No me cabe la menor duda que la 76 Asamblea Anual de
Fedecámaras, su primera edición totalmente virtual, fue un destape de la
corriente empresarial socialista que hace vida en esa representación
empresarial, salieron del closet de la manera más impúdica posible, teniendo
como invitado de honor al presidente Santos de Colombia, uno de los hombres claves
de Cuba en Latinoamérica, posiblemente, uno de los principales responsables de
nuestra debacle como país y del surgimiento del chavismo como fuerza política en
Venezuela, justo en el momento en que otro presidente de Colombia, el Dr.
Alvaro Uribe, un político de la derecha, héroe de la guerra en contra de la
guerrilla comunista en su país, era impuesto de un proceso judicial manipulado
e injusto, con el pleno propósito de destruir uno de los baluartes de la
libertad y la democracia en nuestro hermano país.
No sólo eso, esta Asamblea fue un claro reconocimiento de
que la cúpula empresarial está tomada por los políticos del que fuera el
partido socialista más nuevo y fresco en su momento, Primero Justicia, que ha
probado con creces ser una organización donde campea la corrupción, la
ideología del acomodo con el totalitarismo y, probablemente, el retorno a un
estado centralista, paternalista, autoritario y lamentablemente socialista;
para los que pudieron darse cuenta, fue también el escenario para el
lanzamiento como candidato a la presidencia del país del Dr. Gerardo Blyde, el
nuevo delfín de los rosados, rosaditos, los herederos del chavismo y los
paladines de la Justicia Social.
Allí estaban todos los que son dentro del llamado Frente
Amplio, bendecidos por la Iglesia, en la persona del Monseñor Baltazar Porras,
persona a quien admiro y veo, obligado por las circunstancias, jugar su papel
político de guía espiritual en esta recomposición del socialismo democrático
electorero, porque esa es la meta, darle al país un nuevo presidente
socialista, pero esta vez cristiano, serio, doctor en derecho constitucional,
considerado por muchos el mejor alcalde del burgo de Baruta… lamentablemente,
estoy seguro, detrás de él se encuentran Julio Borges, Henrique Capriles,
Leopoldo López y toda esa larga lista de gerentes de nuevo cuño, dispuestos a
cuidar de la cosa pública por nosotros, incluyendo a las huestes de amigotes de
Juan Guaidó, lo cual significa varias cosas, la primera los venezolanos no
hemos aprendido la lección a pesar de nuestras desgracias, y segundo, nos gusta
que los socialistas nos sodomicen.
Todos pertenecen a esa generación de la Unidad por la
unidad, de los shows electoreros, de las sesiones de bailoterapia, de la inclusión,
de la renuencia a reclamar victorias por miedo a masacres… son todos
pacifistas, constitucionalistas, abnegados servidores públicos, expertos en
montajes mediáticos y en negociaciones con el enemigo; allí está Jorge Roig, el
empresario-obrero preñado de buenas intenciones, están los científicos
sociales, los doctores Capriles y Magdaleno, y sus justificaciones para
negociar con nuestros torturadores, también asistieron una gran cantidad de
intelectuales y artistas marxistas, periodistas expertos en el acomodo, y una
legión de empresarios quebrados y en necesidad de que el estado, de nuevo, se
haga socio de sus emprendimientos.
Sé que hay mucha gente que piensa que eso es lo que
tenemos, que ellos, los socialistas, son los únicos que están trabajando, los
más organizados, los que tienen acceso al financiamiento, a las cámaras y al
centimetraje en artículos de prensa, son los únicos porque están allí
atornillados y no permiten que nadie más salga al ruedo ni diga sus verdades,
esos socialistas comparten la mala costumbre de la hegemonía mediática del
chavismo, son unos roba cámaras y se creen inamovibles.
Fedecámaras, desde hace ya varios años, y esto es
comprensible, se ha inclinado por esa economía que llaman social, ésa que, ante
al fracaso filantrópico del capitalismo, pretende colectivizar el
emprendimiento privado, siguiendo los pasos de experimentos como Solidaridad
Catalana, Solidaridad Obrera y Solidaridad de Obreros Vascos, y con ello copiar
la plantilla de PODEMOS, financiada por nuestros bolichicos, una mutación mucho
más agresiva y bien vestida que la del chavismo endógeno.
No creo que la actual directiva de Fedecámaras ha
asimilado el impacto que ha tenido su intento de tender puentes con Maduro y su
claque, de prestar la organización empresarial como plataforma para los
intereses cubanos y de la guerrilla, que han infiltrando hasta los tuétanos la
política colombiana, gracias principalmente al proceso de paz que ha llevado a
cabo el presidente Santos, sentando a los asesinos de las FARC en el congreso,
llevándolos a diversas alcaldías, manipulando su poder judicial y tratando de
destruir la reputación de un hombre como Uribe; no puedo dejar de pensar que
hay unos muy fuertes intereses de la empresa Monómeros y de sus futuros nuevos
dueños, que viven en España, por desbaratar el ambiente político de la hermana
nación.
Hay toda una actividad subterránea en Latinoamérica para
que la izquierda vuelva a tomar el poder; en Argentina estamos viendo como
maniobra Cristina Fernández de Kishner,
quien tiene el empacho de demandar a Google por permitir que la acusen de
ladrona, para quedar sin mácula a pesar de su oscura gestión gubernamental
rodeada de sórdidos y escandalosos hechos, asesinatos incluidos; igual sucede
al norte, en México, con la profundización de la izquierda en los gobiernos
regionales y la segunda vuelta de un narcotráfico mucho más agresivo y político,
gracias a la tolerancia de López Obrador.
Y aunque Evo, Correa y Lula se encuentren o en el exilio,
o escondidos o vigilados, todos están conspirando contra la democracia y las
libertades; lo que ha hecho Fedecámaras es unirse a esa comparsa macabra que
anuncia un estado interventor, una economía colectivizada y unas libertades
restringidas, porque los nuevos socialistas son incapaces de ver el peligro
que, escondido detrás de sus ánimos incluyentes y tolerancia sin límites, están
gestando con sus apoyos.
Dice Cusano, el actual presidente de Fedecámaras: “La Venezuela que tenemos que construir
necesita reconciliarse con el perdón y entender que la paz, la transición y el
bienestar tienen un costo. Mientras las heridas abiertas o el odio sigan siendo
la fuerza que nos motive para procurar el cambio, difícilmente vamos a tener
una nación incluyente y un modelo de desarrollo sustentable en el tiempo. Sobre
todo, no vamos a tener gobernabilidad”
Creo que el líder empresarial está confundiendo términos,
la reconciliación no implica impunidad, el perdón no significa desmemoria; la
paz, la transición y el bienestar no tienen lugar con pillos sentados en la
mesa y menos gobernando; las heridas abiertas son crímenes de lesa majestad y
sujetos a procesos judiciales que no prescriben; el odio que menciona es ánimo
de justicia y compensaciones; el cambio necesariamente se logra descartando lo
podrido; una nación incluyente se puede dar entre demócratas y venezolanos, no
entre fascistas y extranjeros, y un modelo de desarrollo sustentable es posible
sobre las bases del emprendimiento privado con una mínima intervención del estado.
Cusano clama por una nueva intervención del Estado en las
empresas privadas, cuando debería ser al revés, por una intervención de las
empresas privadas en la gestión del estado, por una ola de privatizaciones, de
asunción y recuperación progresiva de los servicios, de apertura y
transparencia en la gestión de los gobiernos regionales, lo que implica
convertir entes y oficinas públicas en compañías y empresas relacionadas con la
región. El estado tiene, debe, es necesario que sea reducido a su mínima expresión,
tanto por su costo estrambótico como por su probada ineficiencia.
La otra cosa que no puedo dejar pasar es que dentro de
los que intervinieron en este evento no vi a ningún representante de la
derecha, ni siquiera de los conservadores, mucho menos de los radicales, ni a
los neo- lo que fuera… creo que la apertura de esta Fedecámaras se dirigió más
hacia el régimen, esto sin duda, preparada y presentada como el nuevo
socialismo “light”, para demostrarle
a Maduro que ellos, los empresarios “pink”,
son gente con la que se puede llegar a acuerdos y hasta tener asociaciones, lo que
dice mucho del propósito que declaran de ser tolerantes, pero sólo hacia la
izquierda, lo que no pasa de ser pura retórica, como siempre, para promover convenientemente
la pose del hombre bueno.
En fin, no podía dejar pasar el momento para expresar mi
opinión sobre la peligrosa jugada que el presidente de Fedecámaras, el Sr.
Cusano y sus colaboradores han hecho, que no busca sino que el estado acuda en
su salvación, en las condiciones que brillantemente han expresado en su mensaje
y que arrojaron en una botella al mar socialista, porque ellos, como muchos
otros socialistas de Champaña y I-phone, han entrevisto una supuesta vuelta de
los demócratas en el poder en USA, con Joe Biden, un regreso de la izquierda a
nivel continental, incluyendo el retorno de Obama a Washington, con su corte de negros
libertarios radicales dispuestos a cortar cabezas blancas para liberarlos por
segunda vez en ese país.
Sigo pensando que la historia va a ser muy diferente y
que, dentro de esos senderos que se bifurcan, vamos a descubrir a un Donald
Trump, que dará un vuelco definitivo a todos esos aturdidos intentos de los
rojos por retomar el poder. - saulgodoy@gmail.com
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