Vamos, en vez de
esforzarnos en mirar sin objeto hacia la oscura distancia, a observar
calmadamente a nuestro alrededor, por un instante, en la escena donde estamos y
que nos deja perplejos. Quizás, en una inspección más seria, algo de esa
perplejidad pueda desaparecer, algo de sus caracteres que la distinguen así
como sus más profundas tendencias se revelen con mayor claridad; también pueden
ser clarificados nuestra relación con las circunstancias, nuestros objetivos y
nuestras tareas dentro de ellas.
Matew Arnold, en Cultura y Anarquía, 1848.
Me siento optimista con lo que está sucediendo en nuestro
país, y no hablo de los aspectos materiales y del ruin régimen chavista, que
todavía sigue allí molestando, violando, saqueando y matando; estoy hablando de
un cambio mucho más sutil e importante, creo que los venezolanos estamos al fin
cambiando de mentalidad, al menos, de punto de vista. Los que podemos tomar un
respiro y mirar a nuestro alrededor, aunque sea por un instante, alejarnos y
ver en perspectiva lo que nos está sucediendo, notamos unos cambios importantes
en los venezolanos.
Son cambios confirmados por hechos, no es imaginación ni
buenos deseos, la gente está actuando bajo otro patrón de comportamiento,
expresando ideas diferentes a esos discursos gastados de los socialistas que se
dicen demócratas, creo incluso que nos empezamos apartar de la idea de
buscarnos adalides fuera del país para que resuelvan nuestros problemas, y en
esto tuvo mucho que ver la debacle del presidente Trump que, con toda su buena
intención para nuestro país, no pudo o no supo cómo manejar la revolución
socialista que ahora lo tiene en jaque.
La situación del presidente Trump es sumamente difícil,
le quedan escasos días para tomar la decisión de su vida y salvar a los Estados
Unidos de Norteamérica de un negro destino (literalmente hablando); los
comunistas creen tenerlo en sus garras, a punto de una destitución deshonrosa,
con la que pretenden no sólo destruir su imagen, asesinarlo moralmente y arrojarlo
al basurero de la historia como un oportunista antidemocrático; si los deja, no
hay nada qué hacer, el futuro de la democracia y la libertad están
definitivamente perdidos.
Cuando se le permite al totalitarismo tomar el control
del aparato del estado, todo sucede muy de prisa y cualquier intento de
revertir la situación se hace más difícil, los que realmente valoran la
república y sus valores de independencia y libertad deben estar muy atentos a
las señales que el ambiente y los eventos telegrafían, ya que el comunismo
actúa disfrazado de institucionalidad y respeto a la ley, leyes que terminará
usando como armas en contra de los ciudadanos y de quienes piensan diferente.
Pero si por algún milagro el presidente Trump decide
reaccionar, y creo que lo hará, con el soporte de los verdaderos patriotas y
por la supervivencia de la república, si no se entrega a los argumentos
comunistas de que en “democracia” debe aceptar trampa que le hagan al
electorado, que se burlen de él, lo censuren, que irrespeten la constitución de
los EEUU y que las instituciones sean tomadas para favorecer al socialismo,
entonces de seguro presenciaremos una crisis de gobierno, una ruptura del orden
y un estado de excepción.
Si los norteamericanos bajan la guardia y le entregan el
poder a personas que tienen sus lealtades y alianzas fuera del país, en una
idea de una globalización socialista que no tiene nada que ver con los
intereses verdaderamente norteamericanos, y que para colmo, le preparen trampas
judiciales al presidente saliente, procesos legales interminables para llevar
los cansados huesos de Trump a una cárcel, y que su familia sea mostrada como
la de un criminal común, el mundo todo será testigo del fin de otro imperio más,
y del advenimiento de un Nuevo Orden Mundial.
El presidente Trump está al final de su vida productiva,
no creo que vaya a permitir que los rojos le vayan a echar a perder sus planes
de un retiro bien ganado, del respeto que merece como un exmandatario que supo
hacer su trabajo, y que su país goce de la tranquilidad y las oportunidades de
vida para millones de sus conciudadanos, ¿Qué tiene que perder?... todo.
La defensa de la democracia, y esto ya ha sucedido en la
historia, incluso en su país, con la guerra civil entre el norte y el sur; hay
momentos en que la república debe ser salvada de su extinción, se necesita no
sólo de valor y coraje, sino de la plena convicción que todo el esfuerzo
histórico de un país, sus sacrificios, sus tradiciones están en extremo peligro,
cuando los poderes mediáticos, ideológicos, sociales y políticos, tratan de
imponerse bajo la égida del colectivismo y a favor de la intervención de
potencias extranjeras en los asuntos internos de ese país, sólo medidas
heroicas podrán impedir la pérdida de la nación, mañana podría ser muy tarde.
En el caso venezolano, hombres equivocados y pusilánimes
se dejaron arrebatar al país, anteponiendo unos principios totalmente
manipulados por los comunistas y el crimen internacional, en una retórica de
democracia que simplemente destruyó el tejido nacional y se transformó en una
pesadilla que ya va por los 21 años; hay quienes piensan que la democracia
lleva en su seno la semilla de su propia destrucción, y que llegado ese momento
debe dejarse que ocurra para que se produzca una renovación, no comparto esa
tesis.
La democracia si no se defiende, y esto implica llevarlo
hasta sus últimas consecuencias, se pierde, tan sencillo como eso, nos la
arrebatan y nos esclavizan, de eso, los venezolanos ya tenemos mucha tela para
recortar, lo difícil ahora es liberarnos, retornar a la democracia desde un
barranco de opresión, mentira y terror, y eso sólo puede hacerse con las ideas
correctas, pues si no estamos claros en nuestras ideas no hay manera de
alcanzar las metas.
Estamos en un momento crucial, creo que ya ha despertado
mucha gente, los venezolanos nos hemos liberado del discursito interesado de
los colaboracionistas, del argumento principal de que ser demócrata, pacífico y
electorero es el único camino a la salvación, de las intenciones de Maduro de
que permanezcamos obedientes y serviles para que no nos pase nada y sigamos
jugando a su idea de democracia, que es una burda manipulación.
Cuando un país tiene normativas como la ley contra el
odio, con la que pueden estigmatizar e ilegalizar cualquier idea opuesta a la
del régimen comunista, cuando la censura puede llevar a la cárcel a un
ciudadano expresando su descontento, cuando una persona puede ser asesinada o
torturada porque piensa diferente, definitivamente hemos llegado a un punto de
no retorno, nos obligan a bajar al infierno y quieren que lo hagamos en
silencio, con la cabeza gacha y dándole las gracias por su generosidad.
Los venezolanos tenemos que volver a la mesa de diseño, nuestros
planes de liberación han fracasado, el camino que teníamos para liberarnos del
régimen, por medio de votos, consultas, respeto a las opiniones de nuestros
aliados de que debemos seguir negociando con nuestro verdugo, ha llegado a su
fin… como diría aquel inolvidable personaje de la televisión infantil de unas
décadas atrás: “Y ahora… ¿Y quién podrá defendernos?”
Nadie nos va defender, y menos en estos momentos aciagos,
de pandemia, de perdida de las democracias, de crisis económica, de avance del
totalitarismo, del terrible engaño del socialismo, de tecnologías inhumanas, y
de líderes oscuros que rinden culto a la perversión humana.
Debemos hacernos con un nuevo plan y actuar de acuerdo a
él, pero debe ser distinto a lo que ya hemos ensayado, empezando por que debe
ser secreto, no podemos ni debemos publicitarlo, llevarlo a cabo sin
estridencias ni anuncios de lo que vamos a hacer, no podemos revelarlo
sencillamente porque nuestro enemigo espera que lo hagamos, porque el juego
hasta el momento ha sido: las reglas las pone el régimen porque eso es lo
democrático y constitucional, y así ellos han secuestrado las instituciones, el
congreso, los tribunales, las FFAA, los partidos políticos, los medios de
comunicación… nosotros obedecemos y ellos mandan, nosotros trabajamos y ellos
nos roban, nosotros protestamos y ellos nos caen a palos, nosotros morimos, nos
torturan, nos encarcelan, y ellos pasean como reyes por las calles, comprando
en sus bodegones y rodeados de escoltas.
Debemos rescatar el significado del trabajo clandestino,
una tradición que no está perdida y que tanto éxito tuvo en el pasado, incluso
para ellos, recordemos que el chavismo nace en las alcantarillas de la
democracia abierta, en las cunetas más oscuras de la institucionalidad…
permitir que nuestros enemigos sepan con antelación lo que vamos hacer es una
estupidez que no podemos permitirnos, de allí la necesidad de construir redes
ciudadanas de segundo y tercer nivel por donde podamos canalizar la
información, eso es lo que hacen las revoluciones y las contra revoluciones que
han tenido éxito en la historia.
Volviendo al principio, de las señales más auspiciosas en
un cambio de actitud de mis compatriotas, observo que se cansaron del jueguito
electorero, porque a pesar de los que insisten en que ése es el único camino de
la liberación, desde hace más de veinte años no ha habido elecciones limpias en
nuestro país, la democracia no puede ser rescatada desde el voto, porque éste
sólo sirve una vez instaurada la libertad, para elegir y hacer conocer nuestra
voluntad, pero primero debemos recuperar lo que nos arrebataron.
Coincidencialmente, ése fue el primer paso para que los
comunistas accedieran al poder en USA, hacerse con el control del aparato
electoral y tener lista una red judicial para que acreditara la usurpación de
la voluntad del pueblo por medio del fraude masivo (permítanme autocensurarme,
este alegato de fraude electoral no ha sido probado, de modo que advertimos de
su posible falsedad), ¿Cuáles la razón y el propósito de la siembra de un
estado profundo (deep state) si no es
el control de los resultados de las organizaciones claves en el manejo del
poder en el momento preciso y necesario?
Los medios de comunicación y las empresas tecnológicas
que los soportan se dieron a la tarea infame de confundir al público con fake news y opiniones absolutamente
interesadas en llevar a cabo la prostitución de la democracia en los EEUU, la
única manera de desmontar un fraude de esta magnitud es abriendo todo el
proceso para su revisión y examen, y es justamente los que los demócratas están
negados hacer, es lo que los distintos tribunales en poder de los comunistas
están negados a conceder.
Para hacerles la historia corta, los venezolanos vamos de
regreso mientras que los norteamericanos vienen camino al infierno. Los venezolanos
nos negamos a ser parte de la burla electorera de este pasado diciembre del
2020, cuando el régimen de Maduro se apoderó de la Asamblea Nacional por un
fraude cantado y a la vista de todos… y ya sabemos quiénes son nuestros
enemigos y colaboracionistas, y ellos saben que no vamos a jugar su juego, su
trampa está al descubierto.
En cuanto a Trump, los comunistas están utilizando una
vieja táctica cubana, poner a mujeres en puestos claves para la ofensiva, para
debilitar la respuesta defensiva de los hombres, sobre todo de los
conservadores, tan respetuosos del sexo opuesto; las mujeres revolucionarias
pueden ser muy peligrosas y a veces más despiadadas que los hombres, vea usted las
figuras que los socialistas están desplegando en este momento por el partido
demócrata y más de la mitad son mujeres, la señora Obama, la señora Clinton, la
señora Pelosi, sólo para mencionar las más importantes.
Es lamentable ver a políticos republicanos cediendo a la
presión comunista supuestamente para salvar la democracia, entregándosela en
bandeja de plata al comunismo y a las minorías más radicales y primitivas del
país, personas que tenía en alta estima abandonando su propio criterio para
sumergirse en excusas retóricas y argumentos jurídicos, todos en provecho de
entregarle sin resistencia, el país a las huestes de la noche.
Al presidente Trump lo tienen en jaque, más no le han
dado el mate, y están desesperados por derrocarlo antes de que termine su
mandato; una vez que lo tengan a las sombras vendrán las medidas de fuerza,
empezando por el desarme de la población civil y aprovechar la pandemia para
producir toques de queda en regiones estratégicas, pero el país está temblando
de la indignación, se siente los temblores que anuncian una contra reacción al
comunismo, bajo estas condiciones no creo que el candidato Biden tenga
oportunidad de realizar su sueño de entregarle el país al socialismo
internacional.
Si en Venezuela pudiéramos inocular a su población con
una dosis de “ubicatex” ¿Qué es lo
primero que notaríamos? Pues que las armas que supuestamente nos legó la
democracia para defenderla, no sirve ninguna, excepto aquel famoso artículo 350
de la Constitución vigente, que nos obliga al desconocimiento de regímenes
contrarios a la democracia, de allí en adelante estamos por nuestra cuenta y
con un solo objetivo, rescatar nuestra libertad y con ella, la democracia.
Hasta aquí lo que se daba por hoy, que estén bien y atentos a los acontecimientos. - saulgodoy@gmail.com
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