Es casi imposible para un observador independiente
realizar un análisis serio del estado actual de nuestras FFAA principalmente
por la falta de información, el régimen chavista se ha aislado progresivamente de
las instituciones y organismos internacionales que hacen estos estimados, no
comparte esta información ni siquiera con aliados, mucho menos dan facilidades
a los agregados militares de la comunidad internacional para que se den una
idea del estado de competencia del sector militar, hay mucha información suelta
que viene de los pedidos de materiales y repuestos de reposiciones,
equipamiento, armas, uniformes, etc., que pudieran dar una idea y que
complementado con el espionaje que se practica en nuestro país, más o menos
arrojan estimados.
Hay bastante información que se filtra de los cuarteles e
instalaciones por los mismos efectivos que hablan de un progresivo deterioro
del apresto nacional, pero uno de los principales obstáculo de poder hacerse
una idea más o menos adecuada de la capacidad militar del país, radica en la
campaña de desinformación que las mismas autoridades de las instituciones
involucradas llevan a cabo, con el expreso propósito de ocultar una verdad que
todos sabemos, es no solo desastrosa sino vergonzosa.
Las cifras que el mismo Maduro maneja en su supuesto
papel de Comandante en Jefe de las FFAA varían de igual manera que en otras
áreas de su desgobierno, la cantidad y calidad de nuestros efectivos y
equipos en servicio y operativos, varían
de un día a otro, de un discurso al siguiente, de una crisis a otra, así como
cambian las cifras de las viviendas que construye y otorga al pueblo, asi como
fluctúan las personas atendidas por las cajas de alimentos CLAP. siempre en
alza y ocultando un déficit de viviendas y alimentos profundo e injusto, del
mismo modo hace con los estimados militares, nunca se sabe la verdad.
Ni siquiera haciéndole caso a las cifras de los
presupuestos para Seguridad y Defensa hay certezas o pueden realizarse cálculos
sobre el estado de la institución militar, pues se incurren constantemente en
gastos extraordinarios que salen de créditos adicionales, que supuestamente van
acomodando la carga militar, y conociendo la precariedad de nuestra situación
económica que ha afectado la gobernabilidad en todos sus sentidos, es muy
difícil no prever que el gasto militar también ha sufrido de importantes
recortes.
Pero hay otro factor que pesa al momento de hacer un
estimado sobre el estado del arte de nuestra principal fuerza armada, que goza
de su propio ministerio, su propio presupuesto, su propia administración… y es
el factor corrupción, para nadie es un secreto que nuestras fuerzas armadas es
un inmensa armazón de tubos, conexiones, ramales, instancias, actividades,
muchas de ellas que no tienen carácter militar, donde el dinero entra y nadie
sabe cómo se utiliza, y de esta opacidad en el gasto, se puede deducir un
pésimo manejo de los recursos teniendo en cuenta el lamentable desempeño de la
institución en su principal misión, la defensa y la seguridad del país.
No hay manera de hacerle una auditoría o pedir cuentas
sobre los dineros que se invierte en el área, no hay rendición de gastos, no
hay responsables, no hay vocería que informe, y lo peor, no hay instancia para
exigirlas, la inexistencia de una separación de poderes, la debilidad y
confusión que existen en el poder legislativo, que se ocupen del asunto es
absolutamente inoperante, el Ministerio de la Defensa actúa como un ente independiente,
inauditable, en cuanto a licitaciones, adquisiciones y operaciones de sus
diferentes actividades.
Y parte de esta situación de anomia estructural viene
dada por la primitiva creencia, cultivada sin restricciones, de que los asuntos
militares no son de competencia pública, está todo protegido por el secreto más
ignominioso, el que da pie a las actuaciones clandestinas y a la comisión de
crímenes sin castigos, es algo muy parecido a un hueco negro en el espacio
sideral, ni siquiera la luz puede escapar de su interior, y todo lo que entra
en su campo de influencia desaparece engullido por el secreto militar.
Esta situación no es normal y a medida que las FFAA se
hunden en su propia crisis interna, esta falta de transparencia impide
cualquier auxilio que la institución necesite, si no se define el problema no
puede haber un diagnóstico, mucho menos un adecuado tratamiento para recuperar
su salud como corporación, esa pretensión de independencia del resto del país
lo que lleva es a desarticularla del estado y del mundo.
¿Por qué Maduro y el general Padrino están dejando perder
a la institución? ¿Qué los motiva a no intentar salvarla sino todo lo
contrario, a hundirla en la inopia? Creo que la respuesta nada tiene que ver
con una posición profesional y responsable de quienes están a la cabeza de uno
de los factores más importantes de poder del país, son más bien razones personases
y muy lamentablemente, políticas, en las que se incurren para negar la
realidad, pero de una calidad de política muy baja.
La llamada Doctrina Bolivariana de Seguridad y Defensa
Hemisférica, trazada como estrategia geopolítica para prevalecer sobre los
postulados norteamericanos de la lucha contra el narcotráfico, que era la punta
de lanza de un supuesto plan hegemónico de USA en todo el continente, en este
escenario se ponía principal acento sobre el peligro que constituía para la
independencia regional el control de Washington sobre el ALCA, sobre la OEA, el
TIAR, el Plan Colombia, igual preocupación se mostraba por el número de bases
militares que tenían desplegada por Centro América, el Caribe, y Suramérica.
El haber escogido a los EEUU como los enemigos de la
revolución bolivariana, implicaba un esfuerzo de integración militar
interamericano sólo con el fin de hacer resistencia a estos planes hegemónicos,
esto empezó a tomar cuerpo en el año 2007, un esfuerzo que distraía los
recursos y los esfuerzos militares del país en una posible defensa del
socialismo en los países del área.
Por decirlo de alguna manera fue la época de oro de las
FFAA, contaban con el dinero suficiente para trasladar diferente contingentes a
diversos países del área, hacían una serie de operaciones encubiertas
trasladando material sensible a lo largo y ancho del continente, con acceso a
diferentes bases de operaciones, enviaban a sus efectivos a realizar
entrenamiento en países como Libia, Siria e Irán, contaban con el irrestricto
apoyo de las fuerzas rusas y chinas
En este cambio de visión y misión de las FFAA, privó el
interés de Cuba quien tenía toda la intención de expandir la revolución
bolivariana no sólo a Latinoamérica sino a África, España y si se daban las
conjunciones que se estaban haciendo con el partido Republicano en los EEUU,
incluso había una oportunidad de llevar la revolución al seno mismo del
monstruo capitalista, recordemos que ese mismo año de 2007 fue obligatorio
utilizar el lema “Patria, socialismo o muerte”.
Esta internacionalización de la misión de las FFAA
distrajo enormes cantidades de recursos, tiempo y personal, nuestros efectivos
hacían acto de presencia en casi todos los países vecinos, se incrementaron los
ejercicios militares conjuntos y los intercambios de carácter humanitario para
disfrazar la construcción de una red militar antiimperialista.
Pero ya la petrochequera venezolana iba perdiendo su
capacidad para financiar un proyecto de tal envergadura, y la presencia militar
venezolana comienza su declive, pero ya el territorio venezolano venía
funcionando como aliviadero, centro de entrenamiento, financiero y de descanso
para fuerzas irregulares y movimientos liberadores de la izquierda radical,
grupos terroristas internacionales entre lo que destacaron el IRA, la ETA, el
Hezbolá, las FARC, quienes contaban con la protección del gobierno chavista,
enviaban a sus miembros para “enfriarlos” al país o sus recursos financieros
eran “lavados” utilizando nuestra industria petrolera y su alcance
internacional.
Ante un cambio de papeles en la lucha continental, el
régimen de Chávez decide copiar la Doctrina Militar del Estado Cubano, la que
tiene que ver con la guerra de todo el Pueblo, en la constitución de un Sistema
Defensivo Nacional basado en que cada ciudadano es un factor en la defensa del
territorio, era la doctrina de la Guerra Popular Prolongada maoísta puesta en
práctica en la China de los años treinta del pasado siglo, la misma que dio pie
a la doctrina del pueblo en armas elaborada en Vietnam y llevada a la práctica
por el General Giap en contra de unas fuerzas muy superiores y mejor equipadas,
de esta idea que Venezuela en cualquier momento sería invadida, nació ese
segundo aire de cambio doctrinal, pero esta vez fue hacia lo interno, había que
fortalecer esta extensa base de operaciones de la revolución mundial en la que
se había convertido Venezuela, y desempolvaron la idea de la creación de las milicias.
Lo más funesto de la puesta en marcha del programa
miliciano fue el haberle dado participación en los procesos de vigilancia y
organización de las elecciones, su presencia en los centros electorales y en el
resguardo del orden en el acto comicial lo que han generado es una enorme
desconfianza en la pulcritud de estos procesos fundamentales para la
democracia.
Las FFAA ya venían en un proceso de cambios profundos en
sus estructuras internas impulsados por la inseguridad que sentía el Comandante
Chávez en cuanto a la lealtad de las mismas a la revolución, y el intento de
golpe de estado en su contra confirmó esta sospecha que luego se convirtió en
paranoia, de modo que el proceso de desmontaje de la cadena de mando se inició
a la par con la creación de nuevos grados e instancias militares, pero le
corresponde a Maduro con la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (2014) y la creación del Comando Estratégico Operacional y las
llamadas Regiones de Defensa Integral que fragmentaron las capacidades de
comando y control de los diversos componentes.
Pero ha sido la politización de las FFAA la verdadera
causante de la acelerada perdida de profesionalización de la institución, ya no
cuenta el desempeño y las cualidades de mando de sus efectivos, ahora es la
lealtad política y la utilidad del oficial a los intereses del partido, la
utilización de sus miembros en funciones de estado, en cargos de representación
popular y ocupando la jefatura de diversos estados, empresas del estado y
oficinas gubernamentales, y es la corrupción la que ha causado los mayores
estragos entre sus filas, sobre todo los contactos con el narcotráfico y su
injerencia sobre las zonas de explotación minera.
El aparato militar venezolano sufre de un gigantismo
imposible de sostener, no hay dinero, ni gerencia, ni valores, que puedan
contener el derrumbe de la institución, lo que se está creando en un terrible
foco de desorden y anarquía en la que cada núcleo regional empiezan a actuar
por cuenta propia, para poder hacerse ellos mismos con los recursos que
necesitan y utilizando sus armas para lograrlo, muchas veces en asociación con
otros grupos armados no estatales operando en las localidades.
Maduro y Padrino no quieren admitir el terrible deterioro
de las FFAA a su cargo, si hacen algo, si intentan una reestructuración temen
una reacción en su contra, han creado un monstruo que ya anda por su cuenta y
lo que hacen es tratar de tapar la situación desinformando y promoviendo unas
FAN socialistas, diluidas en un “pueblo” tan amorfo, violento y con una aguda
carestía de lo necesario para su supervivencia como lo están nuestros
militares.
Ningún militar auténtico que hayan escogido esa profesión
de las armas por vocación y creyendo en los valores que tradicionalmente la han
distinguido, pueden estar a gusto con lo que hoy sucede puertas adentro, las
condiciones de vida son humillantes para aquellos que no se han entregado a
servirle como peón de La Habana, tampoco están de acuerdo con ser instrumentos
de represión de su propio pueblo.
Lo único que está funcionando en la institución militar
son pequeños componentes al servicio de los jefes de la revolución para efectos
de asegurarse el poder político y para oprimir con violencia a la oposición
democrática, ante esta grave situación que tiende a emporar, no a mejorar, la
solución de los problemas de la institución está dentro de ella misma, soy de
los que cree que todavía existe una reserva moral, una masa crítica que le
puede dar un vuelco histórico a estas penosas circunstancias. -
saulgodoy@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario