viernes, 5 de diciembre de 2025

En la exasperante espera.

 



 

La estrategia militar del Presidente Trump para el Caribe se ha tomado su tiempo, desde el pasado mes de Agosto cuando se ordenó la primera movilización de barcos de guerra para la intervención en Venezuela; antes de eso, hay que contabilizar el tiempo que se tomó el aparato de inteligencia norteamericano coleccionándo la información necesaria para trazar tanto la política como la logística armada, un tiempo que desconocemos, pero presumimos fue largo y anterior a la orden ejecutiva para actuar, esto incluye hechos claves como el cierre de la embajada norteamericana en Caracas, durante la presidencia de Baiden, y las expropiaciones de empresas norteamericanas, durante el gobierno de Chávez.

Como toda estrategia militar, sabemos que ésta cobra vida propia y vive en su propia dimensión temporal; los objetivos empiezan a cambiar desde el mismo inicio de la campaña Southern Spear, las variables se multiplican, los riesgos aumentan, las previsiones cambian, y a medida que se obtiene nueva inteligencia, se hacen los ajustes, se incrementan las tropas, el poder de fuego…

Igualmente, es importante el elemento de seguridad para los soldados y naves norteamericanas; para el presidente Trump, las bajas en sus tropas son de extrema importancia y, de acuerdo a sus declaraciones, una de sus preocupaciones es la conservación de vidas civiles venezolanas inocentes en los sitios de posibles conflagraciones, lo que complica la toma de decisiones, teniendo en cuenta que el gobierno narcoterrorista de Maduro está acostumbrado a movilizar civiles en los lugares donde se concentran, siguiendo esa tradición de terroristas de usar escudos humanos.

La doctrina militar norteamericana tiene como precepto principal no involucrarse en conflictos que no puedan ganar y, en el caso venezolano, esto se complica, ya que hay presentes en el país fuerzas insurgentes colombianas involucradas en el negocio de las drogas, células terroristas de Hamas y Hezbolah, que operan en ciertas regiones, componentes cubanos en sectores claves, incluyendo a las Fuerzas Armadas, a esto se suma el equipo militar chino y ruso adquirido por el régimen y, posiblemente, sus operarios e instructores, personal técnico en instalaciones petroleras, y no se descartan fuerzas mercenarias contratadas por el gobierno de Maduro… Washington está claro que Maduro perdió pueblo ya hace mucho tiempo.

Hay dos condiciones que el tirano Maduro no ha podido negar debido, entre otras cosas, a que toda la evidencia apunta a su responsabilidad: la primera es que se robó las elecciones nacionales en el mes de julio de 2024, lo que lo convierte en un usurpador del gobierno e ilegítima su mandato, de manera que no es el presidente de la República de Venezuela. El segundo elemento, que lo marca, es que efectivamente es un narcotraficante, cabeza del llamado Cartel de Los Soles, según consta en una demanda pendiente en un tribunal penal de New York y que lo tiene solicitado para que responda por sus delitos en USA.

Lo de terrorista le viene dado por las innumerables denuncias en su contra por violaciones de derechos humanos, por someter a ciudadanos venezolanos y extranjeros al secuestro y las torturas en penitenciarías en manos del estado, por haber cometido crímenes violentos en otros países por medio de organizaciones internacionales criminales. Se trata en resumen de un hombre violento, sin ningún escrúpulo por violar la justicia y utilizar las leyes a su favor.

La carta del “Pollo” Carvajal, recién publicada, ha recorrido el mundo entero, convalidando muchos de mis análisis sobre el verdadero alcance de esa tenebrosa organización narcoterrorista, y el temor de muchos otros analistas, que habían alertado sobre el “Deep State” o estado profundo, construido en las principales instituciones norteamericanas durante los gobiernos demócratas y que han estado trabajando para corroer las bases éticas y la seguridad nacional de Estados Unidos.

Durante el tiempo transcurrido en posicionar sus fuerzas armadas en el Caribe, el presidente Trump se ha cuidado de ganar para su causa la voluntad de gobiernos y personalidades de países del área en su cruzada por erradicar las fuentes y rutas del narcotráfico, y que tanto daño le han causado a su país. Pero, como era de suponer, la naturaleza del narcotráfico no reconoce fronteras ni autoridades legítimas, su poder de corrupción y degeneración moral se ha desbordado y sostiene a gobiernos que se benefician no sólo de los ingresos manchados de sangre, sino también de la deriva autoritaria que implica sostener liderazgos políticos complacientes con el tráfico de drogas.

Bajo esta perspectiva, el desmontaje del negocio de drogas ilícitas y peligrosas implica neutralizar las redes del negocio en otros países que son socios y alcahuetes del negocio multimillonario; lo que ahora implica neutralizar a Cuba, Nicaragua, Colombia, México, España… Venezuela sería sólo el tope del témpano de hielo en una lucha a muerte contra una de las amenazas más harteras y mortales de toda sociedad organizada.

Lo que se descubrió en Venezuela fue como una organización criminal internacional, con vínculos con gobiernos fundamentalistas del Medio Oriente y África, grupos terroristas y grupos locales de delincuencia política, pudo hacerse con el gobierno de una nación, lo que los elevaba de “ranquin” dentro de los grupos delincuenciales, ahora tienen vocería internacional, embajadores, representantes en organizaciones de naciones, desde las cuales podían influir decisiones, manipular políticas públicas, controlar debates sobre seguridad hemisférica, mientras en las sombras financian campañas políticas de candidatos afectos a sus planes de dominio y atentados en contra de opositores.

Al colocar barcos de guerra frente a las costas de Venezuela, con la firme voluntad de extraer a los principales capos que manejan el negocio del narcotráfico a nivel mundial, se alborotó el avispero. Y si bien el Cartel de Los Soles no tenía como hacer frente a una fuerza superior y mucho más preparada de la que disponía, esta situación los tomó por sorpresa, no solo a los venezolanos, sino a toda la nómina internacional de socios y dolientes, que ahora teme ser desenmascarada y señalada como una comunidad de socios y cooperantes.

De esta manera, el tiempo discurrido en ajustar las acciones militares les brindó, a los países que se han beneficiado del narcotráfico (en todas sus facetas: producción de precursores, de las drogas, del tráfico, del comercio, de las ganancias financieras, del lavado del dinero) la oportunidad de iniciar una campaña mundial contra la extracción de los narcos de Venezuela.

Se confabularon las organizaciones internacionales como la ONU, algunos gobiernos europeos propensos a soluciones pacíficas, gobiernos amigos de los comunistas del gobierno venezolano, la internacional socialista, el Foro de Sao Paulo, la Corte Penal Internacional, gobiernos con cola de paja que temieron que se descubriera su participación en estos manejos subterráneos, hasta el mismo Vaticano, el partido demócrata de Estados Unidos, los gobiernos de Rusia y China… y cayeron en la trampa, haciendo su parte como abogados del diablo, reclamándole a Trump volver a las negociaciones, condenando el uso de la fuerza, dignificando a Maduro como jefe de Estado, como si se tratara de una persona civilizada… respondieron a aquel asedio, plenamente justificado a un gobierno autoritario y transgresor, en una cruzada política para salvar una supuesta estabilidad regional, esfuerzo que fue financiado por organizaciones y operadores que creen en Nuevo Orden Mundial de la izquierda más radical.

Ninguno de ellos protestó con tanto aplomo y vigor cuando la oposición política venezolana era recogida y llevada a campos de concentración, donde les esperaba la tortura o la muerte; tampoco protestan ahora, cuando todavía continúan masacrándonos ante la mirada impávida y el silencio cómplice de esos políticos, que hoy se rasgan las vestiduras por unos narcoterroristas que deben ser sometidos a la justicia internacional, entre otras cosas, por desconocer la voluntad mayoritaria del pueblo en unas elecciones democráticas y universales, envueltas en un medio de un ambiente de miedo y censura.

La presión mediática y diplomática se siente; los ojos del mundo están atentos a lo que va a suceder en Venezuela. La mayoría de los venezolanos soñábamos con unas navidades en libertad, pero ya se vislumbra en el ambiente la posibilidad de que los “demócratas” del mundo (el término más convenientemente usado de la historia) vuelvan a sentarse con esos desalmados, a los que lo único que les importa es un retiro dorado en paz, mientras sus factores vuelvan a jugar a la política, como si nada hubiera pasado.

 

domingo, 30 de noviembre de 2025

¿Suerte o maldición?, la intervención de USA en Venezuela.

 



Dependiendo de donde se siente usted en la mesa, si es del lado del gobierno de Maduro y de los chavistas, será una maldición, por todo aquello del nacionalismo fundamentalista que los comunistas convenientemente predican en sus homilías de adoctrinamiento, la planta del extranjero insolente…, y más insolente aún por tratarse de los gringos en su papel de sheriff de la comarca, imperialismo por la fuerza de las armas.

Pero, si está del lado de los venezolanos demócratas y libertarios, sin duda es una suerte que los intereses norteamericanos sobre seguridad hemisférica, de defensa en contra de las amenazas a su propia libertad y estilo de vida en capitalismo, hayan coincidido con nuestra urgente necesidad de contar con un aliado con suficiente fuerza para eyectar del poder a unos criminales, que tienen más de dos décadas usurpando el gobierno y esquilmando los recursos de nuestra nación.

Y permítame decirles que, en el caso venezolano, no hay términos medios, la situación ante un gobierno totalitario y que claramente ha recurrido al terrorismo para imponer su visión del mundo, no deja apertura a otras opciones, en nuestro caso en particular, no hay cabida a la tolerancia ni a la convivencia con un narco régimen, o estás con ellos o en su contra, punto, no hay otra salida.

Hay unos mal llamados políticos, que en realidad actúan como agentes cooperantes del chavismo, que andan promoviendo políticas de inclusión, de perdón, que pretenden redimir a personeros y fichas del PSUV y otros partidos políticos, que se plegaron al gran hegemón, por interés, por miedo, aprovechando la oportunidad, y ahora andan minimizando sus actuaciones y tratando de exorcizar a los demonios que los han acompañado, sin importarles la sangre derramada, los sufrimientos padecidos, o los horrores que personificaron.

Esto, sucede con algunos militares de alto rango, podridos hasta la médula por los crímenes del madurato, y lo hacen bajo el falso argumento de que son profesionales de la carrera de las armas, que los vamos a necesitar para imponer orden en la colectividad , pues sin ellos no habrá paz social en el gobierno de transición… un argumento falaz, pues son esos mismos, jefes de bandas y colectivos violentos, quienes quieren volver a controlar sus territorios, vuelven los socialistas de closet a predicar que somos todos venezolanos y, como tales, debemos darles una segunda oportunidad.

De nuevo resucitan a Mandela y su lucha en contra del apartheid, recurren a Gandhi y sus discursos pacifistas, invocan a la misma Iglesia Católica y sus pretensiones de tolerancia como muestra de caridad, tal como le correspondería a un verdadero cristiano; y los argumentos que tratan de definir como éticos se basan en molduras identitarias: Nosotros no somos como ellos, los chavistas nos torturarían y luego nos ejecutarían con un disparo en la nuca, nosotros, en cambio, vamos a perdonarlos, a abrazarlos y a permitirles que se postulen como candidatos en nuevas elecciones, porque somos demócratas a carta cabal.

Tal grado de máxima candidez solo es posible en algunos estratos socialistas donde el concepto de naturaleza humana es idealizado hasta la deformación, ya que el ser humano es intrínsicamente egoísta, vano y cruel, y sólo se puede templar su carácter después de un proceso de educación y socialización arduo y muy largo, ése que termina por convertirlo en un humano, los demás quedaran a merced de sus pulsiones más primitivas y bajas.

Afortunadamente para nosotros los venezolanos, esta ordalía del chavismo nos demostró que no podemos vivir sin libertad, que la democracia es un bien muy preciado, que no podemos arriesgarlo en apuestas sin sentido, que personajes como Julio Borges, Henrique Capriles, Leopoldo López, Juan Guaidó y otros, tuvieron su oportunidad de brillar y lo que hicieron fue traicionarnos; el 80% del país está claro en que el chavismo es una enfermedad mortal para Venezuela, y hemos pagado el precio por recuperar nuestra dignidad, en las calles, en las cárceles, en los cementerios, pero no pudimos enfrentar al enemigo que se había incubado en el seno de nuestras Fuerzas Armadas.

El Presidente Donald Trump y su Secretario de Estado Marcos Rubio nos están brindando una nueva oportunidad de retomar nuestra historia y pertenecer de nuevo al mundo de naciones civilizadas; no podemos equivocarnos de nuevo, el costo de nuestros errores ha sido exorbitante, tanto en vidas como en recursos materiales, afortunadamente todavía tenemos el petróleo, que nos permitirá refundar la nación; eso nos obliga a dejar ese pasado de bárbaros e ignorancia atrás y aprovechar los nuevos paradigmas delante de nosotros.

Este nuevo camino que se nos presenta no puede ni debe ser inaugurado con las viejas recetas y fórmulas que funcionaron en algún momento en el pasado, y menos aún con conceptos rígidos y fórmulas de manual. En este momento está más viva que nunca la admonición del maestro Simón Rodríguez: “O inventamos o erramos”.

viernes, 21 de noviembre de 2025

Sorpresas te da la vida, por Saúl Godoy Gómez

 



Estamos lentamente descubriendo lo que es en realidad el chavismo-madurismo, este despertar no es inmediato sino por partes, a medida que se vayan descubriendo los crímenes y tramas de esta mal hadada “revolución” iremos cayendo en cuenta del fáustico escenario en el que estuvimos viviendo por largos y pavorosos 26 años.     

Y lo primero que salta a la vista, y dada la muy mala preparación de nuestras Fuerzas Armadas ante un escenario como el actual, de una inminente intervención de nuestros vecinos y amigos, los EEUU, que se han tomado la molestia de someter a los portadores de la armas de nuestra otrora república, para capturar a las cabezas visibles del Cartel de Los Soles, la mafia de narcoterroristas que tomaron nuestra patria como reducto y guarida, una de las bandas criminales más crueles y letales del mundo.

Así será el daño que estos bandidos han causado, que se convirtieron en el objetivo, ya no policial, sino militar de la primera potencia mundial, y que han puesto precio sobre sus cabezas basados en un cúmulo de evidencia que los señala de ser los principales traficantes en llevar drogas peligrosas para ser distribuidas en el seno de la sociedad norteamericana, llevaban más de veinte años haciéndolo, y cada vez en mayores cantidades y con una mayor letalidad, como en el caso de esa sustancia mortal llamada fentanilo.

Por supuesto, en el proceso de destrucción de la juventud norteamericana han producido una ingente fortuna de fondos ilegales, y que no contentos con el daño mortal que le infligía a la sociedad en USA, se dieron el gusto de lavar ese dinero para legitimarlo y levantar pequeños imperios de empresas de todo tipo, distorsionando los mercados locales, incrementando la inflación en algunos estados de la Unión, compitiendo deslealmente con los empresarios formales, introduciendo grandes sumas de dinero manchado de sangre elevando así los costos financieros en burbujas de prosperidad totalmente artificiales, que aumentaban las oportunidades de corrupción, chantajes, compra de consciencias…

Los chavistas se aprovecharon de la existencia en nuestro país, de una estructura de negocios transnacionales de alto vuelo como lo era el negocio petrolero, el cual utilizaron para sus negocios ilícitos en la Unión Europea, en África y Asia. Por primera vez en la historia un cartel criminal se había hecho gobierno, y como tal, tenía embajadas en todo el mundo que operaban para proteger negocios muy oscuros, entre ellos la compra de conciencia de políticos, de candidatos aliados a sus propósitos, de allí, que fuera tan fácil ganar elecciones, comprar cargos públicos y contar con impunidad internacional, en esta compra de voluntades no se salvó ni siquiera la ONU y la Corte Penal Internacional, para mencionar solo a las dos más representativas.

No contento con esto, Maduro, organiza una emigración desordenada de nacionales que temen por su futuro, y los mezcla con desadaptados, criminales comunes, agentes extranjeros con papeles falsos, siguiendo el plan cubano del puerto de Mariel pero a una mayor escala, de esta manera ataca a los EEUU infiltrando al peligroso grupo delincuencial, el infausto, Tren de Aragua, uno de los grupos más violentos y despiadados del mundo.

Pero tanto le dieron golpes al cántaro que finalmente se rompió, la arrogancia, la vanidad y la avaricia los llevaron a cometer desafueros que ya no eran posible ocultar ni justificar. Y fue con el indoblegable presidente Donald Trump y las agencias gubernamentales norteamericanas, que habían coleccionado suficiente material incriminatorio para llegar a la conclusión, que el asunto en Venezuela era tan grave, que solo una intervención militar podía solucionar aquella novísima situación de un estado narcoterrorista poniendo en peligro la estabilidad del orbe.

Pero uno de los descubrimientos más impactantes para los venezolanos fue la de enfrentar la lamentable realidad que nuestra institución militar, nuestras FAN, tan admirada y con una tradición enraizada en nuestra historia como nación, fue penetrada, comprada y puesta a la orden de Chávez y Maduro, las cabezas visibles de una organización transnacional del crimen cuyo objetivo principal era destruir la cultura occidental desde sus bases.

Esas fuerzas armadas la había convertido en una policía política casi que calcada del organigrama de la Gestapo durante el gobierno de Hitler en la Alemania nazi. Ya no era un ejército, nos enteramos muy tarde que no teníamos aviación, marina, ejército, que nuestros efectivos estaban solo entrenados para mantener a la población venezolana bajo control por medio del terror y la violencia, que la corrupción que se vivía en sus estamentos de oficiales percolaba a la tropa en expresiones de abusos de autoridad, violencia física, extorsión y robo en contra de la población civil.

Todo el apresto y nuestras fuerzas militares estaban al servicio del narcotráfico internacional, instalaciones de potentes radares, pistas de aterrizajes clandestinas, permisos de entrada a naves para ser cargadas de drogas, planes de vuelo y navegación que ocultaban el malévolo tráfico, uso de tanqueros petroleros al servicio de los carteles de drogas y aviones presidenciales para el tráfico del oro de sangre, las alcabalas, cuarteles, bases, depósitos estaban al servicio del contrabando bajo un plan de movilización de precursores, productos finales, dinero ilegal, nuestros uniformados habían caído al servicio del enemigo, un enemigo al que solo le importaba el negocio ilícito que producía inmensas cantidades de dinero.

La movilización militar de los EEUU en el Caribe, a una escala sin precedentes pusieron en evidencia el peligro que representaba la expansión de tal organización, ya estaban presentes en Colombia, en Cuba, en Nicaragua, en México y amenazaban a expandirse en otros países, ya no se trataba de un régimen político corrupto transmutado en un estado fallido, ahora era una epidemia peligrosa y letal de enemigos de la democracia y la libertad que pretendían apoderarse del continente.

Y para el momento que esto ocurre, nuestras FAN ya estaban convertidas en otra cosa, su verdadera misión y doctrina había sido trastocada por una lealtad ciega a los líderes, a una ideología basura antiimperialista, y el enemigo era ahora interno, la oposición política que no estaba de acuerdo con aquella pesadilla totalitaria.

Toda aquella imagen de ejército libertador, de bastión moral y de servicio, de pronto, se convirtió en escenas de una bufonada que dolía profundo en el alma, antes que hacernos reír, de ancianos milicianos desnutridos e incapaces de sostener su propia entereza física, de personas obesas y mal desarrolladas haciendo rutinas militares, de armamentos en mal estado y obsoletos, de barcos hundiéndose en la costa, de helicópteros cayendo como piedras en tierra, de antiguos tanques chirriando en lodazales sin posibilidad de auxiliarlos, de aviones estacionados sin combustibles y sin apresto bélico… la gran cantidad de ascensos, la gran profusión de galones de generales, indicaban complicidades obscenas, premios y regalos de cargos, de acceso a la buena vida, de putas y excesos… atrás quedaron atender las necesidades de la tropa, los aprestos de las unidades, la instrucción de los oficiales y mucho menos, la experiencia militar.

Pero nuestras cárceles estaban de bote en bote de presos políticos, las torturas y los secuestros continuaban con rigor y sin retraso, nuestro flamante Ministro de la Defensa aparecía solo para informarnos lo que ya sabíamos, fuerza extranjeras con una tecnología superior atenazaban sobre el país en su frente caribeño, ellos gritaban invasión y llamaban a la defensa nacional, los gringos explicaban que era una extracción de los jefes mafiosos, de los procesos legales que se seguían, de las acusaciones y pruebas, de las capturas y decomisos de las grandes fortunas escondidas, de los palacios, aviones y autos de lujo que adquirieron en el extranjero donde operaba impune el narcotráfico.

Es patético ver a Nicolás Maduro cuando se sabe derrotado, el verdugo pidiendo clemencia, ante la inminente derrota que su reinado del terror está sufriendo, quien sabe cuántas muertes tiene este colombiano en su haber, cuántas familias sufrieron las acciones de su ejército convertido en su Gestapo, y aun así tiene la desfachatez de hacerse pasar por nuestro presidente, el hombre que se ha robado todas las elecciones y violado todas las leyes nacionales para mantenerse en el poder, desmontó nuestro país pieza por pieza y lo rearmó en un estado de terror, desinformación, expoliación y muerte, asociándose a los peores grupos revolucionarios del mundo, terroristas y movimientos fundamentalistas con el solo fin de acabar con las libertades y la democracia en occidente.

Maduro nos entrega un país en ruinas, luego de su inminente derrota nos deja con varias trampas activadas que tendremos de identificar y desactivar, grupos de adeptos agazapados a la vera del poder, dobles agentes que harán lo imposible por el retorno del chavismo… lo peor, heredamos un grupo de venezolanos enfermos de socialismo, entre ellos, los más peligrosos son los políticos que todavía piensan en resolverse la vida entre el osario que nos deja, insisto en mi idea de que en un futuro a corto plazo, debemos construir un monumento de la vergüenza, para recordar estas décadas de total equivocación y humillación, grabar en piedra los nombres de cada uno de los que hicieron de estas décadas nuestro infierno. Que las próximas generaciones nunca olviden lo bajo que caímos y lo mucho que tenemos que superar.

 


jueves, 23 de octubre de 2025

El árbol del mal

 


Esta caída en cámara lenta del chavismo, ha desatado en el mundo una serie de interrogantes que dan mucho qué pensar sobre el alcance y la fuerza de la izquierda como ideología y plan político por dominio planetario.

Apenas se lee en la prensa o en las redes sociales sobre eventos violentos como caídas de gobiernos o genocidios, arropados por una retórica de humanismo y buena voluntad como las sucedidas en las calles de Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y las adhesiones automáticas de gobiernos y personalidades cómplices que las justifican, nos damos cuenta que en el trasfondo hay un plan

Cae el expresidente Zapatero de España en las redes de investigaciones policiales sobre las finanzas del narcotráfico en Venezuela e, inmediatamente, se descubren conexiones que afectan de manera importante, no solo al partido político Podemos, sino a la casa real española, en conexión con otras tramas europeas de corrupción que involucran a otros jefes de estado.

Narcotráfico y política siempre han tenido vínculos, pero ahora aparecen asociados a migraciones sin control, tráfico de armas y arte robado, invasiones étnicas motivadas por la religión, temores de ataques de imperios redivivos, carreras armamentísticas con tonos nucleares, intentos separatistas y gobiernos efímeros en medio de grandes crisis sociales, Europa toda está convertida en un hervidero.

La crisis en Venezuela afecta de manera medular a toda Latinoamérica, los países que se ven afectadas políticamente por esa red de dependencias y maniobras conjuntas del socialismo no son pocos. Para sorpresa de los observadores especializados , los tentáculos del chavismo estaban metidos en todas las elecciones de la región, incluyendo el Caribe, para consolidar gobiernos de izquierda por medio de pactos y ayudas mutuas que se brindaban entre ellos.

La guerrilla colombiana se ha venido enseñoreando de ese país casi que con impunidad, ha tenido en el chavismo un generoso financista, y está por descubrir los verdaderos montos que PVSA, por medio de sus presidentes y directores han apostado para cancelar la democracia en el hermano país, su presidente, el díscolo Gustavo Petro ha descubierto que cuenta dos ejércitos bajo su comando con los cuales hacer frente a los gringos para ayudar a su hermano Maduro.

Cuba, que siempre fue la oficina central y de planificación continental al servicio de Rusia, en su lenta y angustiante caída en la inopia más absoluta, descubre al mundo la fortuna y portafolio de intereses de la familia Castro Rus, con inversiones en minas de oro y diamantes en el África ecuatorial, lugares donde China tiene una presencia y control de las finanzas de estos países, y permitía que el ya desgraciado Cartel de los Soles los utilizara como centro de distribución y aliviadero de su inmenso imperio de drogas, armas y tráfico humano. Un plan similar quiere ser aplicado en Ecuador y Nicaragua.

Africa es actualmente el proyecto colonizador más grande del comunismo chino en el mundo, están financiando las grandes obras de infraestructura, desde puertos de agua profunda, aeropuertos, carreteras, centrales eléctricas, dejando a estos países con enormes deudas y bajo el dominio del gigante asiático, permitiéndole al chavismo venezolano tener rutas, mercados y depósitos para sus drogas, e inversiones para su dinero sucio, explotando los recursos naturales de la región.

En Cuba, por cierto, donde los dineros de la Iglesia tenían importantes inversiones en hoteles, resorts y otras infraestructuras, por cuentas de firmas españolas, sus genios de las finanzas apostaron a un incremento del turismo en el Caribe, a las paradisíacas playas del norte de la isla;  a pesar de las terribles condiciones socioeconómicas impuestas a la población por ese régimen, vieron sus intereses prontamente disminuidos y tuvieron que compensarlo recibiendo sus instituciones financieras depósitos de dineros de procedencia dudosa por parte del régimen chavista, todas estas operaciones ocultas debajo de la capa pontificia del Papa Francisco, quien era un socialista empedernido.

Pero lo que ha llamado más la atención a los investigadores en este intento de crear un nuevo orden mundial es lo que sucedía a lo interno de Estados Unidos, dentro de esa obscura y peligrosa organización política, que devino del otrora humanista y libertario partido Demócrata, ése que durante las administraciones de Clinton, Obama y Baiden le permitió al Cartel de los Soles no sólo crecer en Latinoamerica, sino extender su influencia en territorio norteamericano, financiando las carreras políticas de candidatos progresistas, muchos de ellos parte de las minorías, y que competían por las alcaldías y gobernaciones.

Estas administraciones norteamericanas aún de estar al tanto de las relaciones del Cartel de los Soles con los movimientos fundamentalistas del Medio Oriente, en especial con Isis, Hamas, OLP, Boko Haram, Al-Qaeda, Hezbolá,  entre otros, brindándoles apoyo político, financiero, les procuran documentos de identidad, territorio seguro, transporte, salvoconductos etc., para inicios del siglo XXI fue noticia la presencia de importantes miembros de la organización terroristas ETA y de la IRA de Irlanda en nuestro país, algunos de ellos como asesores.

En las visitas que hizo Chávez a USA, fue recibido por algunos barrios de New York como un héroe, visitó proyectos comunitarios, prometió ayudas a líderes sociales, se reunió con las más destacadas figuras progresistas de los demócratas, contratan firmas consultoras y de lobby en la mismísima Washington para hacerse ver como aliados todo con el fin de adelantar al socialismo como fuerza predominante a lo interno de USA.

Sus actividades de lavado de dinero a gran escala y repartidas en diferentes estados, les permiten no sólo legitimar los capitales de la droga sino hacer inversiones legítimas para asentar centros de influencia y operaciones en territorio norteamericano. Su cercanía con actores de Hollywood de la extrema izquierda no sólo buscó lavarle la cara al régimen venezolano, violador de derechos humanos, sino también influir sobre la vida cultural del país, utilizando sus orquestas, artistas, influencers y otros recursos de relaciones públicas para abrir puertas; igual sucede en las universidades, en las que mantienen becas y programas de investigaciones, sobre todo en el área social y política, para justificar sus acciones y metas.

Cuando llega el gobierno de Maduro por medio de la trampa y el engaño, ya se habían colonizado  algunas instituciones internacionales que deberían estar al servicio de una mejor calidad de vida y seguridad para toda la humanidad, pero desviando sus propósitos, organismos tan importantes como la Corte Penal Internacional, la Organización Mundial de la Salud, la misma ONU fueron convertidas en instrumentos de la ideología comunista, desfiguraron el Pacto Andino y el Pacto Amazónico hasta convertirlos en taquillas para la corrupción, el chavismo intervino la integración caribeña debilitando y boicoteando todo los esfuerzos de Estados Unidos por darle sentido a la seguridad hemisférica.

La ONU, uno de los grandes frentes de la izquierda mundial, es el patio de ejercicios no sólo retóricos del chavismo, sino que sirve de palanca política para los enemigos de la Europa conservadora, de Israel, de los republicanos en USA, de los que creemos en la libertad y los derechos del individuo en Latinoamérica, para los países y gobiernos en Asia que han prosperado bajo gobiernos liberales y democráticos.

Los movimientos de derecha internacionales como el gobierno de Ucrania, de Taiwan y Corea del Sur, están hoy amenazados por los sistemas totalitarios que pretenden una hegemonía mundial, y que utilizan sin ninguna vergüenza información falsa sobre el cambio climático que manipulan epidemias y catástrofes naturales, que predican el fin de la era de los combustibles fósiles, y daños ambientales irreversibles para frenar la libertad de los mercados; no sólo atacan el pensamiento moral y ético occidental, sino que promociona los movimientos radicales que promueven cambios de sexo e identidad, las campañas de pensamiento Woke, las políticas de cancelación de las ideas contrarias al socialismo, en realidad se trata de un nuevo tipo de fascismo.

Uno de los grandes proyectos de los progresistas de la ONU, entre ellos el madurismo, es mudar la sede de la organización fuera de Estados Unidos, lo que verdaderamente quieren es tener una ONU de la izquierda, y debilitar de esta manera su propio cosmopolitismo para hacer lo queejor saben hacer, protestas, huelgas, paros, enviar flotas de la Paz en zonas de conflictos para llevar ayuda “humanitaria”, que son tapaderas para el tráfico de armas, propaganda y dinero  para financiar revueltas, revoluciones, separar regiones y fundar estados fantasmas, necesitan de financiamiento y allí es donde juegan organizaciones, como las que proporcionan las diversas fundaciones del financista George Soros, quien, como el chavismo, aportando recursos, como fuente de financiamiento.

El presidente Trump, cuando se refiere al caso de Venezuela, lo pone en el contexto del flujo de drogas mortales que el chavismo envía a su país, pero a medida que pasan los días y las investigaciones se ahondan, se descubre un pavoroso caso de intervencionismo de carácter mundial con toda la intensión de destruir la cultura occidental y su forma de vida. El gobierno de Maduro en Venezuela es mucho más peligroso de lo que se había pensado.

Bajo esta narrativa, es casi imposible que los venezolanos libres y demócratas hubiéramos podido enfrentar solos, exitosamente, al chavismo, ya que este movimiento concentra el dinero, el poder de fuego, el terror, el sistema de justicia, el poder electoral y todo el aparato político internacional que lo había soportado, pero la dura respuesta de Trump y la ineficiencia y la corrupción dentro del chavismo, han dado al traste con este proyecto que solo en cuestión de horas podría reducirse a polvo.

Lo más lamentable, es que a esta altura del juego Maduro crea que él es la mente maestra y el estratega de sus propias fichas en el tablero, e ignore, que él ha sido un peón más en un juego mayor y más importante en el que ha sido sacrificado por motivos que escapan a su omprensión.

 

 

 

 

 

jueves, 16 de octubre de 2025

Del Nobel, la Paz y la extracción.

 


El Premio Nobel de la Paz tiene un contenido político innegable, tanto el gobierno de Noruega como las instituciones que lo hacen posible lo saben, pues ponen a una persona, a una causa o a una situación en el mundo en el foco de atención internacional, y eso, no es poca cosa.

Yo ignoro las intenciones del jurado, aunque siempre lo explican, y en esta ocasión, al otorgárselo a María Corina Machado a quien consideraron con suficiente mérito para ser galardonada con esta distinción, nadie sabe con certeza que fue lo que más pesó para que esas personas del jurado dieran su veredicto.

Quienes son postulados para tal premio, no dudo, cada uno tenía méritos suficientes para lograrlo, entre ellos figuraba el Presidente de USA, el señor Donald Trump, quien viene trabajando con denuedo por lograr la paz mundial, al menos por tratar de controlar los focos de conflictos que más vidas han costado y que tienen la posibilidad de desestabilizar el orden mundial, pero aparentemente ese no era el objetivo del jurado, y se decidieron por una mujer valiente que estaba arriesgando su vida por darle a un país y a una región, una oportunidad para la libertad y la democracia.

Coincidencialmente, era un problema que involucraba al presidente Trump y una parte importante de su componente militar quienes están en una dura batalla contra el más poderoso cartel de las drogas en este continente, y cuyos tentáculos abarcaban el territorio de USA, Europa, África y el Medio Oriente, una mortal red de grupos terroristas, narcotraficantes cuyas actividades no solo dañan la salud de los jóvenes sino que contaminan el orden de las naciones donde hacen sus turbios negocios, sino que fomentan el crimen y la corrupción.

El presidente Trump tiene el músculo y los medios para derrotar a este peligroso enemigo, no hay otro que pueda hacer la tarea, y en esta lucha se ha encontrado con esta mujer, que ha sacrificado todo por darle una esperanza a Venezuela en medio de una de las campañas de terror más cobardes e injustas de que se tenga memoria en occidente.

María Corina ha resultado una formidable contendora para esta mafia que se ha enquistado en el estado y se ha hecho gobierno, el Cartel de los Soles, una organización paramilitar revolucionaria con una fachada democrática y un discurso humanista, durante 26 años ha convertido a Venezuela en el campo de concentración más grande del mudo.

Algo muy interesante ocurrió apenas se produjo la noticia que el premio había sido otorgado a la venezolana, la reacción por parte de la dictadura de Nicolás Maduro, el jefe del Cartel de Los Soles no se hizo esperar, censura absoluta sobre la información, la persecución en contra de la oposición recrudeció, se desató una campaña de desinformación y odio en contra de la oposición, las amenazas e insultos poblaron el espectro de la opinión progubernamental, se iniciaron operaciones de propaganda negra para intentar mal poner a la líder democrática y al presidente Trump, las burlas y el descrédito fueron acompañadas por redadas y desapariciones de personas opuestas al régimen, el gobierno de Maduro llegó al extremo irracional de cerrar la embajada de Venezuela en Noruega, que se convirtió en el gesto más rotundo del Cartel aceptando su verdadera naturaleza.

Pero también ocurrió una reacción notable por parte de la izquierda internacional, haciendo notorio el disgusto y rechazo a la designación de María Corina Machado como ganadora del premio, gobiernos cuya posición ante el descalabro institucional de Venezuela era de preocupación, de pronto la designación del premio de la Paz fue casi que un insulto, en el mejor de los casos se guardó un silencio cómplice a favor de la dictadura evitando mal ponerse con la mafia narcoterrorista, María Corina parecía representar lo más odiado de la derecha mundial, incluso dentro de gobiernos amigos, el silencio fue ensordecedor.

La matríz de opinión sembrada en algunos foros internacionales era que Venezuela estaba en puertas de una invasión por parte del ejército más poderoso del planeta, con fines de un cambio de régimen, en vez de una operación antinarcóticos de gran escala, donde se están descubriendo conexiones y tapaderas que asombran por su vileza, donde serán apresados, extraídos y puestos a la orden de la justicia a sus jefes y colaboradores, una operación que no está ausente de riesgos peligrosos pues el enemigo tiene también ejército, y asociados, como guerrillas foráneas y grupos terroristas internacionales.

Por primera vez en largos años nuestra lideresa, la mujer que nunca se doblegó ante la brutalidad y el crimen del Cartel de los Soles, de las fuerzas revolucionarias, de grupos de delincuentes como El Tren de Aragua, del Partido Socialista Unido de Venezuela, una estructura política calcada del nazismo, por primera vez repito, cuenta con el apoyo del gobierno norteamericano pues han coincidido el interés de Trump de proteger a su pueblo del infierno que generan las drogas en la sociedad, y el desorden que produce una emigración ilegal provocada por una masiva violación de los derechos humanos.

Nicolás Maduro pretende, ilegítimamente seguir siendo un gobierno de facto impuesto por las armas, algo que María Corina ha demostrado fehacientemente y de manera brillante que se ha robado las elecciones, consiguiendo las pruebas y depositándolas a buen resguardo en el exterior.

No pasará mucho tiempo antes de que se haga patente la importancia de esta jugada maestra hecha por el Comité del Premio Nobel, y que dejó muy en claro, como un sindicato del crimen puede convertirse en estado, despojando a sus ciudadanos de la libertad y tratando de convertir a sus vecinos en cómplices.



martes, 7 de octubre de 2025

Vivir en tiempos interesantes

 


Es una antigua maldición China, pues vivir en tiempos interesantes implica abandonar terrenos conocidos y adentrarse en la novedad; para los orientales, como para otras culturas, romper con la cotidianidad implica incursionar en la incertidumbre de lo que va a pasar; en nuestro nicho de rutinas y confort vivimos en la ilusión de que tenemos todo bajo control, y el precio a pagar es la monotonía; pero cuando surge “lo interesante”, lo conocido cambia de pronto y nos adentramos en las sorpresas, en las transformaciones tumultuarias, en construcciones y deconstrucciones que asombran y muchas veces dan miedo.

Pertenezco a una generación que afortunadamente ha vivido en una vorágine de cambios; desde que tenemos uso de razón, hemos asimilado grandes transformaciones políticas, tecnológicas, sociales, culturales… en muy corto tiempo y estos cambios nos han obligado a una adaptación mucho más acelerada. Por supuesto, muchos de nosotros preferimos estilos de vida más pausados y tranquilos y nos hemos impuesto estilos de vida “conservadores” que de alguna manera nos convierten más en espectadores de los acontecimientos que en sus protagonistas, aunque al final a todos nos arropan esas olas de cambios.

Nos sucedió con el chavismo, ese nuevo estilo de socialismo criminal, que une la política tradicional con la voracidad de las mafias internacionales por ganancias abundantes y rápidas; y fueron las drogas, la prostitución, la extorsión, el sicariato, el robo y la falsificación, las actividades que un grupo de supuestos “revolucionarios”, disfrazados de pueblo y poder popular, los que se dieron a la tarea de corromper los valores tradicionales de las sociedades para levantar en su lugar estructuras del crimen organizado.

Una tarea que solo fue posible alienando a gente de bien para que no actuara en contra de ellos, prometiéndoles que todo seguiría normal, que nada cambiaría, que podrían continuar con sus vidas y que la “revolución” sólo traería una mayor igualdad, progreso, justicia y paz social, ¿Quién en su sano juicio podría rechazar tal oferta? Los militares se encargarían de todo, los hijos de Bolívar prometían una democracia participativa y bajo los principios de la Constitución.

Por supuesto, las primeras víctimas de la llamada Revolución Bolivariana fueron la verdad, la libertad y la moral.  De manera sibilina, utilizando los medios de comunicación masiva y con una chequera que parecía no tener fondo ni límites, desde el primer día se dedicaron a internacionalizar este nuevo paradigma humanista, y empezó la verdadera campaña de estos sujetos, que no era otra que ir levantando el imperio del narcoterrorismo mundial. De esta manera Chávez, durante su presidencia, viajó los lugares más recónditos del planeta para establecer alianzas, no solo con dictadores y revolucionarios de otros países, sino con organizaciones terroristas y fundamentalistas, cortejando de manera especial a los líderes de Rusia, China y el régimen cubano, el más antiguo y experimentado exportador de revoluciones socialistas en nuestro continente, y uno de los operadores más eficientes de esa red mundial.

Con la llegada de Nicolás Maduro al poder, el interés de consolidar la red de narcotráfico y el financiamiento de elecciones en otros países aumentó, al mismo tiempo que consolidaba el poder político, una llave que le abría nuevas rutas de distribución y mercados no sólo a la droga, sino a la trata de blancas, la guerrilla, a terroristas islámicos, al lavado de dinero, al tráfico de armas y para ello puso a disposición de estos grupos el sistema de identificación de Venezuela, repartiendo pasaportes y cartas de residencia, nombramientos a cargos diplomáticos e, incluso, nuevas identidades a los agentes y operadores que trabajaban para derrotar al capitalismo mundial.

Es importante aclarar que, desde los inicios de Maduro como agente cubano en La Habana, Estados Unidos ya era el enemigo a derrotar, y qué mejor manera que negociando con la droga, que destruía a la juventud y minaba la moral pública, al mismo tiempo que ganaba toneladas de dinero con el narco tráfico, dinero que lavaba en las principales metrópolis de la Unión Norteamericana y Europa por medio de terceros, construyendo frentes empresariales e inversiones legítimas, fachadas detrás de las cuales se creía intocable.

Debemos recalcar, la fuente principal del conflicto entre el comunismo y el capitalismo es ideológica, las dictaduras totalitarias se oponen a los gobiernos democráticos, porque la libertad y el individualismo son pecados mortales para los regímenes colectivistas y autoritarios, de allí que Maduro fue entrenado, junto a otros muchos dirigentes Latinoamericanos, para odiar a Estados Unidos y a todo gobierno liberal, y en su fanatismo jurara destruirlos utilizando todos los medios a su disposición.

Es por ello que el chavismo no puede sobrevivir luego de esta confrontación en Venezuela, debe ser totalmente obliterado, borrado del mapa y ya sabemos que existen cepas virulentas en Cuba, Nicaragua, México y Colombia.

Nicolás Maduro se dedicó, durante su carrera política, a hacerle daño a los norteamericanos, los cargamentos de drogas que enviaba el Cartel de los Soles a Estados Unidos eran tan mortales y peligrosos como lo serían misiles y bombas, porque destruían vidas y descalabraban el orden en la sociedad, también estaba el lavado de dinero sucio que hacían en sus bancos, las inversiones, las compras de bienes raíces, que son ataques alternativos para sembrar la corrupción y distorsionar los mercados; las expresiones artísticas y culturales, en forma de figuras públicas, que envían para ser admirados, los profesores e intelectuales que los defendían y falsificaban sus verdaderas intenciones, todos eran parte de esta guerra asimétrica que libraban en el seno de las sociedades occidentales, su intención era hacer el mayor daño posible y sembrar una ideología basura en las mentes de sus ciudadanos.

Me he dedicado a denunciarlo desde hace ya varios años, advirtiendo el ataque silencioso y artero de estos emisarios del peor de los gobiernos, que en unión de aquellos partidos políticos y gente ya ideologizada que ha estaba viviendo en estos países, conforma una tenebrosa quinta columna que actúa desde las sombras y a mampuesto.

Es fascinante ver como ahora Nicolás Maduro y su organización criminal El Cartel de los Soles y el PSUV recurren a los argumentos que siempre atacaron, como la paz, el respeto mutuo, la consideración humana, el humanismo, el cristianismo, el imperio de la ley, para salvar su propio pellejo ante el inminente momento de la verdad; la vida de Maduro pende de un hilo y ahora pretende el perdón y la conmiseración que él nunca tuvo con sus contrarios, los miles de presos políticos a los que aún hoy está torturando en sus mazmorras, los gritos de sus víctimas implorando esa clemencia que él nunca tuvo.

Estados Unidos, el país al que durante tanto tiempo dirigió sus burlas, engañifas e insultos, está reclamando su derecho a vivir en un mundo distinto al que el chavismo convenientemente predicaba en los foros internacionales. Durante 26 largos años, no cejaron un momento en hacerles maldades, llegó el momento de ajuste de cuentas, y ya el papel del verdugo pidiendo clemencia se ve hasta ridículo en el hombre que se vendía a sí mismo como un héroe revolucionario; es el mismo cobarde, que trata de rodearse de mujeres, niños y ancianos como escudos humanos, apelando a la magnanimidad del contrario, e intenta inspirar la lástima de sus coterráneos mientras espera su inminente final, pues hay algunos venezolanos que de manera enfermiza se ponen del lado del perdedor, de la víctima, aunque se trate de solo un show.

Todo lo anteriormente expuesto indica claramente que fueron Maduro y sus aliados extremistas quienes propiciaron una situación de conflicto contra USA, fueron ellos quienes atacaron y construyeron una “causa bellis” que con los años terminarían en una confrontación abierta y muy peligrosa, por supuesto, arrastrando a las Fuerzas Armadas venezolanas en esta malhadada aventura.

Y ahora mientras buques de guerra de la armada de Estados Unidos, aeronaves de última generación movilizadas para el enfrentamiento, y tropas de asalto listas para entrar en acción, justo frente a nuestras costas, ahora, en su peor momento de apresto y resolución de las fuerzas venezolanas, se les requiere a nuestros soldados y a la población entera el máximo sacrificio por la Patria, se les hace un llamado para la defensa del honor, para proteger al supuesto líder de la revolución que trata desesperado, escondido en algún bunker, de enmendar una situación ya de por sí desesperada, tratando de hablar con alguien para detener un enfrentamiento.

En estos momentos cruciales, cuando el enfrentamiento es inevitable y el Alto Mando Militar apelan a la historia gloriosa de nuestro ejército, a los valores sagrados de nuestra independencia se les olvida a los generales que fueron ellos quienes hincaron la cerviz ante el gobierno de Cuba, que permitieron que la bandera cubana ondeara en nuestros cuarteles y academias, que hicieron de Rusia y China los ejemplos a seguir, y a los combatientes de Irán, Siria, Palestina, Afganistán y Vietnam los modelos de lucha armada… no hay peor forma de morir que luchando para proteger a unos criminales que se han pasado buena parte de sus vida burlándose, saqueando y sometiendo al pueblo de Venezuela, eso no es patriotismo, es complicidad, y en ello no hay honor.

Que ahora hablen los cañones y que gane el justo.

 

 

lunes, 29 de septiembre de 2025

La matriz ambiental

 


Me preocupa que, a estas alturas del desalojo del chavismo del país, que no será inmediato ni pacífico, y ante la perspectiva de tener de nuevo un gobierno democrático, no se estén discutiendo las propuestas que sustentarán las bases de reconstrucción de Venezuela; los problemas se han definido principalmente en los temas petroleros, militares, educativos y económicos, si bien son importantes, no son los únicos en nuestro horizonte como nación.

Para muchos profesionales y técnicos, para expertos y consejeros nacionales e internacionales, que deben estar asesorando a las personas que tendrán la responsabilidad de conducir las riendas de un país en medio de una de sus peores crisis sociales y políticas, el asunto ambiental todavía es tratado como un asunto accesorio al grueso de los problemas del país.

En el discurso de los líderes que esperan gobernar esta difícil etapa en la historia de Venezuela, el problema ambiental es todavía tratado como un asunto auxiliar, fragmentado y circunstancial, como si fuera un mero accidente en la guerra que el chavismo, esa nefasta ideología de destrucción sistemática de nuestros recursos naturales, le ha propinado a nuestro país. El gravísimo problema ambiental es fundamental, el daño a nuestro medio ambiente ha sido profundo y extenso, y si no hay un plan de reparación sistemático y holístico que sirva de soporte a los demás programas de reparación, me permito dudar del éxito en cualquier plan de rescate.

A esto hay que aunarle las condiciones globales negativas que influyen de manera determinante sobre asuntos claves, como los cambios climáticos que nos afectan: la escasez de agua potable, la drástica disminución de las especies vivas, debida principalmente a estas variaciones, el errático comportamiento de temperaturas, vientos, mareas que inciden en cambios drásticos de temperaturas, el desplazamiento de placas tectónicas con su secuela de desastres, el incremento de elementos contaminantes y tóxicos tanto en la tierra como en la atmósfera, la desertificación, la explotación irracional de los recursos y un sinnúmero de problemas propios del postmodernismo, o del capitalismo tardío como lo llaman algunos socialistas, añadimos también las condiciones cosmológicas y planetarias, que aunque tengamos poco o ningún control sobre su ocurrencia, si podemos evitar o disminuir los daños posibles, como variaciones electromagnéticas, tormentas radioactivas, viento solar y un largo etcétera. En fin, la vida de todo el orbe se está haciendo cada vez más difícil.

Estas condiciones globales son enfrentadas en el seno de diversos organismos, por medio de tratados y compromisos internacionales en los diferentes foros que se ocupan de ello, algo que el chavismo se especializó en violar y desconocer, o simplemente ignorar, al punto de perder una vocería y participación que era apreciada, y esto debido a su falta de interés, morosidad e ignorancia. Para resumir esta manera perversa de hacer política, al chavismo le encanta presumir un supuesto ecologismo, cuando en la realidad lo hace para ocultar uno de los más abyectos crímenes ambientales de la región.

Todo ejercicio del poder político, entendidos en términos civilizados y contemporáneos, tiene dos elementos fundamentales sobre los cuales actúa: Territorio y Población, que son los ingredientes fundamentales sobre los que se construye la llamada gobernanza.

El Territorio es el espacio físico, los recursos naturales, la geografía, en donde la población existe y se desenvuelve; cuando hay una interacción inteligente y armónica entre población y territorio, este último se convierte en Habitat, en ambiente, y la actividad económica que surge de ambos elementos, actuando de manera racional y en balance con cada uno, resulta en riqueza, en prosperidad, en seguridad y estabilidad; si esto se logra, la política es exitosa, si no, lo más probable en que haya problemas sociales y crisis ambientales.

De nuevo, sabemos que nos estamos despidiendo de una forma de hacer gobierno, sumamente dañina para Venezuela, que ha sido el chavismo, el cual ha dejado en su paso una secuela de graves problemas sociales y un cúmulo de desastres ambientales que deberían ser prioridad para el nuevo gobierno.  Pero si la atención política solo se concentra en los problemas sociales sin atender el entorno físico, el cual, por su deterioro produce una gran cantidad de malestares sociales, es probable que el esfuerzo de reconstrucción de Venezuela quede a medio camino.

Muchos de esos desequilibrios físicos los arrastrábamos de mucho antes, tomemos el caso de la División Política y Administrativa del Territorio Nacional, un cúmulo de estados, municipios, territorios bajo administración especial, que heredamos de tiempos cuando el criterio era más político que científico y no se tomaba en consideración la realidad geográfica ni las continuidades geológicas, bióticas y principalmente, las hidrográficas debido a su importancia para sostener la vida.

Por muchos años, me he mantenido en campaña promoviendo las unidades que llamo “Ecoterritorios”, en vez de los Estados que actualmente conocemos, los ecoterritorios están basados principalmente en los caudales y reservas de agua que por lo general conforman la grandes cuencas, un elemento clave para el futuro inmediato de la humanidad y principal para el desarrollo de nuestro país. Necesitamos urgentemente un nuevo mapa político que, probablemente, incluya los actuales estados integrados en unas pocas unidades administrativas; eso facilitaría la sustentabilidad, la planificación, el desarrollo económico y una unidad socio cultural coherente.

Algunos problemas ambientales son tan graves, que hay extensas regiones de nuestro país donde es casi imposible la vida, la mayor parte de nuestras principales ciudades viven en un desorden agobiante principalmente por el uso anárquico que se le da al territorio. Cuerpos de agua, como el lago de Maracaibo, están prácticamente muertos; nuestros principales ríos están contaminados con sustancias venenosas, producto de una minería extractiva desquiciada, hemos perdido bosques productores de agua casi que con furia destructiva, nuestros parques nacionales son hoy territorios sin ley… todas estas circunstancias afectan de uno u otro modo nuestra calidad de vida.

Tomemos por ejemplo el delicado problema de la sanidad ambiental, el control de plagas, de enfermedades contagiosas endógenas, el enorme problema del manejo de desechos sólidos y sustancias peligrosas, la potabilización del agua, las plantas de tratamiento de aguas servidas, solo por nombrar algunos problemas que se han agravado durante estos 26 años de este empeño de destrucción que ha caracterizado al chavismo. La misma agricultura y ganadería se han convertido en algunas regiones en prácticas destructoras del equilibrio ambiental y han resultado en grandes áreas yermas que van a necesitar urgentemente procesos de terraformación.

Nuestros mares están sobre explotados del recurso pesca, mientras en otros recursos ni siquiera hemos empezado a conocerlos, los territorios insulares están subutilizados cuando no abandonados, contamos con la mitad un frente caribeño tan amplio y rico, prácticamente la mitad del territorio nacional está sumergido bajo el agua y aún así, vivimos de espaldas a nuestra fachada caribeña y atlántica.

No voy a seguir, porque para nadie es un secreto el abuso que ha padecido nuestro hábitat en estos tiempos catastróficos, porque antes del chavismo, Venezuela era uno de los países con un respeto y un ordenamiento ambiental adelantados para su época, ejemplo del continente, con un cuerpo de leyes e instituciones (la mayor parte todavía vigentes, pero convenientemente tergiversadas) que eran bastante acuciosas, especializadas y que hacían su trabajo, pero que se habían convertido en un obstáculo para la corrupción y el latrocinio que el chavismo perpetraba sin ningún pudor, al punto de que aquel exitoso Ministerio del Ambiente fue reconvertido en una vergonzosa taquilla de permisos para violar nuestra geografía con el mote de “Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo”.

Me atrevería a decir que el 80% de los delitos del chavismo tienen un fuerte contenido ambiental, esto, a pesar de contar con una Lay Penal del Ambiente que tipifica y castiga estos crímenes y que ha estado engavetada, todas esas minas, de oro, de diamantes, de uranio, de carbón, de tierras raras, de piedra caliza y otras piedras para la construcción, de turba, cobre, de hierro, plata, etc., tienen a los militares por detrás traficando ilícitamente con sus productos y muchas veces reduciendo a las etnias indígenas y sus trabajadores a una trágica condición de esclavos. Las personas que han ocupado la cartera de ministros del ecosocialismo, todos, sin excepción, deben ser procesados y castigados por garimpeiros y alcahuetes de estos indignos negociados.

El país que nos deja Maduro es un país devastado, como si hubiéramos sufrido una guerra sin conflicto armado; toda la destrucción de nuestro hábitat fue propinado por la ignorancia y la avaricia. El resultado que tenemos ante nuestros ojos afecta de manera profunda los temas petroleros, militares, educativos y económicos, que son precisamente a los que quiere dedicarse el nuevo gobierno, sin comprender o considerar que si no se articulan las políticas desde una visión ambiental, los resultados serán igualmente parciales, limitados y peligrosos.

El tema ambiental tiene que estar presente en la nueva configuración del negocio petrolero; esta actividad, que por su naturaleza es sucia, tiene que ser algo seguro y menos contaminante, afortunadamente existe la tecnología que pudiera darnos una gran palanca para desmontar esta amenaza. Igualmente sucede con el tema militar, vigilar para proteger el ambiente fue una de las funciones primordiales de la otrora Guardia Nacional, a través de la guardería ambiental; la institución militar con sus componentes de Marina, Aviación y Ejército deben cuanto antes retomar su misión de resguardar el territorio que es amplio y complejo, que se olviden de la política y se dedique a esta tarea prioritaria, compleja y necesaria.

En cuanto a la educación, se hace fundamental que las nuevas generaciones conozcan su país, local, regional y nacionalmente, porque no se puede querer algo que no se conoce, la educación ambiental es vital, me atrevería a decir que nuestros estudiantes deberían pasar igual tiempo en contacto con la naturaleza, aprendiendo de los ecosistemas locales y regionales, que encerrados en un aula. En relación con la economía, la actividad ambiental debería tener una importancia fundamental; la agricultura, los distintos mercados, la planificación urbana y de las comunicaciones, los parques industriales y los emprendimientos, todo está ligado a lo ambiental, es incluso parte fundamental de las expresiones de valor, se trate de monedas, papeles, deudas, garantías… todo al final pasa por tener una calidad de vida que valga la pena, ése es el verdadero valor de un país, de nada sirve tener acumulado el oro en bancos si el país se cae en pedazos o es invivible.

Incluso en el desarrollo de las ciencias y nuevas tecnologías, el cuidado del ambiente impulsaría la investigación y desarrollo en campos tan diversos como la biología, la química, la física, la oceanografía, la geología, las ciencias atmosféricas y hasta la astronomía, por nombrar algunas disciplinas. Pienso en los innumerables emprendimientos, grandes y pequeños, en un país son la creatividad a flor de piel, que podrían generarse desde la matriz ambiental, con sus consecuencias de presencia y prosperidad en el contexto global.

El tema ambiental tendría que encabezar las discusiones sobre la reconstrucción de Venezuela y debería ser el tema paraguas que cubra todos las demás, eso no lo estamos viendo en esos planes para la Venezuela que merecemos. Mientras el ambiente sea considerado como un daño colateral de todas las otras actividades, temo que esa anhelada reconstrucción se vería afectada por errores de base y ultimadamente destinada al fracaso. En varios foros a los que he sido invitado he promovido la idea de asignarle a la materia ambiental el 10% de todo el presupuesto nacional; 10% para el rescate del territorio, de nuestra casa, de nuestro hábitat, sería el dinero mejor empleado de todas las partidas presupuestarias.