Un
politólogo, dueño de herramientas estadísticas y de preciosos análisis de la
data que resuma la casuística, aplicando la economía de costos en la arena de
las negociaciones, con una bolsa de incentivos, premios y perdones para
repartir, siempre y cuando se rescaten y se reinstauren garantías perdidas, es
la fórmula del perfecto negociador, que en nuestras circunstancias, piensa que
tiene el todo el tiempo del mundo para que se juegue el partido según sus reglas,
una especie de ajedrez en múltiples niveles, incluyendo, no sólo a líderes sino
a otros innominados actores del chavismo y de la oposición que producirían una
jornada nacional de negociaciones nunca vistas, eso sí, secretas, privadas, sin
que nadie las observen ni opinen.
John
Magdaleno habla, piensa y se comporta como un profeta, sólo él tiene la verdad,
sólo él posee las estadísticas del mundo y sus interpretaciones en cuanto a
negociaciones para restituir la democracia en los países, y esas estadísticas
dan como resultado, luego de sus sesudos análisis, que la única manera de
solucionar el problema de los venezolanos, es negociando con el chavismo, pues
no tengan la menor duda, para Magdaleno, el chavismo es una fuerza política.
Y
cuando digo que el chavismo es una fuerza política para nuestro politólogo, me
refiero a que Magdaleno piensa que son actores racionales, capaces de elaborar
un discurso coherente sobre la realidad del mundo, sujetos que pueden
distinguir los hechos incontrovertibles del ser y del Dasein, o por lo menos que no están bajo el embrujo de una
alienación ideológica y pueden, de manera objetiva y científica discernir lo
justo de lo injusto, lo constitucional de lo que no lo es, que tienen criterio
moral, suficiente para empeñar su palabra y cumplir sus promesas, que poseen
las herramientas y los propósitos para un cambio social progresista y signado
por la justicia social.
No
unos criminales haciendo política, ni unos políticos criminales- como pensamos
la llamada oposición radical- a lo sumo, el chavismo se comporta como un
régimen totalitario al que hay que tratar como un actor político según los
cánones establecidos por la más pura política realista: son los que tienen el
dedo en el gatillo de la pistola que me apunta a la cabeza y eso los convierte
en políticos.
Magdaleno
es el último de los venezolanos honestos (todos los demás somos unos hipócritas
y mariacorinistas, que según su
opinión somos irresponsables porque no hablamos como él, de costos, aunque
Magdaleno jamás menciona las bajas que se han producido hasta el momento
mientras se negocia) el único que está claro y habla con la verdad; Magdaleno
es un fundamentalista, no es un guaidosiano, no, Guaidó es un magdaleniano, él
regaña, critica, conduce a Juan Guaidó por el camino de la salvación, por el
único camino posible a la redención y el rescate de nuestra democracia, el
apunta con su callado en el desierto “es por allá”, dice, y por allá tiene que
ir el pueblo elegido, sin dudas y dando loas a Dios de habernos mandado a un
académico de la talla de John, lo mejor que pudo habernos sucedido.
No sé
de qué escuela de ciencias políticas viene el extraordinario John, ni cuáles
son las tendencias que sigue, aparentemente es alguien muy bien informado de
los hechos y las reseñas políticas que se hacen en los principales medios y
centros académicos, le encantan coleccionar data, analizarla, combinarla,
clasificarla y derivar de ellas consecuencias, de hecho, entiendo que es parte
de una empresa que se ocupa precisamente de masticar y digerir este tipo de
información al por mayor, y escupir una serie de escenarios y diagnósticos para
sus clientes.
Lo
importante de su discurso, cuando hurgamos un poco entre el lodo y las piedras
que trae, es que se auto valora de manera excesiva, me temo, por la supuesta
calidad científica de sus hallazgos y prospecciones, cayendo en el error que ya
Popper, Bunge y hasta el mismo Kuhn habían advertido sobre el paradigma
científico, no confundir el mapa con el terreno, o las palabras con sus denotaciones,
o las observaciones con la verdadera posición de los eventos, Theodore Roszak
en su libro El Culto a la Información
(1986) decía:
La información, incluso cuando se mueve
a la velocidad de la luz, no es más que lo que ha sido siempre: discretos paqueticos
de datos, a veces útiles, a veces triviales, y nunca la sustancia del
pensamiento… la mente piensa con ideas y no con información. La información
puede ilustrar o decorar útilmente una idea; puede, allí donde funcione guiada
por una idea contrastante, ayudar a poner en duda otras ideas. Pero la
información no crea ideas, por sí misma no las valida ni las invalida. Una idea
sólo puede generarla, revisarla o derrocarla otra idea. Una cultura sobrevive
gracias al poder, la plasticidad y la fertilidad de sus ideas. Las ideas son lo
primero, porque las ideas definen, contienen y finalmente producen información.
Profesor ¿Cuál es su idea de política al pretender
considerar siquiera al chavismo como fuerza política? Le parece que el chavismo
en cualquiera de su manifestaciones es capaz de generar una idea política?
Quizás no estemos hablando en los mismos términos, pero que alguien se valga de
una constitución, o una Asamblea, o unas elecciones para imponerse, hacer
trampas, oprimir al otro, robar, matar, torturar , quebrar un país, obligarnos
a emigrar, hacerle pasar hambre a una población ¿Es eso política? ¿Por qué
utiliza los medios y las herramientas de la política? ¿Cuáles son las ideas
políticas que mueven al chavismo?
Yo en lo personal soy un conservador pero para no
ser tachado de radical, voy a utilizar el concepto de política de Noberto
Bobbio, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino en su Diccionario de Política (revisado en el 2015), dice Bobbio:
Derivado del adjetivo de polis (politikós) que significa todo lo que se
refiere a la ciudad, y en consecuencia ciudadano, civil, público, y también
sociable y social, el término política ha sido trasmitido por influjo de la
gran obra de Aristóteles intitulada Política,
que debe ser considerada como el primer tratado sobre la naturaleza, las
funciones y las divisiones del estado y sobre las varias formas de gobierno,
predominantemente en el significado de arte o ciencia del gobierno.
Pero la política nunca resultaba tan pura y limpia,
existían desde tiempos inmemorables los tiranos, los gobiernos militares, las
teocracias, los gobiernos autoritarios y que se distinguían por una particular
violencia, y aunque ya san Agustín hablaba de una societas de latrones, Maquiavelo
hace la escisión entre la moral y la política, descubriéndonos la importancia
de los fines, Max Weber se centra más en el contenido de la fuerza como factor
decisivo en el juego político, y Marx establecía la coerción de las clases
dominantes y su ideología como razón de estado, la política se fue alejando de
sus objetivos ideales y se fue conformando una tendencia realista.
La fuerza, convertida en revolución y su supremacía como
manifestación del poder del aparatich
se hicieron formas políticas comunes en la modernidad, aunque siempre tenía un
sentido integrador, no disociador, a pesar de la destrucción del viejo orden,
en los países de la Eurasia donde estas revoluciones populares triunfaron,
fueron para mantener una organicidad entre territorio y pueblo conjugadas en
fórmulas nacionalistas.
Lo que ha sucedido en nuestro país no fue producto
de la política, fue un asalto planificado a una nación y sus recursos, si se
utilizaron elecciones, programas de gobierno, si se planificaron planes de
desarrollo, si se aplicaron políticas sociales y modelos de organización
comunitarias, fueron todas coartadas para ocultar la verdadera intención, que
era destruir a Venezuela, algo que ni siquiera usted podría negar pues los
hechos están a la vista.
Para el Mariacorinismo, tengo la impresión, el
chavismo es considerada una mafia criminal, un cartel del crimen organizado, no
una organización política, que utilizando herramientas y vías políticas se ha
enquistado en el poder, no son un partido político así tengan una organización
registrada con ese propósito, no son demócratas así hagan elecciones, son una
serie de personas entregadas a la mala vida, al vicio y a la violencia, que por
medio de mentiras, engaños y extorciones se hicieron con el poder de facto en
Venezuela.
El chavismo con Hugo Chávez a la cabeza, tuvieron su
minuto de fama y gloria como políticos al ganar las elecciones de 1999, pero
como era una charada, como su verdadera intención, y la intención cuenta, por lo
menos para mí y creo que también para el Mariacorinismo, aquello jamás
significó la toma del poder político: un gobierno que no respeta la soberanía
del pueblo, que lo amordaza para que no hable, que le censura la información,
que lo persigue por sus ideas, que viole sin miramientos la constitución del
país, que no respete los derechos humanos fundamentales de los ciudadanos, que
sus dirigentes sean en su mayoría, buscados por la policía por delitos
internacionales no puede ser considerado una fuerza política.
De allí su gran confusión, tengo la impresión que los
Mariacorinistas consideran que la única manera de salir del chavismo es militar
o policialmente, como corresponde a la naturaleza de sus organizaciones y
comportamientos, lo han explicado mil veces, que esta salida pudiera tener un
costo muy elevado que usted no está dispuesto a pagar, eso es harina de otro
costal, esa es una discusión de orden moral, no político, lo que sí me parece
muy dañino y lamentable es que un hombre de su preparación y capacidad esté
dispuesto a otorgarle derechos políticos, relevancia y beligerancia a una
gavilla de matones que les va a entregar finalmente en lo que ellos quieren, ser
reconocidos como una fuerza política, aunque sea de destrucción masiva, un
cáncer incurable para cualquier democracia.
Me imagino que usted pertenece a los políticos que
se dicen realistas, esos que exigen soluciones
prácticas y ahora, en el orden marxista son operadores de cambios de la
realidad, que no se paran en consideraciones éticas ni de principios, esta
posición utilitarista más que pragmática, es la que impera en el discurso que
actualmente se escucha en el país, ese que reclama que no se ataque a Guaidó,
que es lo único que tenemos, que la negociación es la única manera de resolver
nuestra situación, que entreguemos todo lo que nos pidan a cambio de que nos
dejen vivir.
Ese discurso sin esperanza y con la intención de
“entubar” nuestras mentes y acciones es indudablemente interesado y manipulado
por factores cercanos al chavismo, ese discurso equivocado lo hemos llevado al
exterior y ha influenciado a nuestros aliados lo que es sumamente peligroso,
toda la política de Guaidó está condicionada por esa visión de cohabitación tan
peligrosa, por eso es que no tenemos a personas adecuadas en Washington
haciendo lobby por una posición distinta a la entrega de nuestra voluntad a los
agentes de Cuba.
Esa solución que usted promueve ha tenido un costo
muy alto en vidas humanas y perdidas materiales, se ha negado a contabilizar lo
que nos ha costado las negociaciones con el régimen chavista hasta este
momento, esas cuentas que usted quiere que nosotros hagamos de cuál será el
costo de una intervención militar, le digo, no lo sé, no se ha producido, pero
especulo que podrán ser una fracción de las que hasta ahora nos ha costado todo
estos años negociando con los mafiosos.
El chavismo no tiene ideología, se dicen comunistas
pero no lo son, dígame usted ¿Qué tipo de comunista se roba cientos de billones
de dólares para esconderlos en bancos en el extranjero y vivir sus líderes como
verdaderos pachás orientales? Se dicen socialistas pero tampoco lo son ¿Qué
socialista mata de hambre y mengua a su propio pueblo, lo empobrece brutalmente
y dicen que lo hacen por amor? ¿Qué ideología está por detrás de la destrucción
de un país, la ruina de su pueblo, la desestabilización de un continente con el
sólo propósito de tapar uno de los mayores desfalcos de dinero de la historia
de la humanidad?
Para los Mariacorinistas, los perpetradores de estos
hechos son unos criminales, no son políticos, la política es otra cosa, ni
siquiera es lo que usted pretende saliendo de entrometido a investirlos de
virtudes ciudadanas o constitucionales, o reconociéndolos como pares inter pares en una mesa de negociación…
con estos criminales no se puede negociar y quienes lo hagan están siendo
cómplices de sus atrocidades, al menos, que aceptemos que un atraco a un banco,
un secuestro, un asesinato por tortura puedan ser considerados como “política”,
y si esto es así, una gran mayoría de venezolanos nos deslindamos de ese
concepto y esa idea que lo que hace es degradar la idea de política, no estamos
hablando en los mismos términos y eso explica su sordera, su ceguera y su falta
de sensibilidad y respeto por una líder como María Corina Machado. -
saulgodoy@gmail.com
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