jueves, 20 de marzo de 2025

Llorar sobre las ruinas.

 



Es común leer en las redes sociales en estos días aciagos, a personas lamentarse de la situación en que ha desembocado el país luego de 25 años de chavismo, desde aquellos que en un “mea culpa” confiesan públicamente su cobardía por no haber salido a las calles y ofrendar sus vidas en el momento que les era requerido para detener al régimen en su avance totalitario, hasta aquellos que buscan constantemente “chivos expiatorios” a quien atribuirle la culpa por lo que a ellos le sucede, incluso, ir contra quienes lideran la oposición y son las figuras públicas que están haciendo algo concreto (aunque en opinión de estos, equivocados) por solventar el enorme problema venezolano.

No me molesta que estas personas expresen su opinión, tienen todo el derecho, lo que si no soporto es que abunden en la frustración, las acusaciones vacías, los señalamientos totalmente fuera de lugar y en esa pésima costumbre de revolcarse en la impotencia que lo que hacen es profundizarr ese clima de pesimismo tan común en algunos medios de comunicación.

La mayoría de estas personas actúan (y escriben) movidos por su limitado conocimiento de la realidad, presas de la desinformación y los “fake news” tan comunes en este ambiente de cambios impredecibles, son personas que expresan su enorme vanidad al no ser ellos los primeros en ser informados y consultados sobre lo que está sucediendo con nuestro país.

Pero para quienes han leído la historia de los pueblos, las caídas de los imperios, la conquistas de las culturas por otras superiores, la Decadencia de Occidente, el fin del capitalismo, los cambios de paradigmas, los “shocks del futuro” al decir de Toffler, de las teorías de la complejidad de Morín, las conspirativas y el Cambio del Orden Mundial, el Fin de la Historia, el aceleracionismo, la Teoría de Juegos, el realismo en las relaciones internacionales… se nos ofrecen algunas pistas y marcos de referencia para lo que en este momento nos sucede a los venezolanos, estamos en medio de una transición, de un parto difícil y que no sabemos cuál será su resultado, y hay tantas probabilidades de que desaparezcamos como nación, o que nos montemos en una etapa superior de organización social y política, con un futuro posible.

La realidad no es tan sencilla, nuestro destino depende de múltiples variables, no solo de nuestra voluntad, hay demasiados intereses gravitando a nuestro alrededor, lo que sí  está claro es que el chavismo, el militarismo y el socialismo están enterrados junto con esa peregrina idea de que somos parte de un pueblo elegido, a partir de este momento si queremos sobrevivir a este gravísimo momento que vivimos, el de un gobierno criminal e ilegítimo que se ha dado a la tarea de atacar a USA (entre otros países) para degradar su estilo de vida, arruinar su economía y desestabilizar su orden político y social, y el cual, para defenderse, nos ha declarado la guerra y nos ha convertido, a todos los venezolanos, en el enemigo.

Si bien es cierto de que fue solo una minoría de venezolanos inadaptados y peligrosos los que llevaron a cabo tal agresión, el país mayoritario y decente no pudo defenderse de esa lacra, ni estaba preparado para eventos como el chavismo-madurismo que, utilizando todas las armas del terror y la opresión convirtió al país en un inmenso campo de concentración y de experimentación comunal; los enemigos de la libertad utilizaron a las instituciones democráticas, se aprovecharon de nuestro prestigio histórico y de la debilidad de nuestro carácter para avanzar en sus planes de control de nuestro país.

Cuando el castrocomunismo se hizo gobierno, aprovechando a la izquierda más radical, se lanzaron a la conquista de una élite política que había confundido la conformidad transaccional por la política, y que prefirió negociar con el enemigo a enfrentarlo, le dimos al mundo la impresión de que Maduro contaba con una aceptación tácita de una mayoría, cosa que nunca fue verdad y que ha sido demostrado en las diversas convocatorias a elecciones, protestas, opiniones y declaratorias de los venezolanos demócratas, y de allí el lago listado de víctimas, sacrificios y presos políticos que hemos pagado en nuestra lucha por la libertad.

Pero nuestro esfuerzo era insignificante dado el apoyo que tuvo el chavismo-madurismo del socialismo internacional, incluyendo el del partido demócrata norteamericano y algunos de sus mandatarios durante las décadas en que se consolidó el poder efectivo de la izquierda en el continente americano.

El resto de los países de Occidente tampoco reaccionaron a tiempo para controlar a una fuerza tan peligrosa y letal como la de un país democrático tomado por el terrorismo y el narcotráfico, cuando lo hicieron, el daño era extensivo y profundo, primero Chávez y luego Maduro, durante 25 años financiaron y dieron todo su apoyo a la insurgencia totalitaria de izquierda en el mundo.

Yo no me atrevo a predecir que hay en la mente del presidente Trump en su intento de ponerle fin al chavismo-madurista, que es apenas una parte de una lucha aún mayor, por deshacerse de los movimientos e ideologías  fundamentalistas que tratan de dominar regiones enteras del planeta con sus herramientas del terror y la mentira, la guerra de Ucrania, el conflicto en el medio oriente, las provocaciones de China en contra de Taiwán, a esto debemos agregar esa lucha sorda y sin cuartel en contra del narcotráfico a escala mundial, y la enorme ola migratoria que producen estos escenarios de pobreza y violencia y que atentan contra la estabilidad de las naciones desarrolladas.

Estas son amenazas presentes y muy peligrosas que hacen peligrar la paz y el orden de las naciones en el mundo, son demasiados tableros de juego y múltiples estrategias en las que el presidente Trump y su gobierno han debido enfrentar a penas a 50 días de su segundo  mandato, y en este esfuerzo por no sucumbir ante las fuerzas del mal, no hay duda, se cometen muchos errores e injusticias, y a nosotros los venezolanos nos tocó ser señalados como país enemigo de USA, cortesía del chavismo-madurista, con todas las consecuencias que esta clasificación acarrea.

Cuando el presidente Biden entrega su mandato en Washington ya venía con un tiro en el ala, USA se encontraba asediada por todas sus fronteras con una emigración sin control, las medidas que tomó el presidente Trump no podían ser otras sino la cauterización de emergencia y en carne viva de tal infección, con la mala suerte que los venezolanos éramos una parte importante de esa emigración masiva y mayoritariamente ilegal de la que Maduro se estaba aprovechando, para enviar lo peor de nuestra sociedad, a sus  sicarios y narcotraficantes, para hacerle daño a los países receptores.

La reacción de los venezolanos no se hizo esperar, por solidaridad, por un sentido nato de justicia y por nuestro gran sentimentalismo, ver a nuestros conciudadanos en aquella penosa situación nos movió el piso, de pronto la mayoría de nosotros se sintió víctima de una tragedia, a quienes creíamos nuestros mejores aliados y hasta amigos, nos rechazaban como enemigos, nos excluían de sus relaciones y nos trataban como delincuentes. Aquello fue un shock, vimos como unos supuestos miembros de la temible banda del Tren de Aragua, unos carniceros sin piedad humana hechos en Venezuela, eran enviados a las peores cárceles del continente y eran tratados como animales.

Por supuesto, los enemigos del presidente Trump, esa hidra de cien cabezas que es el socialismo internacional, los aliados del tirano Maduro y la maquinaria de propaganda de la revolución bolivariana aprovecharon la situación para manejar los sentimientos y opiniones antinorteamericanas a su favor, y convertirlas en un arma para atacar a USA, que es lo que están haciendo con aquellos que reclaman clemencia y revisión de los casos que se han puesto en duda.   

Esta política represiva y general en contra de los venezolanos por parte de USA va a tener su secuela, se está sembrando el odio de manera indiscriminada propia de estados en guerra, creando una brecha para una futura relación entre USA y Latinoamérica.

Repito, no sé qué es lo que el presidente Trump tiene en mente con respecto al futuro de Venezuela, lo que si estoy seguro es que no va a seguir permitiendo que Maduro y su banda criminal, sigan cometiendo tropelías y poniendo la seguridad de USA en riesgo, y esto es algo que viene escalando y pareciera tener una pronta solución. El caso policial en contra del Cartel de Los Soles está resuelto, al punto que ya se emitieron órdenes de captura y se publicaron carteles de recompensa por la captura de sus cabecillas. Lamentablemente todas estas acciones tienen un costo que los venezolanos estamos pagando y pagaremos, precisamente por todo nuestros errores, omisiones y falsas percepciones.  

Solo si el resultado final es la liberación de Venezuela del yugo chavista y el reconocimiento de la voluntad popular expresados en las elecciones del pasado 28 de julio del 2024, todos estos sacrificios tendrían sentido, podrían ser asimilados como un precio que se pagó por el retorno de la institucionalidad y la democracia.

Para quienes no se han dado cuenta, estamos en guerra, el mundo se encuentra a punto de una conflagración mundial, y el castrocomunismo está utilizando focos de desestabilización en nuestro continente para debilitar a USA, lamentablemente no son tiempos para hilar fino y hacer distinciones de quien es amigable y quien es violento, si estoy en lo correcto nuestra suerte está a punto de cambiar y lo que viene es la inmensa labor de reconstruir al país, mientras esto ocurre las injusticias y equivocaciones con los emigrantes venezolanos deben ser investigadas por los organismos especializados en la protección de los derechos humanos, y no por los gobiernos que las han provocado.

Estamos en un momento delicado de nuestra historia, quizás en un punto de inflexión importante, y justamente en medio de un torbellino de propaganda, información manipulada, egos heridos, reputaciones venidas a menos. No podemos perder de vista, a pesar de todo lo anteriormente expuesto, que nuestra vida como nación, querámoslo o no, está íntimamente ligada al destino de USA, si USA se hunde nos hundimos con ellos, si prevalece, quizás tengamos una oportunidad de recomenzar una vez más como país democrático, por lo pronto, lo que debemos evitar es dejarnos llevar por la desesperación y la manipulación de nuestras emociones en medio de esta crisis.

 

 

 



lunes, 3 de marzo de 2025

Trump vs. Zelensky o como se negocia una amenaza.

 

En la reciente visita que hizo el presidente Zelensky de Ucrania a la Casa Blanca en Washington, hay un tema que no ha sido considerado por la mayor parte de los analistas, y es el asunto sobre la posibilidad de que ese conflicto regional pudiera provocar el inicio de la 3ª Guerra Mundial, una advertencia que hizo el presidente Trump durante el acalorado encuentro y no ha sido tomado muy en cuenta-

Zelensky como buen patriota y Comandante de sus fuerza armadas solo puede ver su tablero de juego, su táctica consiste únicamente en ganar una guerra que está consumiendo recursos y vidas de manera continua, y presiente que ya está llegando a un final, su propósito en esa reunión era conseguir más ayuda de USA. Por su parte, Trump tenía solo un objetivo, llegar a un acuerdo de paz, cerrar esa hemorragia de recursos y planificar la reconstrucción y la convivencia entre Ucrania y Rusia. Lo que implicaba otra visión del conflicto, mucho más estratégica y de gran visión.

No hubo en principio acuerdos, la reunión tomó un giro inesperado llenos de recovecos y de mucho ruido, que desviaron los objetivos del encuentro, no fue solo un choque de personalidades sino que fue imposible conciliar ambas visiones del problema.

A guerra de Ucrania ha sido costosa pues ha tenido que ser financiada por terceros, tanto Europa como USA han tenido que invertir ingentes cantidades de dinero en sostenerla, principalmente en el suministro de armamento de última generación para un conflicto con armas convencionales. Rusia por su parte en una potencia mundial, ellos desarrollan y fabrican sus propias armas y cuentan con un enorme ejercito con una gran experiencia en guerras, pero igual ha sido un episodio que se ha dilatado en el tiempo, han tenido que sacrificar recursos y vidas que les ha hecho la vida más difícil, sobre todo en la economía donde han perdido importantes mercados, y donde tienen que invertir su presupuesto en recuperar un territorio que ellos consideran, les pertenece.

Pero Rusia, al contrario que Ucrania posee armamento nuclear, armas diseñadas para un nuevo tipo de guerra que nadie quiere se haga realidad, pues se sabe cómo empiezan pero nadie sabe cómo terminan. Estas armas se han desarrollado desde su aparición en la Segunda Guerra Mundial, en armas de uso estratégico, que son los grandes misiles con cargas capaces de destruir extensos territorios, y armas tácticas que son más pequeñas y para usos muy puntuales, cuyo fin es sacar del juego determinados núcleos de resistencia, pueden ser grupos militares: bases, sistemas de armas, objetivos, detener avances, destruir líneas de suministros, etc. Siguen siendo armas nucleares pero de un poder destructivo limitado, aunque las nubes radioactivas queden a merced del viento y puedan contaminar los alrededores, siguen siendo armas muy peligrosas.

El problema de la guerra nuclear es que desde la Guerra Fría se venía hablando de que este tipo de conflicto se evitaría por miedo a la posibilidad de una destrucción mutua, no habría vencedores, apenas sobrevivientes y en un mundo envenenado, y desde los años sesenta este miedo era colectivo, pero el tiempo ha pasado y ya las nuevas generaciones se han acostumbrado a vivir con esta amenaza latente en el fondo, al punto que para muchos es irreconocible.

Los rusos están llegando a un punto en el conflicto, que les sería de gran ayuda utilizarlas para acabar de una buena vez con la guerra, en sus cálculos es costo sería mínimo y de los resultados manejables en términos de la contaminación radioactiva generada, los ucranianos no tendrían defensa ante un ataque de esta naturaleza. Al menos que alguno de los países nucleares respondiera al ataque en los mismos términos, lo que iniciaría lo que tanto teme el presidente Trump, una guerra nuclear.

¿Quiénes tienen armas nucleares? Pues ha sido un club muy exclusivo hasta el momento, ahora la tecnología se ha hecho disponible para muchos países, el problema es que no todos tienen la capacidad de llevar las cargas de manera rápida e indetectable a sus objetivos, pero en el club se encuentran: USA, China, Rusia, Israel, Francia, Inglaterra, Australia, Corea del Norte, India, Pakistán, posiblemente Irán y algún país escandinavo.

¿Quién respondería si Ucrania es atacada con armas nucleares? Posiblemente todos voltearían hacia USA, es poco probable que Europa se atreva a hacerlo, y es justamente lo que Trump está tratando de evitar y lo que Zelensky no ha entendido. Por supuesto, la izquierda mundial que odia todo lo que tenga que ver con Trump y los Republicanos, están aprovechando para meter cizaña y avivar una atmósfera de conflicto que lo le conviene a nadie, principalmente a los europeos.

¿Sería Putin capaz de semejante jugada? Yo creo que sí, se trata de un asesino entrenado, de un hombre despiadado con sus enemigos y de un convencido creyente del papel que debe jugar Rusia en la historia, los venezolanos ya lo hemos sufrido con su persistente apoyo a los chavistas, los tenemos aquí en Venezuela marchando en nuestros desfiles, con sus armas y equipos siendo entregados a la guerrilla y el narcotráfico, dueños de Cuba, Nicaragua y Venezuela, no se van a detener en sus ambiciones como poder global.

Trump puede ver lo que no puede Zelensky, la paz en Ucrania es primordial para un futuro estable en el mundo, su ofrecimiento de industria mineras norteamericana en Ucrania explotando las tierras raras de ese país son una garantía para esa paz, no solo es el propósito comercial, es un tratado de seguridad que le conviene a todas las partes, la presencia de USA en Ucrania es una garantía para la paz, para que Ucrania pueda iniciar su reconstrucción y Rusia pueda sanar de sus heridas de guerra.

 

miércoles, 26 de febrero de 2025

Sobre la reforma Constitucional.

 



Las constituciones se parecen (de alguna manera) a las máquinas, esto es, a mecanismos que deben funcionar y producir algo… no es muy probable que las constituciones funcionen como se desea a menos que empleen… a decir de Bentham, los castigos y recompensas.

Giovanni Sartori.


Es muy difícil hacer de adivino en cuanto a un proyecto de reforma constitucional que se está elaborando en secreto y por un grupito exclusivo perteneciente a la facción más radical del chavismo-madurismo. Pero algunas cosas se saben, como por ejemplo: que es una reforma que consta de unos 80 artículos, lo cual ya deja de ser reforma y se convierte casi en una nueva constitución.

Que su fin es institucionalizar un sexto poder, el ya manido sueño colectivista del llamado Poder Comunal, que ya fue rechazado en aquella primer intento de reforma constitucional de 2007, una nueva forma de la geometría del poder diseñada expresamente para que los revolucionarios bolivarianos se perpetúen en el poder, sin los inconvenientes de elecciones y pasando de largo a los controles democráticos.

Parece que incluirá una nueva división del territorio en base a las supuestas 45.000 comunas que el chavismo dice tener registradas y bajo su control, con una red política nacional como la que pretenden, quieren controlar las comunicaciones digitales del país, eliminar a la oposición bajo cargos de fascismo con penas severas a quienes no estén de acuerdo con este nuevo modelo.

Instaurar un nuevo sistema económico, que aún no se sabe cómo funcionará pero se prevé una muy seria y definitiva intromisión de los entes gubernamentales para controlarlo, se habla de una copia al carbón del modelo cubano de producción, que ya todos sabemos lo único que hace es producir pobres y miseria.

Hay quienes piensan que toda esta estrategia de poner sobre la mesa una nueva reforma constitucional, es solo un ardid para tratar de legitimar al gobierno de Maduro que se encuentra sin un piso de legitimidad, y que aun perdiendo un supuesto referéndum para aprobar o no dicha reforma, le daría ese reconocimiento que tanto necesita.

El asunto es que para el mes de Mayo se develará el proyecto y como tienen el control de la Asamblea Nacional no les será difícil obtener las 2/3 partes de los votos para llevar este infame proyecto esclavista a una consulta pública.

A los chavista les importa muy poco las enormes contradicciones que ya se notan en su reforma, van a tratar de utilizar un modelo de estado liberal burgués que basa su soberanía en la persona, en el individuo libre y autónomo, y lo piensan sustituir por la comuna, un modelo colectivista con una larga lista de fracasos a nivel mundial, bajo la tesis de que el actual modelo político económico ha fracasado y hay que modernizarlo.

Los chavistas han estado en el poder por 25 años, y en todo ese tiempo para lo único que les ha servido las comunas es para distribuir las bolsas de comida CLAP, para fiscalizar la entrega de bonos, becas y premios a través del sistema Patria, y para espiar sobre los vecinos, detectando y denunciando a quienes no están de acuerdo con el sistema, porque en todas sus demás funciones que les han delegado, la administración parcial de la distribución del gas, cupos de combustible automotor, electricidad, agua, la funciones de seguridad, de la salud pública, de la educación, del mantenimiento de vías y la preservación del ambiente, han fracasado estrepitosamente.

Nadie en su sano juicio quisiera entregarle el poder político-económico a una partida de ignorantes sin iniciativas propias, que solo dependen de una llamada por teléfono para que actúen, y que solo saben levantar las manos para aprobar lo que les llega de sus jefes políticos, pues esa es justamente la situación a la que el chavismo nos empuja.

La pregunta clave en todo este complicado asunto es: ¿Tiene derecho un grupo político como el PSUV, que ha perdido unas elecciones generales de manera tan estrepitosa y pública, que no reconoce los principios democráticos y la constitución vigente, de avanzar en el seno de la sociedad venezolana una reforma constitucional como la que proponen?

La respuesta es indudablemente un rotundo NO, pero en las actuales circunstancias, donde el chavismo a derivado de ser una fuerza política populista y se ha transformado en un fascismo degenerado y criminal, imponiendo su voluntad sobre el pueblo venezolano por la fuerza de las armas, el terror y la astucia para proteger a su directiva, embarrada hasta más no poder en acusaciones criminales y delitos de lesa majestad.

La oposición política venezolana ha sido infiltrada por elementos fascistas que están atentando en contra del trabajo de hormiguita que ha realizado la líder democrática María Corina Machado, los días, luego de las elecciones presidenciales donde Maduro salió derrotado, pasan sin que se vean resultados reales que cambien el peligroso contexto en que el país se desenvuelve, y aunque las presiones internacionales siguen vigentes, la oposición venezolana no tiene la fuerza para enfrentar y derrotar a la hidra de cien cabezas en que se ha convertido el chavismo.

Lo más probable es que si no hay una respuesta asertiva y contundente por parte de nuestros aliados internacionales, el presidente electo, el Dr. Edmundo Gonzáles Urrutia no podrá regresar al país para ejercer su mandato y su familia en Venezuela seguirá siendo asediada por el régimen para chantajearlo, la gran mayoría de los venezolanos que creemos en los valores y los principios democráticos estamos bajo condena de muerte y a la espera de que en cualquier momento seamos víctimas de los asesinos y torturadores de Maduro.

La iniciativa chavista de la reforma a la constitución es un dilema de orden moral y ético, solo con la verdad podremos desmontarlo, si esta iniciativa triunfa, estará asegurada la inestabilidad política del continente en las décadas por venir.

sábado, 15 de febrero de 2025

Analizar la tormenta.

 



He tratado en los últimos tiempo de enfrentar nuestra realidad política y de aproximarme a su esencia, descifrar sus componentes, ver sus implicaciones y hacer un análisis del fenómeno, pero cada vez que lo he intentado se caen mis argumentos debido principalmente, a la enorme cantidad de desinformación que existe en el ambiente, mucha de ella ataques deliberados de partes interesadas en crear zozobra e incertidumbre, pero también por la existencia de elementos emocionales y muchos globos de ensayo que las facciones en conflicto introducen en este melange, que simplemente resulta en algo caótico y amorfo.

He tratado de empezar éste artículo no menos de cuatro veces y he tenido que desistir entre otras cosas porque la información sobre la que trabajaba era falsa, o no contaba con el suficiente respaldo sobre algún aspecto de nuestra compleja realidad, o las decisiones políticas del momento se evaporaban o cambiaban de sentido al momento de producirse, o simplemente no existía coherencia entre anuncio, acto y consecuencia de parte de los actores políticos del drama venezolano.

Hay factores políticos, militares, financieros internacionales que afectan de manera importante lo que acaece en nuestro devenir, muchos de ellos vienen de organismos multilaterales que apoyan ciertos intereses, de gobiernos que están a favor de nuestra lucha por la libertad y la democracia, o de instituciones que prefieren esperar y no pronunciarse por miedo a encontrarse en el bando perdedor, hay una cantidad de gobiernos que están alineados con el gobierno de Maduro pues están a favor del populismo totalitario, es claro una fiera lucha geopolítica por territorio y recursos que afectan de manera importante nuestra necesidad por recuperar al país y su institucionalidad.

Y en medio de los disparos entre los bandos involucrados, a nivel global, continental, nacional y local, se mueven unas fuerzas armadas, regulares o no, que toman territorios, que permiten que sindicatos del crimen produzcan y distribuyan drogas, que se laven ingentes cantidades de dinero proveniente de actividades ilícitas, que se aterrorice a la gente o se les de esperanza, se aprovechan los líderes espontáneos del caos, se despliegan las falsas banderas pues todo es un juego de estrategias, de cómo hacerle costosa la permanencia en el poder a unos, y de cómo favorecer a los aliados en sus pretensiones políticas.

En este momento una buena parte de los países de Latinoamérica están bailando un apretado tango que va entre formas socialistas de gobierno, reconstrucción del tejido capitalista y productivo y fórmulas caudillistas de liderazgo, esto sucede mientras USA se embarca en la recuperación de la conducción de la región luego de largos años de abandono.

En esta realidad tan inestable es mucha la emotividad que aflora, al final del día son seres humanos los que sufren las deportaciones, los desalojos, el miedo, los éxodos de una frontera a otra, los maltratos xenófobos de las distintas autoridades, los acosos de los delincuentes, y en no pocos casos la muerte.

Hay una necesidad perentoria por entender lo que sucede, porque creemos que si entendemos nuestras circunstancias podremos o tendremos la oportunidad de accionar evitando los peligros, podremos protegernos, atacar o huir de las amenazas que se nos vienen encima… pero nuestro país, Venezuela, lamentablemente tomó una serie de malas decisiones políticas, puso en el gobierno a personas incapaces y con otras agendas, contrarias al interés nacional, y ahora estamos metidos en un vórtice de criminalidad y conflictos que nos sumergió en un mundo de contradicciones y mentiras, de un pavoroso vacío de información veraz que nos ha llevado por la senda de más errores y sacrificios inútiles.

Pero tuvimos la suerte de contar con un liderazgo de emergencia que en el último momento logró hacer reaccionar al país, y por medio de unas elecciones democráticas y generales, pudimos manifestar el deseo y la decisión de la mayoría del pueblo de cambiar el curso de nuestro devenir político, lamentablemente esa voluntad soberana y constitucional no fue aceptada por Maduro y el chavismo, incrementando la entropía en nuestro sistema político, luego de romper con la continuidad democrática, el gobierno está siendo conducido por personas y actos que se encuentra fuera de la ley y el orden.

Pero esas elecciones tuvieron tal repercusión ante la opinión mundial que un importante sector de los países occidentales repudiaron públicamente la intensión del chavismo revolucionario de perpetuarse en el poder, con el agravante que muchos de las acciones criminales, conspiraciones y mentiras de esa izquierda fundamentalista, fueron develados y publicitados, al punto, de hacer de los líderes del chavismo una caterva de delincuentes buscados internacionalmente para que comparezcan ante la justicia.

En esta situación nos encontramos, un país secuestrado por una mafia de narcotraficantes que, a la espera de mejores circunstancias para su sobrevivencia, siguen en su empeño de desestabilizar el continente americano por medio de sus tentáculos de bandas armadas y alianzas con terroristas, llegando incluso a la afectación el orden interno de USA, en sus principales ciudades, mientras promueven conflictos armados en países vecinos.

Gobiernos totalitarios como el de Cuba y Nicaragua tienen en Venezuela un aliado incondicional en su plan de prenderle fuego a la pradera, en internacionalizar distintos conflictos armados, desestabilización social, alimentar crisis políticas para mantener en zozobra el orden continental y de esta manera distraer la atención de Washington y de los países democráticos del área, sin que tengan una clara idea de cómo actuar ante la creciente amenaza.

Los gobiernos americanos han favorecido la vía del diálogo y la negociación en los últimos diez años sin obtener resultados, nuestros líderes del momento han preferido la lucha pacífica, han activado todos los recursos legales e institucionales para tratar de contener el derrame de una ideología mortal para la democracia como lo es el populismo de izquierda y su resultado natural que son gobiernos militaristas y totalitarios. USA, aunque ha podido contener policialmente dentro de sus fronteras las acciones hostiles de grupos de infiltrados, se enfrenta al inmenso problema de un estado paralelo, enterrado profundo en las entrañas del gobierno y que el partido demócrata ha incubado por años para desestabilizar la sociedad de ese gran país, y realizarlo como la gran utopía de la izquierda internacional.

El continente americano está convulsionando ante una nueva ofensiva de la izquierda internacional lideradas por Rusia y China, volvieron al plan guevarista de múltiples focos de insurgencia simultáneos, con el apoyo de los grupos fundamentalistas islámicos que están mudando sus fuerzas del Medio Oriente hacia Latinoamérica, con una iglesia católica radical imbuida en la teología de la liberación y un Papa comunista sin pudor alguno, con referencias racistas, nacionalistas, impregnados de ideología WOKE, con una mentalidad de control social y el uso de tecnologías para el manejo de Big Data e Inteligencia Artificial para el seguimiento y vigilancia de los ciudadanos, con un ecofascismo duro tratando de cambiar los patrones energéticos del mundo a favor de energías alternativas.

Venezuela fue un experimento, un laboratorio de técnicas, discursos, estrategias y políticas que tuvo un éxito limitado, justamente debido a la resistencia de los venezolanos a la opresión y la esclavitud, a una lucha constante, muy desordenada y aleatoria pero nunca derrotista, que sigue hoy a pesar del terror, las muertes, los presos políticos, la censura y la miseria que el gobierno de Maduro, bajo la tutela del castrocomunismo, ha instaurado y pretende exportar a otras naciones.

El gobierno del presidente Trump tiene en su poder las pruebas suficientes que avalan este escenario en pleno desarrollo, pero creo que sería un gran error pensar que el gobierno de Maduro puede ser llevado y controlado por sanciones y amenazas, ya no es él quien decide sobre sus movimientos o destino, el país es dirigido a control remoto como si se tratara de un dron no solo por poderosos carteles de drogas, frentes revolucionarios y grandes grupos  financieros, que se reúnen entorno a los verdaderos enemigos de USA, ahora la revolución chavista cuenta con fuerzas multinacionales en nuestro territorio (sirios, iraníes, cubanos, rusos norcoreanos, palestinos) aumentando la amenaza.

Y no podemos desestimar las dos circunstancias que hacen de nuestro país, una plataforma codiciada en todo el continente americano, sus riquezas energéticas y su ubicación geoestratégica, que en caso de una conflagración mundial será sin dudas una cabeza de playa importante desde la cual se le negará a los norteamericanos el acceso a nuestro petróleo y aprovecharán la cercanía a su territorio para preparar misiones en su contra, pero lo más notable es que con una vecindad en contra de USA, estos países, que una vez fueron aliados, se pudieran convertir en una distracción innecesaria y peligrosa.

Debo hacer notar que en caso de un escenario como el planteado, la gran mayoría de los venezolanos preferimos mil veces ser parte de la Doctrina Monroe, de América para los americanos, que convertirnos en colonia de algún poder hegemónico que no tenga nada que ver con nuestra cultura e historia.

Con el gobierno revolucionario chavista solo hay un curso de acción efectivo y definitivo, lo más similar en la historia reciente sería la toma y la liberación de los campos de concentración nazi en Europa por parte del ejército aliado, los chavistas han convertido a Venezuela en un enorme campo de concentración, y estoy seguro que una vez liberados, los venezolanos honraremos esa deuda histórica con USA, de más está decir que Venezuela es de los pocos países en el mundo que pudiera pagar los costos de su reconstrucción gracias a su riqueza petrolera, y que esta reconstrucción daría trabajo y recursos a muchos migrantes de nuestros países vecinos, aliviando en gran medida la presión sobre las fronteras al norte del Río Grande.

 

sábado, 11 de enero de 2025

Vivir en el caos.

 



La vida, de por sí es bastante complicada y muchas veces incomprensible, la realidad, lo que llamamos realidad es un constructo de nuestra mente basada en el lenguaje, en recuerdos, en usos y costumbres, en ideas y sentimientos que nos proporcionan un asidero y nos crea una ilusión de orden en el cual sobrevivir, porque el ser humano necesita del orden para poder funcionar y no perdernos en ese marasmo de situaciones, eventos y accidentes que se suceden como si estuviéramos en medio de un río de aguas turbulentas.

Para darle significado y orden a la vida partimos de las cosas pequeñas que podemos controlar en nuestro entorno, en nuestro caso, de la persona, del individuo, nos aseamos, nos alimentamos, cuidamos nuestro cuerpo, nos refugiamos de la lluvia, buscamos la sombra cuando hace sol y al sol cuando tenemos frío, construimos un techo, fundamos un hogar y nos hacemos de una familia. De la familia nace el concepto de autoridad, de alguien que dirige la vida en común, con sus normas, con las maneras de resolver conflictos, con la asignación de responsabilidades, cultivando los afectos, asignando las responsabilidades.

Desde ese núcleo partimos con el vecindario, con quienes viven como nosotros y participamos de una vida en común, de espacios y necesidades que nos afectan a todos por igual, estamos hablando de seguridad, de abastecimiento, de salubridad y control sobre daños imprevistos, de la ayuda mutua y de un orden social para la comunidad, y de esta manera nuestro horizonte de convivencias va creciendo al entrar en contacto con otras comunidades, y gracias a nuestra capacidad de raciocinio y de convivencia, vamos imprimiéndole a la vida individual y colectiva, un cierto orden donde podemos no solo sentirnos seguros, sino prosperar en nuestros emprendimientos, ser creativos en proyectos que nos hagan a todos la vida más fácil.

Porque como decía el filósofo Thomas Hobbes, la vida puede ser brutal, violenta y muy corta si no nos ayudamos unos con otros, de allí la necesidad de crear gobiernos que nos permitan la libertad de ser creativos, de poner en marcha los proyectos que se nos acurran, que podamos crear riqueza y ser productivos, que nos proporcione un hábitat donde nos sentimos seguros, con el que mantengamos a raya a nuestros enemigos y amenazas para poder ocuparnos de lo que verdaderamente importa, que nuestras vidas tengan un propósito y un significado.

Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo, y toda nuestra historia como especie, como tribus, como naciones e imperios, están marcados por avances y retrocesos en esta lucha por la supervivencia, algunos pocos han sido exitosos, los menos han logrado sobrevivir en buenas condiciones de vida, los más apenas pueden sobrevivir en medio de la pobreza y la violencia; la historia nos enseña que aun los que han alcanzado una gran civilización y poder, les ha tocado sufrir la decadencia y muchos de ellos ya han desaparecido.

Pero a los que hoy estamos vivos y luchando por una existencia digna y en libertad, nos quedan las lecciones de quienes ya han pasado por este difícil camino de perseverar y triunfar sobre las dificultades, y hay lecciones que no podemos obviar si queremos tener la oportunidad de conquistar para nosotros un lugar para poder crecer y prosperar teniendo cierto control sobre nuestra existencia.

Lo primero es que debemos cultivar en nosotros y los demás una vocación para la vida en comunidad, si bien nacemos como individuos, nuestra existencia solo está garantizada si nos relacionamos con respeto y solidaridad con nuestros familiares, amigos, vecinos y conciudadanos, si ellos están bien, nosotros estaremos bien, pero para que esto suceda debemos guardar ciertas consideraciones que son importantes: La primera es reconocer que somos todos distintos, con diferentes habilidades y talentos, que puestos al servicio de proyectos y empresas que favorezcan a la sociedad como un todo, cada uno de nosotros se verá beneficiado de alguna manera.

La segunda, que muchas cabezas piensan mejor que una y cuando se trata de liderar a un grupo, sea nuestra familia, vecinos o nación, permitir que se exprese la opinión de todos y escucharlos para tomarlos en cuenta, es de vital importancia para la toma de buenas decisiones.

La tercera, hablar siempre con la verdad, ninguna persona, familia o grupo puede sobrevivir bajo el engaño, la mentira y la falsedad, ese es el camino seguro al infierno y a la extinción, sembrar la confusión solo trae desgracias, mientras más clara, consensuada y ordenada estén las ideas en la persona o grupo, las metas serán más fáciles de alcanzar y los conflictos se minimizarán.

Las figuras de autoridad en una sociedad son procuradoras del orden y la estabilidad,  las personas recurren  a ellas en busca de dirección, pero si se creen predestinadas a ser conductores del destino del grupo, en vez de instrumentos para revolver problemas puntuales y que en cualquier momento pudiera otra persona sustituirlas, y ellas convertirse en seguidoras, sin tener problemas de ego o querer perpetuarse como líder a toda costa, la sociedad podrá ahorrase innumerables conflictos que solo perjudicarán la obtención de las metas importantes.

Si estas figuras de autoridad se creen iluminadas, por encima del común de las personas y dueñas de la verdad, lo más probable es que ocupe su tiempo en dictar normas y leyes que lo que harán es entorpecer la marcha de la sociedad hacia su realización, es probable también que estas personas que se creen necesarias, se ocupen más de censurar y acallar las voces disidentes que en darle solución a los más apremiantes problemas, creyendo que si la gente no está enterada de una situación, esta desaparecerá.

Pero lo peor que resultaría de una conducción inconveniente para la existencia de la sociedad, es que sus figuras de autoridad vivieran de la mentira y para el engaño, que manipulara de manera criminal los medios de obtención de su poder, incluyendo su propia identidad, que desprecie de manera olímpica la voluntad popular y falsifique resultados electorales, que sus discursos estén llenos de galimatías y ficciones, que falsifique la historia para darse la razón, y que utilice la fuerza y el terror para que sus decisiones imperen. Sería la receta perfecta para el desastre de un país.

Venezuela ya tiene varias décadas extraviando su rumbo como sociedad, ha permitido que la política esté en manos de los peores y menos capaces de sus miembros, al punto de tener un gobierno de personas enfermas de la mente, criminales desquiciados que no entienden razones ni argumentos, el país va directo al desastre, pero por circunstancias igualmente extraordinarias, en el último momento han surgido líderes y voces alertando sobre el inminente desastre, y con la ayuda de aliados y amigos ha podido, milagrosamente, en el último momento, revertir la dirección de los acontecimientos.

Estamos en esa encrucijada, el país entero ha reaccionado antes de que las sombras nos cubrieran para nunca más despertar, si nos salvamos habrá sido por la angustia, el valor y la lucha de muchos venezolanos, algunos de los cuales dejaron sus vidas como sacrificio por la libertad, los venezolanos en el exilio han creado una red mundial donde han resonado nuestros gritos de libertad y los gobiernos del mundo han escuchado y nos ponen atención.

Estamos en la fase más delicada y difícil de nuestra ordalía, podemos salvar el país pero hará falta un último empujón, necesitamos todo el valor y la voluntad de nuestra gente para sacar a los locos y pordioseros que han tomado por asalto nuestras instituciones, tenemos los líderes, la gente y la fuerza de quienes se niegan marchar hacia el infierno en silencio y con la cabeza gacha, preferible es la lucha que la resignación, todo indica que podemos salvarnos y que el país pueda continuar, esta vez en la consecución de la prosperidad, la seguridad y la libertad.

 

viernes, 15 de noviembre de 2024

El poder para el socialismo bolivariano

 



“El poder político nace del cañón de una pistola”  

Mao Zedong. Frase utilizada por Mao durante una reunión urgente del Partido Comunista Chino el 7 de agosto de 1927, al comienzo de la guerra civil china (Wikipedia).

El comportamiento de un chavista ante el poder es muy básico, se parece al orden que impera en una manada de depredadores; los comandos parte del jefe y se traslada a todos los miembros del grupo, incluso a la gran cantidad de esclavos, dependientes y dominados que arrean, para que realicen labores domésticas y sirvan de despensa. Los comandos se trasmite a los soldados, a los jefes políticos, a los miembros de la corte, a los embajadores y ministros, pero debemos advertir que aún el mismísimo tirano o Comandante Supremo, como les gusta llamarse, dependen de las ordenes y llamados del Comunismo Internacional, que actuando como si fuera una colmena de hormigas marabuntas, como buenos entes colectivistas obedecen ciegamente, como si se tratara de un organismo globalizado.

Y esta caracterización zoológica no es gratuita, la actuación primitiva y sanguinaria del chavismo madurista representa una vuelta al pasado darwinista de la supremacía del más fuerte en términos de garras, dientes y violencia, no existen las sutilezas que trataron de imprimirle al poder político pensadores como Hobbes, Kant, Hegel, Webber o Foucault y que le dieron al poder tanto lustre, sobre todo como el mecanismo fundamental de los estados modernos.

En el caso de las izquierdas radicales como Hitler y los Nazis, Stalin y sus soviets, o Pol Pot y sus Jemers Rouge conservaban en sus estructuras un orden militar que servían de correa de trasmisión al poder, pero en el caso del socialismo bolivariano aun cuando Chávez mantuvo la ilusión de contar con aparato institucional y hacía amagos de republicanismo, con Maduro ese orden degeneró en una estructura más de cartel de drogas o mafia para tratas de blancas, es decir en un esquema delincuencial que tuvo sus más notorios ejemplos en el sistema judicial-carcelario y en el orden de la economía minera (garimpeira).

El acto de gobernar para el chavismo va apareado con la recompensa y el castigo, quien obedece recibe un premio, quien se rebela es apaleado, lo encarcelan y tiran la llave, esta metodología brutal sirve para mantener el orden dentro de los suyos, es decir solo para revolucionarios, los otros, los que no comulgan con la ideología bolivariana socialista, que es el 80% de la población, simplemente son reducidos a una plaga que hay que exterminar, y de allí las distintas medidas de biopolítica del gobierno, para negarle a los venezolanos de la oposición sus derechos fundamentales, los recursos necesarios para que puedan vivir y desconocerles sus atributos de ciudadanos y venezolanos.

Dentro de este escaso 20% de los militantes del chavismo que sirven de carceleros de la mayoría, se encuentran extranjeros, oriundos de Irán, Palestina, Cuba, Colombia, Bolivia, China, Rusia, algunos en calidad de técnicos del aparato represor y de seguridad del régimen, como expertos en el espionaje telefónico, en torturas e interrogatorios, campañas de desinformación, intervención de las redes sociales, otros como fuerza de choque en contra de las protestas ciudadanas y vistiendo uniformes de la Guardia Nacional, SEBIN, PB y otros cuerpos, todos estos mercenarios provenientes de grupos terroristas, guerrilleros y de las fuerzas armadas de potencias extranjeras que apoyan al régimen en estas actividades criminales

Cuando los países de occidente le aplicaron el régimen de Maduro las sanciones, el chavismo tuvo que acostumbrarse a vivir debajo del radar, operando en los bajos fondos, moviéndose en las profundidades del crimen y los mercados negros, apagando los transponders de sus tanqueros para no ser identificados, volando con sus aviones en sigilosos vuelos nocturnos y por rutas no convencionales, transportando cargas y personal de oscuros orígenes y con fines subversivos.

Sus asociados y las causas que compartía en su agenda política eran todas anti occidentales, anti capitalistas, revolucionarias y por encima de todo, antinorteamericanas, de modo que  tanto Maduro como Cabello y Padrino, no tardaron en convertirse en la Trinidad del Mal buscados por la justicia internacional debido a sus vínculos con cuatro de las más deleznables actividades: el terrorismo, el narcotráfico, el tráfico ilegal de metales y piedras preciosas y el uso de la migración como arma desestabilizadora para los países que eran escogidos como blancos, todas estas prácticas dejaban a su paso mano de obra esclava, destrucción ambiental, corrupción y muerte.

Y es de esta manera como se entiende el tema revolucionario de esta mafia que tiene como fin principal enriquecer sin medida a sus principales miembros y operadores, explotando a todo un país con las armas y el miedo, se apoderaron de todas las instituciones “burguesas” como sería el estado de derecho, los fines democráticos, la justicia y la seguridad social para convertirlas en armas y utilizarlas en contra de sus enemigos, de allí que organismos como el CNE que organiza las elecciones, el Tribunal Supremo de Justicia, la Fiscalía, el Seniat que recoge los impuestos, el Ministerio del Ecosocialismo, entre otros, fueron convertidos en armas de guerra para atacar y mantener a raya cualquier resistencia a la opresión chavista.

Pero hay un rasgo que quisiera destacar, en el discurso de los chavista se distingue claramente un reclamo, una exigencia que hacen público al mundo y al país sobre los derechos y privilegios que tienen aquellos que manejan el poder de manera civilizada, empecemos por la legitimación, este régimen de fuerza, se hace pasar como si el origen de su poder deviniera del consenso, de la representación democrática, de la voluntad mayoritaria de un pueblo que escogió que fueran ellos, los revolucionarios, quienes manejaran el Estado bajo las condiciones y objetivos que se han trazado, eso es completamente falso, el chavismo se ha impuesto como mandato de un pequeño grupo, de una casta, que ha proclamado ser producto de una expresión popular que ha otorgado un consentimiento para que ellos sean gobierno.

Ni siquiera con Chávez se dio ese consenso mayoritario, menos aún con Maduro quien tuvo que recurrir a subterfugios, falsa atestación, trampas electorales, desinformación, amenazas y extorciones para ganar las elecciones en las que ha sido candidato y que con el robo descarado y el golpe de estado que se inició con su supuesto triunfo electoral, contradiciendo las evidencias de la oposición presentadas al mundo sobre los comicios celebrados el pasado 28 de julio en Venezuela, y en donde el universo de votantes favoreció al candidato Edmundo Gonzáles Urrutia, hoy en el exilio.

De acuerdo a la sociología moderna, la administración de la vida de una población en cualquier país, solo es posible por medio de una complejísima red de poder, distribuida en instituciones, reglas, funcionarios, jerarquías e instancias que varía de acuerdo a territorios, materias, disponibilidad de recursos, necesidades… De acuerdo a la profesora Esther Díaz, el poder en la sociedad es como una tupida malla que cubre un territorio y por la cual se gestionan actividades políticas, religiosas, comerciales, educativas y de otras índoles cuyo fin es hacer que la vida en sociedad sea productiva, segura, y en las mejores condiciones posibles.

En esa malla de poder, hay sectores muy densos donde el ejercicio del poder conllevan participación de distintos niveles, incluso con injerencia desde grandes centros de poder en el extranjero, los cambios pueden ser drásticos y muy rápidos, pero igualmente hay sectores de un mismo país donde estas relaciones son escazas, incluso se pueden encontrar huecos, donde la ausencia de poder institucional es obvia.

El poder político que es uno de los más importantes en esta red de relaciones, ha tenido una evolución y una historia de larga data, de un poder crudo y violento ejercido por los más fuertes, de carácter autoritario e instrumental, se ha refinado de tal manera que hoy podemos encontrar sociedades democráticas de avanzada que han profesionalizado sus usos y han justificado su ascendencia en términos morales y de principios, al punto, que según Max Weber, quienes se rigen por un orden legítimo tienen fe en la autoridad y quienes ejercen esa autoridad derivan prestigio de su ejercicio.

No es el caso venezolano de los bárbaros que nos gobiernan que tienen que estar pidiendo “respeto” a cada momento durante su ejercicio del poder, debido a que los sujetos a quienes pretenden gobernar están en constante modo de resistencia y protestando el supuesto orden que quieren imponer, lo que delata una falta de legitimidad profunda, de allí el uso de los jueces como armas, de la ley como látigo, de la tortura como castigo.

Es el caso de un Diosdado Cabello quien ha ocupado diferentes posiciones de poder político en el país, por más de dos décadas, y al momento de resolver conflictos y diferencias actúa como reptiliano, como uno de esos caimanes de orilla que se encontraban en nuestros ríos que todo lo resolvían a dentelladas, y en el patético caso de Cabello, con insultos, no es ningún accidente que su insignia sea un mazo.  Este tipo de personas no son aptas para gobernar sin que existan víctimas y crisis sociales profundas, Nicolás Maduro no es muy diferente, prefieren el uso de las armas al diálogo, favorecen la opresión a la negociación, e imponer su voluntad por la fuerza no es democracia.

Pero ellos insisten en que son la opción necesaria para gobernar el país, y luego de la terrible derrota electoral que sufrieron, en la que quedó constatado que perdieron la poca base popular que tenían; pateando la mesa electoral que sustenta todo régimen democrático, cuya naturaleza es contractual, se han situado en una zona de peligro donde los discursos y la narrativa socialista bolivariana ya no tiene ningún sentido, ellos mismos se ha deslegitimado ante el mundo, los únicos que los apoyan son sus cómplices, tiranías y señores de la guerra que no tienen mayor liderazgo mundial.

En los cursos que dictó Michel Foucault en el Collège de France (1983-84) introdujo en el concepto de gobernabilidad la íntima relación que existe entre Saber y Verdad, todo lo contrario al chavismo que han hecho de la dupla Ignorancia y Mentira su carta de presentación. Foucault, según el investigador Iván Gabriel Dalmau, trató de marcar distancia del concepto de poder, como “…algo uniforme, organizado en torno a un centro que es al mismo tiempo su origen y que posee un dinamismo interno que lo conduce siempre a extenderse.” Todo lo contrario a lo que dice Foucault, y que desarrolla en sus investigaciones, el poder no tiene centro, es como una cadena, es una trama con vida propia.

Volviendo a Gabriel Dalmau, lean esto por favor con atención pues constituye la razón de ser de la gobernabilidad, dice Dalmau:

“…las preguntas por “el hoy” y “quiénes somos en nuestra actualidad” constituyen el punto de partida y el objetivo insoslayable de su labor. Por lo tanto, subrayo que la problematización foucaultiana de los saberes sobre “lo humano” se inscribe en el marco de su preocupación por la constitución ontológico-política del presente. En consecuencia, el abordaje de los saberes no se enmarca en el proyecto de elaborar una teoría del conocimiento, propia de una concepción normativa del ejercicio de la crítica en términos de analítica de la verdad, sino que, por el contrario, resulta fundamental en tanto que esos saberes configuran, junto con las matrices normativas de comportamiento y los modos de existencia virtual para sujetos posibles.”

El venezolano que tienen en mente los chavistas, no existe, la Venezuela que quieren construir es imposible, la ideología que desean aplicar es rechazada mayoritariamente, la historia y la narrativa que acompañan a estos deseos es falsa y no aplica a nuestro pasado, ni encaja con nuestras expectativas, el modelo socialista revolucionario bolivariano es una farsa y nadie lo compra sino sus colaboradores, y por un interés absolutamente circunstancial.

Es muy difícil visualizar el poder en una sociedad, los desfiles militares, las concentraciones de gente en pro de un gobierno, la propaganda y los actos públicos son apenas indicios interesados en marcar una opinión favorable, pero basta con contrastarla con la realidad para que la verdad prevalezca, tampoco funcionan los actos legislativos que modifican las normas de una sociedad ya que si son contrarios a las tendencias naturales de la sociedad, muy pronto no serán acatadas y caerán en desuso y habrá que modificarlas.

El verdadero poder lo encontramos en los puntos de resistencia al orden establecido, en la desobediencia, en la rebelión, en la respuesta del gobierno al desconocimiento de su poder, el como la autoridad maneja estos puntos críticos, que si es legítimo y racional los aprovechará para la crítica y el dialogo, lo que permitirá un avance social, quizás una revisión de las normas o una restructuración completa de áreas de acción, pero si se trata de un gobierno autoritario e ilegítimo, lo más probable es que encontremos la respuesta policial y violenta, los muertos, los presos, los procesos judiciales y la censura.

El chavismo tiene una manera muy particular de ver los conflictos sociales, a ellos les gusta decir: “Candelita que se prende, candelita que se apaga”, cualquier tipo de resistencia es inmediatamente acallado con las armas, se saben ilegítimos pues utilizan el poder en su propio beneficio, no para el avance del país. Es un tipo de autismo que termina por aislarlos y cometer abusos en un círculo interminable de violencia, eliminando cualquier oportunidad de evolución social, rectificación política y búsqueda de la concordia, llevamos 25 años con una concepción de poder equivocada, lo que han sembrado son vientos y la cosecha son tormentas, en ese punto nos encontramos.

 

 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 1 de noviembre de 2024

El chavismo como casta delincuencial

 



“El delincuente por herencia y el delincuente de oficio se diferencian, según Ferri, del delincuente de ocasión; el primero es impulsado al crimen por una fuerza interna, adquirida o innata, que germina en el extraño placer que experimenta cuando obra mal; empero el último al ser impelido por un impulso exterior, no es retenido en la honradez por una repugnancia suficientemente fuerte. Yo creo, sin embargo, que todo esto se reduce a una cuestión de grados. De la misma forma que inferiores a los imbéciles, reconocemos a los semiimbéciles, así hay un criminaloide, tipo más ínfimo que el criminal por herencia, dicho criminaloide es un hombre que no se siente arrastrado al crimen más que en ocasiones solemnes. Desgraciadamente la ocasión es siempre el punto de partido de un hábito, y la falta de repugnancia lleva, por la repetición de los mismos actos, a deleitarse más y más vivamente en estos”.

César Lombroso, Los Criminales, 1893

 

Nos cuenta el filósofo Norbert Bilbeny en su obra El Idiota Moral, del terrible descubrimiento que el teólogo alemán Bonhoeffer hizo durante su pasantía por el campo de exterminio nazi Flssenburg, y del cual no sobrevivió, dijo Bonhoeffer que la necedad constituye un enemigo más peligroso que la maldad… “se debe tener mayor precaución frente al necio que frente al malo”.

Y el chavismo está lleno de necios, marcados por el hierro de la ignorancia hacia ciertas sensibilidades humanas, que es un defecto moral y, que según Bilbeny quienes las sufren, son los mismos que procuran los genocidios, es el que sufre de apatía ante los asesinatos en masa, y esa apatía resulta ser contagiosa, ante tal número de presos, torturados y muertos, como condición cotidiana de la sociedad entera, se corre el peligro de cancelar el juicio moral.

Porque el idiota moral no es lo mismo que el idiota mental, no tiene nada que ver con la inteligencia de los individuos, sino con la renuncia de la angustia vital que implica estar vivos. Un tirano ejerce el gobierno con violencia, mentiras y crueldad, solo le importan las leyes para justificarse, cree que la amistad, la identidad ideológica, la camaradería política trata solo de que los otros acepten sus crímenes como algo normal, acorde con las prácticas estandarizadas de la política, construye sus discursos siguiendo un extraño patrón de ideas adecuadas, contrastando con unas acciones absolutamente aberrantes y criminales, razón por la cual necesita más de cómplices que le den la razón sin tenerla.

En su obra La vida del espíritu, Hannah Arendt escribió: “Me impresionó la manifiesta superficialidad del acusado, que hacía imposible vincular la incuestionable maldad de sus actos a ningún nivel más profundo de enraizamiento o motivación, pero el responsable era totalmente corriente, del montón, ni demoníaco ni monstruoso.”- Se refería a Eichmann, uno de los burócratas del nazismo responsable directo de la ejecución de millones de judíos en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.

Al igual que un Nicolás Maduro, que un Diosdado Cabello, que los hermanos Rodríguez o cualquier otro funcionario del gobierno chavista, parecen personas normales, hasta afables, y algunas, con credenciales académicas la justificarían como personas preparadas intelectualmente, pero es tal la deficiencia moral que sufren, que en palabras de Bilbeny : “Quien da y quien cumple órdenes de exterminio metódico vive como un muerto, tiene el alma muerta y en eso consiste su inhumanidad.”

Y volvemos sobre la cita al inicio de Lombroso, un antropólogo criminalista de finales del siglo XIX, cuyas tesis biológicas como originarias de los actos criminales están hoy superadas, pero no dejan de tener valor sus observaciones sobre los comportamientos atávicos que surgen y se anclan en ciertas mentalidades empalagadas con los actos criminales, con ese vacío terrible de sensibilidad y la sustitución de los valores humanos por unas recetas pragmáticas y justificativas de sus crímenes, que venden como auténticas revoluciones, pero no son sino violaciones descaradas a los principios fundamentales de la convivencia social.

El solo hecho de atentar, de la manera como lo hizo Maduro en contra de las elecciones democráticas en Venezuela, contra a constitución y las leyes del país, desconociendo la voluntad popular, tirando por la borda los principios elementales de la libertad de los pueblos para darse el gusto, la satisfacción personal y egoísta de convertirse en un tirano, con el solo propósito de seguir delinquiendo y robando las riquezas del país, insultando nuestra inteligencia con excusas fantasiosas y componendas dignas de una mente esquizoide, y para colmo de males, tratando de involucrar internacionalmente a socios y aliados como parte de su coartada, casi que obligándolos, cuando no comprándolos con sus avances de extorción y culpas ideológicas.

No en vano ha afectado la credibilidad del socialismo español en un turbio negociado con el oro y el petróleo  venezolano que ha usado como palanca, para obtener la solidaridad del partido socialista español para que desconozca al legítimo presidente electo de Venezuela, el Dr. Gonzáles Urrutia. Le ha tratado de torcer el brazo al presidente Lula de Brasil y al presidente Petro de Colombia, para que lo reconozcan como vencedor de unas elecciones que intenta robarse, en aras de una mal entendida solidaridad socialista.

Hagamos un alto para explicar lo siguiente, en el pasado mes de julio se celebraron en Venezuela unas elecciones presidenciales donde Maduro propugnaba por un tercer mandato en contra de un candidato prácticamente desconocido, Edmundo Gonzáles Urrutia, quien había quedado luego de una purga que hizo el CNE en las filas de la oposición democrática liderada por la Sra. María Corina Machado, a quien le negaron su derecho por competir en los comicios. El CNE, en contra de las leyes que lo regulan, está compuesto en su totalidad por personas adscritas a partidos políticos, de los cuales el partido PSUV tiene la mayoría, es decir controla importantes aspectos operativos.

La Sra. Machado que ya había experimentado una campaña electoral asimétrica, signada por el abuso de poder, la violencia y parcializada en su contra por parte del gobierno de Maduro, temía una trampa al momento de dar los resultados electorales, la campaña electoral a pesar de todo el poder del estado y las tácticas terroristas que utilizaron para que los venezolanos se inhibieran de apoyar a la oposición, logró enormes concentraciones de apoyo popular al proceso democrático y un enorme rechazo hacia el candidato oficialista y continuista.

Maduro y el CNE se habían mostrado en desacuerdo con la presencia de observadores internacionales, no querían testigos de lo que estaba por ocurrir, la campaña le había demostrado al chavismo que habían perdido al pueblo, era un gobierno impopular, pero aun así necesitaban quedarse en el gobierno, habían demasiadas amenazas en el horizonte, investigaciones, procesos judiciales, denuncias, y sobre todo, negocios multimillonarios que habían que atender desde la seguridad y los privilegios que solo proporcionaba ser parte del estado.

El plan de la Sra. Machado era hacer de cada mesa electoral del país una trinchera democrática para la defensa del voto, colectar ese mismo día el mayor número posible de actas electorales, que por ley le correspondía una copia a las organizaciones políticas en competencia, esas actas oficiales serían la única prueba en caso de un fraude electoral. Y tal como las proyecciones y la campaña habían demostrado, la avalancha de votos para la oposición fue inmensa y su plan había funcionado con la precisión de un reloj.

Y efectivamente, al final de la tarde de ese día, ante la evidencia de que el gobierno estaba perdiendo por paliza las elecciones, el CNE intervino para dejar al proceso sin voz, se detuvieron los escrutinios, se suspendieron las reuniones con los representantes de los partidos políticos, pero de inmediato la oposición hizo público el contenido de las actas en su poder, que aseguraban una cómoda mayoría de votos para el candidato opositor.

Pero el gobierno se jugó una carta escondida pero fatal, ya que si no probaba su veracidad, estaríamos en presencia de uno de los fraudes electorales más torpes y mal hechos en la historia de las democracias, el CNE emitió un comunicado, leído de una servilleta de papel, que Nicolás Maduro había ganado las elecciones por un amplio margen de votos… pero hasta allí, sin soportes, sin mostrar las actas, sin discriminar los resultados por regiones ni centros de votación, y el CNE, sin responder preguntas ni permitir acceso a la data electoral, volvió a su conveniente autismo, no volvió a aparecer.

De inmediato se activó el mecanismo del fraude que tenía preparado el gobierno de Maduro, que involucraba al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que con una sentencia, lo diera como ganador, y asunto cerrado. Pero era uno de los escenarios que tenía previsto la Sra. Machado, y aquella intromisión del poder judicial fue rechazada por inconstitucional, el CNE, que hasta hacia poco lo distinguía la propaganda oficialista como la institución más transparente y eficiente del mundo, desapareció en las sombras, y se quedó muda. Aquel despojo al pueblo de Venezuela, afortunadamente, fue contravenido por las actas electorales, y una de las organizaciones que el gobierno de Maduro había permitido como observadora del proceso, el Centro Carter, se pronunció: ¡Ah, Sorpresa¡ mostrando las actas electorales, debidamente certificadas como legítimas y emitidas por las máquinas del CNE y que coincidían con las que tenía la oposición, y manifestaban la inmensa derrota del candidato Nicolás Maduro.

La situación implicaría que hubo dos juegos distintos de actas emitidas por el CNE, con el agravante que el gobierno no termina de enseñar las suyas, y basa su defensa del organismo electoral en un ciberataque que ocurrió ese día desde el extranjero, y que obligó al gobierno a suspender el conteo del CNE, pero que aún con esta grave situación, pudieron producir una totalización de votos que daban como ganador a Nicolás Maduro, pero hasta los momentos nada de esto puede ser probado pues las actas siguen desaparecidas, y a más de tres meses de los comicios no las han enseñado, pero aun así, el TSJ procedió a proclamar al candidato chavista como ganador.

A partir de ese momento la opinión pública y la posición de algunos gobiernos y organismos internacionales, decidieron no aceptar los resultados si no había el soporte que avalara el triunfo de una de las partes, desconociendo las actas oficiales que la oposición democrática hizo públicas, al igual que las que mostró el Centro Carter, esta posición, la más cómoda y menos comprometida con la verdad, le daban una ventaja al truculento Nicolás Maduro y era que él estaba en el poder y probablemente continuaría allí para que no hubiera un vacío de poder luego del próximo 10 de Enero, fecha pautada para la juramentación del nuevo presidente ante la el poder legislativo.

La inverosimilitud de la historia que alega el continuismo es evidente, Maduro le está exigiendo al mundo un acto de fe a su narrativa de que él ganó esas elecciones en buena lid, le ha pedido a sus aliados más cercanos que partan lanzas con él y avalen un posible mega fraude que terminaría afectando a sus propios gobiernos y vulnerando sus sistemas electorales, el ovillo de extorciones, amenazas veladas, invitaciones a delinquir no ha terminado de desenrollarse, en Venezuela la respuesta del gobierno ha sido atroz, una verdadera campaña de terror y violaciones de derechos humanos se encuentra en proceso, miles de presos políticos, entre ellos niños y adolescentes, torturados y muertos, el candidato electo el Dr. Urrutia se encuentra en el exilio, María Corina Machado está viviendo la peligrosa aventura de la clandestinidad en su propio país.

Ciertos sectores y gremios de empresarios y financistas, que ya no pueden aguantar más castigo sobre la economía del país, han preferido sumarse a una campaña de estabilización y normalización política, tratando de minimizar lo que es obvio, Maduro está en vías de dar un golpe de Estado, de burlarse de la voluntad popular, de destruir los cimientos de la democracia en Venezuela y debilitar la libertad y el orden continental.

Mientras esto ocurre Maduro se desespera, sus errores tácticos se acumulan en un rechazo casi unánime hacia el tirano, el mundo libre está indignado con la situación, el perpetrador de esta charada es buscado como criminal en casi todo el mundo occidental, pero insiste y se aferra como un poseído al poder, pues se sabe perdido sin él. El lado más triste y penoso de esta bochornosa historia, es el sufrimiento de un pueblo que quiere ser libre y democrático, que no se ha podido defender de estos bárbaros que desafían la razón y las leyes, esta larga agonía de un pueblo que se negó a continuar en la esclavitud comunista, ya empieza a afectar a otros países, los ejemplos de Cuba, Nicaragua y Venezuela en el continente, pretenden multiplicarse y hay fuerzas oscuras y muy violentas tratando de insuflarle vida a estos regímenes del oprobio.

Nadie, ni aún los más poderosos gobiernos de la Tierra, pueden permanecer impávidos ante estas manifestaciones del mal sin que corran el peligro de contagio, son ideologías perversas que si no cortan su propagación, lo más probable es que acaben dañándole la vida a todos, haciendo del crimen una forma aceptada de vida y a los hombres sin alma, legión.