viernes, 4 de octubre de 2019

Un Nobel para Guaidó



¿Qué está sucediendo con los premios Nobel que otorgan la academia, el gobierno de Suecia y Noruega en nombre de la Fundación Nobel?, es un misterio, la organización está intervenida por investigaciones bajo presuntos hechos de corrupción, algunos premios ya tienen un tiempo sin otorgarse, esperemos que salgan con bien de esta situación, son premios referenciales para toda la humanidad, de alguna manera son unos medidores del avance de las ciencias y las artes.
Con la inclusión de un premio nobel para la paz, Alfred Nobel se metió en aguas de la política, no quiere decir que con el otorgamiento de los otros premios no estén haciendo política, de alguna manera esto es así, el medallero de los países distinguidos es una forma de hacer política que Suecia y Noruega utilizan para sus propios fines, que vaya a saber usted cuales son.
El Nobel de Economía que fue incorporado posteriormente al menú de opciones, es otorgado por el Banco Central de Suecia, y desde su inicio fue criticado, entre otras cosas por una opinión mayoritaria de que la economía no es una ciencia, y como bien dijo Hayeck en su momento, es muy difícil distinguir a un economista como un experto en un área particular del conocimiento, ya que su trabajo afecta a muchas otras áreas y personas como políticos, periodistas, funcionarios públicos, y público en general.
Paradójicamente no hay un premio nobel para las matemáticas, ni para la filosofía, ni para las ciencias sociales asi como otras áreas del conocimiento
Aparentemente hay una clara tendencia a premiar países y ganadores con cierta simpatía hacia la izquierda, esto, a pesar de ciertos premios otorgados a personalidades de la derecha como Henry Kissinger, Milton Friedman, o Mario Vargas Llosa (todos ellos duramente protestados por la izquierda mundial), lo cual les vino muy bien para contrarrestar la tradición socialista que ya se hacía sospechosa, pero aun así los gobiernos de esos países, han sido muy generosos con la Latinoamérica izquierdista, que por los momentos, sólo puede competir en literatura y en el premio para la paz.
De acuerdo con algunos informes, últimamente se permitía que algunos lobistas cercanos a los gobierno escandinavos propusieran candidatos afectos a esta ideología, no se cuanta verdad hubo en aquel momento, pero se corrió el rumor de que hasta Chávez fue candidateado para el Nobel de la paz (recordemos que también lo fue Hitler), pero el que el presidente Obama y el presidente Santos de Colombia recibieran tal distinción, solo puede ratificar esa sensación de que se trata de un premio para rojos rojitos.
Aparentemente las FARC y los movimientos subversivos manejados desde Cuba, tienen acceso a los oídos de quienes deciden por estos premios, la revolución continúa siendo un fetiche muy fuerte para los socialistas europeos, su predilección por el régimen castrocomunista es innegable y sus turistas y jefes de estado visitan la isla de Cuba como si fuera el paraíso revolucionario.
Aparte del estigma izquierdista los premios Nobel tienen una tendencia eurocentrista y misógena, pero se ha aminorado en recientes ediciones, Asia que ha sido tradicionalmente ignorado está ahora repuntando con varios galardones, sobre todo con China, proponiendo con cada edición un largo listado con posibles candidatos, y las mujeres son cada día tomadas más en cuenta.
Como les había mencionado el premio para la paz que originalmente era otorgado a “la persona que hubiera hecho el mejor trabajo para promover la fraternidad entre naciones” tal y como lo especificaba Nobel en su testamento, no siempre se ajustaba a ese mandato y de allí que el presidente Carter, el activista por los derechos humanos Esquivel de la Argentina, el ambientalista Al Gore, Rigoberta Manchú, defensora de los derechos de los indígenas, Lê Đức Thọ, Barak Obama, con solo doce dias como presidente y sin mayor gestión que mostrar, el Nobel al presidente Santos por su papel en las conversaciones de paz con la guerrilla, todos conforman una vitrina especial dedicada a la izquierda, sólo falta Juan Guaidó
Si lo de la nominación a Guaidó es cierto (los rumores acerca de las postulaciones al Nobel son muy populares, dicen que Donald Trump también fue nominado) hay ciertos problemas que me gustaría discutir en el artículo de hoy, empecemos con la llamada “Conexión Noruega” del partido Voluntad Popular.
Hay una persona cercana a Leopoldo López que ha hecho carrera en empresas petroleras noruegas y que ha cultivado conexiones con el alto gobierno, de hecho, hay una marcada influencia del llamado modelo de desarrollo noruego dentro los planes económicos tanto del partido como del llamado Plan País, entre el que destaca el famoso fondo social producto de los excedentes petroleros que sería manejado por las empresas estatales venezolanas, el padre de Leopoldo, quien es parlamentario español también tiene cercanías y simpatías por esa particular visión del mundo que tienen los escandinavos, que es un socialismo postmodernista, hay incluso fuertes rumores de algunos bolichicos implicados en esta trama.
El que el caso venezolano fuera incluido en la agenda de los grupos de negociación noruegos, para tratar de conseguir una mediación profesional que obtuviera una solución pacífica, democrática y participativa de las partes en conflicto, se logró gracias a estos contactos con los expertos escandinavos.
Si de verdad lo de la postulación de Guaidó viene en serio, en mi opinión no sería sino la continuación de una estrategia para brindarle a Guaidó una mayor credibilidad y prestancia a nivel internacional, aunque el hombre no tenga el currículo ni experiencia en este asunto de la fraternidad entre las naciones, pasaría algo muy similar a lo de Obama, el Nobel le daría cierta “autoritas” como pacifista que de otra manera no tendría.
Hay quienes verían esa postulación como un pago de favores, o el compromiso con Noruega de mayores lazos e intereses conjuntos en el mediano plazo, da que pensar que los cinco miembros del Comité de Postulaciones para el Premio Nobel de la Paz sean todos noruegos y que Guaidó sea uno de sus clientes, imaginen lo que significaría tal postulación para su campaña electoral.
Pero como apunté anteriormente esta nueva postulación de un socialista, joven, fresco, sin mancha, podría ser algo muy bueno en esta lavada de cara de la izquierda mundial luego de la caída del muro de Berlín, y un venezolano, representante de las nuevas víctimas de los excesos de una izquierda enloquecida y militarista, que lo que hace es ensuciar el buen nombre del socialismo en el mundo.
Pero hay que tener cuidado con los fake news y esas campañas de desinformación rusas que los suecos y noruegos están acostumbrados a recoger dentro de sus propios medios noticiosos, la información sobre la nominación de Guaidó puede tratarse de un falso positivo hecho en La Habana, para que los de la derecha echemos espuma por la boca, si esto es verdad y ya está arreglado, Guaidó será nuestro primer premio Nobel, bienvenido sea, quizás y de esta manera se enserie y trabaje por el país, deje de hacer promesas, cambie su hoja de ruta y termine con la usurpación que dijo acabaría, quien sabe y motivado por el nuevo título quizás haga algo grande por la humanidad, aunque lo veo un poco limitadito… pero bueno, si Colombia tuvo el suyo ¿Por qué no nosotros?   -  saulgodoy@gmail.com




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