Quien iba a pensar que nuestros vecinos, que por tanto
tiempo fueron recibidos y aceptados en el país como hermanos caribeños, se iban
a comportar como unos caníbales; en plena crisis humanitaria provocada por el gobierno
de Maduro, venezolanos huyendo del desastre social provocado por el socialismo
del siglo XXI, son literalmente echados al mar, a uno de los mares más
peligrosos del mundo cuando son capturados entrando ilegalmente a Trinidad y
Tobago.
El ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago,
Stuart Young los captura y los devuelve, trata de ocultar su inhumana acción de
enviar venezolanos a la muerte, bajo la excusa de que existe una normativa vigente en Trinidad y Tobago
según la cual, toda persona que ingrese a su país de manera ilegal se convierte
“inmediatamente en una persona indeseable” y debe afrontar las consecuencias,
que en el caso de niños, mujeres y hombres nacidos en nuestro país, es
equivalente a los terribles tiempos de la fundación de Roma, cuando los niños
que nacían con problemas eran despeñados en la infame Roca Tarpeya.
¿De dónde viene tal salvajismo? El problema tiene dos
vertientes, primero el origen de la crisis social en Venezuela, de las
circunstancias salvajes que tiene a la población venezolana, sobre todo a los
pobres, a las clases sociales más necesitada, en un estado de precariedad tal
que los ha obligado a salir del país para buscar una calidad de vida que les
permita existir con dignidad, muchas veces en las peores condiciones posibles,
no explicaré estas condiciones que diariamente el mundo reporta sobre los
emigrantes venezolanos, seis millones de
ellos.
La segunda vertiente es la actitud del gobierno de
Trinidad y Tobago, que estoy seguro no es la del pueblo de esa nación, hemos
tenido una buena relación por décadas, con sus altos y bajos pero nunca
habíamos visto un desprecio tan criminal hacia la vida humana como lo que
estamos presenciando, y viene de un pueblo que casi todo es emigrante, que
vienen de lugares tan disímiles como la India, África, Malasia, Francia,
España, China, Inglaterra, algunos libaneses, sirios y por supuesto,
venezolanos, unos 40.000, principalmente técnicos petroleros que trabajan en
los distintos proyectos de la isla, que para los casi dos millones de
trinitarios, es una verdadera minoría, trabajadora, respetuosa de las leyes, y
que son parte de la vida social de la isla.
Y en medio de estos dos gobiernos, que aparentemente se
entienden y se rascan la espalda porque son socialistas, hay un tercer factor
que nadie quiere mencionar, las mafias, el crimen organizado, una tupida red de
narcotráfico, trata de blancas, tráfico de niños, contrabando de todo tipo, que
se maneja exclusivamente entre nuestros países con la anuencia y la complicidad
de sus gobiernos, son actividades que tienen siglos operando y funcionan como
un tercer estado.
Yo tenía un amigo que era fiscal en materia de drogas,
excelente abogado y un hombre justo, y fue asignado a Carúpano, de esto hace como 15 años, quiso hacer bien su
tarea y fue implacable con los narcos, su cruzada duró poco, tuvo que huir de
oriente prácticamente a tiros y con una sentencia de muerte, a pesar de que contaba con todo el
apoyo institucional tanto judicial, policial como militar, me contaba sobre los
vínculos con la isla de Trinidad, veía a los capos de la isla desayunando sus pares nativos en el mercado, sacando
cargamentos por aire y por mar, eran los verdaderos dueños del territorio, y
tengo entendido, lo siguen siendo.
Los emigrantes ilegales venezolanos en Trinidad tienen
una historia de abusos y violencia que ya tiene tiempo, en esa isla han
asesinado a varios venezolanos, hay un anillo de prostitución de jóvenes
venezolanas obligadas a trabajar en las peores condiciones posibles, los
detenidos por las autoridades son sometidos al aislamiento y a torturas, el
trato que se le brinda a los balseros capturados por parte de la Guardia
Costera es cruel e inhumano, se habla de más de cien desparecidos en las pocas
millas náuticas que separan nuestros dos países.
Los derechos humanos de nuestros compatriotas son
violados a mansalva bajo la excusa de leyes vigentes que violan los principios
fundamentales de los derechos del hombre, que irrespetan tratados
internacionales y que convierte a las autoridades de ese país en reos de
delitos de lesa majestad, y el gobierno de Maduro, nuestra embajada y la
fiscalía se hacen los desentendidos, prefieren guardar las apariencias de
buenas relaciones con el gobierno trinitario que defender a los venezolanos
víctimas del abuso.
Igualmente debo decir que he conocido estupendas personas
de Trinidad, tuve profesores trinitarios, y hasta una barra de admiradoras,
especie de fan club de bellas mujeres trinitarias que vendían fresas y otras
frutas a las afueras del Ministerio de Educación donde trabajaba en Tecnología
Educativa y veían mis programas de televisión, y como sabían que no me gustaba
la notoriedad me gritaban que me amaban y se reían de mi rubor.
En 1997 tuve oportunidad de conocer a Güiria
en el Estado Sucre, estaba haciendo unos trabajos en Monagas y aproveché una
semana santa para viajar por carretera, ya en el puerto y entrada la noche, los
pescadores me señalaban unas lejanas luces en el horizonte y me decía que
aquello era Trinidad y que si quería ir a comprar wiski barato, en la mañana
partiría una lancha que regresaba en la tarde, podía aprovechar el día haciendo
turismo y el viaje se hacía sin permisos ni aduanas.
Averigüé sobre aquel pasaje y me dijeron que el trayecto
era difícil, las corrientes son traicioneras, el mal tiempo era impredecible y
las aguas estaban infectadas de tiburones, todo esto debido a las aguas del
Orinoco que salían al mar con su carga de detritos orgánicos y atraía mucha
vida marina, pero aun así el tráfico era intenso, habían muchos puntos de
desembarque y una gran corrupción de las autoridades de lado y lado.
El negocio energético (petrolero y gas) empezó a ser la
principal fuente de ingresos de la isla desde muy temprano, y esto aumentó a
medida que se descubrían los enormes yacimientos que compartían con nosotros en
la plataforma deltana, tenemos la misma orografía, clima y fauna, de hecho,
Trinidad llegó a estar bajo la jurisdicción de la Capitanía General de
Venezuela durante el gobierno español, pero en 1797 una expedición militar
británica tomó la isla y a partir de ese momento se instala en la isla uno de
los sistemas coloniales más férreos y duros del Caribe, y aunque la esclavitud
había sido abolida, los ingleses practicaban una especie de servidumbre
obligatoria para toda la mano de obra que llegaba a la isla, no quisieron traer
a muchos negros pues los dueños de plantaciones de caña de azúcar de las otras
islas no querían competencia, trataron con la inmigración china pero la mayor
parte huyeron, luego trataron con gente de la India, que continuó hasta 1917,
las islas en manos de los ingleses estaban bajo las órdenes del gobernador que
residía en Barbados.
A Tobago, una isla mucho más pequeña al norte de Trinidad
la negociaron con los franceses y finalmente las unieron administrativamente en
una sola colonia en 1899, para el momento Trinidad no revestía mayor
importancia económicamente hablando, sus tierras agrícolas así como el agua
eran limitadas, de modo que la agricultura no era su fuerte, pero los ingleses
tenía una fijación con las bocas del Orinoco pues lo consideraban un punto
estratégico para la navegación en esa parte del mundo, aunque cuando se
descubrió el petróleo y empezó su explotación las cosas cambiaron, la actividad
petrolera se convirtió en la base de su economía.
Como sucede en muchas de estas islas del Mar Caribe, las
poblaciones aborígenes fueron exterminadas durante la conquista, los Caribes,
los Tainos y los indios Arahuacos que habitaban Trinidad no fueron la
excepción, los españoles trajeron negros para trabajar en las plantaciones de
tabaco, cacao y caña de azúcar, ya con los ingleses como gobernantes empezaron
a traer razas más exóticas de otras partes.
Resumo los problemas que tienen Trinidad y Tobago, son
islas pequeñas, montañosas, son parte del cinturón del fuego del Caribe, es
decir, tienen volcanes durmientes, están a la entrada de la cuenca del Caribe
lejos del paso de los huracanes pero ya en el pasado se las han visto negras
por severas tormentas que les llegan, no tienen capacidad agrícola para
sustentar su población y el recurso agua es limitado, ambas circunstancias
impiden que su población aumente, no se pueden dar el lujo de rebasar su límite
poblacional, en caso de desastres el apoyo lo más cercano que tienen es
Venezuela, por lo que es una pésima idea que se indisponga con la población de
su vecino y menos en tiempos de cambios climáticos severos.
La política en Trinidad es dura, hay demasiados grupos de
interés velando por su parte del pastel, la política es tribal y las alianzas
que se logran son inestables debido principalmente a que los partidos políticos
se identifican por sus etnias, tienen una forma de gobierno parlamentario
calcado del modelo inglés, el actual gobierno es aliado del chavismo, la
tendencia política predominante es el socialismo y el comunismo, tiene una base
obrera importante, con organizaciones sindicales fuertes, sobre todo en el área
petrolera, el desempleo es un problema crónico en la isla y uno de las
causantes de que no quieran ni gusten de las emigraciones, la mayoría étnica
son los oriundos de la India seguidos por los negros, son principalmente católicos
protestantes y evangélicos con una importante representación hindú e islámica.
Trinidad y Tobago se independizaron en 1962 y es parte
del Commonwealth.
Ahora quiero analizar con ustedes el aspecto humano de
nuestros vecinos, que es el más importante y el menos conocido, y lo voy hacer
por medio de la literatura, creo que no hay nada más revelador del alma de los
países que su arte, y en el caso de la literatura, cuando el escritor es de
valía, nos descubre aspectos que son invisibles en sus sociedades pero que son
determinante en su comportamiento.
El escritor más famoso de Trinidad que es Sir Vidiadhar
Surajprasad Naipaul, o V.S. Naipaul (1932-2018), como es conocido en los
ambientes literarios, quien además de habérsele conferido la orden de caballero
de su majestad, es el Premio Nobel de Literatura 2001, y quien siempre tuvo una
relación de amor y odio con su tierra natal, de hecho muchos trinitarios lo
detestan, entre otras cosas, porque relegó siempre de su Trinidad natal, se
consideraba a sí mismo un inglés y su herencia cultural de la India, por lo pronto hizo algo de muy mal gusto, y
es que cuando recibió el galardón en Suecia de manos del Rey, nunca mencionó a
la patria de su origen.
Era un hombre complicado, en mi opinión uno de los
escritores más inteligentes que ha parido el continente Americano y como
novelista lo tengo en muy alta estima, su dominio del idioma inglés es
extraordinario, muchos estudiosos lo comparan con Joseph Conrad (belga de
origen), y sucede con él algo muy extraño y que dice mucho de la naturaleza de
los Trinitarios en general, conocía y amaba profundamente a su isla y a su
gente, y la verdad, es que los mejores libros sobre Trinidad los escribió
Naipaul, de eso no cabe la menor duda, desde la novela costumbrista, la
picarezca, hasta la novela política, su estudio sobre el calipso y la
subcultura que lo conforma es de lo mejor que se ha escrito sobre el tema, por
supuesto, escribió sobre otros muchos temas, le gustaba viajar a lugares
recónditos, era un trotamundos irreprimible, tenía un profundo interés por la
India, pero a pesar que nunca mencionaba a su isla natal ni su pasado en
Trinidad, dejó registrado para la posteridad en algunas de sus mejores obras,
la esencia de los trinitarios.
Menciono tres de sus obras claves, Guerrilla, una novela que explora la psique atormentada del
postcolonialismo, La Pérdida del Dorado,
complementa la novela anterior, es un ensayo, es un duro retrato de ese pasado
humillante y salvaje que sufrieron muchas de las colonias españolas e inglesas
en pos de una fantasía, y Una casa para Mr. Biswas, la novela
sobre Trinidad por excelencia, la historia de una familia de origen indio que
llega a la isla y busca amoldarse en un ambiente sencillo y simple en
apariencia, pero llenos de trampas y de esa mescolanza increíble de razas y
creencias que los ingleses se fueron trayendo de sus otras colonias del mundo
para ponerlos al ladito de nosotros, en una de nuestras costillas.
Pero esa Babel trinitaria no siempre tenía resultados
felices, tengo la impresión que Naipaul nunca fue un hombre feliz, de hecho era
de mal carácter, era racista, no le gustaban los negros, ni los chinos, veía a
los islámicos como un problema, detestaba a los latinos, en especial a los
venezolanos, solo veía por sus ojos de súbdito británico y los británicos no lo
querían, para ellos era un indio, un extranjero, un culí.
Tuvo problemas hasta con su madre, con sus hermanos, con
sus esposas… era todo un bichito, pero uno brillante, con una pasmosa cultura y
educado en Oxford, pero los primeros 18 años de su vida los vivió enteritos en
Trinidad, allí se formó y quedó marcado de por vida, y aun tratando de borrar
ese pasado, no podía, y dejó escrito sus conflictos que eran profundos y
dolorosos.
El pasado colonial de Trinidad fue sumamente duro y
violento, primero con los españoles quienes tenían a la isla como uno de los
peores destinos del Nuevo Mundo, los que iban lo hacía obligados, luego con los
ingleses que por supuesto, no eran como los españoles, tenían una dosis de
sadismo bastante elevada e hicieron de la esclavitud algo verdaderamente
horrible, en la administración de sus colonias en el Caribe eran
particularmente estrictos, sus sanciones y castigos eran duros y sin
contemplaciones, y esa imposibilidad que tenían de mezclarse con sus vasallos,
de permanecer impermeables a sus necesidades de contacto y relaciones, les creó
a las colonias un elemento de rechazo y alienación que no se encuentra entre
las colonias de España.
Los trinitarios juegan a que ellos son los legítimos
herederos de ese estricto sistema de clases sociales británicas, donde la
importancia de los hombres se miden por su alcurnia, su pasado y su fortuna,
creen mucho en esa cultura de lores y terratenientes, nos ven a los venezolanos
como si fuéramos unos aborígenes con taparrabos, inferiores, y aunque disfrutaron
y se enriquecieron durante aquella fiebre que nos dio del “está barato, dame
dos”, ahora que estamos en la ruina nos ven con desprecio, al menos que podamos
serles de utilidad.
Mientras nosotros los venezolanos tuvimos nuestro momento
de redención luego de las guerras de independencia, las colonias angloparlantes
siguieron viviendo ese particular sentimiento de exclusión, eran grupos humanos
que habían sido desarraigados de Asia y África, traídos a América bajo engaño,
pareciera que les costó encontrar una identidad propia aún después de que les
otorgaran la independencia, y en colonias como Trinidad y Tobago donde
confluyeron tantas razas y creencias obligadas a vivir bajo la administración
británica, muchos de esos conflictos soterrados jamás se solucionaron, siguen
enterrados en esas sociedades y cuando salen, son brutales.
Soy de los que piensa que toda la política exterior
venezolana con el Caribe está equivocada de cuajo, la aproximación está errada,
el marco de referencia está totalmente fuera de foco, hay una serie de
supuestos y pretensiones que no son reales, y que mientras estos principios
sean los que dominen los cálculos en nuestra relaciones, no vamos nunca a
concretar algo constructivo y serio, el chavismo ha cometido un gravísimo error
en anteponer la ideología a la real
politik, ese mecanismo del ALBA es inservible para avanzar en los intereses
de Venezuela y de la región.
Lo sucedido en este lamentable episodio de nuestros
balseros en Trinidad, y la serie de leyes que estamos descubriendo ese gobierno
tiene para manejar estos asuntos, es algo verdaderamente lamentable, una
muestra más de que no tenemos gobierno sino a una mafia atentando en contra de
nuestra seguridad, y que ya deberíamos estar claros que los venezolanos estamos
solos, por nuestra cuenta, y que salir del país implica riesgos enormes y con
el gobierno chavista-madurista jugando para ponernos en peligro.
Creo que ya estamos cayendo en cuenta que en este momento
estamos sin apoyos, ni ayuda, y que quien se arriesgue a un viaje o a un
emprendimiento lo hace a consciencia, que sólo contamos con nuestros vínculos
personales y la ayuda de Dios, y sí, nuestros vecinos trinitarios son unos
caníbales, viven en la edad de piedra y se están chuleando a Nicolás Maduro con
los acuerdos petroleros, pero también debemos estar claros en que esto va a cambiar,
y cuando suceda, espero que nunca se nos olvide éste aprendizaje que tantas
vidas ha costado.
- saulgodoy@gmail.com
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