
vecinos, conocidos y extraños que todavía balbucean sobre los encantos de la
justicia social, sobre lo bueno que somos como cristianos practicantes, gente
proba e inteligente que se sienten los mejores demócratas del mundo por querer,
a estas alturas de nuestro drama, tenderle displicentemente una mano amiga al
chavista e invitarlo a que se siente en nuestra mesa y que duerma bajo nuestro
techo sin temor a que nos viole la familia… Esa gente que aboga por unas
elecciones con el chavismo, ¿Qué son? ¿Son unos idiotas o unos consumados
actores? Han enloquecido irremediablemente… ¿O son unos criptochavistas?
Como se ve el socialismo ante un
espejo
En
este punto de mi escrito ya se han debido dar cuenta de que no tengo una muy
buena opinión del chavismo, y es así, lo he expresado innumerable veces, los chavistas están
dementes, son unos enfermos cuyo sistema cognitivo, emocional, imaginativo,
espiritual y racional ha sido modificado, de manera irreversible en una buena
parte de los casos, para que vivan en una realidad paralela, que nada tiene que
ver con el sentido humano y social cónsono con nuestra naturaleza.
El
individuo que manejaba esa tanqueta de la GN en Caracas antes de ayer y que
atropelló con saña a una veintena de compatriotas desarmados, ya había dejado
de ser persona humana desde hace mucho, ese espécimen de chavista era un
obseso, no importa si era venezolano o cubano o iraní quien realiza un acto así
ya no pertenece al conglomerado humano.
Me
explico, el chavismo es fundamentalmente un acondicionamiento mental, un tipo
de reingeniería de principios y valores
fundamentales para la vida, un adoctrinamiento severo que ha logrado recomponer
el cableado neural del cerebro para producir en verdad un nuevo hombre y una
nueva mujer que nada tienen que ver con lo que en el occidente cristiano
entendemos como alguien civilizado, esta modificación del comportamiento se ha
producido a nivel de las emociones, de los sentimientos y la fantasía, son los
estratos más elementales del comportamiento humano que tienen que ver con las
bajas pasiones, la satisfacción erótica, y por contraste, con un culto a
tánatos, a la muerte, por lo tanto no es apto para esta vida en sociedad, y es
la razón de su violencia innata y de su constante deseo de destrucción, locura
y nihilismo.
Esta
forma de manipulación extrema de la conciencia nace de las prácticas y el desarrollo
de la ideología comunista; dentro de las necesidades del comunismo, tal como lo
expresa su doctrina, se encuentra la necesidad de transformar la naturaleza
humana para construir un nuevo hombre, eliminar todo vestigio de egoísmo e
individualidad, colectivizarlo, convertirlo en un revolucionario, hacerlo
esclavo del determinismo histórico, de los avatares de la economía, de la
producción, de sus medios y fines, por ello es que el objetivo fundamental del
comunismo es el trabajador, el obrero, el militar, y la meta a alcanzar por
ésta revolución no es otra que la dictadura del proletariado obrero.
Ya
desde los tiempos del socialismo utópico del siglo XVIII, venían dándose las
prácticas de las comunas y establecimientos fabriles, donde se empezó a
practicar este acondicionamiento que buscaba, según sus promotores, construir
una utopía en la Tierra, a fuerza de premios y castigos, de una labor de
indoctrinación diaria y profunda en creencias y valores; esta tendencia se hizo
un programa político con el marxismo y la revolución bolchevique en Rusia;
Lenin y Stalin lo convirtieron en un experimento social a gran escala; China y
Corea lo especializaron en una ciencia de tratamiento del comportamiento con
aplicaciones clínicas, nutricionales, de manipulación mental en contra de los
disidentes que luego fue especializado en técnicas de lavado de cerebro,
propaganda, campañas de terror y estados policiales detrás de la Cortina de
Hierro durante la Guerra Fría.
Todo
lo que les estoy diciendo es historia, no son paranoias ni cuentos de caminos;
el nacionalsocialismo alemán llevó a los extremos algunas de estas prácticas de
modificación del comportamiento que, luego de la caída del muro de Berlín,
fueron diseminadas por el mundo por Rusia y China, como técnicas de control
social, y las enseñaron a sus aliados, entre ellos a los castristas en Cuba.
Convivir con el socialismo en el
mundo es un error
El
chavismo es un producto altamente sofisticado de inducción mental a estados de
locura, provocados por una inmersión total y continua en un medio de intensa
ideologización y acondicionamiento de la personalidad de los individuos, que
resulta en una pérdida del contacto con la realidad y su substitución por una
alterna, manipulada por controladores externos; uno de los elementos
fundamentales de este mecanismo de control de masas es la hegemonía
comunicacional, la repetición de los mensajes, la ausencia de ideas contrarias,
el manejo de los sentimientos, la censura y la manipulación del lenguaje a
niveles semánticos.
Los
discursos de los líderes comunistas desde Fidel, Chávez, Putin, Maduro, todos
reflejan una gran disonancia con la realidad no es que sean puntos de vistas
diferentes sobre la realidad, es que son otras realidades, diferentes, que nada
tienen que ver con la experiencia que nos transmiten nuestros sentidos del
mundo.
Es
por ello que difiero de la opinión del Sr. Abraham, cuando piensa que los
chavistas pudieran tener un papel que jugar en Venezuela, cuando logremos
recuperar nuestra democracia; los chavistas están perdidos, a menos que se
sometan a un largo y riguroso proceso de reeducación.
Venezuela
fue un experimento de los grandes estados totalitarios y las mafias criminales
para desarrollar un modelo de dominación que pudiera funcionar a escala mundial;
ningún país está a salvo de la influencia de esos depredadores, y si se permite
las condiciones previas a su instauración (el socialismo), si se deja que estas
ideas nefastas prosperen en los medios masivos de comunicación (la filosofía de
la liberación, entre otras), pronto cambiarán el curso político de algunas
democracias y virarán inevitablemente hacia ese tipo de populismo altamente
contagioso y destructivo, de allí al totalitarismo lo que hay es un paso.
Este procedimiento
ya está siendo aplicado en algunas regiones de Norteamérica, en México,
en
España, Italia, Rusia, China, Inglaterra, Nicaragua, la misma Cuba, la lista es
demasiado larga para los países que deberían estar en alerta roja.
Afortunadamente,
en Venezuela debe haber al momento unos 50.000 casos de contagio de chavismo
extremo, entre nacionales y extranjeros (incluyendo colectivos,
narcotraficantes, militares, dirigentes comunales, guerrilla, dirigentes
políticos, empresarios), es un universo todavía manejable para un nuevo
gobierno democrático como el que esperamos tener luego de la transición, en
términos de identificarlos, aislarlos y tratarlos; debemos estar muy atentos en
especial con aquellos venezolanos que han viajado a Cuba a recibir cualquier
tipo de instrucción, curso o fueron por trabajo o razones médicas (en especial
los cargos diplomáticos).
Los
que sí pudieran tener oportunidades de rescate e incorporación a la vida
nacional, dentro de esquemas de “normalidad” (no me gusta la palabra, pero
ilustra el punto) son los llamados socialistas democráticos, que incluye la
mayoría del chavismo “light” y que contiene a todas esas personas imprudentes
que, por creerse más allá del bien y del mal, cristianos ilusamente comprometidos,
ciudadanos que presumen de ser ejemplares en sus actuaciones, con pretensiones
de demócratas absolutos, con ínfulas de abogados del diablo, por lo tanto “moralmente
superiores” al resto de los venezolanos, y que devienen en entusiastas y
dependientes del gendarme necesario encarnado por un estado fuerte,
centralista, planificador, intervencionista, benefactor y paternalista.
Es un sistema de dominación, no
un caramelo.
Depurar
al país del socialismo parasitario nos tomará dos generaciones, cuando menos.
Una
gran cantidad de críticos han acusado a los grupos radicales y disidentes de la
oposición socialista de fomentar el odio y el desprecio hacia las ideologías de
izquierda; y no se les pasa por la cabeza que este grupo de venezolanos están
ejerciendo su genuino derecho a la legítima defensa, señalando los peligros
donde los ven y alertando sobre amenazas que se ciernen sobre el futuro del
país.
Hemos
transitado por 20 años de opresión que no pueden volver a repetirse, menos aún,
justificarse o ignorarse; el socialismo es una ideología antropófoga,
traicionera, que se oculta detrás de poses de buena voluntad, de ropajes de
justicia social y máscaras de demócratas y humanistas, sólo para terminar
devorándose a sus hijos.
Han
sido 20 años de recibir palos, amenazas, insultos y despojos, en nombre de una
supuesta voluntad popular; veinte años que nos han robado la tranquilidad, la
cultura, la memoria y, con ella, la identidad… y, con todo eso, nuestros
políticos socialistas pretenden que les demos las gracias. Los socialistas son,
a todas luces, seres irresponsables, porque no aceptan su participación en
hechos que otros cometen en su nombre, excusándose al decir que estos crímenes
perpetrados contra el país no es “el verdadero socialismo”, que las cosas serían
diferentes si son “ellos” los que gobiernan… y exigen más participación y más
socialismo sobre las ruinas de la república.
No se
puede permitir tal vagabundería, no podemos complacerlos en su intención de ser
tratados como víctimas, cuando fueron ellos los que propiciaron el desastre y
todavía quieren seguir patrocinando al estado interventor que saqueó al país;
si no reconocen sus culpas, ni aceptan sus fracasos, nosotros, los
sobrevivientes de este naufragio, no podemos permitirles que nos sigan haciendo
daño… no es justo, no es normal y atenta contra nuestra seguridad.
Lo
que vimos el 30 de Abril en Venezuela quiero explicarlo según mi visión,
Leopoldo López en la necesidad urgente de salir del país para proteger su vida
(que es perfectamente explicable), decide hacerle una jugada por adelantado a
la tiranía, que se estaba preparando para los eventos de protestas del primero
de mayo de las cuales temía, y con toda razón, otro tipo de eventos más serios
para su sobrevivencia.
López
mueve sus fichas leyendo ciertas señales y mensajes que recibe de diversos
sectores, incluyendo el de algunos aliados extranjeros, si la jugada resultaba
no habría problemas, se quedaría en el país en su papel de hombre
indispensable, si fracasaba, el plan era el exilio. Guaidó, su alfil en el
tablero, aceptó el plan pues estaba sintiendo que su credibilidad se
desinflaba, necesitaba cuanto antes renovarse con eventos definitivos, el tiempo
se lo estaba comiendo.
Esa
madrugada salieron y se atrincheraron en las cercanías de la Base Aérea de La
Carlota, y a pesar de estar disminuidos en los medios para hacer público su
plan, con el transcurso de las horas lograron movilizar grandes cantidades de
personas, de civiles principalmente, el llamado a los militares no fue efectivo
para lograr la masa crítica de hombres en armas que necesitaban, la lucha en
las calles volvió a lo de siempre, civiles desarmados en contra de enloquecidas
hordas de chavistas armados hasta los dientes, pero esta vez con una diferencia
notable, la debilidad de la tiranía era notable, la descoordinación era
general, el miedo cundió, las FFAA estaban desarticuladas.
El
tirano trató de huir pero lo devolvieron los rusos y cubanos de la escalerilla
del avión, el juego no terminaba hasta que termina, López decide refugiarse en
una embajada al notar que la jugada no sería de efectos inmediatos y deja a
Guaidó encargado de terminar la faena, ambos obtuvieron en parte algo de lo que
querían: protagonismo, una reacción del pueblo en la calle, demostrar la
fragilidad del régimen, tiempo
Amanece
el primero de Mayo y las expectativas que se trata del último duelo posible, el
pueblo está en la calle dispuesto a todo, cansado de tanta desgracia, los
militares todavía deshojando la margarita, los chavistas acuartelados, unos
queriendo dejar el pelero (huir), otros dispuestos a morir llevándose a quien
se le ponga por delante, y los aliados…
La
llamada oposición democrática en Venezuela está llena y dirigida por
organizaciones socialistas, cuyo papel fundamental es permitir que la cepa
agresiva del chavismo sobreviva y prospere en nuestro medio; con tanto
sufrimiento, después de tanta destrucción, hemos desarrollado anticuerpos que
han sido efectivos en el combate de esta epidemia de locura colectiva y mucha
gente está despertando del estado de sopor al que la ha estado sometiendo el
Sr. Guaidó, que ya salió del closet, como se evidencia en sus infelices y tan
criticadas declaraciones; errores garrafales en su estrategia de comunicación y
contradicciones en su equipo de trabajo, minado de chavistas disfrazados de
demócratas, lo han puesto en evidencia cuando se declaró un socialista.
No es
momento de recriminaciones ni lamentaciones, lo importante es que los tenemos
ubicados, que saben que han sido descubiertos en su doble juego, porque lo que
quieren es llevarnos nariceados a unas elecciones para disimular su
cohabitación con los infectados, para que volvamos a recaer en la desesperanza
y la depresión.
Concluciones
Es el
momento de aplicar más presión, de mayor resistencia contra el usurpador y sus
colaboradores; esa es nuestra batalla, están débiles, allí debemos
replantearnos la estrategia, con lo que tenemos a mano, y podemos intentarlo
con la fracción 16 de Julio dentro de la Asamblea Nacional. Si no hay otro plan
alterno inmediato, propongo apoyar a este grupo parlamentario y llevarlo, con
un referéndum u otro mecanismo para que se sustituya al grupo de la MUD y el
Sr. Guaidó, y sigamos manteniendo la legitimidad otorgada en la AN, porque el
parlamento todo debería al servicio del soberano que es el pueblo, no al revés.
Pareciera
que la línea de Guaidó y López es seguir el liderazgo de la UE, no la de EEUU,
razón por la cual no han pedido la intervención, se resisten a que entren las
tropas norteamericanas acompañados de la coalición latinoamericana, pareciera
que prefieren que los venezolanos nos estrellemos una y otra vez contra las
armas de los usurpadores del poder esperando algo de los europeos que
prácticamente esperan por un milagro político, mientras tanto Rusia junto a los
cubanos se burla del Tío Sam a sus anchas, si la idea es dejar en ridículo al
Sr. Trump creo que lo están logrando, aunque sigo creyendo que el catire les va
a dar donde más duele en cualquier momento y sin aviso, Washington sabe que
cada día que pasa es aprovechado por los criminales de Maduro para debilitar la
imagen de los EEUU en la región y el mundo.
Una
vez que logremos la expulsión del chavismo de Venezuela para lograr los cambios
en el país, debemos utilizar otras herramientas, como reestructurar todo el
aparato educativo, darle otro contenido, que apunte a resaltar la libertad
individual en términos de responsabilidad; que desenmascare y elimine los
principios colectivos e igualitarios que han instituido mediocridad e
ignorancia a granel; que motive la creatividad, la innovación y la inventiva;
que premie el emprendimiento; que respete el éxito bien logrado por el trabajo
y la constancia y, por sobre todo, que respete la propiedad privada, la familia
y el conocimiento.
Una
gran mayoría del país todavía se encuentra aturdido, en un estado muy parecido
al de un trauma de guerra, el shock de las trincheras; muchos de nosotros hemos
perdido seres queridos, posesiones y nuestros anteriores estilos de vida han
desparecido durante esta ordalía del chavismo. Nos va a costar dominar el odio
y la sed de venganza, pero tenemos que hacer el esfuerzo para reconstruir el
país y volver a la paz con prosperidad, las generaciones del futuro se lo
merecen, al igual que nuestros aliados, todos esos gobiernos que nos están
ayudado a salir de ese hueco donde estábamos secuestrados, aún los europeos,
tan equivocados en su aproximación a nuestro problema, creyendo que hay
oportunidad de negociar con mafias, asesinos y narcotraficantes, o algunos
hermanos latinoamericanos que atenazados por el miedo a que Cuba active a sus
seguidores, infiltrados en sus tejidos sociales y les provoquen inestabilidad
político y social.
Pero
a pesar de todas las complicaciones me complace saber que, aunque resultamos golpeados,
nos hemos fortalecido, venimos de la oscuridad y del miedo, no puedo sino
admirar a mi gente que aunque ingenua y equivocada, sigue luchando por su
libertad y por rescatar a nuestro país de mano del enemigo cruel más cruel, es
por estas razones que no podemos permitir que nadie, y menos unos socialistas
desubicados y sin corazón, nos vuelvan a meter en el laberinto de la
esclavitud, nunca más. - saulgodoy@gmail.com
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