viernes, 12 de junio de 2015

Ucronías


Cada vez que uso el término, la gente se queda en blanco, a pesar de que es una de las modalidades de la especulación más usadas, sobre todo en una buena sobremesa, con una copa de buen Brandy y comenzar la conversa diciendo: “Imagínate, que hubiera pasado si…”
Con ese pie estamos a punto de iniciar el desarrollo de una Ucronía.  La definición que hace la Real Academia Española es: “la utopía aplicada a la historia; historia reconstruida lógicamente de tal modo que habría podido ser y no ha sido”. 
Hagamos un “rewind” a esa imaginaria cena, ya en el estudio y rodeados de azuladas volutas de humo de un buen cigarro y el bacano aroma de un Hennessy Cordón Azul… “Imagínate, si George Bush hubiera sido un socialista de closet, y en su segundo período presidencial hubiera decidido ir a Cuba, declararse admirador e hijo putativo de Fidel Castro, suspender el embargo, asimilar como estado de la Unión a Cuba y mudar la capital de Washington a La Habana…”
Pero no se trata de mantenerse solamente en la entrada, hay que especular, y de manera muy seria y consistente, la Ucronía trata de desarrollar una tesis plausible sobre un cambio drástico en el pasado, construir lógicamente sobre lo que hubiera sucedido si los eventos se hubieran producido de otra manera a como realmente ocurrieron.
Hasta los momentos la ucronía ha sido práctica exclusiva de la literatura, ni siquiera de la historia, aunque el historiador inglés Neil Fergusson se ha empecinado en introducir su concepto de historia “contrafactual” y desarrolla unas reglas que trata de aplicar sobre esa parcela de variables incontrolables del universo.
Una de las derivaciones más fértiles de ucronías se da en la ciencia ficción, y para explicarla recurro al excepcional trabajo de un colega español, Historia Alternativa en la Literatura Española I, de Alfonso Merelo Solá, quien ubica el origen del término en Francia en 1857, y la primera Ucronía que registra es la de Louis Geoffrey Chatêau en 1836 sobre lo que hubiera pasado en el mundo si Napoleón vence en Waterloo.
Charles Renouvier, el primero en definir Ucronía en 1876 dijo: “Así como la utopía es lo que no existe en ningún lugar, ucronía es lo que no existe en ningún tiempo”  
Nuestros colegas en la península ibérica tienen una experiencia muy interesante con respecto a las ucronías sobre la Guerra Civil Española, hay varios trabajos, algunas maravillosas novelas, que desarrollan variables alternativas sobre el destino del generalísimo Francisco Franco y del conflicto que afectó de manera importante el destino de esa nación.
Pero la Ucronía es asunto serio; esa posibilidad de desarrollar versiones alternativas de la historia conocida se han hecho plausibles luego del desarrollo de la física cuántica, del estudio del tiempo como variable en la ecuación cósmica, la Ucronía se torna en una posibilidad en los llamados universos paralelos que propone, de acuerdo a la nueva física, que el tiempo y los acontecimientos pueden ser múltiples, y correr simultáneamente en universos alternos. 
Esta teoría, desarrollada por Hugh Everett en 1957, habla de un número infinito de universos coexistiendo paralelamente. Leyeron bien, un número infinito de universos donde –todo- no sólo puede pasar, sino que efectivamente sucede.
Cuando enciendo mi tabaco en este universo, paralelamente se enciende en otros muchos, y en algunos no se enciende, es más, en algunos de esos universos ni siquiera llegamos al estudio, ni siquiera cenamos… Para algunos físicos el tiempo no pasa, pasamos nosotros, el tiempo no fluye, nosotros creemos que fluye porque nuestro sistema nervioso nos engaña, el tiempo está allí como escenario, inamovible,  al igual que los múltiples universos.

La Ucronía es un ejercicio mental que hacemos en nuestro universo, sobre lo que hubiera podido pasar en uno de esos otros posibles universos e imaginarnos un nuevo desarrollo de los acontecimientos.
Uno de los hombres que más ha ponderado la posibilidad de los universos paralelos, y que detesta la idea, es el autor de ciencia ficción Larry Niven, quien escribió un cuento sobre los universos paralelos; se llama All the myriad ways, en la que el Teniente de Detectives Gene Trimble, investigando un extraño caso de un suicidio, en el que la víctima no tenía ni razones ni motivos para tal acto, se dio cuenta de que las distintas líneas de tiempo se tocaban y las cosas sucedían, Trimble quiso probar su teoría y al final… el final es estupendo, tienen que leerlo.
En este sentido, es interesante el desarrollo del profesor de Cambridge, Geoffrey Hawthorne, del concepto del Punto Jumbar

Merelo Solá nos lo explica de la siguiente manera: “Para que exista una ucronía hemos convenido que la Historia ha de sufrir modificaciones, pero: ¿Qué hace que la Historia sea modificada? El suceso causante es lo que se ha venido a denominar un Punto Jumbar… consiste básicamente en un punto de inflexión que determina que algunos sucesos trascurran de diferente manera al real histórico. Generalmente este punto Jumbar en un suceso histórico lo suficientemente importante como para que de no haberse producido, o sucedido de otra manera, la Historia podría haber seguido otros derroteros. Precisamente el Punto Jumbar, y la subsiguiente ucronía, se fundan en que la Historia es maleable y que la influencia de acciones puntuales, colectivas o individuales, podrían determinar un cambio en el devenir histórico.”  

El asunto, es que he sido invitado a varias cenas para hablar sobre las ucronías y los universos paralelos, y algunas de las distinguidas damas que han sido mis anfitrionas, están preparando varios eventos privados en Caracas sobre el tema, la mayor parte de ellos sobre historia de Venezuela y las Ucronías como herramientas para entender nuestra realidad… subversivo, ¿No creen?

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