Y como era de esperarse, hicieron trampa; se trata de una
manera muy particular de violar las normas, de hacer una oferta electoral
engañosa, de falsificarla, de prepararla para favorecer sus propios intereses,
e inexplicablemente, de informar al mundo que ellos ganaron de la manera más
justa y equitativa posible, pero lo hacen de una manera tan exagerada e
inverosímil, que ellos mismos caen en la ilusión que crearon para confundir al
mundo, y empiezan a creer en su propio avatar como si se tratara de la
realidad, lo que es una verdadera locura, pues cualquier salida o soluciones
posible para sus problemas los cancelan, hundiéndose más y más en el pantano de
sus mentiras.
Uno de los riesgos en jugar a esta lotería electoral de
la manera como ellos, los socialistas piensan, es que el acto es público y bajo
el escrutinio de mucha gente, se trata de una jugada muy compleja donde hay que
tener control sobre los registros de votantes, si manejan los circuitos electorales
a su antojo, si las autoridades del evento están bajo su nómina, si los medios
de comunicación están alineados con sus intereses, y el software de las
máquinas de votación pueden ser intervenidos para cambiar los resultados en
cualquier momento, mientras más veces repitan el acto de magia, más riesgoso es
que alguien se dé cuenta del montaje.
Y es algo que está sucediendo, demasiados pases de mano, quizás
el cansancio de sus actores, o el aguzamiento de los sentidos del público, un
fraude tan grande y complejo sólo podría resultar si lo hacen pocas veces, pero
tratar de que el público se acostumbre a la misma rutina una y otra vez, hace
que el truco se descubra, deje de ser magia y se convierta en una estafa.
Pero los chavistas son un tipo de personas disminuidas,
echadas a perder, sin capacidad de reflexión, pero fundamentalmente porque no
tienen consciencia ni de sí mismas, ni de las personas que los rodean, y esto
es así porque carecen del sentido de la responsabilidad, como los organismos
más primitivos, como si fueran amebas, existen solo para vivir sus limitadas
existencias, no tienen sentido de trascendencia, carecen de memoria histórica y
todo lo relacionan con un discurso ideológico socialista donde la revolución,
especie de estado superior del ser y de la sociedad, asume el papel moral de
cruzada liberadora del hombre, con todo el peso de la única y principal verdad…
con ese argumento y esa bandera se creen que todo les está permitido.
Es así como vimos a Nicolás Maduro respondiendo a
preguntas de periodistas internacionales, como el conductor de una cruzada
liberadora, sin mencionar ni una sola vez algún error o mácula en su desempeño
como jefe de estado, todo lo malo que le sucedía al país, desde las escasez de
combustible, la crisis financiera, la pésima relación con los principales
países de Occidente, las posibles violaciones de derechos humanos, todo era
producto de la guerra que sus enemigos tenían en contra de Venezuela, no en
contra de él, en contra del país, porque en su opinión el mundo nos odia, lo
que quiere es sumirnos en el vasallaje, apoderarse de nuestras riquezas y
decirnos lo que debemos hacer.
El expresar que la nueva Asamblea Nacional producto de
las elecciones manipuladas y direccionadas por su gobierno, representan y están
en capacidad de cambiar el curso de nuestra situación en cuanto a nuevas
inversiones, estabilidad en el estado de derecho, protección a los empresarios
e innovadores, y un cambio drástico en la productividad del país, teniendo a la
Asamblea absolutamente bajo su control político, diciendo que hay
representación de la oposición venezolana, contando con los poquísimos curules
que por gracia del CNE le adjudicaron a los “alacranes” que el mismo escogió,
financió y lanzó al ruedo como una oposición a la medida de sus necesidades
hegemónicas, dice mucho, de la voluntad que hay detrás de su huecas promesas.
Ni una palabra sobre la destrucción del país, es como si
nada hubiera pasado durante su mandato y Venezuela fuera una todavía un país
moderno y con calidad de vida, no mencionó la desaparición del bolívar como
moneda nacional ni la dolarización de la economía por vía de la necesidad más
ruda y violenta de que el pueblo necesita una moneda para poder tener una
economía de subsistencia, insistía en la mentira de empresarios e
inversionistas interesados en abrir operaciones y crear fuentes de empleos, cuando
sólo negreros y garimpeiros pudieran estar interesados en hacer negocios en
nuestras actuales circunstancias.
El día de las elecciones tuve que viajar a Caracas y vi
las enormes colas de vehículos esperando su turno para cargar gasolina, vi
también los centros electorales vacíos, como nunca antes los había visto,
ninguna de las convocatorias a los adeptos al chavismo, ninguna de las ofertas
por bonos y comida resultó, menos aún las amenazas de quitarles la comida o
desalojarlos de sus viviendas otorgadas por el gobierno funcionó, la gente
simplemente se hartó de la comedia, de hacer de tonto útil para La Habana,
porque aunque Maduro no lo quiera reconocer, en este país si hay varios
gobiernos extranjeros interviniendo en nuestros asuntos internos, si hay
comisarios políticos vigilando lo que hace Maduro y sí tiene que rendirles
cuentas como si fuera un capataz a su amo.
Maduro se llena la boca de lo que hizo y dijo Bolívar,
del país que nos legó, de la patria que construyó, que nada tiene que ver con
el desastre bíblico que sus huestes corruptas y desalmadas le propinaron al
país hasta dejarlo en el huesero, con Venezolanos huyendo por las fronteras
desesperados buscando una vida digna, con niños comiendo basura en la calle
porque no tienen quienes velen por ellos, con las cárceles repletas de
ciudadanos pagando penas sin haber recibido sentencias, sin juicios justos y
oportunos, sin derecho a la defensa.
Todas esas palabras que dijo Maduro a los periodistas
auguran que esta siniestra comparsa va a continuar con el agravante que ya no
hay afeites, ni disfraces, ni poses, lo sucedido el 6 de diciembre en Venezuela
deja muy en claro que Maduro y el chavismo están solos, que se trata de una
banda de facinerosos con menos del 10% del apoyo popular (a pesar de las cifras
de participación infladas que dio el CNE), que ya las caretas cayeron, que no
estamos en democracia, que su gobierno solamente los representa a ellos, que no
hablan por el país y que actúan bajo la conducción de un tirano que no deja de
mentir.
Cuando la magia se convierte en fraude no hay manera de
enmendar la plana, vertida la leche en el suelo ya no se puede recoger, el
hecho brilla en toda su intensidad y cualquier cosa que se diga tratando de
cambiar las evidencias va en contra de sus autores, cuando la trampa sale, la
única manera de sostenerla es con más mentiras, con el uso de la violencia, y
comprando falsos testigos, pero son estrategias limitadas, que hay que hacer a
la luz del día y que va restándole fuerzas a sus perpetradores, hoy Nicolás
Maduro y la revolución bolivariana son más débiles y vulnerables.
La Ley Antibloqueo que tanto mienta Maduro es la vara
totalitaria con la que medirá todas sus actuaciones a partir de este momento,
una herramienta para el control social que le permite hacer todo en secreto y
sin ningún tipo de condicionamiento, creo que presiente que la escasez y la
inflación están cocinando un escenario de conflicto interno y para ello
necesita carta blanca, para coordinar acciones heroicas para salvar su
revolución.
No quiero terminar este breve análisis de las elecciones
y sus resultados sin mencionar la insistencia de Maduro en la idea del diálogo,
un tema al que recurre de manera oportunista, a sabiendas de que es el koan de los demócratas de la oposición
pacífica y democrática, y que de manera fanática repiten “todo empieza y
termina en el diálogo”, pero no nos dejemos confundir, para el marxismo
leninista el fin de la política no es el diálogo, es el cambio, recurriendo al
engaño y si es necesario, a la violencia.
Chávez lo decía, la esencia de la política es el cambio,
la transformación del mundo, las palabras se las lleva el viento, los acuerdos
pueden romperse, lo que realmente importa es la acción, la vía de los hechos, en
una clara referencia a la visión de Gramsci, que era el fin del materialismo
histórico: “el método de conocimiento
y transformación revolucionaria del
mundo, la base filosófica de la cosmovisión científica de la clase obrera y de
otras fuerzas que combaten por el socialismo… Frente a la filosofía idealista,
muchas de cuyas corrientes, aunque no lo admitan, están vinculadas a la
ideología y a los intereses de las clases dominantes de la sociedad
explotadora, la filosofía marxista proclama que es parte integrante de la cosmovisión
del proletariado revolucionario, la base filosófica del comunismo científico, que
fundamenta la transformación revolucionaria de la sociedad burguesa en una sociedad
comunista. El espíritu de partido de la filosofía marxista estriba, asimismo,
en que combate resueltamente la filosofía burguesa reaccionaria, los intentos
de "conciliar" el materialismo y el idealismo, de situarse "por
encima" de la lucha de los partidos en filosofía, y critica toda dejación
del materialismo en favor del idealismo y la religión”.
El diálogo es una treta y con ella se han burlado de
nosotros a sus anchas, la utilizan cuando se ven en apuros y se sienten
atrapados, y nuestros políticos de pacotilla que no saben diferenciar a un ser
humano racional de un socialista, porque la mayor parte de ellos son
socialistas, pican el anzuelo y quedan atrapados en unas negociaciones
imposibles; es por ello que me permito insistir, la única manera de sobrevivir
al chavismo es derrotándolo, en todos los terrenos, y cuando lo tengamos a
nuestra merced, obligarlos a la rendición incondicional.
Esa Asamblea Nacional que nos quieren vender como
legítima, es una lamentable morisqueta a la racionalidad y al estado de
derecho, esos diputados son todos marionetas del poder totalitario que a su vez
son manejados por otros poderes extranjeros, con agendas que nada tienen que
ver con nuestros intereses y principios; es una locura haber llegado a este
momento, lo sé, pero si algo útil se desprende de estas infaustas maniobras, es que Venezuela es un país totalmente
desquiciado, con un gobierno fallido que se ha convertido en una amenaza
internacional de manera clara, real y actual.
Yo confío en que el presidente Trump, vistos los
elementos precursores de la actual crisis electoral que atraviesa su gobierno,
en el que hay un importante componente revolucionario venezolano con el que
Caracas y La Habana controlan las elecciones en varios países de la región, y
con el que están intentando robarle su elección para un segundo mandato, una
vez que los tribunales de justicia le devuelvan su victoria, tome ahora
acciones más contundentes en contra de estos enemigos de la democracia mundial.
Es una pena que hayamos tenido que descender tan abajo en
los infiernos, para darnos cuenta de quienes son los chavistas y que significa
el socialismo del siglo XXI, pero ya estamos allí, desnudos y prácticamente sin
nada que perder, solo espero que nos quede voluntad para seguir resistiendo e inteligencia
para rectificar. - saulgodoy@gmail.com
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