martes, 22 de septiembre de 2020

Trump en almibar

 



En medio de la reñida contienda electoral de los EEUU, y a pocas semanas de que se produzcan las elecciones, quiero darles mi punto de vista y razones por la que creo que Donald Trump es el hombre más capaz para conducir los destinos de ese gran país, y porqué para todos los hispanoamericanos de origen, nacidos en ese territorio de sueños y futuro, es la elección que más conviene para el país más poderoso del planeta.

De todas las minorías étnicas que hacen vida en ese inmenso caldero de razas y cultura, los latinos son, sin duda alguna, los que mejor se han integrado al American Way of Life, esto, con sus bemoles, es cierto que todavía existen ciertas “resistencias”, lagunas culturales, costumbres muy arraigadas que todavía contrastan en medio de la Norteamérica profunda.

Esas fiestas en los frentes de las casas, la ropa colgando en los jardines y ventanas, la música a todo volumen, la informalidad en el vestir y en el trato, la insistencia en el uso del español en casa, las costumbres católicas desde los bautizos hasta los funerales con su particular apego a las formas y ritos, esos vehículos adornados que parecen carrozas de carnaval, son algunos de los aspectos más visibles de ciertos segmentos de la población hispana en USA.

Sólo hay que deambular un rato por las calles donde las comunidades latinas son mayoría como en Los Angeles, Phoenix o New York, para darnos cuenta que hay otro aire, olores y sonidos, algunas son difíciles de asimilar por los gringos y otras comunidades, hay quienes lo consideran ofensivo y de mal gusto, todavía otros las rechazan como si fueran grandes campamentos de “invasiones foráneas”.

Afortunadamente eso está cambiando, entre otras cosas porque la clase media latina está en pleno crecimiento, con una clase afluente y empresarial que ya está enseñando su músculo financiero, 2,3 millones de hispanos son empresarios, los latinos tienen hoy una presencia mucho más notoria en las universidades y en la academia, su nivel educativo está creciendo de manera acelerada, están siendo mucho más activos políticamente, al punto que en algunos estados de la Unión los latinos representan el 30% del padrón electoral, y votan, las comunidades se están organizando y ya se nota una cierta sofisticación y elegancia en algunas expresiones de la cultura latina compitiendo incluso con lo más avant garde de esa poliforme cultura global, en artes plásticas, música, comunicaciones, moda, gastronomía, ciencia, tecnologías…

De acuerdo al Censo de 2017 realizado por la American Community Survey, los hispanos en Norteamérica ganaron 1 trillón de dólares de lo cual pagaron 250 billones de dólares en impuestos, su presencia es vital en los sectores agrícola, servicios de salud y construcción, su participación en instituciones como las Fuerzas Armadas y los órganos policiales ven en aumento.

Y los latinos tienen una ventaja estratégica por sobre las otras minoría, les gusta mezclarse, hay mestizaje, y en este intercambio genético están resultando unos fenotipos de personas muy bien proporcionadas, bellas, de facciones más finas y por sobre todo, más saludables.

Cuando hablo de los latinos me refiero a los mexicanos, puertorriqueños, centroamericanos, caribeños, suramericanos (incluyendo a los brasileños), españoles y meto hasta a los filipinos, contamos con un pool genético muy rico y de acuerdo a investigaciones del genoma humano, contribuimos en todo lo que he resaltado, buen cuerpo (excelente sistema inmunológico), buena mente y mejor disposición, de modo que, efectivamente, los latinos en los EEUU están cambiando y mejorando.

Cuando les llegue el momento a los blancos protestantes, los anglos, los red neck, que deban  escoger con quien compartir futuro, los latinos somos los que estamos más cercanos a ellos tanto en genética como en cultura, esto es una realidad que ha sido aceptada a los niveles más alto de la sociedad norteamericana, la familia Bush tiene vástagos de origen latino, el presidente Reagan, Truman y Kennedy tenían sus afectos hacia los latinos que manifestaban de distintas maneras, siempre en positivo, Trump tiene su corazoncito para los latinos (a pesar del muro), en especial para nuestra sufrida Venezuela.

Por supuesto, existen temores, leyendas, prejuicios hacia los latinos siendo el más notable el del excelente politólogo e investigador Samuel P. Huntington, uno de mis escritores favoritos en el tema de relaciones internacionales, precisamente por su ascendiente en el mundo académico y político de los EEUU, su opinión impactó negativamente en las relaciones políticas a lo interno de la nación, lamentablemente Huntington se dejó llevar por ciertas paranoias infundadas sobre los latinos y sobre lo que él llamaba “la esencia norteamericana” que escogió, entre muchas, a los protestantes anglosajones, que aunque muy importantes en la historia de ese país, ni eran la mayoría ni los únicos que contribuyeron al desarrollo de esta potencia mundial.

De hecho, creo que Huntington al final de su vida había cambiado de parecer desde que escribió El Reto Hispano, donde explicaba porque los latinos éramos una amenaza para el proyecto cultural norteamericano y que pretendían escindir el país en dos; según las proyecciones de población para el año 2050 un cuarto de la población de los EEUU será de origen hispano, se convertirá en el país donde más se habla el español en el mundo, sin detrimento de la popularidad del inglés, ya un idioma universal.

Para el 2017 había 59 millones de ciudadanos hispanos en USA, el 39% nacidos en esa nación, el otro 18% son inmigrantes, lo que los hace el grupo étnico más grande luego de los blancos para representar el 18% de la población total.

Tampoco estos blancos fundamentalistas no podían borrar de la historia las raíces indígenas mesoamericanas y la cultura hispana en EEUU, sobre todo en el suroeste, una cuarta parte del territorio norteamericano fue botín de guerra o expropiado a sus dueños originales, que según la historia eran México, España y en el caso de Florida y por un juego de bandas, a Venezuela (hemos elaborado sobre este episodio en otro artículo que pueden leer en este blog); el profesor Huntington se había dado cuenta de lo que les digo, el futuro de los EEUU tenía un fuerte sabor hispano y para evitarlo había que hacer una locura muy al estilo de lo que Hitler hizo con los judíos en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.

 

Unos trazos rápidos del hombre

 

Tengo la impresión de que Trump, un magnífico ejemplar de la raza blanca anglosajona y protestante, sabe que inevitablemente somos los latinos sus socios más cercanos y una parte importante de su legado para la sobrevivencia de su grupo racial, que por diversas circunstancias se hace cada vez más pequeño y poderoso, necesita de asociarse con algunos de los grupos étnicos para prevalecer, y de todos, los latinos son la raza adecuada.

En primer lugar formamos desde la prehistoria del continente, somos parte fundamental de sus bases étnicas y culturales, segundo el continente Americano, en su gran mayoría está poblado por latinos; los blancos anglosajones y protestantes han tratado de mantenerse aparte, funcionando como una isla en medio de etnias que han considerado inferiores por mucho tiempo y que ya no es posible ignorar, entre otras cosas porque los latinos y los WASP se están apareando como si no hubiera mañana, hay algo que nos atrae de manera irresistible.

Tengo la impresión que Trump se dio cuenta que discriminar a los latinos no lleva a ningún lado, que lo mejor es tenerlos de su lado, y ya que hay tanta reproducción cruzada e intereses, quiere poner orden entre nuestra gente, mejorar las condiciones de nuestra relación, acelerar la integración, creo que se ha dado cuenta que la pureza racial lleva a la degeneración genética y a la desaparición del grupo dominante por agotamiento, es por ello que trata de limitar de alguna manera el flujo migratorio que nuestros nexos familiares arrastran, quiere acelerar el proceso de inmersión cultural y el predominio de los valores auténticamente norteamericanos con los que ya tiene aquí.

Nos conoce muy bien, ya lo he dicho, ha trabajado de cerca con nosotros, ha sido patrón, socio y amigo de muchos latinos, y ahora como presidente de los EEUU ha tenido el interés de corregir ciertos entuertos con Latinoamérica, desde lo más esencial como serían los aspectos de seguridad y diplomacia, como los más mundanos como el comercio y las relaciones culturales.

En el caso de Venezuela, por el que ha demostrado aprecio e interés especial ya que en su entorno han girado varios venezolanos con los que ha hecho amistad y sostenido relaciones de trabajo, esto a pesar de las pésimas relaciones que ha sostenido con el chavismo-madurismo, principalmente porque han tratado de tomarle el pelo, cosa que no tolera de nadie, y a pesar de que su estilo ha sido lento e incomprensible para mi gusto, ha logrado avances importantes, de hecho, ha sido el único poder en tomar la riendas de tan difícil caso y maniobrar exitosamente en contra del chavismo sin necesidad del uso de la fuerza.

Su interés por el estado de La Florida no es por simple gusto al clima tropical, Trump ha hecho grandes inversiones en medio de la comunidad hispanoamericana en La Florida porque se siente a gusto entre el ambiente latino, es donde se relaja y juega golf, recibe amigos y comparte con sus compañeros de partido para alejarse de las presiones que significan sus altas responsabilidades.

Tengo un retrato hablado del presidente Trump que he elaborado de las distintas lecturas que he hecho de su vida y obra, no pretendo decir que lo conozco, nunca nos hemos visto, espero en algún momento conocerlo, pero es una aproximación que quiero compartir con ustedes y es parte de las razones para decir que es el hombre para el próximo gobierno en Washington.

Trump es un empresario exitoso en uno de los ramos más competitivos en los EEUU como son los bienes raíces, la industria del entretenimiento, de las comunicaciones y la hotelería, para llegar a donde él llegó fue necesario aprender los secretos del sistema capitalista, de las altas finanzas, de las relaciones con los bancos, con los gobiernos locales de las principales ciudades y gobernaciones de ese país, para sus enemigos y competidores es un empresario de cuidado, capaz de crear espejismos en el desierto y de ocultar una montaña de oro distrayendo la atención con la otra mano, es un conocedor a fondo de la naturaleza humana, sus allegados dicen que puede oler en el aire las debilidades y fortalezas de sus oponentes, y cuando va de cacería es despiadado.

Lo bueno es que es un empresario, le gusta hacer negocios, construir, multiplicar valores, crear riqueza donde no la había, que para estos momentos de crisis globalizada y recesión mundial es una habilidad crítica y necesaria para enfrentar las incertidumbres que vienen.

 

Los socialistas dicen que lo ha hecho muy mal.

 

Estamos iniciando una década bien difícil, en modo de pandemia, que por cierto, todas esas críticas que le han hecho sobre la manera como ha manejado la situación son simples bobadas, algo tan sorpresivo, letal y contagioso como el COVID19, ha sido un aprendizaje a martillazos, Trump al igual que todos los demás jefes de estado, están escribiendo el manual operativo sobre la marcha, es una situación y un virus que no se parece a otro, lo que se está haciendo es experimento y error, el que alegue que lo hubiera podido hacer mejor que Trump es un mentiroso, ahora se pueden decir algunas cosas sobre la experiencia vivida, enfrentar esta peste ha sido todo un aprendizaje y ha tenido su costo, y para un país tan enorme como USA el costo ha sido proporcional.

Sólo imaginen si en medio de esta peste hay un cambio de gobierno, y gana Baiden y el partido demócrata, el tiempo útil que se va a perder simplemente tomando los mandos del país y luego la curva de aprendizaje que va a necesitar la nueva administración para ponerse al día en los asuntos más urgentes, va a ser cuesta arriba, pero no sólo eso, inevitablemente se va a sentir un cambio duro y doloroso tanto en dirección como en política, el país va a ser sometido a una peligrosa maniobra de cambio de rumbo en medio de una tormenta perfecta, con Rusia y China enseñando los dientes, con los problemas en Latinoamérica sin resolver, con un Medio Oriente entrando en una nueva fase política, con las iniciativas de paz con Israel sumamente delicada, pero de grandes perspectivas, y en un momento candente, cuando el socialismo está atrapado y es capaz de cualquier locura.

El programa económico de Baiden es un verdadero retroceso en términos de creación de riqueza, no sólo eso, su paquete de cargas impositivas es enorme para poder financiar los gastos sociales en los que quiere incurrir, entre ellos revivir el Obamacare para asegurar que todos tengan cobertura de salud, no es malo, solo que imposible de lograr por los costos tan grandes que implica, igual sucede con su agenda ambiental, necesitaría un presupuesto paralelo para poder realizar las metas que se ha propuesto, únicamente en el cambio de patrón energético implicaría rehacer en su totalidad la economía y la forma del vida de los norteamericanos y del mundo.

Cuando Baiden habla de invertir 1.3 trillones de dólares en infraestructura en los próximos 10 años no nos dice el patrón que tiene en mente, las principales vías y medios de transportes del país dependen de los hidrocarburos para movilizarlos ¿Está hablando de invertir esos dineros en infraestructura para tecnologías todavía en etapa experimental? Igual sucede con la condonación de la deuda por estudios universitarios, excelente idea pero demasiado costosa, una promesa tentadora para muchos pero irrealizable, como son todas las ofertas socialistas.

Pero el peor escenario es el del cambio ideológico, de un capitalismo nacionalista y de alta tecnología se va a retroceder a uno en función social, ecologista y globalizado de nuevo, es decir permitiendo a otras economías liderar áreas de producción, ofreciendo mejores condiciones, beneficios y mano de obra barata, todo de manera artificial y compitiendo de manera desleal, esto con ese sentido socialista de la tolerancia y la inclusión.

El presidente Trump ha logrado en poco tiempo poner en marcha la maquina nacional productiva a full velocidad, lo que ha permitido mejorar los sueldos y salarios principalmente de sectores muy deprimidos, donde hacen vida los afroamericanos, los latinos y otras minorías, no ha abandonado a los medianos y pequeños negocios en esta pandemia y les ha ofrecido préstamos y subvenciones para poder sobrellevar la crisis, tan pronto las condiciones de la cuarentena mejoren, el país estará listo para retomar su nivel de producción y competitividad, con los demócratas eso está en dudas, ya hay planes para cambiar los escenarios industriales, energéticos y agrícola, y no son buenas noticias.

Si cambia el gobierno hay cambio de reglas y de ideología, ya la competencia y la productividad no serán importantes, pero los demócratas van a tratar de convivir y participar en unos arreglos “globalizados” que significan permitir que otros países, especialmente los que han sido tradicionalmente enemigos de los EEUU, se apoyen en el mercado norteamericano para la venta de productos foráneos y para volver a mover la infraestructura y el know how de los EEUU a tierras extrañas, a cambio por mejores relaciones, premios Nobeles y primeras páginas en la prensa mundial.

 

Conclusiones

 

Hay una obra en proceso, caótica, planetaria, política, económica, de cientos de miles de instituciones tratando de sobrevivir bajo nuevas reglas, de millones de personas con tapabocas, unas angustiadas, otras irremediablemente enfermas, esperando el milagro de una vacuna, encerradas en sus cuartos esperando el vaivén de la marea: hoy salimos y si vemos a alguien nos saludamos tocándonos con los codos, compramos lo que haya con lo que tenemos, muchos sin trabajo, leyendo las noticias, asistiendo con avatares a las redes sociales para enterarnos de quienes fueron contagiados, donde hay un nuevo repunte, donde han controlado la epidemia.

Y en medio de ese mudo fragor, hay despachos de abogados, partidos políticos, familias poderosas dueñas de medios, gobiernos y organizaciones internacionales llevando a cabo ciertos planes de asistencia humanitaria, de inversiones millonarias en nuevas empresas digitales, de robótica, de viajes espaciales, de farmacéuticas experimentando con el virus chino, de restaurantes , casinos y navieras que se venden a precios de gallina flaca, y en medio de ese marasmos, unas elecciones, la posibilidad de cambiar de gobierno, de rumbo hacia lo desconocido.

Trump es un jugador de apuestas fuertes, no se queda a medias ni le rehúye a los retos, es un tiburón sin ser un militarista, cuando tiene hambre pone a temblar a toda la cadena alimenticia porque tiene con qué responder y de manera contundente, y si lo buscan, lo encuentran, los gobiernos de Irán, Cuba y Venezuela lo han sufrido en carne propia, Corea del Norte no se atreve a dar un paso en falso, y las fuerzas terroristas no han vuelto por sus fueros, entre otras cosas por la supervigilancia que les tiene.

Hay personas que le temen a Trump por considerarlo demasiado independiente y fuerte, se ha convertido en un poder que se impone, y darle más tiempo en la presidencia significaría la consolidación de ese poder, no se pasean por la idea de que la institucionalidad en los EEUU funciona, el Congreso es efectivo y tienen maneras de controlar desafueros, los tribunales y las cortes pueden corregir los errores y castigar culpables, la fiscalía y la contraloría, los órganos de investigación oficiales funcionan, y tienen su propia autonomía y ámbitos de acción, la prensa está atenta y ha demostrado que en manos de los socialistas pueden hacer mucho daño, la opinión pública en general tiene un olfato altamente desarrollado para oler las malas intenciones, y créanlo o no, Trump es un demócrata y está convencido que actúa en interés de toda la nación, mayoría y minorías, blancos y negros, latinos o asiáticos, eslavos o árabes, él más que nadie sabe, que el alma nacional la conforman millones de individuos de múltiples orígenes viviendo bajo una misma ley y contribuyendo con el orden general, porque sólo en un mundo en paz son posibles las innovaciones, los emprendimientos y los grandes negocios.

Trump no sólo es un sobreviviente nato en un ambiente de competencia a muerte, es un triunfador, así denigren de sus éxitos y de sus maniobras para obtenerlo, pero allí está, en el peor momento posible tenemos alguien que tiene no solo instintos sino un sentido de misión, que es la de todos, incluso para nosotros los venezolanos arruinados y maltratados, y eso es: vivir de la mejor manera posible, civilizadamente, siendo productivos y en paz.

Trump será de nuevo presidente, y eso le conviene a todo el mundo, incluso a Baiden y a los socialistas norteamericanos.

Por los momentos los ánimos electorales están caldeados, los socialistas nerviosos por un nuevo fracaso electoral se muestran violentos e irascibles, se suma a esto el malestar creado por el fallecimiento de la magistrada de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg a quien le reconozco su lucha por los derechos civiles y por la igualdad de las minorías ante la justicia, pero ya de avanzada edad se negó a renunciar a su alta magistratura cuando los mismos demócratas se lo pidieron, mientras el presidente Obama era presidente, y podía nombrar para el cargo  un remplazo que les asegurara influencia en la corte.

Baiden jura y perjura que Florida es suya, pero basta sacar las cuentas y todo hispano con dos dedos de frente se dará cuenta que en plena crisis de la pandemia, con tantos empleos perdidos y negocios cerrados, el menú socialistas sería desastroso para su sobrevivencia, yo les propongo a los votantes de la izquierda norteamericana lo siguiente, voten en estas elecciones por Trump, que es el único que les garantiza trabajo y emprendimientos, dejemos que su gobierno se encargue de sacarlos de esta larguísima cuarentena, que recupere el país y ponga de nuevo en marcha la economía de los EEUU, y en las elecciones que vengan, ya con dinero suficiente en las arcas, voten por los socialistas para que lo gasten en programas sociales y atender la burocracia enorme que deberá generar para atenderlos, porque si le dan el gobierno a Baiden y a Obama en estas condiciones, les auguro un estrepitoso fracaso.     -     saulgodoy@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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