Voluntad Popular es uno de los partidos fundamentales de la llamada oposición colaboracionista, o G4; pertenece al bloque de los partidos socialistas y juega, para estos momentos, un papel estelar en la política venezolana ya que tiene a dos de las fichas más importantes y visibles del tablero, como lo son Leopoldo López, su reconocido líder y hombre mediático, quien pagó con prisión por ser la figura más visible en el momento en que lideraba las acciones de calle de la oposición venezolana… si recuerdan, en tiempos cuando la Fiscal General de la República Bolivariana era la Dra. Luisa Ortega, quien procedió en su contra, y Leopoldo fue acusado por diversos delitos contra el orden, la seguridad y la infraestructura del país, por los que fue condenado.
El otro es Juan Guaidó, quien hoy funge como presidente interino de Venezuela, y es la figura de la oposición “light” más importante; su figura ha acaparado todos los apoyos internacionales a favor de un cambio del régimen por vías pacíficas y electorales; jerárquicamente, López es el jefe político de Guaidó y entre ambos hay una estrecha relación, al punto de que en varias ocasiones el caso de Leopoldo López ha ocupado la agenda del presidente interino y éste se ha arriesgado en varias acciones por liberación a favor de Leopoldo; hay quienes opinan que este periodo de transición, Leopoldo ha sido la verdadera cabeza.
Para el momento de nuestro análisis, el régimen de Maduro le había otorgado a Leopoldo el beneficio de casa por cárcel y, luego del infructuoso intento de La Carlota por su liberación y del llamado a la calle que se hizo, el reo de la justicia revolucionaria se asiló en la embajada de España, de la cual escapó hace unos pocos días, burlando los controles policiales del tirano, y llegó a España, donde fue recibido con fanfarrias por el gobierno del socialista presidente Sánchez y donde finalmente pudo reunirse con su familia.
Recordemos también que el padre de Leopoldo López es hoy un parlamentario muy activo y reconocido participante en las filas del bloque socialista español a favor de un cambio político en nuestro país; su figura es la del poder detrás del trono, hizo carrera como empresario petrolero y todavía tiene intereses sobre el negocio energético del país, la familia López tiene aparente lazos de familiaridad con algunos de los llamados “bolichicos”, destacados mafiosos que estafaron al sector energético del país y hoy son huéspedes del gobierno español.
A raíz de su huida y a manera de venganza, el régimen del tirano Maduro ha realizado algunas detenciones y acciones intimidatorias contra el personal diplomático de la embajada de España, varios miembros de la familia de López, destacando la rocambolesca detención y posterior encausamiento en tribunales del periodista Roland Carreño, quien es miembro del partido Voluntad Popular, acusado de terrorista, inculpación que ha causado enorme consternación en el gremio, su carrera se ha desarrollado en el área de la farándula, la escena social, la moda y fue últimamente, cuando le dio por la participación política, se desempeñó como personal de confianza tanto de López como de Guaidó, por lo que la opinión pública cree que se trata de otra víctima propiciatoria del régimen.
¿Qué hay detrás de toda esta puesta en escena? ¿Qué significa este episodio dentro de los sucesos que parecen precipitarse en nuestro país?
Hay un claro movimiento de la izquierda europea por ganarse un lugar en el juego de ajedrez que está a punto de definirse en Venezuela y posiblemente en Latinoamérica, con el triunfo electoral de Trump en las elecciones norteamericanas, el cual se ha visto obligado a favorecer a la figura de Juan Guaidó, ya que no había otra en el paisaje político con el suficiente apoyo, lo cual es explicable debido al secuestro que tiene el G4 de la representación política en la jefatura del parlamento en Venezuela.
Los cuatro principales partidos de la oposición socialista y colaboracionista en Venezuela, que se dicen representantes de la oposición democrática, no quieren perder la ventaja de una mayoría de votos en la Asamblea Nacional, que es el único poder público que ha sido reconocido como legítimo por una buena parte de la comunidad internacional; el G4 se ha distinguido por su monopolio absoluto de los principales cargos políticos, actúan como tapón, que impide el flujo de otras representaciones y voces de nuestro espectro ideológico.
La principal característica del G4 es su disposición de negociar con el chavismo-madurismo, como tesis “realista” para una salida pacífica, y ha tenido extensivos contactos con el gobierno de Maduro, siendo uno de los principales factores en tratar de inhibir las intervenciones de fuerzas internacionales en nuestro país, y de apoyar el levantamiento de las sanciones impuestas al régimen, esta actitud entreguista y cooperadora la excusan como necesaria para una salida democrática, y tal como lo ha expresado Leopoldo a su llegada a España, espera un gobierno de transición con elementos chavistas dentro del mismo.
Y aunque no tienen un apoyo mayoritario entre el electorado, sí disponen de una masa de seguidores que cree en ellos; esto se entiende y es lo conducente cuando no hay otras organizaciones políticas que ofrezcan otras salidas a nuestros problemas, porque Voluntad Popular representa al viejo estilo de hacer política, es un partido de corte clientelista, populista de tendencia socialista, y con una conformación interna de poder al estilo estalinista, tiene amplios contactos con el socialismo europeo y norteamericano, su fundador pertenece a una élite venida a menos, sin mucha imaginación política, excepto la de aprovechar el poder político para hacer fortuna personal, lo que han demostrado con creces en el poco tiempo que tienen operando y manejando fondos públicos.
En el panorama venezolano no se ven fórmulas políticas viables distintas de la ideología socialista, donde medran una serie de partidos muy parecidos entre ellos y que no tienen nada nuevo que ofrecer; en el campo de la derecha no hay propuestas ni candidatos suficientemente sólidos y con arraigo en el electorado, éste es el resultado de más de sesenta años de socialismo en Venezuela… es la ideología imperante convertida en “cartel” y operando como mafias, no como partidos políticos, lo que explica el tremendo fracaso del país.
Hemos estado saltando de un socialismo a otro, siempre con la amenaza de los comunistas radicales agazapados detrás de los inocentes socialistas, los buenos, los que le tienden la cama a “los duros” de la izquierda, que hoy son los dueños del juego político; por eso es que tenemos a Cuba, a Rusia, a China, a los fundamentalismos islámicos, a la guerrilla y al Foro de Sao Paulo y de Puebla, dictando términos en Latinoamérica; se apoderaron de la mitad del continente, sin oposición y ante la complaciente mirada de los socialistas norteamericanos.
Voluntad Popular, Leopoldo López y Juan Guaidó son más de lo mismo, socialistas empalagados por el poder, sostenidos y apoyados por el socialismo internacional y que tienen toda la intención de heredar el poder político en Venezuela para seguir la ruta del socialismo, permitiendo que los EEUU les haga el trabajo sucio de desalojar a las mafias de la izquierda radical, reconociendo en ellos el futuro gobierno de un estado fallido.
El chavismo, que se ha transmutado en Europa en el partido PODEMOS de España, que ahora forma parte del gobierno socialista, con el apoyo de sus camaradas europeos, tampoco quiere perder el control sobre lo que sucede en Latinoamérica y quiere retomar un papel protagónico de los destinos del subcontinente, desplazando a los intereses norteamericanos y asumiendo para ellos, el socialismo internacional, la posición ganadora, para ser designados como los sucesores al reino y tener continuidad sobre el futuro de Hispanoamérica.
Porque eso es lo que quieren las fuerzas de la izquierda, el dominio y control del mundo, la instauración de un Nuevo Orden Mundial, que es la única manera, según ellos, de poder salvar al planeta de su inevitable destrucción, de esta terrible etapa holocena donde las actitudes consumistas y el sistema capitalista nos están llevando al desastre, todo un paquete de propaganda comunista para instaurar un sistema totalitario de igualdad mundial, todos reciben algo de los gobiernos para su subsistencia, bajo estricta vigilancia, instauración de un estado policial, colectivizando a la sociedad para que ser explotada a conveniencia por el gobierno mundial, una élite de comunistas conformados en un partido único que decide la suerte de todos.
Leopoldo López está anotado en ese plan y Juan Guaidó es su escudero fiel, que le sirve para llevarnos a los venezolanos a una eterna repetición del humillante y vergonzoso socialismo, en el cual, lamentablemente, está anotado el Papa Francisco, como uno de sus principales promotores y al que hay que combatir sin tregua, porque se oculta tras la piel de un cordero para devorarnos, este Papa está destruyendo nuestra iglesia católica desde el Vaticano y los verdaderos cristianos no debemos ni podemos permitirlo.
La situación es clara, Venezuela es apenas un engranaje dentro del gran aparato mundial de poder, uno importante pero es sólo una parte, los EEUU con el presidente Trump a la cabeza está haciendo un gran esfuerzo por combatir y erradicar a esa sepa mortal para la democracia y la libertad que es el Socialismo del Siglo XXI, pero no basta sólo con terminarlo, en su lugar deben quedar venezolanos aptos y probos para el proceso de reconstrucción y lamentablemente la mayor parte de nuestro sistema de partidos políticos está podrido, altamente contaminado por la mentalidad socialista, el pacifismo y una supuesta tolerancia suicida.
No se ve en esta camada de políticos la menor intención de levantar al país, sólo la de hacer negocios y medrar de la ayuda humanitaria y de aprovecharse de las posibles inversiones que pudieran venir al país, no tienen ni la voluntad, ni la imaginación, ni el compromiso con las generaciones futuras de venezolanos, solo ven el horizonte inmediato de sus vidas personales, es la misma mentalidad de garimpeiro que ya conocemos del chavismo-madurismo.
Pero contrariamente a esta espuma contaminada, a esta nata mal oliente, la gran mayoría de los venezolanos si tenemos un sueño, si queremos un futuro mejor para nosotros y nuestros hijos, hay unos amplios sectores de nuestra población capacitada y dispuesta al trabajo que viene, preparadas dar y sacrificar todavía mucho más con tal de tener una esperanza real de vida digna y un país estable donde el respeto y el orden sean la regla y no la excepción.
Soy de los que piensa que no deberíamos refundar el sistema de partidos sino aprovechar para introducir avances en nuestra organización social, el sistema de partidos ha probado ser históricamente entidades muy deficientes y permeables a la corrupción y otros intereses que perturban los objetivos de representatividad y administración de los bienes comunes, yo ensayaría con una Corporación Ciudadana, una figura plenamente administrativa sin pretensiones ideológicas cuyo fin sea ordenar la ciudad, el orbe, bien sea municipal, estadal o nacional, pero ese es asunto de otros escrito y momento.
El juego político tiene que cambiar a medida que el liberalismo clásico se impone como fórmula ganadora para el manejo de los gobiernos, si el estado se va a ir reduciendo de tamaño (lo que no significa que deja de ser un estado fuerte), si el sector privado va tomando una mayor participación en el manejo adecuado de los servicios, si el socialismo va siendo descartado como visión del mundo, no hay razón en persistir con la vieja fórmula de los partidos políticos; mientras se permita que el juego ideológico se perpetúe como el factor decisivo en la trama electoral, vamos a tener el problema de la corrupción y la injerencia de carteles ideológicos internacionales.
Todo este panorama ayuda comprender el comprometido juego que está haciendo Leopoldo López con su partido Voluntad Popular, que fue designado, por el socialismo internacional, para liderar la subsistencia del socialismo en Venezuela, favoreciendo los planes de dominio mundial de la izquierda, por lo que recibirá todo el apoyo y el financiamiento posible, para que sea el próximo presidente de Venezuela, y para derrotar los esfuerzos de la democracia norteamericana en su intento por darle libertad y coherencia al continente. - saulgodoy@gmail.com
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