A medida que el
conocimiento científico ha ido creciendo, nuestro mundo se ha ido
deshumanizando. El hombre se siente
aislado en el cosmos, porque ya no participa en la naturaleza y ha perdido su
“identidad emocional inconsciente” con los fenómenos naturales, que lentamente
han abandonado sus implicaciones simbólicas. El trueno ya no es la voz de un
dios colérico, ni el rayo su proyectil vengador. Ningún río alberga un
espíritu, ningún árbol es la personificación de la sabiduría, ninguna caverna
la morada de un gran demonio. Ahora no hay voces que hablan al hombre desde las
piedras, las plantas y los animales, ni tampoco él les habla profunda energía
emocional que le proporcionaba esta conexión simbólica.
Carl Jung
Todavía hay personas que creen que el chamanismo es un
fenómeno exclusivo de los pueblos aborígenes americanos, propio de las selvas
amazónicas, de los altiplanos andinos, de los valles de Mesoamérica o de las
praderas del oeste norteamericano, pero la verdad es muy distinta, el
chamanismo pertenece a pueblos muy antiguos alrededor del mundo y de acuerdo a
múltiple estudios, existía en Asia desde tiempo remotos, tiene presencia en
África, el Pacífico, en Siberia de donde derivó su nombre.
En sus orígenes, en la Grecia antigua ya se hablaba del
centauro Quirón como el primer chamán en la cultura occidental; la psiquiatra e
investigadora venezolana, la doctora Magaly Villalobos, ha logrado coleccionar
un cúmulo de interesantes notas sobre la mitología griega, y cuando se refiere
a Quirón, describiendo a este interesantísimo personaje, nos dice lo siguiente:
Quirón
tenía cuerpo y patas de caballo y el torso y los brazos humanos. La simbología
del caballo sugiere una realidad en bruto, y una energía instintiva, una libido
salvaje pero principalmente domesticable. Sus movimientos desenfrenados
sugieren una expresión sexual libre y extática, pero también hacen pensar en
los peligros del frenesí y de la locura, cuando se los embrida, los caballos
representan los instintos cultivados… Hombre o mujer, el chamán es alguien a
quien la fuerza y la inmediatez de su experiencia religiosa personal, de su
visión espiritual, mantienen apartado de su tribu, alguien que logra la
“realización hierofántica”. La “toma de conciencia de una interfusión mucho más
profunda de algo que habita tanto en el mundo externo como en la propia
vivencia interior, que confiere a todo un carácter sagrado. Una vez que ha
aceptado esta vocación, sin embargo, el chamán es tenido en gran consideración
en el seno de su grupo, y ejerce una influencia considerable en virtud de su
vocación de sanador, de intermediario, de adivino y de visionario. Los chamanes
han transmitido con frecuencia visiones que son advertencias para su pueblo, y
han funcionado como una fuente a partir de la cual puede renovarse y
reaprovisionarse la vida espiritual de la colectividad.
Quirón es una figura excepcional en la mitología, fue
maestro de la equitación, del tiro al arco, de la caza, la música y la
medicina, de las artes de la guerra, la ética, los rituales religiosos, de la
ciencia natural, se le atribuye la invención de la flauta y de la lanza, trazó
los primeros mapas estelares, pero sostuvo por una buena parte de su vida una
condición muy especial, y es que a pesar de que era inmortal, sufrió una herida
a la cual no podía curar, dedicó su vida a buscar remedios para su mal, y
gracias a ese conocimiento pudo curar a los demás mas no a sí mismo, sólo
haciéndose mortal pudo encontrar la cura, y murió, y los dioses lo revivieron y
fue inmortalizado en la constelación de Sagitario en los cielos nocturnos.
Esta historia la cuenta la doctora Villalobos en sus más
íntimos detalles, y les aseguro que es una historia que vale la pena conocer,
pero por pura- ¿casualidad?- me encontraba escribiendo este artículo cuando me
llegó la siguiente noticia, de la Agencia EFE, la transcribo textualmente:
El
chamán que quiere “expulsar” a Putin anuncia nueva cruzada hacia Moscú “en
lomos de un caballo blanco”
enero
12 2021, 7:17 am
El
chamán Alexandr Gábishev, que en 2019 intentó sin éxito cruzar Rusia a pie para
llegar en 2021 a Moscú y “expulsar” al presidente Vladímir Putin, anunció que
en marzo de este año iniciará una nueva cruzada a lomos de un caballo blanco.
“Como estaba previsto, iré a lomos de un caballo blanco, el resto seguro que
viajará en vehículos. Por eso avanzaremos rápido”, afirmó en un vídeo publicado
en el canal Novosti Reguiónov de Youtube. El chamán, que en su anterior intento
de llegar a Moscú a pie fue detenido y sometido a un reconocimiento médico en
un psiquiátrico, explicó que la cruzada se iniciará en Irkutsk para llegar a
Altái, “que es el sitio donde se concentra toda la fuerza de toda Rusia”.
“Luego cruzaremos Siberia y llegaremos a los Urales, y estaremos a un paso de
Moscú”, anunció Gábishev, quien se autodefine como “chamán guerrero”. El
escritor ruso Víctor Yegórov, residente en la región siberiana de Tiumén y
seguidor del chamán, confirmó en otro vídeo difundido en el mismo canal que
Gábishev hizo públicos sus planes para este año y ofreció detalles del
itinerario. Yegórov, quien es conocido como Ded Moroz (el Abuelo Frío, versión
rusa de Papá Noel) y es cronista del chamán, se refirió al creciente apoyo con
el que cuenta Gábishev y afirmó que en septiembre “habrá grandes cambios” en
Rusia, que vinculó a las venideras elecciones a la Duma rusa (Cámara Baja).
Según declaró a la agencia rusa RIA Novosti la abogada del chamán, Olga
Timoféeva, éste no tiene impedimento legal alguno para moverse a lo largo de
Rusia, puesto que en estos momentos “no hay ninguna medida cautelar en su
contra”.
Las
autoridades rusas han detenido en varias ocasiones a Gábishev, a quien
declararon enfermo mental “peligroso” en mayo pasado e internaron para
tratamiento médico forzoso, pero posteriormente fue dado de alta. En una de sus
entrevistas, el chamán contó que había emprendido el viaje con 3.000 rublos
(unos 50 dólares) en el bolsillo, pero la gente que se cruzaba en el camino
comenzó a ayudarle, lo que finalmente fue clave para costear los gastos de su
expedición.
Esta noticia me ayuda a apuntalar dos hechos que
considero interesantes, el primero, que el tema del chamanismo vuelve a tomar
fuerzas en la cultura del mundo globalizado, sucede con el chamanismo que su
popularidad va y viene, como las mareas, y creo que estamos en pleamar, en el
momento de un nuevo resurgimiento en la conciencia del mundo; en tiempos de
crisis y angustias las sociedades vuelven a buscar a sus chamanes para que los
guíen.
El segundo, pero no menos importante, el chamanismo es y
debe ser considerado como una alternativa política, no una estable y
permanente, pero sí para emergencias y espero poder explicarlo en el transcurso
de este breve escrito.
A mediados del siglo pasado hubo una primera oleada de
interés por el chamanismo que se despertó principalmente en los círculos
científicos de la antropología y la etnología, importantes exploraciones se
dieron alrededor del mundo buscando a estos elusivos personajes en las tribus
más aisladas del planeta, de estos descubrimientos y estudios sobre el papel
del chamanismo en estas culturas, la filosofía de la religión, las religiones
comparadas y la mitología elaboraron nuevas tesis que intentaban separar al
chaman de los brujos y los curanderos, aunque el chamán podía tener ambos
roles, no todos los piaches y adivinos eran chamanes, sobre este punto, los
estudios que llevó adelante Mircea Eliade, en especial con su libro El chamanismo y las técnicas arcaicas del
éxtasis, fueron fundamentales para descubrir que el chamán contaba con un
lugar en las estructuras sociales de estos pueblos y su significancia en el
mundo espiritual, el autor nos dice:
El
chamanismo stricto sensu es por excelencia un fenómeno siberiano y
central-asiático… En muchas tribus el sacerdote sacrificador coexiste con el
chamán, sin contar con que cada jefe de familia es también el jefe del culto
doméstico. Sin embargo, el chamán continúa siendo la figura dominante: porque
en toda esta zona, donde la experiencia extática está considerada como la
experiencia religiosa por excelencia, el chamán, y sólo él, es el gran maestro
del éxtasis. Una primera definición de tan complejo fenómeno y quizá la menos
aventurada, sería ésta: Chamanismo es la técnica del éxtasis… En todas partes
del mundo hay magia y hay magos, mientras que el chamanismo entraña una
"especialidad" mágica particular, acerca de la cual insistiremos
largamente: el "dominio del fuego", el vuelo mágico, etc. De aquí
que, aunque el chamán sea, entre otras cosas, un mago, no importa que el mago
no pueda ser calificado de chamán. Idéntica distinción se impone a propósito de
las curaciones chamánicas; cualquier medicine-man
es curandero, pero el chamán utiliza un método de su exclusiva pertenencia. En
cuanto a las técnicas chamánicas del éxtasis, desde luego no agotan todas las
variedades de la experiencia extática atestiguada en la historia de las
religiones y la etnología religiosa; pero no se puede considerar a un extático
cualquiera como chamán; este es el especialista de un trance durante el cual su
alma se cree abandona el cuerpo para emprender ascensiones al Cielo o
descendimientos al Infierno.
Es impresionante el listado de pueblos que han recurrido
al chamanismo desde épocas ancestrales, mongoles, tártaros, samoyedos,
tunguses, ostiacos, yakutes, hawaiianos, jívaros, yanomamis, navajos,
esquimales… Eliade sostiene que antes de la llamada Edad de Piedra, los humanos
teníamos decenas de miles de años existiendo y practicando religiones que nos
mantenían en contacto con el entorno permitiéndoles a nuestros antepasados sobrevivir,
este conocimiento perdido todavía existe, lo hemos heredado pero no lo
reconocemos porque se ha transformado, es cierto que hemos perdido mucho de
estos códigos y ritos, pero esa necesidad de contacto espiritual con el mundo
aún es necesario y su ausencia nos hace incompletos.
Eliade también nos descubre lo cerca que están los
chamanes de las enfermedades mentales, en la noticia que les presenté sobre
Rusia, sabemos de la larga tradición que tienen los cuerpos de seguridad del
estado e la utilización de la psiquiatría como arma de control social,
declarando “enfermos e incapaces” a muchos opositores políticos al régimen,
llegando incluso a encerrar en instituciones mentales y aplicarles tratamientos
correctivos a ciertos individuos difíciles, hasta convertirlos en dóciles
pacientes.
La epilepsia, la histeria, los comportamientos
psicopáticos, las tendencias alucinatorias, melancolías y depresiones profundas
son comunes en los candidatos a chamanes, sobre todo los siberianos y
pertenecientes a tribus árticas, cercanas al polo, hay autores que indican que
el chamanismo se inició en estas latitudes donde son comunes enfermedades
producidas por el frío, el aislamiento, la falta de vitaminas y que
desencadenan enfermedades mentales, en especial hacen mención a la “histeria
ártica” que induce trances catalépticos, en los cuales se supone que el
iniciado aprende a controlar el viaje de su alma cuando sale de su cuerpo a las
regiones del inframundo, en las regiones más calientes los trances se logran
con los tambores, danzas o con drogas alucinógenas.
Esto es importante porque volvemos al principio, que para
ser chamán, necesariamente tuvo el candidato que haber vencido una enfermedad o
una herida, tuvo que haber conocido la agonía y haber estado cerca de la muerte
para aprender como curar y auxiliar a sus hermanos en peligro, el chamán ya
maduro y experto en sus artes, no es un individuo enfermizo, todo lo contrario,
se reportan innumerables casos de su agilidad, resistencia y vigor
incomparables, en medio de los ritos y en momentos anteriores a su viaje
extático.
Para quienes sientan curiosidad sobre este mundo de los
chamanes siberianos les recomiendo el libro de la doctora Olga kharitidi, El Círculo de los Chamanes, se trata
del testimonio personal de una médico que trabajaba en un hospital psiquiátrico
de Novosibirsk, en Siberia, y son una serie de notables experiencias chamánicas
y revelaciones en la región históricamente mística de los montes Altai,
realismo mágico ruso de altísima calidad, se los recomiendo.
En lo personal me gusta mucho más el chamanismo de
nuestro continente, que como muchos de ustedes estuve “tocado” por las obras de
Carlos Castaneda en la edad más impresionable de mi juventud y con aquel
inolvidable chamán, el único y poderoso, Don Juan Maltus; no es el momento de
entrar a analizar el valor científico de estos escritos, que aparte del primer
libro de la serie, los demás no resiste un análisis serio, pero concurro en la
opinión de ese otro legendario chamán, Alejandro Jodorowsky, quien dijo de
Castaneda que era un “mentiroso sagrado”.
Cierro estas ideas sueltas para decirles que he estado
leyendo un libro extraordinario sobre uno de los chamanes más importantes de nuestro
continente, se trata del sioux oglalas, Alce Negro quien fue entrevistado en
1930 por el escritor, historiador y poeta John G. Neihardt, en la Reserva de
Pine Ridge en Nebraska, para ese momento Alce Negro estaba viejo y ciego, pero
fue un legendario cazador, guerrero, vidente y chamán de gran prestigio, entre
otras cosas, era primo del gran jefe Caballo Loco, y de esas notas surgió el
clásico Alce Negro Habla (1932), de
los poquísimos libros que existen de teología autóctona americana, si lo
consiguen no se lo pierdan, es una verdadera revelación.
Los chamanes han dejado muy poco legado como para poder
reconstruir un sistema de creencias y/o conocimiento, la mayoría de lo que
sabemos o es testimonial, o es parte de la interpretación de los antropólogos
en sus investigaciones de campo, Venezuela es un país privilegiado por su
extensa cultura chamanística una buena parte de ella rescatada por misioneros,
y es ahora más que nunca que el país requiere de sus chamanes, de sus
verdaderos hierofantes, no de esos pobres indios que por necesidad o por
favores se prestan a la lamentable propaganda del régimen y aparecen en rituales
bendiciendo a los líderes del chavismo, los mismos que los mantienen en la
miseria y la esclavitud, que persiguen y asesinan a sus pueblos.
El país está bajo el control de espíritus y demonios
africanos, la santería se ha afincado de manera cruel en nuestra tierra y ya es
tiempo de la liberación, y para ello necesitamos el concurso de todas las
fuerzas espirituales que podamos acopiar, de nuestros sacerdotes católicos y de
nuestros chamanes, de chamanes de otras partes del continente, nuestros problemas
no se arreglan sólo con política, hay fuerzas vitales que debemos conjurar de
la naturaleza para que actúen en concierto en contra de nuestros enemigos… así
lo decreto y así se cumpla.
-saulgodoy@gmail.com
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