lunes, 13 de enero de 2020

El fuego que viene



Lo que estamos viendo en Australia es apenas la antesala de los problemas que el planeta Tierra debe afrontar en los próximos años, hay un cambio climático real que está afectando nuestras posibilidades de vida de manera drástica, pero no sólo es el clima, es la enorme producción de deshechos (basura), la contaminación de nuestras fuente de agua potable, de nuestros océanos, de la atmosfera, la destrucción de nuestros bosques y selvas, el empobrecimiento de nuestras tierras cultivables…
Hay señales que alarman más que otras, como lo es el progresivo envenenamiento de personas por la ingesta involuntaria de enormes cantidades de micro partículas de plástico, o de metales pesados como plomo y mercurio, precursores de muchos tipos de cáncer y enfermedades crónicas e incapacitantes, o la posibilidad de que desate una nueva epidemia viral en el planeta fulminante y letal para la vida humana, como de hecho ya ha sucedido, pero lo ocurrido en Australia, los más de un billón de animales que han muerto (no incluyen sapos, ni insectos), más de 2500 viviendas destruidas, 12 millones de acres arrasados por el fuego, más de 15 bajas entre pobladores y bomberos, nos pinta un escenario de repercusiones inimaginables.
Todo nuestro entorno pareciera estar degradándose fatalmente, y aunque todavía no podemos determinar cuál es el límite de sustentabilidad de nuestro planeta, todo parece indicar que ya estamos sobre los márgenes de desastre por la enorme cantidad de gente que existe en el mundo, aunque, cosa curiosa, muchos países estén reportando menores cuotas de crecimiento poblacional, incluso algunos desarrollados, que ya no cubren su reposición demográfica con nuevos nacimientos.
Hay un hecho innegable, hay una crisis ambiental global porque el ambiente es uno, no se puede dividir como se hace con el territorio, imponiendo límites artificiales, separando regiones que naturalmente funcionan juntas, como si la naturaleza fuera a tomar en cuenta nuestros deseos de ordenarla como nos dé la gana… más que nunca vale hoy el ejemplo de la teoría del caos, una mariposa bate sus alas en México y se desencadena un huracán sobre el Japón, se incendian los pastizales en el sureste australiano y llueven cenizas en Chile y Argentina.
Lo lamento por mis hermanos australianos, por su exótica fauna y bellísima flora, por sus propiedades arrasadas y la muerte de sus conciudadanos, golpeados por estas tormentas de fuego que nos auguran un siglo lleno de amenazas de catástrofes, entre ellas las producidas por el chavismo y su afán de dinero y riquezas, una flagrante contradicción a su autoproclamada naturaleza socialista y revolucionaria, que representa la deriva ideológica del mundo hacia un totalitarismo.
Sin necesidad de que a mi país lo desbasten desastres naturales como el de Australia, los desastres que está produciendo esta revolución bolivariana tienen igual impacto, o peor, ya que en una multiplicidad de niveles estas políticas públicas socialistas, el gobierno militarista y explotador, producidos por la mano criminal de los chavistas, con toda la intención de causarle al país daños profundos en su sustentabilidad, nos hacen mucho más daño que cualquier cataclismo natural.
No me cabe la menor duda que en su punto de partida, ésta revolución, que fue diseñada en Cuba con el expreso propósito de arruinar y destruir nuestro país, pues los Castro odian y desprecian con todas sus fuerzas lo que sea venezolano, se planificó con la idea de que sus ejecutores, el chavismo venezolano, pudiera huir del país hacia otros continentes y reubicarse con sus fortunas robadas en otras capitales y resumir sus vidas sin problema.
Nunca contaron con unas sanciones internacionales que le daría al país por cárcel a estas abominables criaturas, que no podrían salir y gastar libremente el botín de la razzia y que tendría que vivir en medio de la ruina que ellos mismos crearon, ahora es que se están dándose cuenta de que lo que hicieron fue error garrafal, querían enfermar al país y huir para dejarlo morir por desahucio, pero ahora deben quedarse adentro, enfermar y morir con él.
Pero ya es un poco tarde para estos infelices en revertir sus actos en contra de Venezuela, lo que hicieron con el Arco Minero es apenas una muestra del desastre que estamos sufriendo, el envenenamiento de nuestras principales reservorios de agua para el consumo humano los afecta también a ellos, ni trayéndose el agua embotellada de Francia podrán satisfacer sus necesidades más básicas, acabaron con la agricultura y la ganadería pensando que ellos serían los dueños de sus propias estancias en otros países, dándose la gran vida de terratenientes, pero todo terminó confinados en lujosos guetos chavistas, protegidos por alcaldes colaboracionistas en las mejores urbanizaciones de Caracas.
Ahora estos multimillonarios corruptos dependen de sus propios bodegones para el suministro de sus bastimentos, de sus propias plantas eléctricas, de sus propios botiquines médicos con medicinas importadas para atender sus dolencias, rodeados de un ejército de guardaespaldas, haciendo fiestas “encapillados” para celebrar sus eventos, para emborracharse con finos licores, engordar con gustosos platillos y drogarse con sustancias alucinógenas de diseño, pero temerosos ante la respuesta de un cada vez más inquieto bravo pueblo.
Aguardan engrinchados con armas debajo dela almohada el momento final, que saben llegará en cualquier momento cuando deban responder por sus crímenes, un pésimo plan para esperar un destino escrito en cada pared de cada institución gubernamental, incluso de aquellas que quieren arrebatarle a la oposición democrática, para darse la falsa ilusión de que tienen el poder.
La institución militar se les está desboronando de manera acelerada, los dólares no les alcanza para mantener a un gigantesco Estado Mayor en la opulencia que una vez conocieron, ya los diputados de la oposición que consiguen por un millón de dólares, son subnormales o dipsómanos, en un grado tal de ruina moral y física que pierden hasta los votos que supuestamente los han elegido.
Pero esta situación puede mejorar un poco y a favor del chavismo, si me hicieran caso, y me dirijo especialmente al jefe de la banda chavista, al indocumentado Nicolás Maduro: ni te voy a salvar la vida ni voy a mover un dedo por reducir la pena que te corresponde por la destrucción de Venezuela, en eso no tengo parte, pero si podría ayudarte a que el último tramo de tu mandato no sea tan torcido y sanguinolento como hasta ahora.
Pon atención, va como sigue, ya están cayendo las cabañuelas, que según la leyenda rural indican el comienzo del verano, son las últimas lluvias del invierno, y de acuerdo a su escases, los campesinos creen, vamos a enfrentar a un verano largo y duro, que significa una temporada de incendios forestales de gran intensidad que, si dejamos que evolucionen y no hacemos nada por prevenirlos y combatirlos, van no sólo a empeorar el precario suministro eléctrico sino que impedirá la reposición de agua fresca de nuestros acuíferos, va a afectar a poblados y ciudades con cobertura vegetal en su entorno, creando problemas de seguridad, desplazamiento de pobladores, perdidas de bienes y vidas, destrucción de propiedad pública y dándonos una estocada mortal a los ya disminuidos parques nacionales.
Se trata de embarcarnos en una cruzada ambientalista en vista de un verano que se prevé difícil para todo el país, las temperaturas serán más altas de lo normal, se esperan mayores vientos por lo que la sequedad ambiental se incrementará, en la parte norte del país hay menos agua, más gente, por lo tanto una mayor actividad que podrían incrementar estos fuegos, luchar en contra de los incendios es una campaña que reviste un gran interés mundial y desde el punto de vista de una campaña de RRPP (relaciones públicas) el chavismo necesita un respiro ante la mala fama que han cultivado en los últimos tiempos.
No hay nada más llamativo que un incendio excepto combatirlo, y en esto te propongo tomes este tema como imagen de gestión de lo que queda de tu gobierno, que tratas de pasar como democrático, cosa que ya nadie lo cree; ya la Amazonia en Brasil ardió por los cuatro costados, California en USA perdió un inmenso patrimonio natural y económico debido a los incendios de sus montañas entre San Diego y Los Ángeles, Australia se está quemando, España ha sufrido un tremendo daño ecológico con estos últimos incendios forestales, todo esto ha sucedido en el último semestre del 2019, de modo que el tema está sobre el tapete.
Ya que tu naturaleza totalitaria te ha hecho acreedor de todo el poder político en el país, tienes la gran ventaja de poder planificar y ejecutar un plan para Venezuela con todos los recursos humanos y materiales disponibles (que no son muchos, pero si suficiente si se actúa diligentemente en la prevención).
El truco de una campaña de este tipo es justamente la prevención, si logras que no se produzcan los incendios no abran gastos mayores, porque lo difícil, lo costoso y lo que consume credibilidad es observar impotente como el fuego se consume una montaña, o una sabana o a medio poblado.
Lo primero deberías hacer, si es que aceptas la misión, es un inventario de lo que tienes a mano, Defensa Civil, los bomberos forestales, bomberos voluntarios, grupos de SAR y ecologistas, tus muchachos de los distintos programas de la juventud chavista, el ejército, las milicias, las organizaciones municipales, Imparques, la población de internos en los penales, a todos ellos hay que ponerlos al día en las técnicas de prevención y combates de incendios, yo calculo que con unos 15.000 efectivos, debidamente entrenados, equipados y con la posibilidad de movilizarlos a los sitios donde se produzcan las conflagraciones, se podría cubrir todo el territorio.
Hay que tener a punto una logística de atención y de refrescamiento de los combatientes en el terreno, siempre tener como sacarlos  e introducirlos en los escenarios de manera segura y rápida, que tengan buenas comunicaciones y siempre bajo supervisión, la estrategia debe basarse primordialmente en la defensa de nuestras principales cuencas hidrográficas, el Orinoco, el Tuy Turimiquire, cuenca del Golfo, del río Catatumbo, Río Negro, Cuyuní por citar las principales, hay que tener especial cuidado con los parques Henry Pittier y El Ávila, debido a que son los más susceptibles a incendiarse y los que más exposición tienen.
Para todos es sabido que desmantelaste el Ministerio del Ambiente y metiste ese bodrio que llamas “ecosocialismo” en su lugar, y que ha demostrado no servir para un carajo, eso es un hecho público y notorio, pues ésta es tu oportunidad de volver a poner el ambiente en el mapa institucional.
La idea es que el 2020 sea un año libre de incendios, o por lo menos el año con el menor número de incendios de los últimos tiempos, justo cuando lo que se tiene como escenario es un empeoramiento de las condiciones, en Australia hubo momentos en que tuvieron que atender cien incendios simultáneos, si eso nos sucediera a nosotros estaríamos acabados.
Deja de gastar dinero en tanto equipo militar chatarra y ordena equipamiento para combatir incendios forestales, sobre todo aviones tanqueros, helicópteros con capacidad de llevar bolsas de canguro con agua y químicos retardantes del fuego, invierte en camiones cisternas, en equipo contraincendios para los bomberos, en ambulancias, en equipos para el combate en tierra de la candela, trae expertos en la materia, haz acopio de agua para enfrentar el fuego en lugares estratégicos, empieza desde ya en preparar a los muchachos en estas técnicas para que puedan actuar con seguridad y eficientemente, hay tiempo y esto se hace sobre la marcha.
Tienes una gran ventaja, si es verdad que tenemos ojos en el cielo, si nuestros satélites chinos realmente funcionan podemos vigilar todo el país desde el espacio y detectar los incendios cuando estos empiezan, que es cuando hay que atacarlos e impedir que se propaguen.
Pero sería principalmente con una recia campaña de información, sobre todo con los trabajadores del campo, para que no quemen, que no dejen la candela sola y sin control cuando hagan barbechos en sus tierras, que los excursionistas no dejen fogatas descuidadas, que la policía tenga bajo control a los pirómanos, hay que hacer un programa de limpieza y despeje de áreas, cortafuegos y quemas controladas debajo de las líneas de transmisión de alto voltaje, terrenos municipales enmontados, líneas de tuberías de gas y petróleo, autopistas, aeropuertos, instalaciones petroquímicas, etc., hay que tener un mayor control sobre los ingresos en los parque nacionales y en la actividad de conucos en su interior.
Una campaña pública de información para todo el país sobre cómo combatir los incendios forestales sería una brillante oportunidad para revertir la mala publicidad de ladrones y torturadores que tienen, no digo que les va a limpiar el prontuario, pero son unos punticos que ganan con los venezolanos y un cambio refrescante ante tanta malas noticias que van hacia el extranjero.
Mira Nicolás, lo que necesita Venezuela es que se hable de otra cosa que no sea la política, y una campaña de “Incendios Cero” sería genial para refrescarnos la psique, se trata de un trabajo de gran envergadura, donde hay que involucrar a todos, no hay ideología de por medio, sólo el interés de que no ocurran incendios que repito, éste verano podría ser apocalíptico, una verdadera catástrofe que en un país en las condiciones como el nuestro, no podría resistir.
Esto es apenas un esbozo de la idea, pero creo que ilustra la intensión, nos cambiaría el ritmo de los acontecimientos y nos ocuparía en algo verdaderamente constructivo, piénsalo, estamos a tiempo para iniciar la campaña de éste año.    -    saulgodoy@gmail.com










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