En medio de la reñida contienda electoral de los EEUU, y
a pocas semanas de que se produzcan las elecciones, quiero darles mi punto de
vista y razones por la que creo que Donald Trump es el hombre más capaz para
conducir los destinos de ese gran país, y porqué para todos los
hispanoamericanos de origen, nacidos en ese territorio de sueños y futuro, es
la elección que más conviene para el país más poderoso del planeta.
De todas las minorías étnicas que hacen vida en ese
inmenso caldero de razas y cultura, los latinos son, sin duda alguna, los que
mejor se han integrado al American Way of Life, esto, con sus bemoles, es
cierto que todavía existen ciertas “resistencias”, lagunas culturales,
costumbres muy arraigadas que todavía contrastan en medio de la Norteamérica
profunda.
Esas fiestas en los frentes de las casas, la ropa
colgando en los jardines y ventanas, la música a todo volumen, la informalidad
en el vestir y en el trato, la insistencia en el uso del español en casa, las
costumbres católicas desde los bautizos hasta los funerales con su particular
apego a las formas y ritos, esos vehículos adornados que parecen carrozas de
carnaval, son algunos de los aspectos más visibles de ciertos segmentos de la
población hispana en USA.
Sólo hay que deambular un rato por las calles donde las
comunidades latinas son mayoría como en Los Angeles, Phoenix o New York, para
darnos cuenta que hay otro aire, olores y sonidos, algunas son difíciles de asimilar
por los gringos y otras comunidades, hay quienes lo consideran ofensivo y de
mal gusto, todavía otros las rechazan como si fueran grandes campamentos de “invasiones
foráneas”.
Afortunadamente eso está cambiando, entre otras cosas
porque la clase media latina está en pleno crecimiento, con una clase afluente
y empresarial que ya está enseñando su músculo financiero, 2,3 millones de
hispanos son empresarios, los latinos tienen hoy una presencia mucho más
notoria en las universidades y en la academia, su nivel educativo está
creciendo de manera acelerada, están siendo mucho más activos políticamente, al
punto que en algunos estados de la Unión los latinos representan el 30% del
padrón electoral, y votan, las comunidades se están organizando y ya se nota una
cierta sofisticación y elegancia en algunas expresiones de la cultura latina
compitiendo incluso con lo más avant
garde de esa poliforme cultura global, en artes plásticas, música,
comunicaciones, moda, gastronomía, ciencia, tecnologías…
De acuerdo al Censo de 2017 realizado por la American Community Survey, los hispanos
en Norteamérica ganaron 1 trillón de dólares de lo cual pagaron 250 billones de
dólares en impuestos, su presencia es vital en los sectores agrícola, servicios
de salud y construcción, su participación en instituciones como las Fuerzas
Armadas y los órganos policiales ven en aumento.
Y los latinos tienen una ventaja estratégica por sobre
las otras minoría, les gusta mezclarse, hay mestizaje, y en este intercambio
genético están resultando unos fenotipos de personas muy bien proporcionadas,
bellas, de facciones más finas y por sobre todo, más saludables.
Cuando hablo de los latinos me refiero a los mexicanos,
puertorriqueños, centroamericanos, caribeños, suramericanos (incluyendo a los
brasileños), españoles y meto hasta a los filipinos, contamos con un pool
genético muy rico y de acuerdo a investigaciones del genoma humano,
contribuimos en todo lo que he resaltado, buen cuerpo (excelente sistema
inmunológico), buena mente y mejor disposición, de modo que, efectivamente, los
latinos en los EEUU están cambiando y mejorando.
Cuando les llegue el momento a los blancos protestantes,
los anglos, los red neck, que deban escoger con quien compartir futuro, los
latinos somos los que estamos más cercanos a ellos tanto en genética como en
cultura, esto es una realidad que ha sido aceptada a los niveles más alto de la
sociedad norteamericana, la familia Bush tiene vástagos de origen latino, el
presidente Reagan, Truman y Kennedy tenían sus afectos hacia los latinos que
manifestaban de distintas maneras, siempre en positivo, Trump tiene su
corazoncito para los latinos (a pesar del muro), en especial para nuestra
sufrida Venezuela.
Por supuesto, existen temores, leyendas, prejuicios hacia
los latinos siendo el más notable el del excelente politólogo e investigador
Samuel P. Huntington, uno de mis escritores favoritos en el tema de relaciones
internacionales, precisamente por su ascendiente en el mundo académico y
político de los EEUU, su opinión impactó negativamente en las relaciones
políticas a lo interno de la nación, lamentablemente Huntington se dejó llevar
por ciertas paranoias infundadas sobre los latinos y sobre lo que él llamaba
“la esencia norteamericana” que escogió, entre muchas, a los protestantes
anglosajones, que aunque muy importantes en la historia de ese país, ni eran la
mayoría ni los únicos que contribuyeron al desarrollo de esta potencia mundial.
De hecho, creo que Huntington al final de su vida había
cambiado de parecer desde que escribió El
Reto Hispano, donde explicaba porque los latinos éramos una amenaza para el
proyecto cultural norteamericano y que pretendían escindir el país en dos; según
las proyecciones de población para el año 2050 un cuarto de la población de los
EEUU será de origen hispano, se convertirá en el país donde más se habla el
español en el mundo, sin detrimento de la popularidad del inglés, ya un idioma
universal.
Para el 2017 había 59 millones de ciudadanos hispanos en
USA, el 39% nacidos en esa nación, el otro 18% son inmigrantes, lo que los hace
el grupo étnico más grande luego de los blancos para representar el 18% de la
población total.
Tampoco estos blancos fundamentalistas no podían borrar
de la historia las raíces indígenas mesoamericanas y la cultura hispana en EEUU,
sobre todo en el suroeste, una cuarta parte del territorio norteamericano fue
botín de guerra o expropiado a sus dueños originales, que según la historia
eran México, España y en el caso de Florida y por un juego de bandas, a
Venezuela (hemos elaborado sobre este episodio en otro artículo que pueden leer
en este blog); el profesor Huntington se había dado cuenta de lo que les digo,
el futuro de los EEUU tenía un fuerte sabor hispano y para evitarlo había que
hacer una locura muy al estilo de lo que Hitler hizo con los judíos en Alemania
durante la Segunda Guerra Mundial.
Unos trazos
rápidos del hombre
Tengo la impresión de que Trump, un magnífico ejemplar de
la raza blanca anglosajona y protestante, sabe que inevitablemente somos los
latinos sus socios más cercanos y una parte importante de su legado para la
sobrevivencia de su grupo racial, que por diversas circunstancias se hace cada
vez más pequeño y poderoso, necesita de asociarse con algunos de los grupos
étnicos para prevalecer, y de todos, los latinos son la raza adecuada.
En primer lugar formamos desde la prehistoria del
continente, somos parte fundamental de sus bases étnicas y culturales, segundo
el continente Americano, en su gran mayoría está poblado por latinos; los
blancos anglosajones y protestantes han tratado de mantenerse aparte,
funcionando como una isla en medio de etnias que han considerado inferiores por
mucho tiempo y que ya no es posible ignorar, entre otras cosas porque los
latinos y los WASP se están apareando como si no hubiera mañana, hay algo que
nos atrae de manera irresistible.
Tengo la impresión que Trump se dio cuenta que
discriminar a los latinos no lleva a ningún lado, que lo mejor es tenerlos de
su lado, y ya que hay tanta reproducción cruzada e intereses, quiere poner
orden entre nuestra gente, mejorar las condiciones de nuestra relación,
acelerar la integración, creo que se ha dado cuenta que la pureza racial lleva
a la degeneración genética y a la desaparición del grupo dominante por
agotamiento, es por ello que trata de limitar de alguna manera el flujo
migratorio que nuestros nexos familiares arrastran, quiere acelerar el proceso
de inmersión cultural y el predominio de los valores auténticamente
norteamericanos con los que ya tiene aquí.
Nos conoce muy bien, ya lo he dicho, ha trabajado de
cerca con nosotros, ha sido patrón, socio y amigo de muchos latinos, y ahora
como presidente de los EEUU ha tenido el interés de corregir ciertos entuertos
con Latinoamérica, desde lo más esencial como serían los aspectos de seguridad
y diplomacia, como los más mundanos como el comercio y las relaciones
culturales.
En el caso de Venezuela, por el que ha demostrado aprecio
e interés especial ya que en su entorno han girado varios venezolanos con los
que ha hecho amistad y sostenido relaciones de trabajo, esto a pesar de las
pésimas relaciones que ha sostenido con el chavismo-madurismo, principalmente
porque han tratado de tomarle el pelo, cosa que no tolera de nadie, y a pesar
de que su estilo ha sido lento e incomprensible para mi gusto, ha logrado
avances importantes, de hecho, ha sido el único poder en tomar la riendas de
tan difícil caso y maniobrar exitosamente en contra del chavismo sin necesidad
del uso de la fuerza.
Su interés por el estado de La Florida no es por simple
gusto al clima tropical, Trump ha hecho grandes inversiones en medio de la
comunidad hispanoamericana en La Florida porque se siente a gusto entre el
ambiente latino, es donde se relaja y juega golf, recibe amigos y comparte con
sus compañeros de partido para alejarse de las presiones que significan sus
altas responsabilidades.
Tengo un retrato hablado del presidente Trump que he
elaborado de las distintas lecturas que he hecho de su vida y obra, no pretendo
decir que lo conozco, nunca nos hemos visto, espero en algún momento conocerlo,
pero es una aproximación que quiero compartir con ustedes y es parte de las
razones para decir que es el hombre para el próximo gobierno en Washington.
Trump es un empresario exitoso en uno de los ramos más
competitivos en los EEUU como son los bienes raíces, la industria del
entretenimiento, de las comunicaciones y la hotelería, para llegar a donde él
llegó fue necesario aprender los secretos del sistema capitalista, de las altas
finanzas, de las relaciones con los bancos, con los gobiernos locales de las
principales ciudades y gobernaciones de ese país, para sus enemigos y
competidores es un empresario de cuidado, capaz de crear espejismos en el
desierto y de ocultar una montaña de oro distrayendo la atención con la otra
mano, es un conocedor a fondo de la naturaleza humana, sus allegados dicen que
puede oler en el aire las debilidades y fortalezas de sus oponentes, y cuando
va de cacería es despiadado.
Lo bueno es que es un empresario, le gusta hacer
negocios, construir, multiplicar valores, crear riqueza donde no la había, que
para estos momentos de crisis globalizada y recesión mundial es una habilidad
crítica y necesaria para enfrentar las incertidumbres que vienen.
Los socialistas
dicen que lo ha hecho muy mal.
Estamos iniciando una década bien difícil, en modo de
pandemia, que por cierto, todas esas críticas que le han hecho sobre la manera
como ha manejado la situación son simples bobadas, algo tan sorpresivo, letal y
contagioso como el COVID19, ha sido un aprendizaje a martillazos, Trump al
igual que todos los demás jefes de estado, están escribiendo el manual
operativo sobre la marcha, es una situación y un virus que no se parece a otro,
lo que se está haciendo es experimento y error, el que alegue que lo hubiera
podido hacer mejor que Trump es un mentiroso, ahora se pueden decir algunas
cosas sobre la experiencia vivida, enfrentar esta peste ha sido todo un
aprendizaje y ha tenido su costo, y para un país tan enorme como USA el costo
ha sido proporcional.
Sólo imaginen si en medio de esta peste hay un cambio de
gobierno, y gana Baiden y el partido demócrata, el tiempo útil que se va a
perder simplemente tomando los mandos del país y luego la curva de aprendizaje
que va a necesitar la nueva administración para ponerse al día en los asuntos
más urgentes, va a ser cuesta arriba, pero no sólo eso, inevitablemente se va a
sentir un cambio duro y doloroso tanto en dirección como en política, el país
va a ser sometido a una peligrosa maniobra de cambio de rumbo en medio de una
tormenta perfecta, con Rusia y China enseñando los dientes, con los problemas
en Latinoamérica sin resolver, con un Medio Oriente entrando en una nueva fase
política, con las iniciativas de paz con Israel sumamente delicada, pero de
grandes perspectivas, y en un momento candente, cuando el socialismo está
atrapado y es capaz de cualquier locura.
El programa económico de Baiden es un verdadero retroceso
en términos de creación de riqueza, no sólo eso, su paquete de cargas
impositivas es enorme para poder financiar los gastos sociales en los que
quiere incurrir, entre ellos revivir el Obamacare para asegurar que todos
tengan cobertura de salud, no es malo, solo que imposible de lograr por los
costos tan grandes que implica, igual sucede con su agenda ambiental,
necesitaría un presupuesto paralelo para poder realizar las metas que se ha
propuesto, únicamente en el cambio de patrón energético implicaría rehacer en
su totalidad la economía y la forma del vida de los norteamericanos y del mundo.
Cuando Baiden habla de invertir 1.3 trillones de dólares
en infraestructura en los próximos 10 años no nos dice el patrón que tiene en
mente, las principales vías y medios de transportes del país dependen de los
hidrocarburos para movilizarlos ¿Está hablando de invertir esos dineros en
infraestructura para tecnologías todavía en etapa experimental? Igual sucede
con la condonación de la deuda por estudios universitarios, excelente idea pero
demasiado costosa, una promesa tentadora para muchos pero irrealizable, como
son todas las ofertas socialistas.
Pero el peor escenario es el del cambio ideológico, de un
capitalismo nacionalista y de alta tecnología se va a retroceder a uno en
función social, ecologista y globalizado de nuevo, es decir permitiendo a otras
economías liderar áreas de producción, ofreciendo mejores condiciones,
beneficios y mano de obra barata, todo de manera artificial y compitiendo de
manera desleal, esto con ese sentido socialista de la tolerancia y la
inclusión.
El presidente Trump ha logrado en poco tiempo poner en
marcha la maquina nacional productiva a full velocidad, lo que ha permitido
mejorar los sueldos y salarios principalmente de sectores muy deprimidos, donde
hacen vida los afroamericanos, los latinos y otras minorías, no ha abandonado a
los medianos y pequeños negocios en esta pandemia y les ha ofrecido préstamos y
subvenciones para poder sobrellevar la crisis, tan pronto las condiciones de la
cuarentena mejoren, el país estará listo para retomar su nivel de producción y
competitividad, con los demócratas eso está en dudas, ya hay planes para
cambiar los escenarios industriales, energéticos y agrícola, y no son buenas noticias.
Si cambia el gobierno hay cambio de reglas y de
ideología, ya la competencia y la productividad no serán importantes, pero los
demócratas van a tratar de convivir y participar en unos arreglos
“globalizados” que significan permitir que otros países, especialmente los que
han sido tradicionalmente enemigos de los EEUU, se apoyen en el mercado
norteamericano para la venta de productos foráneos y para volver a mover la
infraestructura y el know how de los
EEUU a tierras extrañas, a cambio por mejores relaciones, premios Nobeles y
primeras páginas en la prensa mundial.
Conclusiones
Hay una obra en proceso, caótica, planetaria, política,
económica, de cientos de miles de instituciones tratando de sobrevivir bajo
nuevas reglas, de millones de personas con tapabocas, unas angustiadas, otras
irremediablemente enfermas, esperando el milagro de una vacuna, encerradas en
sus cuartos esperando el vaivén de la marea: hoy salimos y si vemos a alguien
nos saludamos tocándonos con los codos, compramos lo que haya con lo que
tenemos, muchos sin trabajo, leyendo las noticias, asistiendo con avatares a
las redes sociales para enterarnos de quienes fueron contagiados, donde hay un
nuevo repunte, donde han controlado la epidemia.
Y en medio de ese mudo fragor, hay despachos de abogados,
partidos políticos, familias poderosas dueñas de medios, gobiernos y
organizaciones internacionales llevando a cabo ciertos planes de asistencia
humanitaria, de inversiones millonarias en nuevas empresas digitales, de
robótica, de viajes espaciales, de farmacéuticas experimentando con el virus
chino, de restaurantes , casinos y navieras que se venden a precios de gallina
flaca, y en medio de ese marasmos, unas elecciones, la posibilidad de cambiar
de gobierno, de rumbo hacia lo desconocido.
Trump es un jugador de apuestas fuertes, no se queda a
medias ni le rehúye a los retos, es un tiburón sin ser un militarista, cuando
tiene hambre pone a temblar a toda la cadena alimenticia porque tiene con qué
responder y de manera contundente, y si lo buscan, lo encuentran, los gobiernos
de Irán, Cuba y Venezuela lo han sufrido en carne propia, Corea del Norte no se
atreve a dar un paso en falso, y las fuerzas terroristas no han vuelto por sus
fueros, entre otras cosas por la supervigilancia que les tiene.
Hay personas que le temen a Trump por considerarlo
demasiado independiente y fuerte, se ha convertido en un poder que se impone, y
darle más tiempo en la presidencia significaría la consolidación de ese poder,
no se pasean por la idea de que la institucionalidad en los EEUU funciona, el
Congreso es efectivo y tienen maneras de controlar desafueros, los tribunales y
las cortes pueden corregir los errores y castigar culpables, la fiscalía y la
contraloría, los órganos de investigación oficiales funcionan, y tienen su
propia autonomía y ámbitos de acción, la prensa está atenta y ha demostrado que
en manos de los socialistas pueden hacer mucho daño, la opinión pública en
general tiene un olfato altamente desarrollado para oler las malas intenciones,
y créanlo o no, Trump es un demócrata y está convencido que actúa en interés de
toda la nación, mayoría y minorías, blancos y negros, latinos o asiáticos,
eslavos o árabes, él más que nadie sabe, que el alma nacional la conforman
millones de individuos de múltiples orígenes viviendo bajo una misma ley y
contribuyendo con el orden general, porque sólo en un mundo en paz son posibles
las innovaciones, los emprendimientos y los grandes negocios.
Trump no sólo es un sobreviviente nato en un ambiente de
competencia a muerte, es un triunfador, así denigren de sus éxitos y de sus
maniobras para obtenerlo, pero allí está, en el peor momento posible tenemos
alguien que tiene no solo instintos sino un sentido de misión, que es la de
todos, incluso para nosotros los venezolanos arruinados y maltratados, y eso
es: vivir de la mejor manera posible, civilizadamente, siendo productivos y en
paz.
Trump será de nuevo presidente, y eso le conviene a todo
el mundo, incluso a Baiden y a los socialistas norteamericanos.
Por los momentos los ánimos electorales están caldeados,
los socialistas nerviosos por un nuevo fracaso electoral se muestran violentos
e irascibles, se suma a esto el malestar creado por el fallecimiento de la
magistrada de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg a quien le reconozco su
lucha por los derechos civiles y por la igualdad de las minorías ante la
justicia, pero ya de avanzada edad se negó a renunciar a su alta magistratura
cuando los mismos demócratas se lo pidieron, mientras el presidente Obama era
presidente, y podía nombrar para el cargo
un remplazo que les asegurara influencia en la corte.
Baiden jura y perjura que Florida es suya, pero basta
sacar las cuentas y todo hispano con dos dedos de frente se dará cuenta que en
plena crisis de la pandemia, con tantos empleos perdidos y negocios cerrados,
el menú socialistas sería desastroso para su sobrevivencia, yo les propongo a
los votantes de la izquierda norteamericana lo siguiente, voten en estas
elecciones por Trump, que es el único que les garantiza trabajo y
emprendimientos, dejemos que su gobierno se encargue de sacarlos de esta
larguísima cuarentena, que recupere el país y ponga de nuevo en marcha la
economía de los EEUU, y en las elecciones que vengan, ya con dinero suficiente
en las arcas, voten por los socialistas para que lo gasten en programas
sociales y atender la burocracia enorme que deberá generar para atenderlos,
porque si le dan el gobierno a Baiden y a Obama en estas condiciones, les
auguro un estrepitoso fracaso. - saulgodoy@gmail.com
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