Lo que estamos viendo en Australia es apenas la antesala
de los problemas que el planeta Tierra debe afrontar en los próximos años, hay
un cambio climático real que está afectando nuestras posibilidades de vida de manera
drástica, pero no sólo es el clima, es la enorme producción de deshechos
(basura), la contaminación de nuestras fuente de agua potable, de nuestros
océanos, de la atmosfera, la destrucción de nuestros bosques y selvas, el
empobrecimiento de nuestras tierras cultivables…
Hay señales que alarman más que otras, como lo es el
progresivo envenenamiento de personas por la ingesta involuntaria de enormes
cantidades de micro partículas de plástico, o de metales pesados como plomo y
mercurio, precursores de muchos tipos de cáncer y enfermedades crónicas e
incapacitantes, o la posibilidad de que desate una nueva epidemia viral en el
planeta fulminante y letal para la vida humana, como de hecho ya ha sucedido,
pero lo ocurrido en Australia, los más de un billón de animales que han muerto
(no incluyen sapos, ni insectos), más de 2500 viviendas destruidas, 12 millones
de acres arrasados por el fuego, más de 15 bajas entre pobladores y bomberos,
nos pinta un escenario de repercusiones inimaginables.
Todo nuestro entorno pareciera estar degradándose
fatalmente, y aunque todavía no podemos determinar cuál es el límite de
sustentabilidad de nuestro planeta, todo parece indicar que ya estamos sobre
los márgenes de desastre por la enorme cantidad de gente que existe en el
mundo, aunque, cosa curiosa, muchos países estén reportando menores cuotas de
crecimiento poblacional, incluso algunos desarrollados, que ya no cubren su
reposición demográfica con nuevos nacimientos.
Hay un hecho innegable, hay una crisis ambiental global
porque el ambiente es uno, no se puede dividir como se hace con el territorio,
imponiendo límites artificiales, separando regiones que naturalmente funcionan
juntas, como si la naturaleza fuera a tomar en cuenta nuestros deseos de
ordenarla como nos dé la gana… más que nunca vale hoy el ejemplo de la teoría
del caos, una mariposa bate sus alas en México y se desencadena un huracán
sobre el Japón, se incendian los pastizales en el sureste australiano y llueven
cenizas en Chile y Argentina.
Lo lamento por mis hermanos australianos, por su exótica
fauna y bellísima flora, por sus propiedades arrasadas y la muerte de sus
conciudadanos, golpeados por estas tormentas de fuego que nos auguran un siglo
lleno de amenazas de catástrofes, entre ellas las producidas por el chavismo y
su afán de dinero y riquezas, una flagrante contradicción a su autoproclamada
naturaleza socialista y revolucionaria, que representa la deriva ideológica del
mundo hacia un totalitarismo.
Sin necesidad de que a mi país lo desbasten desastres
naturales como el de Australia, los desastres que está produciendo esta
revolución bolivariana tienen igual impacto, o peor, ya que en una
multiplicidad de niveles estas políticas públicas socialistas, el gobierno
militarista y explotador, producidos por la mano criminal de los chavistas, con
toda la intención de causarle al país daños profundos en su sustentabilidad,
nos hacen mucho más daño que cualquier cataclismo natural.
No me cabe la menor duda que en su punto de partida, ésta
revolución, que fue diseñada en Cuba con el expreso propósito de arruinar y
destruir nuestro país, pues los Castro odian y desprecian con todas sus fuerzas
lo que sea venezolano, se planificó con la idea de que sus ejecutores, el
chavismo venezolano, pudiera huir del país hacia otros continentes y reubicarse
con sus fortunas robadas en otras capitales y resumir sus vidas sin problema.
Nunca contaron con unas sanciones internacionales que le
daría al país por cárcel a estas abominables criaturas, que no podrían salir y
gastar libremente el botín de la razzia y que tendría que vivir en medio de la
ruina que ellos mismos crearon, ahora es que se están dándose cuenta de que lo
que hicieron fue error garrafal, querían enfermar al país y huir para dejarlo
morir por desahucio, pero ahora deben quedarse adentro, enfermar y morir con
él.
Pero ya es un poco tarde para estos infelices en revertir
sus actos en contra de Venezuela, lo que hicieron con el Arco Minero es apenas
una muestra del desastre que estamos sufriendo, el envenenamiento de nuestras
principales reservorios de agua para el consumo humano los afecta también a
ellos, ni trayéndose el agua embotellada de Francia podrán satisfacer sus
necesidades más básicas, acabaron con la agricultura y la ganadería pensando
que ellos serían los dueños de sus propias estancias en otros países, dándose
la gran vida de terratenientes, pero todo terminó confinados en lujosos guetos
chavistas, protegidos por alcaldes colaboracionistas en las mejores
urbanizaciones de Caracas.
Ahora estos multimillonarios corruptos dependen de sus
propios bodegones para el suministro de sus bastimentos, de sus propias plantas
eléctricas, de sus propios botiquines médicos con medicinas importadas para
atender sus dolencias, rodeados de un ejército de guardaespaldas, haciendo
fiestas “encapillados” para celebrar sus eventos, para emborracharse con finos
licores, engordar con gustosos platillos y drogarse con sustancias alucinógenas
de diseño, pero temerosos ante la respuesta de un cada vez más inquieto bravo
pueblo.
Aguardan engrinchados con armas debajo dela almohada el
momento final, que saben llegará en cualquier momento cuando deban responder
por sus crímenes, un pésimo plan para esperar un destino escrito en cada pared
de cada institución gubernamental, incluso de aquellas que quieren arrebatarle
a la oposición democrática, para darse la falsa ilusión de que tienen el poder.
La institución militar se les está desboronando de manera
acelerada, los dólares no les alcanza para mantener a un gigantesco Estado
Mayor en la opulencia que una vez conocieron, ya los diputados de la oposición
que consiguen por un millón de dólares, son subnormales o dipsómanos, en un
grado tal de ruina moral y física que pierden hasta los votos que supuestamente
los han elegido.
Pero esta situación puede mejorar un poco y a favor del
chavismo, si me hicieran caso, y me dirijo especialmente al jefe de la banda
chavista, al indocumentado Nicolás Maduro: ni te voy a salvar la vida ni voy a
mover un dedo por reducir la pena que te corresponde por la destrucción de
Venezuela, en eso no tengo parte, pero si podría ayudarte a que el último tramo
de tu mandato no sea tan torcido y sanguinolento como hasta ahora.
Pon atención, va como sigue, ya están cayendo las
cabañuelas, que según la leyenda rural indican el comienzo del verano, son las
últimas lluvias del invierno, y de acuerdo a su escases, los campesinos creen,
vamos a enfrentar a un verano largo y duro, que significa una temporada de
incendios forestales de gran intensidad que, si dejamos que evolucionen y no
hacemos nada por prevenirlos y combatirlos, van no sólo a empeorar el precario
suministro eléctrico sino que impedirá la reposición de agua fresca de nuestros
acuíferos, va a afectar a poblados y ciudades con cobertura vegetal en su
entorno, creando problemas de seguridad, desplazamiento de pobladores, perdidas
de bienes y vidas, destrucción de propiedad pública y dándonos una estocada
mortal a los ya disminuidos parques nacionales.
Se trata de embarcarnos en una cruzada ambientalista en
vista de un verano que se prevé difícil para todo el país, las temperaturas
serán más altas de lo normal, se esperan mayores vientos por lo que la sequedad
ambiental se incrementará, en la parte norte del país hay menos agua, más
gente, por lo tanto una mayor actividad que podrían incrementar estos fuegos, luchar
en contra de los incendios es una campaña que reviste un gran interés mundial y
desde el punto de vista de una campaña de RRPP (relaciones públicas) el
chavismo necesita un respiro ante la mala fama que han cultivado en los últimos
tiempos.
No hay nada más llamativo que un incendio excepto
combatirlo, y en esto te propongo tomes este tema como imagen de gestión de lo
que queda de tu gobierno, que tratas de pasar como democrático, cosa que ya nadie
lo cree; ya la Amazonia en Brasil ardió por los cuatro costados, California en
USA perdió un inmenso patrimonio natural y económico debido a los incendios de
sus montañas entre San Diego y Los Ángeles, Australia se está quemando, España
ha sufrido un tremendo daño ecológico con estos últimos incendios forestales,
todo esto ha sucedido en el último semestre del 2019, de modo que el tema está
sobre el tapete.
Ya que tu naturaleza totalitaria te ha hecho acreedor de
todo el poder político en el país, tienes la gran ventaja de poder planificar y
ejecutar un plan para Venezuela con todos los recursos humanos y materiales
disponibles (que no son muchos, pero si suficiente si se actúa diligentemente
en la prevención).
El truco de una campaña de este tipo es justamente la
prevención, si logras que no se produzcan los incendios no abran gastos
mayores, porque lo difícil, lo costoso y lo que consume credibilidad es
observar impotente como el fuego se consume una montaña, o una sabana o a medio
poblado.
Lo primero deberías hacer, si es que aceptas la misión,
es un inventario de lo que tienes a mano, Defensa Civil, los bomberos
forestales, bomberos voluntarios, grupos de SAR y ecologistas, tus muchachos de
los distintos programas de la juventud chavista, el ejército, las milicias, las
organizaciones municipales, Imparques, la población de internos en los penales,
a todos ellos hay que ponerlos al día en las técnicas de prevención y combates
de incendios, yo calculo que con unos 15.000 efectivos, debidamente entrenados,
equipados y con la posibilidad de movilizarlos a los sitios donde se produzcan
las conflagraciones, se podría cubrir todo el territorio.
Hay que tener a punto una logística de atención y de
refrescamiento de los combatientes en el terreno, siempre tener como
sacarlos e introducirlos en los
escenarios de manera segura y rápida, que tengan buenas comunicaciones y
siempre bajo supervisión, la estrategia debe basarse primordialmente en la
defensa de nuestras principales cuencas hidrográficas, el Orinoco, el Tuy
Turimiquire, cuenca del Golfo, del río Catatumbo, Río Negro, Cuyuní por citar
las principales, hay que tener especial cuidado con los parques Henry Pittier y
El Ávila, debido a que son los más susceptibles a incendiarse y los que más
exposición tienen.
Para todos es sabido que desmantelaste el Ministerio del
Ambiente y metiste ese bodrio que llamas “ecosocialismo” en su lugar, y que ha
demostrado no servir para un carajo, eso es un hecho público y notorio, pues ésta
es tu oportunidad de volver a poner el ambiente en el mapa institucional.
La idea es que el 2020 sea un año libre de incendios, o
por lo menos el año con el menor número de incendios de los últimos tiempos,
justo cuando lo que se tiene como escenario es un empeoramiento de las
condiciones, en Australia hubo momentos en que tuvieron que atender cien
incendios simultáneos, si eso nos sucediera a nosotros estaríamos acabados.
Deja de gastar dinero en tanto equipo militar chatarra y
ordena equipamiento para combatir incendios forestales, sobre todo aviones
tanqueros, helicópteros con capacidad de llevar bolsas de canguro con agua y
químicos retardantes del fuego, invierte en camiones cisternas, en equipo
contraincendios para los bomberos, en ambulancias, en equipos para el combate
en tierra de la candela, trae expertos en la materia, haz acopio de agua para
enfrentar el fuego en lugares estratégicos, empieza desde ya en preparar a los
muchachos en estas técnicas para que puedan actuar con seguridad y
eficientemente, hay tiempo y esto se hace sobre la marcha.
Tienes una gran ventaja, si es verdad que tenemos ojos en
el cielo, si nuestros satélites chinos realmente funcionan podemos vigilar todo
el país desde el espacio y detectar los incendios cuando estos empiezan, que es
cuando hay que atacarlos e impedir que se propaguen.
Pero sería principalmente con una recia campaña de
información, sobre todo con los trabajadores del campo, para que no quemen, que
no dejen la candela sola y sin control cuando hagan barbechos en sus tierras,
que los excursionistas no dejen fogatas descuidadas, que la policía tenga bajo
control a los pirómanos, hay que hacer un programa de limpieza y despeje de
áreas, cortafuegos y quemas controladas debajo de las líneas de transmisión de
alto voltaje, terrenos municipales enmontados, líneas de tuberías de gas y
petróleo, autopistas, aeropuertos, instalaciones petroquímicas, etc., hay que
tener un mayor control sobre los ingresos en los parque nacionales y en la
actividad de conucos en su interior.
Una campaña pública de información para todo el país
sobre cómo combatir los incendios forestales sería una brillante oportunidad
para revertir la mala publicidad de ladrones y torturadores que tienen, no digo
que les va a limpiar el prontuario, pero son unos punticos que ganan con los venezolanos
y un cambio refrescante ante tanta malas noticias que van hacia el extranjero.
Mira Nicolás, lo que necesita Venezuela es que se hable
de otra cosa que no sea la política, y una campaña de “Incendios Cero” sería
genial para refrescarnos la psique, se trata de un trabajo de gran envergadura,
donde hay que involucrar a todos, no hay ideología de por medio, sólo el
interés de que no ocurran incendios que repito, éste verano podría ser
apocalíptico, una verdadera catástrofe que en un país en las condiciones como
el nuestro, no podría resistir.
Esto es apenas un esbozo de la idea, pero creo que
ilustra la intensión, nos cambiaría el ritmo de los acontecimientos y nos
ocuparía en algo verdaderamente constructivo, piénsalo, estamos a tiempo para
iniciar la campaña de éste año. - saulgodoy@gmail.com
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