A la memoria de mi
amigo Leonardo Hernaiz Landaez
“(...) la Tierra -la Desterritorialízada,
la Glacial, la Molécula gigante- era un cuerpo
sin órganos. Este cuerpo sin órganos estaba
atravesado por materias inestables no formadas,
flujos en todos los sentidos, intensidades libres
o singularidades nómadas, partículas locas o
transitorias. (...) en la tierra se producía al mismo
tiempo un fenómeno muy importante, inevitable,
beneficioso en algunos aspectos, perjudicial en
otros: la estratificación. (...) la estratificación
general era el sistema completo del juicio de Dios
(pero la tierra, o el cuerpo sin órganos, no cesaba
de sustraerse al juicio, de huir y desestratificarse)’'.
Deleuze,
Gilíes-Guattari, Félix; Mil mesetas, 2002
Hay mucha desinformación en cuanto al futuro energético
de nuestro planeta, el socialismo internacional y sus socios tienen una clara y
determinante intensión de acabar con la primacía de las grandes empresas
energéticas cuyo negocio ha sido, es y será, hasta que escasee, el petróleo y
sus derivados; ya lo he explicado anteriormente, para poder derrotar al
capitalismo mundial, para terminar de manera definitiva con el liberalismo
clásico y la democracia como forma de organización social, es necesario cambiar
el patrón de consumo energético del mundo, llevarlo del petróleo, a las
energías alternativas, todo esto bajo la excusa que lo hacen por una necesidad
de sobrevivencia, para preservar el equilibrio ecológico del planeta y detener
el cambio climático.
Para ello y desde hace ya unas décadas se ha venido
preparando todo un movimiento mundial de organizaciones ecológicas, empresas
para el desarrollo de energías alternativas, lobby internacionales para
promover cambios legislativos internacionales para prácticamente, criminalizar
el uso de combustibles fósiles, influir sobre la comunidad científica para que
elabore evidencias que comprueben que la actividad humana (la quema de
petróleo) es la causa del cambio climático, y no otros factores naturales y
físicos que han sido la causa reales de las grandes variaciones climáticas en
el planeta, y de esta manera, preparar una base política de partidos
comprometidos con esta causa.
Lo que no les dicen y se lo tienen muy callado, es que
detrás de todas estas industrias novedosas de energías alternativas, como la
eólica (molinos de viento), de mareas (turbinas costeras), solar (bancos de
paneles solares), geotérmica (receptores de calor geológico), hidrógeno
(convertir el agua en combustible), nuclear, biocombustibles, fusión fría y
otras, se ocultan una serie de empresas, laboratorios de investigación,
fundaciones, ONG´s, universidades, que reciben enormes cantidades de dinero
para subsidiar sus investigaciones, ya que la gran mayoría de estas energías
alternativas no están maduras, no pueden competir con el petróleo, tienen
graves problemas de producción almacenamiento, distribución, que las hacen
sumamente costosas.
Las energías alternativas que existen, ninguna puede
sustituir al petróleo en el mediano plazo, son tecnologías tan poco efectivas
que no pueden garantizar el desarrollo de ningún país, incluso los que han
logrado autonomía eléctrica con la energía nuclear (Francia), o eólica
(Noruega) no pueden apostar sus desarrollos económicos a estos avances, menos
aún garantizarle al resto del mundo oportunidades de desarrollo o crecimiento
de sus economías, aunque existen algunos empresarios y políticos que practican
el capitalismo salvaje, que quieren obligar al tercer mundo y los países en
vías de desarrollo a que adquieran estas tecnologías costosísimas, para crear
una nueva dependencia y detener el desarrollo de esas naciones, para que vivan
en la sempiterna pobreza.
Ninguna de esas nuevas empresas de energías alternativas
puede subsistir sin esas ayudas del estado, y sus accionistas están afiliados
todos, a los partidos socialistas, quienes promueven la ideología del
ecofascimo, y en la acera de enfrente, están las empresas petroleras
financiando a los partidos conservadores y de derecha como es el caso del
partido republicano en USA, y que se han convertido en el blanco perfecto de
los comunistas porque son portadores del capitalismo y la prosperidad.
Países productores de petróleo como Arabia Saudita, Irán,
Venezuela, entre otros, que no tienen plena autonomía ni política ni
tecnológica, y que deben contar con países desarrollados tanto para sus planes
de desarrollo como para sus mercados, están igualmente supervigilados y está
planteado, si la izquierda internacional gana la partida, hacerlos responsables
de los costos en que incurrirían el desarrollo de las alternativas energéticas
y penalizarlos, con grandes multas por su papel en el supuesto calentamiento
global.
El caso venezolano reviste características muy
particulares por el papel que ha jugado y juega en los movimientos hacia un
Nuevo Orden Mundial, no sólo hemos sido víctimas de la incapacidad e indolencia
del chavismo (el socialismo del siglo XXI), que ha quebrado a una de las
industrias petroleras más importantes del mundo (PDVSA), sino que la política
de no intervención en la situación venezolana para así proteger al chavismo por
parte de la comunidad internacional, y la reiterada negación de ayuda efectiva
para que el país recupere su democracia, se corresponde a un plan urdido en el
seno de socialismo internacional de meter en el congelador al país “con las
mayores reservas petroleras del mundo”, esto, con el fin de que se desarrolle
ese cambio de patrón energético que tienen los socialistas planificado dentro
de su plan de reseteo del nuevo orden mundial.
El petróleo tendrá
su segundo debut.
Para los que no lo sepan, las reservas petroleras
mundiales ya pasaron su pico máximo de producción, ahora lo que viene es un
lento declive que se verá amortiguado a medida que el parque automotor mundial
se convierta en vehículos eléctricos, y que el gas tome el lugar de combustible
intermedio, pero quedarán grandes parcelas de actividad como el transporte, la
industria, la agricultura, que incrementarán su consumo de petróleo.
Los países en crecimiento necesitan de energía que les
permita lograr sus metas, una energía que esté a su alcance, igual con los
países desarrollados, el aumento de la producción petrolera en los EEUU no es
sostenible en el tiempo sin el petróleo de Alaska, México y Canadá, que eran
sus fuentes de suministro regionales, y que tenían planificado surtir por medio
de gigantescos oleoductos; el crecimiento de los EEUU se encuentra en
entredicho, ya que el gobierno del partido demócrata canceló los proyectos de
suministro, el petróleo adquirido en otras partes, está sujeto a múltiples
variables de seguridad, precio y transporte que lo hacen más riesgoso y el
suministro inestable.
Según estimados de la Agencia Internacional de Energía
(AIE) el consumo de petróleo en el mundo se incrementará y llegaremos al 2040
con un 75% de consumo petrolero sobre todas las otras energías, y esto es así
por una simple razón, no hay equivalente en el poder calórico que el petróleo
dispensa, y que por ser líquido facilita su transporte a cualquier punto del
planeta, y a pesar de su fluctuación de precios, sigue siendo la alternativa
menos costosa.
Para producir la misma energía que un barril de petróleo
se necesitan muchos molinos de vientos, grandes extensiones de tierra con
paneles solares, la energía nuclear es peligrosa en su manejo, no hay a la
vista una alternativa, pero no nos engañemos, en cualquier momento y gracias al
ingenio humano, puede aparecer una solución, pero igual, tomará tiempo
desarrollarla y llevarla donde se necesita, mientras tanto, la manera de
producir energía de la manera más eficiente y barata es el petróleo.
Y volvemos al problema que los socialistas han construido
a través de tantos años, la posibilidad de vida del planeta Tierra depende de
que dejemos de usar el petróleo, lo cual es falso o por lo menos la ciencia no
lo ha probado, y en este sentido no soy un negacionista a ultranza, es verdad
que el petróleo es sucio y contaminante, sólo hay que verlo en mi país donde
unos ineptos como los chavistas y los militares que son sus socios, están
volviendo un chiquero nuestras costas, ríos, llanuras… pero eso es producto de
una cultura de rancho, de favela, de una falta de educación y principios
básicos de convivencia… pero de allí a que exista un efecto invernadero
causante de las altas temperaturas y de los cambios climáticos que producen
tormentas, nevadas, incendios, subida de los niveles del mar en las costas,
desaparición de especies animales, desorientación en aves e insectos,
inundaciones, proliferación de pestes, derretimiento de los casquetes polares,
y para usted de contar, hay un trecho enorme con la verdad.
Alex Epstein, fundador del Centro para el Progreso
Industrial y autor del libro El
Argumento Moral para los Combustibles Fósiles, nos dice:
La
Naturaleza no es benevolente; es indiferente. Solo a través de la actividad
humana, maximizando nuestro impacto, es que podemos transformarla en algo
distinto, en algo que es para nosotros- esto es, la humanizamos. Y esto atañe
al mismo clima. Nosotros no tomamos el clima y lo convertimos en algo
peligroso, al contrario, tomamos un clima peligroso y tratamos de hacerlo
seguro, Civilizaciones de alta energía, no el clima, es la razón de la
convivencia climática. No importa que o como, el clima continuará siendo un
riesgo- la pregunta importante siempre será si tenemos la posibilidad para
manejarlo, o mejor, para controlarlo. Este dominio no se conseguirá minimizando
nuestro impacto en la naturaleza, arrodillándonos ante una imaginaria Madre
Tierra. Todo lo contrario, se requiere de un deseo de crear un impacto humano,
de desarrollar nuestra huella. El desarrollo es la transformación de un
ambiente no apto para humanos, en uno que sea amistoso con nuestra naturaleza
utilizando maquinarias de alta energía. Desarrollo significa la creación de
sistemas purificadores de agua, de sistemas de irrigación, de contar con
fertilizantes y pesticidas, de tener semillas genéticamente mejoradas, de
construir represas, malecones, calefacción, aire acondicionados, casas seguras,
de desecar pantanos, levantar estaciones eléctricas, contar con vacunas, con
medicinas y todo lo demás.
Los estudios científicos son inconclusos en este sentido,
mucho más asertivos son los operadores políticos socialistas que tienen una
cruzada en contra del petróleo, pero por razones políticas y económicas, el CO2
es uno de los bloques constitutivos de la vida en nuestro planeta, sin CO2 no
habría vida posible, si en la atmósfera el contenido de CO2 es menor a 150
partes por millón (ppm) la mayoría de las plantas morirían, pero los
socialistas acusan que nosotros los humanos hemos agregado a nuestra atmósfera
200 billones de toneladas de CO2 para acercarnos a un peligroso volumen de más
de 850 billones de toneladas de CO2, o sea 400 ppm, creando un efecto
invernadero peligrosísimo, pero se olvidan que apenas 500 millones de años
atrás la Tierra contenía cerca de los 150.000 billones de toneladas de CO2 en
la atmósfera 17 veces más que hoy y tanto la atmósfera como los procesos de
captura de gases por medio de la vegetación, las piedras calcáreas, los
microorganismos, los océanos, y nunca hubo una catástrofe ni la interrupción de
la vida en el planeta (datos obtenidos del discurso del Dr. Patrick Moore en el
Institute of Mechanical Engineers,
London 14 October 2015, para quienes no lo conozcan el Dr. Moore fue uno de los
fundadores del grupo ambientalista Greenpeace).
La confrontación
que viene con los ecofascistas de izquierda
Los socialistas, apoyados por supuestos resultados
científicos se reunieron en una conferencia climática en París (COP21), donde
el entonces presidente Obama llevó a su seno las paranóicas consecuencias del
alza de uno o dos grados de temperatura sobre el clima mundial, y en
contubernio con los socialistas en la ONU y diversas ONG´s, lograron aprobar
unos acuerdos para transformar nuestra civilización, el punto principal oculto
detrás de la retórica oficialista era la muerte del petróleo y el cambio del
patrón energético mundial, lo que significaría la introducción del Nuevo Orden
Mundial, pero afortunadamente la presidencia la ganó Trump y los acuerdos
quedaron sin efecto, hasta ahora.
Las petroleras y los países productores, que van a ser
las primeras bajas en esta guerra en contra de la civilización, y las
inversiones y recursos de los países desarrollados van a ir dirigidos hacia las
energías alternativas, obligando al mundo en desarrollo a parar sus esfuerzos
por el crecimiento y el progreso, para complacer a una élite mundial de
ecofascistas.
La verdad es que la historia climática de la tierra, la
paleontoclimatología, nos brinda un escenario de cambios importantes en el
clima mundial aún antes de que aparecieran los autos o se prendiera la primera
tea embardunada de brea en las cuevas de la prehistoria, y en esa historia el
CO2 en la atmósfera era vital para el desarrollo de la vida, entre otras cosas
porque inhibía las grandes heladas y los peligroso períodos de glaciación
planetaria.
Se han sucedido eras de hielo, periodos terribles de
sequía en extensas regiones del globo, cambios catastróficos en la corteza
terrestre y su atmósfera, que es mucho más dinámica y misteriosa que muchos
quisieran admitir, una enorme fábrica de gases y procesos químicos en constante
cambio y procesando toneladas de elementos que son parte esencial de su
estructura llegando en eras anteriores a procesar volúmenes de CO2 iguales o
superiores a los actuales, producto de la actividad volcánica u de impactos de
meteoritos en la Tierra.
Los comunistas están acostumbrados a trabajar su
ideología de dominio por medio del terror, se la pasan inventando escenarios
catastróficos para justificar sus gobiernos militares, sus dictadores y
guerras, y ahora que tienen a mano las tecnologías para el dominio de la
humanidad a escala global, están “chingos” por tener el poder de subyugarnos a
todos, de explotarnos como les da la gana y rodearse de los privilegios y
riquezas de los emperadores orientales.
En Venezuela está sucediendo algo muy particular, todos esos
políticos socialistas que quieren tomar el control del gobierno están hablando
de que nuestra época petrolera terminó, de que ahora en adelante debemos
diversificarnos (una buena idea pero por razones equivocadas), que debemos
darle vuelta a la página de nuestra historia como país productor de petróleo y
dedicarnos a otra cosa, justo en el momento cuando más valor tienen nuestras
reservas bajo la tierra, ellos, hechos los “pendejos” quieren ser los únicos
dueños del petróleo, sin que nadie se dé cuenta, quieren repetir el modelo
chavista de “únicos propietarios del petróleo” con el que arruinaron al país, y
lo hicieron por brutos, ¿A quien se le ocurre estar nombrando como presidentes
de la estatal petrolera a exguerrilleros, familiares de terroristas comunistas,
a gente ligada a la tiranía cubana de los Castro?, pues allí robaron,
corrompieron y dilapidaron la riqueza del país, financiaron movimientos
sociales y políticos alrededor del mundo, pagaron campañas políticas,
financiaron guerrillas y subversiones, compraron conciencias y acumularon de
manera ilegítima de cuantiosas fortunas personales.
Epílogo.
Tener petróleo bajo la tierra es un regalo de la
providencia, mal utilizarlo fue una estupidez pero no utilizarlo y negarlo porque es “el
excremento del diablo”, justo cuando más necesidad tenemos de él, es de locos;
si bien el petróleo ya no debe ser propiedad del estado porque lo corrompe, el
petróleo debe ser explotado por las empresas privadas y esos dineros, producto
de regalías, impuestos, o participaciones, deben ser administrados de manera
independiente, en un fondo para ir reconstruyendo el país, pagar nuestras
obligaciones y financiar nuestro futuro, pero hay que ponerlo bien lejos de las
manos de los políticos, y definitivamente del estado.
Por los próximos treinta años tenemos una oportunidad de
recuperarnos de nuestro accidente socialista y volver a ser parte del mundo
civilizado, si nos aplicamos y rehacemos nuestra economía petrolera, esta
pandemia que le ha bajado la velocidad al mundo, más temprano que tarde va a
ceder, y podremos volver a ser una nación, pero lo primero es lo primero,
debemos recuperar nuestra libertad y la democracia, pero de verdad, no el
bodrio que nos quieren vender.
Epstein lo escribió: “Ninguna
ciencia te dice cómo actuar, la ciencia solo puede darte información, no
instrucciones. Tenemos una muy dogmática y cuasi religiosa manera de
aproximarnos a la ciencia, lo cual tiene una larga historia que consiste en
explotar la ciencia y merecer su prestigio. De allí que dictadores y
charlatanes siempre recurren a la ciencia para justificar lo que hacen… Cuando
escuches a alguien decir que debes hacer algo porque la ciencia lo dice, debe
empezar a dudar, o mejor… empieza a correr.”
El futuro de Venezuela es petrolero, de eso no debe haber
ninguna duda, y ya con la experiencia que hemos tenido nos debería bastar, para
esta vez, hacer las cosas como deben ser.
- saulgodoy@gmail.com
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