miércoles, 16 de diciembre de 2020

La Trinidad Caníbal




Quien iba a pensar que nuestros vecinos, que por tanto tiempo fueron recibidos y aceptados en el país como hermanos caribeños, se iban a comportar como unos caníbales; en plena crisis humanitaria provocada por el gobierno de Maduro, venezolanos huyendo del desastre social provocado por el socialismo del siglo XXI, son literalmente echados al mar, a uno de los mares más peligrosos del mundo cuando son capturados entrando ilegalmente a Trinidad y Tobago.

El ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, Stuart Young los captura y los devuelve, trata de ocultar su inhumana acción de enviar venezolanos a la muerte, bajo la excusa de que existe  una normativa vigente en Trinidad y Tobago según la cual, toda persona que ingrese a su país de manera ilegal se convierte “inmediatamente en una persona indeseable” y debe afrontar las consecuencias, que en el caso de niños, mujeres y hombres nacidos en nuestro país, es equivalente a los terribles tiempos de la fundación de Roma, cuando los niños que nacían con problemas eran despeñados en la infame Roca Tarpeya.

¿De dónde viene tal salvajismo? El problema tiene dos vertientes, primero el origen de la crisis social en Venezuela, de las circunstancias salvajes que tiene a la población venezolana, sobre todo a los pobres, a las clases sociales más necesitada, en un estado de precariedad tal que los ha obligado a salir del país para buscar una calidad de vida que les permita existir con dignidad, muchas veces en las peores condiciones posibles, no explicaré estas condiciones que diariamente el mundo reporta sobre los emigrantes venezolanos,  seis millones de ellos.

La segunda vertiente es la actitud del gobierno de Trinidad y Tobago, que estoy seguro no es la del pueblo de esa nación, hemos tenido una buena relación por décadas, con sus altos y bajos pero nunca habíamos visto un desprecio tan criminal hacia la vida humana como lo que estamos presenciando, y viene de un pueblo que casi todo es emigrante, que vienen de lugares tan disímiles como la India, África, Malasia, Francia, España, China, Inglaterra, algunos libaneses, sirios y por supuesto, venezolanos, unos 40.000, principalmente técnicos petroleros que trabajan en los distintos proyectos de la isla, que para los casi dos millones de trinitarios, es una verdadera minoría, trabajadora, respetuosa de las leyes, y que son parte de la vida social de la isla.

Y en medio de estos dos gobiernos, que aparentemente se entienden y se rascan la espalda porque son socialistas, hay un tercer factor que nadie quiere mencionar, las mafias, el crimen organizado, una tupida red de narcotráfico, trata de blancas, tráfico de niños, contrabando de todo tipo, que se maneja exclusivamente entre nuestros países con la anuencia y la complicidad de sus gobiernos, son actividades que tienen siglos operando y funcionan como un tercer estado.

Yo tenía un amigo que era fiscal en materia de drogas, excelente abogado y un hombre justo, y fue asignado a Carúpano,  de esto hace como 15 años, quiso hacer bien su tarea y fue implacable con los narcos, su cruzada duró poco, tuvo que huir de oriente prácticamente a tiros y con una sentencia de  muerte, a pesar de que contaba con todo el apoyo institucional tanto judicial, policial como militar, me contaba sobre los vínculos con la isla de Trinidad, veía a los capos de la isla desayunando  sus pares nativos en el mercado, sacando cargamentos por aire y por mar, eran los verdaderos dueños del territorio, y tengo entendido, lo siguen siendo.

Los emigrantes ilegales venezolanos en Trinidad tienen una historia de abusos y violencia que ya tiene tiempo, en esa isla han asesinado a varios venezolanos, hay un anillo de prostitución de jóvenes venezolanas obligadas a trabajar en las peores condiciones posibles, los detenidos por las autoridades son sometidos al aislamiento y a torturas, el trato que se le brinda a los balseros capturados por parte de la Guardia Costera es cruel e inhumano, se habla de más de cien desparecidos en las pocas millas náuticas que separan nuestros dos países.

Los derechos humanos de nuestros compatriotas son violados a mansalva bajo la excusa de leyes vigentes que violan los principios fundamentales de los derechos del hombre, que irrespetan tratados internacionales y que convierte a las autoridades de ese país en reos de delitos de lesa majestad, y el gobierno de Maduro, nuestra embajada y la fiscalía se hacen los desentendidos, prefieren guardar las apariencias de buenas relaciones con el gobierno trinitario que defender a los venezolanos víctimas del abuso.

Igualmente debo decir que he conocido estupendas personas de Trinidad, tuve profesores trinitarios, y hasta una barra de admiradoras, especie de fan club de bellas mujeres trinitarias que vendían fresas y otras frutas a las afueras del Ministerio de Educación donde trabajaba en Tecnología Educativa y veían mis programas de televisión, y como sabían que no me gustaba la notoriedad me gritaban que me amaban y se reían de mi rubor.

En 1997 tuve oportunidad de conocer a Güiria en el Estado Sucre, estaba haciendo unos trabajos en Monagas y aproveché una semana santa para viajar por carretera, ya en el puerto y entrada la noche, los pescadores me señalaban unas lejanas luces en el horizonte y me decía que aquello era Trinidad y que si quería ir a comprar wiski barato, en la mañana partiría una lancha que regresaba en la tarde, podía aprovechar el día haciendo turismo y el viaje se hacía sin permisos ni aduanas.

Averigüé sobre aquel pasaje y me dijeron que el trayecto era difícil, las corrientes son traicioneras, el mal tiempo era impredecible y las aguas estaban infectadas de tiburones, todo esto debido a las aguas del Orinoco que salían al mar con su carga de detritos orgánicos y atraía mucha vida marina, pero aun así el tráfico era intenso, habían muchos puntos de desembarque y una gran corrupción de las autoridades de lado y lado.

El negocio energético (petrolero y gas) empezó a ser la principal fuente de ingresos de la isla desde muy temprano, y esto aumentó a medida que se descubrían los enormes yacimientos que compartían con nosotros en la plataforma deltana, tenemos la misma orografía, clima y fauna, de hecho, Trinidad llegó a estar bajo la jurisdicción de la Capitanía General de Venezuela durante el gobierno español, pero en 1797 una expedición militar británica tomó la isla y a partir de ese momento se instala en la isla uno de los sistemas coloniales más férreos y duros del Caribe, y aunque la esclavitud había sido abolida, los ingleses practicaban una especie de servidumbre obligatoria para toda la mano de obra que llegaba a la isla, no quisieron traer a muchos negros pues los dueños de plantaciones de caña de azúcar de las otras islas no querían competencia, trataron con la inmigración china pero la mayor parte huyeron, luego trataron con gente de la India, que continuó hasta 1917, las islas en manos de los ingleses estaban bajo las órdenes del gobernador que residía en Barbados.

A Tobago, una isla mucho más pequeña al norte de Trinidad la negociaron con los franceses y finalmente las unieron administrativamente en una sola colonia en 1899, para el momento Trinidad no revestía mayor importancia económicamente hablando, sus tierras agrícolas así como el agua eran limitadas, de modo que la agricultura no era su fuerte, pero los ingleses tenía una fijación con las bocas del Orinoco pues lo consideraban un punto estratégico para la navegación en esa parte del mundo, aunque cuando se descubrió el petróleo y empezó su explotación las cosas cambiaron, la actividad petrolera se convirtió en la base de su economía.

Como sucede en muchas de estas islas del Mar Caribe, las poblaciones aborígenes fueron exterminadas durante la conquista, los Caribes, los Tainos y los indios Arahuacos que habitaban Trinidad no fueron la excepción, los españoles trajeron negros para trabajar en las plantaciones de tabaco, cacao y caña de azúcar, ya con los ingleses como gobernantes empezaron a traer razas más exóticas de otras partes.

Resumo los problemas que tienen Trinidad y Tobago, son islas pequeñas, montañosas, son parte del cinturón del fuego del Caribe, es decir, tienen volcanes durmientes, están a la entrada de la cuenca del Caribe lejos del paso de los huracanes pero ya en el pasado se las han visto negras por severas tormentas que les llegan, no tienen capacidad agrícola para sustentar su población y el recurso agua es limitado, ambas circunstancias impiden que su población aumente, no se pueden dar el lujo de rebasar su límite poblacional, en caso de desastres el apoyo lo más cercano que tienen es Venezuela, por lo que es una pésima idea que se indisponga con la población de su vecino y menos en tiempos de cambios climáticos severos.

La política en Trinidad es dura, hay demasiados grupos de interés velando por su parte del pastel, la política es tribal y las alianzas que se logran son inestables debido principalmente a que los partidos políticos se identifican por sus etnias, tienen una forma de gobierno parlamentario calcado del modelo inglés, el actual gobierno es aliado del chavismo, la tendencia política predominante es el socialismo y el comunismo, tiene una base obrera importante, con organizaciones sindicales fuertes, sobre todo en el área petrolera, el desempleo es un problema crónico en la isla y uno de las causantes de que no quieran ni gusten de las emigraciones, la mayoría étnica son los oriundos de la India seguidos por los negros, son principalmente católicos protestantes y evangélicos con una importante representación hindú e islámica.

Trinidad y Tobago se independizaron en 1962 y es parte del Commonwealth.

Ahora quiero analizar con ustedes el aspecto humano de nuestros vecinos, que es el más importante y el menos conocido, y lo voy hacer por medio de la literatura, creo que no hay nada más revelador del alma de los países que su arte, y en el caso de la literatura, cuando el escritor es de valía, nos descubre aspectos que son invisibles en sus sociedades pero que son determinante en su comportamiento.

El escritor más famoso de Trinidad que es Sir Vidiadhar Surajprasad Naipaul, o V.S. Naipaul (1932-2018), como es conocido en los ambientes literarios, quien además de habérsele conferido la orden de caballero de su majestad, es el Premio Nobel de Literatura 2001, y quien siempre tuvo una relación de amor y odio con su tierra natal, de hecho muchos trinitarios lo detestan, entre otras cosas, porque relegó siempre de su Trinidad natal, se consideraba a sí mismo un inglés y su herencia cultural de la India,  por lo pronto hizo algo de muy mal gusto, y es que cuando recibió el galardón en Suecia de manos del Rey, nunca mencionó a la patria de su origen.

Era un hombre complicado, en mi opinión uno de los escritores más inteligentes que ha parido el continente Americano y como novelista lo tengo en muy alta estima, su dominio del idioma inglés es extraordinario, muchos estudiosos lo comparan con Joseph Conrad (belga de origen), y sucede con él algo muy extraño y que dice mucho de la naturaleza de los Trinitarios en general, conocía y amaba profundamente a su isla y a su gente, y la verdad, es que los mejores libros sobre Trinidad los escribió Naipaul, de eso no cabe la menor duda, desde la novela costumbrista, la picarezca, hasta la novela política, su estudio sobre el calipso y la subcultura que lo conforma es de lo mejor que se ha escrito sobre el tema, por supuesto, escribió sobre otros muchos temas, le gustaba viajar a lugares recónditos, era un trotamundos irreprimible, tenía un profundo interés por la India, pero a pesar que nunca mencionaba a su isla natal ni su pasado en Trinidad, dejó registrado para la posteridad en algunas de sus mejores obras, la esencia de los trinitarios.

Menciono tres de sus obras claves, Guerrilla, una novela que explora la psique atormentada del postcolonialismo, La Pérdida del Dorado, complementa la novela anterior, es un ensayo, es un duro retrato de ese pasado humillante y salvaje que sufrieron muchas de las colonias españolas e inglesas en pos de una fantasía, y  Una casa para Mr. Biswas, la novela sobre Trinidad por excelencia, la historia de una familia de origen indio que llega a la isla y busca amoldarse en un ambiente sencillo y simple en apariencia, pero llenos de trampas y de esa mescolanza increíble de razas y creencias que los ingleses se fueron trayendo de sus otras colonias del mundo para ponerlos al ladito de nosotros, en una de nuestras costillas.

Pero esa Babel trinitaria no siempre tenía resultados felices, tengo la impresión que Naipaul nunca fue un hombre feliz, de hecho era de mal carácter, era racista, no le gustaban los negros, ni los chinos, veía a los islámicos como un problema, detestaba a los latinos, en especial a los venezolanos, solo veía por sus ojos de súbdito británico y los británicos no lo querían, para ellos era un indio, un extranjero, un culí.

Tuvo problemas hasta con su madre, con sus hermanos, con sus esposas… era todo un bichito, pero uno brillante, con una pasmosa cultura y educado en Oxford, pero los primeros 18 años de su vida los vivió enteritos en Trinidad, allí se formó y quedó marcado de por vida, y aun tratando de borrar ese pasado, no podía, y dejó escrito sus conflictos que eran profundos y dolorosos.

El pasado colonial de Trinidad fue sumamente duro y violento, primero con los españoles quienes tenían a la isla como uno de los peores destinos del Nuevo Mundo, los que iban lo hacía obligados, luego con los ingleses que por supuesto, no eran como los españoles, tenían una dosis de sadismo bastante elevada e hicieron de la esclavitud algo verdaderamente horrible, en la administración de sus colonias en el Caribe eran particularmente estrictos, sus sanciones y castigos eran duros y sin contemplaciones, y esa imposibilidad que tenían de mezclarse con sus vasallos, de permanecer impermeables a sus necesidades de contacto y relaciones, les creó a las colonias un elemento de rechazo y alienación que no se encuentra entre las colonias de España.

Los trinitarios juegan a que ellos son los legítimos herederos de ese estricto sistema de clases sociales británicas, donde la importancia de los hombres se miden por su alcurnia, su pasado y su fortuna, creen mucho en esa cultura de lores y terratenientes, nos ven a los venezolanos como si fuéramos unos aborígenes con taparrabos, inferiores, y aunque disfrutaron y se enriquecieron durante aquella fiebre que nos dio del “está barato, dame dos”, ahora que estamos en la ruina nos ven con desprecio, al menos que podamos serles de utilidad.

Mientras nosotros los venezolanos tuvimos nuestro momento de redención luego de las guerras de independencia, las colonias angloparlantes siguieron viviendo ese particular sentimiento de exclusión, eran grupos humanos que habían sido desarraigados de Asia y África, traídos a América bajo engaño, pareciera que les costó encontrar una identidad propia aún después de que les otorgaran la independencia, y en colonias como Trinidad y Tobago donde confluyeron tantas razas y creencias obligadas a vivir bajo la administración británica, muchos de esos conflictos soterrados jamás se solucionaron, siguen enterrados en esas sociedades y cuando salen, son brutales.

Soy de los que piensa que toda la política exterior venezolana con el Caribe está equivocada de cuajo, la aproximación está errada, el marco de referencia está totalmente fuera de foco, hay una serie de supuestos y pretensiones que no son reales, y que mientras estos principios sean los que dominen los cálculos en nuestra relaciones, no vamos nunca a concretar algo constructivo y serio, el chavismo ha cometido un gravísimo error en anteponer la ideología a la real politik, ese mecanismo del ALBA es inservible para avanzar en los intereses de Venezuela y de la región.

Lo sucedido en este lamentable episodio de nuestros balseros en Trinidad, y la serie de leyes que estamos descubriendo ese gobierno tiene para manejar estos asuntos, es algo verdaderamente lamentable, una muestra más de que no tenemos gobierno sino a una mafia atentando en contra de nuestra seguridad, y que ya deberíamos estar claros que los venezolanos estamos solos, por nuestra cuenta, y que salir del país implica riesgos enormes y con el gobierno chavista-madurista jugando para ponernos en peligro.

Creo que ya estamos cayendo en cuenta que en este momento estamos sin apoyos, ni ayuda, y que quien se arriesgue a un viaje o a un emprendimiento lo hace a consciencia, que sólo contamos con nuestros vínculos personales y la ayuda de Dios, y sí, nuestros vecinos trinitarios son unos caníbales, viven en la edad de piedra y se están chuleando a Nicolás Maduro con los acuerdos petroleros, pero también debemos estar claros en que esto va a cambiar, y cuando suceda, espero que nunca se nos olvide éste aprendizaje que tantas vidas ha costado.

    -   saulgodoy@gmail.com

 

  

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