Los
EEUU es el país con mayor experiencia y el que más recursos aporta en casos de
reconstrucción de países, desde el famoso Plan Marshall para la reconstrucción
de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial, pasando por Japón, Bosnia,
Kosovo, Haití, Líbano, Panamá, Suráfrica, Irak, Afganistán, Sudán y una lista
larga de países, con éxitos y fracasos en una actividad sumamente compleja y
delicada como lo es recuperar naciones de guerras y conflictos que los han
llevado a situaciones de crisis estructurales y políticas.
Venezuela
está en puertas de un proceso de reconstrucción, de hecho ya empezó, y los EEUU
está jugando un papel determinante en ese esfuerzo de recuperar al país, por lo
que me parece importante que los venezolanos comprendamos cuales son las herramientas
y los principios sobre los cuales se reconstruyen las naciones, entendiendo
algo muy importante, los EEUU no hace este trabajo por puro altruismo, la
motivación principal de los EEUU es crear ambientes de seguridad y estabilidad
entre sus vecinos y aliados para garantizar su propia tranquilidad, y
paralelamente, lo hace por negocio, la reconstrucción de países es una de los
emprendimientos más grandes y con mayores márgenes de ganancias que existen en
el mundo, recuerden, siempre alguien paga la cuenta y por lo general es el país
beneficiado por la reconstrucción, que si lo hace bien, podrá honrar este
compromiso sin ningún problema.
Venezuela
tiene varias ventajas para su reconstrucción, no hemos sufrido la devastación
de una guerra con sus pérdidas materiales y las heridas que se producen en el
alma del país, el nuestro ha sido un largo proceso de deterioro producto de
malos gobiernos, de una ideología equivocada y de una corrupción desmedida, el
aparato productivo del país ha sido intervenido para que no funcione, pero
todos los recursos e infraestructura, algunas en estado de obsolescencia,,
están allí, a la espera de una reactivación, de un cambio político que
favorezca el crecimiento económico.
La
otra gran ventaja, aunque el país está quebrado, tenemos los recursos
energéticos y mineros suficientes para pagar los costos de nuestra
reconstrucción, por lo que, una vez solucionado nuestro problema político,
seremos una plaza apetecida para las empresas mundiales dispuestas a realizar
las inversiones necesarias, incluso de parte de quienes hoy son nuestros
acreedores, el potencial del país es suficiente para pagar varias veces nuestra
inmensa deuda externa.
Los
problemas fundamentales siguen siendo políticos por un lado, y un problema de
seguridad por el otro; el problema político y que ha tratado de ser ocultado es
la confrontación entre venezolanos que creen en el socialismo, a pesar de los
resultados de tan nefasta ideología y forma de gobierno, allí se reúnen los
simpatizantes del chavismo, los partidos políticos del llamado socialismo
democrático, entre los que se cuenta el presidente encargado Juan Guaidó, y
toda una serie de de organizaciones parasitarias (empresariales, gremiales,
Iglesia, universidades, etc.) que todavía guardan esperanza de que el
socialismo continuará siendo la forma de organización socioeconómica del país.
Este
grupo socialista está controlado por Cuba para proteger sus intereses con el
chavismo, aparentemente Leopoldo López y su padre son los agentes
controladores, uno en Venezuela, el otro en España, y coordinan todos los
esfuerzos de los gobiernos y organizaciones de la izquierda europea para
influir no sólo en la mesa de negociación, supuestamente controlada por
Noruega, sino en torcerle el brazo a los EEUU promoviendo la idea de una
supuesta reacción antinorteamericana en la región, a cualquier otra salida que
no sea la manejada por ellos, o sea, la mesa de negociaciones.
Pero
tal como está el panorama, ni Cuba ni el régimen de Maduro pueden en este
momento llegar a un acuerdo provechoso por lo que le están dando largas al
asunto, lo más adelantado que tienen son las elecciones parlamentarias para el 2020 tal y como lo anuncia Maduro, pero
controlando ellos, el chavismo, todo el proceso desde el CNE, cosa que le va a
ser muy difícil a los López de vender, probablemente lo que intenten son
algunos cambios en el directorio del ente comicial y que estén bajo su
influencia.
Como
contraparte, se encuentra los partidos de derecha, los empresarios
capitalistas, los demócratas críticos, las organizaciones que representan a la
empresa privada, la mayor parte de los refugiados venezolanos que han optado
por el exilio voluntario, la mayoría de los emprendedores y gente trabajadora y
honesta del país que quiere estabilidad, justicia y estado de derecho, aunque
es el grupo más grande, es el más marginado y discriminado de los medios de
comunicación privados y públicos, pues casi
todos están comprometidos con el socialismo, o sea, con Guaidó , los López y el
gran movimiento del comunismo internacional.
Pero
estos grupos de centro derecha, conservadores, liberales clásicos y los
demócratas críticos han sido muy exitosos en los medios de comunicación
alternativos, se las ha arreglado por tener una gran actividad en Internet y arrastran
una enorme cantidad de seguidores en las redes sociales y abogan por un país de
libertades productivo y responsable de su propio destino.
Este
grupo y sus observadores y analistas han descubierto que detrás de Guaidó pudiera
estar actuando la mano peluda de Raúl Castro y la inteligencia rusa, estos
últimos ya han declarado que mantienen contactos con esa oposición de
izquierda, los EEUU ya se dieron cuenta de la jugada, y es probable que haya un
cambio táctico, se aceleren algunas medidas, o se haga presión sobre Guaidó
para liberarlo de la órbita de Leopoldo, todo depende de la evaluación que haga
el Departamento de Estado de que se puede salvar de ese lado.
Estos
dos grupos, la derecha y la izquierda venezolana, están enfrentados debido a
dos visiones del mundo opuestas y contrarias, y debería ser dos grupos los que
debieran estar negociando la cohabitación en el nuevo país.
El
problema de seguridad que afecta al país es el chavismo, representantes del
crimen organizado internacional, de los gobiernos de Cuba, Rusia y China, de
los grupos subversivos y terroristas, del narcotráfico y beneficiario de la
corrupción de estos veinte años de desastre y los que han sumido al país en la
crisis que la abate, a éste grupo hay que reducirlo por la fuerza, hacer que se
rinda o derrotarlo militarmente ya que nunca aceptará la rendición, como ya lo
han declarado
El
conflicto venezolano se ha agudizado debido a la debilidad y oportunismo de
algunos de sus actores, muchos de los cuales conviven hoy en la Asamblea
Nacional, se trata de una facción de la oposición socialista que quiere no sólo
salvar a los criminales del chavismo, sino cohabitar con ellos, gobernar junto
a ellos, bajo la creencia que habrá un cambio de actitud y de valores por parte
del chavismo al dársele la oportunidad de sobrevivencia y participación en
nuestra democracia, lo cual es absolutamente naif.
Toda
la estrategia del presidente encargado Juan Guaidó está basada en esta jugada
de negociaciones y pactos, y que cree, traerá la ansiada estabilidad al país,
en este esfuerzo se han unido los europeos, los países Latinoamericanos con
gobiernos socialistas, y han arrastrado a los norteamericanos a regañadientes,
quienes han sido los que han generado todo este ambiente tóxico para el chavismo
y los han debilitado, pero han demostrado una gran resilencia y son capaces de
vivir debajo de las piedras, con el resultado que, hasta que no se consiga la
derrota del chavismo y su expulsión del poder, no habrá posibilidad de iniciar
los programas de reconstrucción de Venezuela.
Esto
lo saben los opositores socialistas y no les importa, porque son unos
irresponsables y si siguen en su curso de la ansiada cohabitación con el crimen
organizado, Venezuela habrá cometido el error de su historia y será muy difícil
levantar cabeza, eso lo saben los gobiernos de Colombia y Brasil.
De
hecho, el chavismo criminal está punto de ser reconocido como una fuerza
política beligerante, como un protagonista más de nuestro proceso de
construcción nacional, a pesar de sus violaciones a los DDHH fundamentales de
todos los habitantes del país, y de poner en peligro la seguridad hemisférica, lo
que a todas luces es inaceptable, ni estamos en condiciones ni tenemos el
tiempo para a la vez, reconstruir las instituciones democráticas y tener de
reeducar a los criminales chavistas en principios y valores democráticos, y
menos, con sus cofres llenos de dinero robado que todavía tienen para hacernos
la guerra, y con socios tan agresivos como los que tienen, que se creen dueños
del país.
La
primera tarea de todos los venezolanos de buena voluntad es retirarle todo
nuestro apoyo a la facción socialista de la oposición, demostrarle a Guaidó que
está equivocado, que no se negocia la dignidad del país con ladrones y
torturadores, y a todos sus cooperantes, especialmente a los periodistas e influencers que están trabajando en la
consecución de estas metas, dejarles claro que si prosiguen por ese camino nos
van hacer daño.
Debemos
convencer a Europa y a los EEUU que con terroristas no se negocia, que si el
chavismo tiene éxito en Venezuela, y logra asimilarse bien sea por vía
electoral o por una prolongada estada en el poder por vías del aguante y la
capitulación de la oposición, vamos a crear un precedente de consecuencias
impredecibles para el orden mundial.
Lo
que me parece más peligroso y preocupante es que Leopoldo y Guaidó parecen
tener su propia agenda, les gusta trabajar en secreto, creen estar ungidos por
los dioses y nos están metiendo en graves problemas con fuerzas que no
controlamos, que ellos no controlan y en pactos donde ninguno de nosotros ha
sido consultado, creo que es tiempo que los llamemos al botón y le pidamos
explicaciones, nadie les dio carta blanca para que actuaran por su cuenta.
Latinoamérica
tiene que comprender que mientras permitamos que el comunismo prospere entre
nosotros, que si permitimos que regímenes como el de Cuba, Venezuela, Nicaragua
y México adelanten sus agendas sin una férrea oposición, todos estaremos en
peligro, hay una avanzada desesperada por anclarse de nuevo en algunos países y
lo están haciendo con todo, principalmente aprovechándose de esa debilidad
democrática de permitir ciertas expresiones políticas radicales y destructivas,
para las que no reconocen límites en su accionar y destruyen nuestras
sociedades.
Si
queremos iniciar lo más pronto nuestro proceso de atención a nuestra crisis
humanitaria y empezar nuestra reconstrucción, para lo cual todo está listo y a
punto, pero debemos quitarnos la venda de los ojos y empezar a llamar a las
cosas por su nombre, Guaidó está equivocado y va a destruir con los pies lo que
hemos logrado con las manos. – saulgodoy@gmail.com
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