lunes, 5 de agosto de 2019

El Frente Amplio, la izquierda en movimiento



La existencia del llamado Frente Amplio, como un conglomerado de organizaciones e instituciones que apoyan al presidente encargado Juan Guaidó, quien ya, sin la menor duda, es un factor de la izquierda venezolana, tiene para mi dos significados fundamentales.
El primero, que la derecha venezolana es pura retórica, puro bla, bla, bla… y esto me duele admitirlo, porque viene de uno de los sectores políticos que está más que claro en cuáles son las vías y las soluciones para reactivar a Venezuela; porque que no sólo está consciente de la necesidad que tiene el país de transitar la vía del libre mercado y de las libertades económicas, sino que, vistos los resultados de los últimos 40 años de historia política y económica socialistas, se hace necesario, prioritario y urgente que surja una nueva élite de políticos, empresarios, intelectuales, dirigentes sociales que lleve al país por la senda del verdadero progreso.
Entendiendo progreso como la sumatoria de los cambios positivos, que se acumulan en una línea de ascenso y superación de la sociedad, se trata no sólo de vencer sus dificultades actuales y salir del atraso inducido por el socialismo, sino de dejar atrás la economía rentista, estatista y monopólica del sector llamado público (pero que no lo es), con la intención de brindar a los venezolanos el escenario para destacar en las áreas de la productividad, la generación de riqueza, la innovación y la creatividad, la eficacia de su gestión, tanto pública como privada.
El progreso tiene otro significado distinto, que la izquierda mundial lo ha patentado como suyo, y es la utilización del aparato del estado como medio para producir los cambios sociales, necesarios y justos de acuerdo a la ideología socialista; ellos se pronuncian por la intervención del estado para imponer una igualdad social, de modo de todos participen en igual medida en la construcción de la sociedad, un concepto de progreso desarrollado por el filósofo izquierdista John Rawls, de la Universidad de Harvard, quien propone un aparato burocrático escéptico de contradicciones ideológicas y destinado al proceder igualitario, bajo su concepto de justicia como equidad por la igualdad (Justice as Fairness).
 En Venezuela, la izquierda tiene una ventaja estratégica, está activa, nunca ha dejado de llevar iniciativas a la mesa política, sus organizaciones son más numerosas y abarcan todas las actividades sociales imaginables, desde los DDHH, el ambiente, la familia, la educación, la empresa, la economía (intervenida por el estado), la religión, la diplomacia… no hay actividad humana y social que la izquierda no haya intervenido con su ideología colectivista.
Y ello se debe, fundamentalmente, a que recibe financiamiento internacional de grandes organizaciones, de estados (Rusia y China), de la operatividad de gobiernos como el cubano y de organizaciones como El Foro de Sao Paulo, de una parte importante de la Iglesia Católica, que tiene una agenda comunista muy activa, que prestan el know how y los procedimientos operativos.
Pero, primordialmente, la izquierda en Venezuela se nutre del financiamiento de capitales corruptos, de enormes complejos financieros, como el que manejan desde España los bolichicos, protegidos por el gobierno español, o los de “empresarios” como Gorrín, el dueño del canal televisivo Globovisión, así como de una red de compañías de seguros, bancos, empresas de comunicaciones, monopolios alimenticios y energéticos, cuyos dineros alimentan un enorme entramado de intereses para influir en la opinión pública nacional, comprar conciencias, lavarle el cerebro a venezolanos despistados, y financiar modus vivendi de intelectuales y personalidades (artistas, influencers, anclas de programas populares (aquí y en Miami), opinadores y ONG’s que actúan diluyendo las responsabilidades y ganando adeptos para las causas socialistas como las fundamentadas por los partidos políticos como Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia, Copey, Avanzada Progresista, y otros de nuevo cuño (no olvidar el siniestro personaje de Timoteo Zambrano que está enquistado en la AN y actuando como un operador político del chavismo, sin vergüenza alguna, y así, como él, hay varios, Manuel Rosales, Henri Falcón, Eduardo Fernández, Chúo Torrealba …)
La izquierda venezolana tiene respuesta para todo, con la ventaja de haber sido gobierno en consecutivas ocasiones tiene, para su prerrogativa, modelos, ensayos, proyectos, ideas, que sacan del cofre de sus recursos de gobierno y rellenan de expectativas y necesidades de venezolanos incautos que caen en su trampa de “ven y dime tus ideas, nosotros te la haremos realidad”… y es por ello que han tenido tanto éxito en cosechar propuestas que acumulan en un Plan País que, para sus efectos, una vez conquistado el gobierno, serán guardadas en el cofre de recursos de gobierno y que servirán en otras campañas para sumar adeptos; después ejercerán el gobierno autoritariamente, favoreciendo sus propios intereses partidistas, alimentando una gran masa clientelar, haciendo crecer desmedidamente el aparato estatal y la burocracia y restringiendo las libertades individuales en aras de una igualdad colectiva.
La izquierda ha actuado con total libertad porque no tiene contendores, ellos son los dueños del campo de juego, y es por eso que retorna al poder, una y otra vez, con otro disfraz… cuando es oposición de un gobierno radical de izquierda, se convierte en oposición de “derecha” y se asume como tal, con total desparpajo.
El pensamiento liberal clásico, los demócratas de la centro derecha, los demócratas críticos, conservadores, originalistas, defendemos un país de individuos libres y responsables, de verdaderos ciudadanos, viviendo en un país con un estado pequeño, donde se vuelva a rescatar la plaza pública, donde todos podamos ejercer el derecho a la libre opinión y defender nuestras posiciones con argumentos e ideas, no con las armas, un carnet, o una cartica de recomendación del jefe del partido.
Si Venezuela va a cambiar, como todos esperamos que cambie, debemos estar dando la lucha en esa guerra de ideas, donde los izquierdistas son los amos del tablero; ya basta de que todas las iniciativas sociales vengan ya comprometidas con el comunismo, que sean copia de alguna receta cubana o del comunismo europeo, o del nuevo socialismo demócrata norteamericano… tenemos con qué, lo que nos falta es el apoyo de los venezolanos dueños del capital, de los industriales y comerciantes, de los inversionistas exitosos, de los que han logrado triunfar en el mundo con sus emprendimientos.
Ahora más que nunca se necesita de contribuciones para las batallas que tenemos que dar, el enemigo está herido pero no ceja en tirar dentelladas, es el momento de dar información, capacitar a nuestros ciudadanos, formar nuestros jóvenes políticos pero en los auténticos valores del capitalismo responsable, en construir una nación de individuos libres y emprendedores.
En Venezuela necesitamos un fondo (o varios) que tengan los recursos disponibles para financiar las iniciativas liberales y democráticas, desde partidos políticos, ONG’s, Think Tanks. congresos, simposios, cátedras de estudio en las universidades, fundaciones, fondos de iniciativas empresariales, asistencia técnica, publicaciones, programas en todos los medios de comunicación posibles, en campañas abiertas de divulgación con el mensaje de que existe otra visión del mundo, distinta del socialismo enfermizo que tantas desgracias nos ha traído… y, de una vez por todas, que dejen de financiar a los partidos y líderes socialistas con la excusa de que no hay nadie más en el rin.
Para ganarnos el corazón y las mentes de los venezolanos debemos invertir, y fuertemente, en este nuevo período que nuestra nación inicia; es un deber sagrado, que tenemos los venezolanos conscientes, de arrebatarles de la mano el poder a los comunistas; Guaidó y los partidos que hoy tenemos en la Asamblea Nacional son en su mayoría comunistas, afiliados a toldas rojas rojitas, con programas de ruina y hambre para el país.
Entiendo que el dinero es cobarde y huye del país que lo maltrata y no le da oportunidades de crecer y multiplicarse, pero los dueños de esos capitales sí tienen corazones, lealtades, identidades, querencias e ideas propias; desde hace años, antes de Chávez, ese dinero empezó a huir de Venezuela y hoy existen unos fondos robustos y consolidados en el exterior, haciendo negocios en todo el mundo. Venezuela no va a resolver sola sus problemas existenciales e ideológicos sin una ayuda y una intervención determinada de los venezolanos de derecha… si están esperando que otros les hagan el trabajo, Venezuela está perdida.
Algunos venezolanos hemos contribuido y estamos aportando lo que humanamente podemos en esta lucha por la libertad, y me sorprende cómo sobreviven plataformas tan desarrolladas como CEDICE, algunas organizaciones pertenecientes a FEDECAMARAS, universidades, fundaciones que se la están jugando frente al apabullante avance de las fuerzas de las izquierdas disfrazadas de derecha… no entiendo cómo no las han utilizado para canalizar ayudas e inversiones en la conformación y fortalecimiento de las que serán las futuras instituciones liberales del país.
Los Guerreros del Teclado deberían tener su propio canal de televisión en internet, deberíamos tener radios, diarios, circuitos de conferencias, concursos en las escuelas, varios partidos políticos conviviendo en una comunidad política agresiva y en son de batalla, deberíamos contar con nuestros propios tanques de pensamiento.
Esta debilidad la aprovecha la izquierda para acaparar no sólo talentos, sino recursos… vean ustedes lo que sucede con el Frente Amplio, promovido por los partidos de izquierda, por la UCV, por la Iglesia, gremios y sindicatos, se trata de la imagen en el espejo del Frente Unido, que es un instrumento político marxista que según Herbert Marcuse, el filósofo comunista, en su libro  El Marxismo Soviético (1958), afirma lo siguiente:

El frente Unido ha sido un objetivo de la política soviética. Al menos desde 1934, aún cuando el acento y alcance del esfuerzo hayan cambiado en varias ocasiones. Lo que resulta decisivo para su enjuiciamiento no es saber si el Frente Unido se proyecta sólo para la base o también para los dirigentes de los partidos socialistas y de los sindicatos, o si apunta, además de hacia otros sectores, a algunos o a todos los “partidos burgueses”, sino averiguar si tal política tiene probabilidades de alterar el carácter de los partidos comunistas. Incluso el problema eventual éxito es de menor importancia. Como quiera que la respuesta de los posibles aliados está determinada por el buen o mal funcionamiento de la sociedad occidental, el Frente  Unido estará abocado a permanecer en un estado de frustración y “localización” en tanto que esta sociedad siga funcionando normalmente. Si esto dejara de ocurrir, la política del Frente Unido sería totalmente superflua. Sin embargo, el mero esfuerzo, prolongado durante tanto tiempo, para conseguir un frente unido puede convertir a los partidos comunistas, en aspectos importantes, en los herederos políticos de los partidos socialdemócratas.

Estamos en una importante encrucijada, en la que necesitamos de todos los recursos y esfuerzos de quienes creemos en la libertad y la democracia, pero ésta debe ser organizada y bien pensada, que no sea un esfuerzo disperso y por goteo; esta iniciativa de proveer de fondos a instituciones y personas de la derecha venezolana es importante, no puede ser responsabilidad de algunas individualidades y guerreros anónimos, hay que organizar a nuestra sociedad para lo que viene, sin socialismo, sin comunismo, sin militarismo, y en lo posible sin corrupción.
La izquierda lo que está haciendo es mimetizarse como si fueran libertarios, nos engañan con sus posturas humanistas y constitucionales, lo que quieren es robarnos seguidores, nos plagian ideas tratan de confundirse como demócratas cuando la verdad fungen como instrumento del totalitarismo de la extrema izquierda, son peones de Cuba que sin ninguna vergüenza tratan de presentarse como patriotas y republicanos, pero en su sumisión a las negociaciones lo que demuestran es que son sirvientes, lacayos del comunismo.
Hay maneras de hacer llegar esos recursos al país de manera segura, hay formas de ingeniería financiera que pueden burlar los controles de los cubanos, del G2 y del chavismo; nuestra economía se encuentra en un estado de desorden y caos que hace posible canalizar esos dineros de manera eficiente y sin dejar rastros, estoy seguro que si le pedimos ayuda al Departamento del Tesoro de los EEUU, con gusto nos darán fórmulas viables para hacer llegar ese dinero al país sin problemas, todo esto hay que tomarlo en cuenta pues la lucha es desigual y no sin riesgos. No nos dejen solos, el momento es crucial.       -         saulgodoy@gmail.com




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